Los tres recién llegados miraban al pequeño chico pelinegro mientras que Jimin trataba de no hacer preguntas irónicas, por que en ese momento el era un niño bueno.

- Ey, dejen de verlo así. Se va a asustar. - Les habló Yoongi. - Y entren de una puta vez.

Los tres chicos salieron del transe y se adentraron a la casa de los Min, cambiaron sus zapatos y se dirigieron a la sala encontrándose con los padres de Yoongi.

- ¡Jungkook-ssi! - Le saludó EunJi con entusiasmo. - Oh cielo, hace mucho que no venías a vernos.

- Lo siento, señora Min. Estuve... ocupado. - Le explicó sin querer dar detalles.

- Namjoon. - Le habló Yoongi. - Besa a Jin o algo, quiero que se vayan. - El más alto hizo una línea con sus labios, para evitar que la carcajada saliera.

- Buenos días, señores Min. - Saludó Jin, sintiendo la mano de Namjoon tomar su cintura.

- Jinnie... - Se limitó a saludar EunJi, sin pasar por alto el contacto de la pareja. - ¿Cómo se la pasaron en el campamento escolar, chicos?

- ¿Campsmento es- ¡Ey! - Se quejó Jungkook al recibir un golpe en la nuca. - ¡Ah, sí! El campamento... Muy lindo todo, Yoongi hyung estuvo de cama en cama. - Dijo burlón.

- ¿Cómo? - Preguntó GiYoon confundido.

- Jungkook se refiere a que un día durmió con él, después con Nam y luego conmigo. Dijo que no quería quedarse solo. - Les explicó Jin rápidamente, pellizcando al menor.

- Oh... entiendo. - Dijo la mayor con los ojos entrecerrados.

- Rápido, Namjoon. Besalo o lo que quieras, pero haz que se vayan ya. - Lo presiono, sintiendo la mano de Jimin rozar con la suya por accidente.

Claro.

Accidente.

Namjoon se acercó a susurrarle algo a su pareja, Jin sonrió travieso y volteó por completo hasta quedar frente a frente con su novio.

Se dieron un piquito.

Y la expresión en los señores Min fue un completo poema.

- GiYoon, hay que ir al estudio a... revisar los contratos y eso. - Y la mujer se fue.

- Yoongi, no quemen la casa. - Le pidió para después seguir a su esposa, Yoongi por fin respiró tranquilo.

- Mucho gusto, soy Jeon Jungkook. - Se presentó el menor de inmediato, Jimin lo miró con una ceja alzada.

- Park Jimin. - Le dijo sin expresión alguna. - Yoongi hyung... - Le llamó en un susurró, Jungkook frunció el ceño al ver el cambio tan repentino en el chico. - ¿De verdad no es molestia que mis amigos vengan? - Le preguntó jugando con sus deditos.

- No pasa nada, Jimin. Puedes hasta destruir la casa y mis padres se van a echar la culpa. - Le quitó importancia.

Y justo en ese momento, el timbre volvió a sonar.

Jimin rápidamente caminó hacia la puerta y al abrirla, se encontró con su hermoso mejor amigo y el inútil novio de su hermoso mejor amigo.

- ¡Jiminnie! - Gritó Taehyung saltando encima de un feliz Jimin.

- Taehyungie, te extrañé tanto. - Sinceró.

- Hola, Minnie. - Saludó Hoseok con una sonrisa ladina, el pelinegro rodó los ojos.

- Ven Taehyung, te presentaré a ya sabes quien. - Le susurró, Taehyung tomó la mano de Jimin y caminaron siendo seguidos por Hoseok.

- Te digo que falta poco, hyung. Solo tengo que... - Jungkook dejó de hablar en cuanto miró a Jimin regresar con otros dos chicos, carraspeó y miró hacia otro lado.

Yoongi frunció el ceño ante el repentino silencio del menor, miró hacia atrás y su mirada cayó en las manos entrelazadas de Jimin y de él otro chiquillo. Alzó una ceja y subió la vista al rostro de Jimin.

- Yoongi hyung, el es Kim Taehyung. Es mi...

- Su novio. - Le interrumpió el menor.

- ¡Ey! Deja eso. - Regañó Hoseok.

- Y él no importa. - Dijo Jimin, refiriéndose a Hoseok.

Los demás chicos trataron de retener la risa cuando vieron como el chico torcia la boca y rodaba los ojos con total fastidio.

- Minnie, no seas grosero. - Reprimió Taehyung. - El es Jung Hoseok, mi novio.

- Min Yoongi. - volvió a presentarse. - Kim Namjoon, Kim Seokjin y Jeon Jungkook. - Apuntó en ese orden a los chicos.

- Ah... con razón la señora Min nos tuvo más "tolerancia". - Entendió Jin al ver que los amigos del chico eran pareja.

A pesar de que al principio cada quien estaba con sus respectivos amigos, de un momento a otro todos estaban en el patio trasero de la casa, sentados frente a la piscina y conversando entre todos.

Lo tierno que era Jimin y Taehyung iba a causar que el pecho de Jin explotara. Verlos reír de cualquier cosa hacia su corazón derretir.

Namjoon habló con Hoseok por básicamente, toda la tarde, dándose cuenta que tenían muchas cosas en común.

Mientras que Jungkook no despegaba su vista de Jimin. El chico le causó una gran curiosidad y cierta intriga desde el primer momento en el que lo vio, pero no sabía de que se trataba.

- Me debes algo. - Le dijo Taehyung a Jimin con un puchero. - De hecho me debes tres cosas, Jiminnie.

- Se sobre dos cosas, ¿Cuál es la tercera? - Preguntó confundido.

Taehyung se paró de su lugar viendo como Jimin lo imitaba, se acercó a él mayor y le dio un abrazo de largos segundos para después separarse y volver a abrazarlo por un tiempo más extendido.

Jimin se iba a sentar nuevamente, los dos abrazos habían sido cobrados ya, pero él gruñido molesto que soltó Taehyung lo hizo mirarlo de nuevo. Sintió las manitos de Taehyung acunar su rostro y el por instinto, lo tomó de la cintura para después sentir como el pelirrojo juntaba sus labios con los propios.

Jungkook soltó un raro jadeo al verlos y miró a Hoseok de inmediato, quien solo los miró para después regresar a la conversación con Namjoon, quien ahora estaba muy confundido.

¿Tenían una clase de poliamor o algo así? Porque si Namjoon mirara que alguno de sus tontos amigos besara a Jin, el los aventaria a la piscina de una sola.

- ¿V-Viste eso? - Le preguntó Namjoon a Hoseok.

- Lo he visto muchas veces. - Confesó Hoseok. - Ellos hace eso siempre, es como alguna costumbre o algo. Ya no me importa.

¿"Ya no me importa"?

Taehyung simplemente apretó sus ojitos al sentir sus ojos cristalizarse, Jimin iba a darle una paliza en ese instante pero el menor se sentó en sus piernas y escondió su rostro en su cuello para poder llorar en paz.

Mientras que Jimin fulminaba con la mirada a Hoseok y este solo lo veía con burla.

Y los demás no sabían donde meterse ante el entorno incómodo.