Narra Sonic

—¡Chaos regeneration!

Shadow y yo hicimos el último ataque hacia el huevo de planeta. El huevo de planeta parecía que soltaba varias luces.

—Ya entiendo —hablé para mí mismo. —el huevo de planeta está soltando su energía y va a colapsarse... No tengo otra opción... ¡CAOS-!

De repente, siento cómo un gran golpe daba en mi estómago, me habían sofocado... 

—¿S-Shadow?

Me quedé sin aire y comencé a caer.

—Déjamelo a mí, faker. No podemos permitirnos un fallo en esta situación. —explica mientras se quita los brazaletes. —¡CAOS CONTROL!

Shadow desaparece junto con el huevo de planeta. No pensé que aún le quedara tanta energía. 

Narra Tails

Me quedé afuera del Tifón Azul, bueno, en la pista de despegue. Observaba todo lo que había pasado. Por otra parte, no puedo creer lo que he hecho. Estoy deshecho. Me giro y Sonic se encontraba allí, ya no en su súper forma. Se acerca con una mirada seria hacia mí. No lo culpo...

—S-sonic yo.. ¡No debí haber disparado! Yo... —me lamentaba.

—Lo siento, es lo único que he podido conseguir —toma mis manos y me da una pequeña semilla. Al verla, lo supe inmediatamente. La aprieto con mi puño posado en mi pecho y comienzo a llorar de nuevo. Sonic me abraza.

—Prometiste que salvarías a Cosmo. No es justo... Sonic yo... Sonic yo confiaba en ti... Está muerta... ¡ESTA MUERTA! —me lamentaba.

Caigo de rodillas frente a él, y lloro sin parar.

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Narra Amy

Iba con Cream caminando con una canasta con postres, nos dirigíamos al nuevo taller de Tails, que estaba en Costa Esmeralda. 

—He preparado un pastel para Tails que hice con mamá, espero que esto le alegre un poco.

—Vas a ver que sí, después de todo, está deshecho por lo que pasó hace unas semanas.

Sí, han pasado varias semanas desde, Cosmo... Tails se negaba a salir, pero Sonic le ha dado unas pláticas y apenas hoy ha aceptado salir.

—Eso espero... —murmura. —¿Tú que preparaste?

Le muestro mi canasta descubriendo la tela que mantenía caliente mi postre.

—¡Un pastel de manzana! Que bien se ve, Miss Amy.

—Tu mamá me dio la receta, espero que nuestra visita a Tails le alegre.

—Con todos los dulces que le estamos dando a los chicos se pondrán pachoncitos —bromea entre risas.

—Es cierto, si seguimos así haremos que Tails ya no pueda volar ni Sonic correr.

—Hablando de ellos, ¿Crees que ya se encuentren en el parque?

—No lo sé. Apenas faltan 10 minutos para que se llegue la hora acordada.

—Hola, chicas. ¿Qué hacen? —una murciélago de ojos azules se acerca a nosotros, aterrizando de su vuelo.

—Vamos a hacer un día de campo, ¿Viene, Miss Rouge?

—Hmm... ¿Irá Knuckles?

—¿Tienes algún problema con que vaya? —y como si hubiera llegado al llamado de su doncella, aparece el plebeyo enamorado.

—Está bien guapo, iré. 

Fue así como ahora cuatro simples amigos nos dirigimos a la playa.

—¿Creen que Shadow esté bien? —cuestiona Rouge.