Capítulo 49 ~De nuevo en el ARK~
Narra Amy
—¿Qué está pasando aquí? —interroga el erizo de ojos verdes, entrando a la sala con una suma y notable seriedad. En ese momento, no dudé en separarme de Shadow. Madre mía.
—Lo que esté pasando, faker.
—Ah, mira, ¿Ya recuperaste la memoria entonces?
En ese momento, Knuckles y Rouge entran.
—¿Está todo bien?
—Claro que sí, Rouge. Sólo que a éste se le ocurrió hacer una escena de celos —contesta el erizo negro, mientras rodaba los ojos. Sonic ríe.
—¿Disculpa? Yo NO estoy celoso de nada —afirma, cruzándose de brazos y recalcando la negada respuesta.
—Pues...
—Cállate, Knuckles.
—N-no ha pasado nada... —intervengo al fin en la conversación, lamentándome a mis adentros por no decir algo más inteligente que eso. El ojiverde me mira sin saber qué pensar, a lo que yo me sonrojo de inmediato.
—¿Y por qué se abrazaban? —puedo jurar que Knuckles y Rouge se habían puesto de acuerdo para hacer eso que muchos llaman "facepalm".
—Ugh, tranquilo, faker. Sólo le agradecía, gracias a ella podré recordar lo que he olvidado.
Y antes de que Sonic respondiera algo, el zorro de ojos azules entra sin aviso alguno.
—Chicos, hemos llegado.
***
—Bien, nos dividiremos en parejas para encontrar la información que ocupemos —informa Tails.
—Como siempre Tails y yo iremos juntos, Amy y Knuckles, Rouge y Shadow —habla Sonic.
—Me parece bien —comenta la murciélago con una sonrisa de aquellas.
—Si no les importa me gustaría ir mejor con Amy.
—¿Qué? ¿Qué tiene de malo ir conmigo, Shadow? —reclama. Se escucha la risa escandalosa de Sonic.
—No lo creo. Las parejas están hechas, y es mi última palabra.
—Hmph.
¿Por qué siempre me trata como si no pudiera defenderme? Creo que ha llegado la hora de demostrarle que no es así.
—Bien, vamos —digo, tomando la iniciativa.
Dejé que Sonic y Tails se adelantaran, cuando me cercioré de que ya no nos veían, Knuckles y yo cambiamos de pareja: Shadow conmigo y Rouge con él. Creo que Kuckles siente algo por la murciélago y por eso no ha objetado, aunque él lo niegue.
Shadow y yo corrimos en otra dirección diferente a la de los demás. Llegamos a una parte en donde el techo es un vidrio transparente, que daba vista hacia el exterior. Nos detuvimos de golpe, puesto que Shadow había caído de rodillas, susurrando el nombre de aquella chica mientras se apretaba las sienes con las manos.
—¿E-estás bien? ¿Empiezas a recordar?
—María está... Muerta... En verdad no la pude salvar...
—Shadow...
No sé como es ver a alguien que amas morir, y creo que no es la mejor manera de recordar un pasado. No tengo idea de qué decirle, y me limito sólo a darle mi apoyo posando mi mano en su hombro. Miro hacia arriba.
—¡Shadow! ¡Mira! —señalo una gran roca en el exterior, rodeada en llamas.
—¿Qué es eso?
—Cada 50 años, el Black Comet pasa cerca del planeta... ¿Crees que aquellas criaturas negras están de alguna manera conectadas con ese cometa?
—Black... Comet... —murmura confuso, y comienza a reír en voz baja.
—¿Estás bien? ¿Shadow?
Tampoco estoy segura de si acercarme o no, aún no he podido comprobar si en realidad es peligroso. ¿Tendrá razón Sonic?
El ojirubí se levanta, y se forma una sonrisa en su rostro.
—Creo que estás en lo cierto, lo presiento... Ellos están allí... allí es donde las respuestas están, y tengo que llegar a ese cometa.
Asentí dudosa, y justo antes de volver a tomar camino...
—¡Aléjate de él, Amy!
—Hmph, ¿Ahora qué? —musita el erizo, mirando al dueño de aquella voz recién llegada a nuestra ubicación. Era Sonic, que venía junto con Tails y Knuckles.
Knuckles.
Oh. Mierda.
Sonic me toma de la mano , atrayéndome hacia él. Me mira de abajo hacia arriba, como si de buscar herida alguna se tratara. ¿Habrá pensado que Shadow me pudo haber hecho daño?
Enseguida, me pone detrás suya, junto a Tails. Miro al zorro confundida, él solo me señala a Shadow, quien ahora tiene una sonrisa maliciosa en su boca.
—¡Descubrimos quien eres en realidad! —exclama el equidna sin más.
—¡¿Por qué estás del lado de esas criaturas negras?! —le recalca Sonic. El erizo negro comienza a reír, para soltar al último un suspiro largo.
—Del lado de... Debes estar bromeando. Yo sólo estoy del lado de quien está en contra tuya, esta vez vas a caer... ¡Sonic the Hedgehog!
No entiendo... ¿Qué Shadow no recordaba nada y estaba de nuestro lado por ahora?
—Si eso es lo que quieres —contesta Sonic, aceptando el reto.
La pelea comienza a desatarse, todo parecía ir normal, como lo eran sus típicas batallas. Hasta que él asunto cambia cuando la piel de Shadow comienza a tornarse de un color rojo, lo que al parecer ha hecho aumentar su velocidad, al igual que nuevas técnicas se hicieron presentes. Sonic cae al suelo, después de una de esas nuevas habilidades.
—¡Sonic! —grito espantada. Intento ir hacia él, pero Knuckles me detiene agarrándome de la cintura, dejándome sin escapatoria. —¡Suéltame, Knuckles!
—¿Estás loca? ¡Si te interpones podrías salir herida, tonta!
Me muevo de todas las formas posibles para lograr safarme de su agarre, pero el ojimorado era demasiado fuerte.
Miro cómo Shadow vuelve a su color normal, a la par que se acercaba al erizo azul que aún yacía en el suelo.
—Hombre... ¿Qué fue eso?
—Yo soy Shadow the Hedgehog, y ahora... ¡Soy el erizo más poderoso de todo el mundo! —de repente, las esmeraldas aparecen y lo rodean. —¡El poder de mis esmeraldas del caos me hace invencible! —exclama entre risas.
Noto la intención de Shadow al querer atacarle de nuevo. Un mal presentimiento invade mi cuerpo con un escalofrío. Debía impedirlo, o al menos, tratar.
De nuevo, me muevo unos cuantos centímetros hacia adelante, sintiendo de nuevo el agarre de Knuckles para no soltarme. Cuando siento que al fin estoy lo más separa de él, muevo mi pie hacia atrás, logrando mi objetivo de golpearlo en las pelotas y por consecuente que me soltara.
—¡Ugh! ¡Maldita... Amy! —se queja el equidna, cayendo al suelo con cara de dolor.
Me interpongo entre los erizos, evitando que el azabache parara en seco su puño.
—Quítate, Amy.
—No le harás daño al menos que me quites.
—¡A un lado! ¡AGGGH! —vuelve a caer de rodillas, apretando de nuevo sus sienes.
—¡Amy! —Sonic me jala hacia él, pero pierdo él equilibrio y caigo encima suyo. De inmediato, me aparto, pues, además de que la posición se ve mal, él se encuentra muy herido y quería evitar el lastimarlo.
Volteo hacia Shadow cuando una gran criatura negra, el jefe, ese que Tails comentó en el hotel, Black Doom, comienza a salir de la boca de Shadow como un fantasma, materializándose en unos segundos. Shadow estaba agotado, Black Doom se había apoderado de su mente y cuerpo. En el fondo, eso me alegró, sabía que Shadow no había vuelto al lado oscuro.
—Bien hecho, Shadow. Nuestro ritual ahora puede comenzar como lo planeamos. Dame las esmeraldas caos, ahora.
—Me acabas de usar como un títere... —dice el azabache, tosiendo cual niño enfermo y tratando de recuperarse. Se reincorpora y mira con total odio a la criatura.
Sonic por fin se pudo recuperar un poco y le ayudo a levantarse. Creo que ha logrado comprender que en realidad Shadow no es el malo de la historia. Que sólo es un erizo normal tratando de recuperar su borroso pasado.
—¡Shadow! ¡Dame las esmeraldas a mí! —exclama Sonic. Pero el sonido de una navesilla, le interrumpe.
—No le des las esmeraldas a Black Doom, Shadow, te diré toda la verdad.
Eggman. Y no viene solo. Rouge está q su lado. ¿Es que en donde se lo ha encontrado ésta?
—Doctor...
—Black Doom planea destruir el planeta —agrega Rouge.
—Idiotas ignorantes. Nosotros estamos aquí para salvar a la humanidad de su propia muerte. Les estamos ofreciendo... La salvación —dice Black Doom.
—¿Qué?
—Su especie misma, se autodestruye, llegando así a su propia extinción. Estamos aquí para dar un perfecto orden a su especie que hará que vivan en paz. Su especie tienen la energía perfecta que tanto anhelamos —con un movimiento rápido, toma las esmeraldas del caos. ¡Oh no! —¡Y ahora comenzaremos el ritual! ¡CAOS CONTROL!
—Chicos... —susurra Tails, mirando su intercomunicador. —Vector me ha informado que el Black Comet está encima de Westópolis. Ésas criaturas negras han deformado el cometa usando el control caos...
—Eso es imposible...
—¡Así que por eso buscabas las esmeraldas caos!
—Precisamente por eso, mi fiel títere. La velocidad del cometa no es tan potente como para atravesar la atmósfera de otro planeta. Las esmeraldas han hecho esto posible gracias al caos control. Ese es el por qué necesité que el profesor me ayudara...
—¿Eh? ¿Por qué el profesor te ayudaría a ti?
—Esto será muy interesante, Shadow. Te daré las respuestas que tanto deseas.
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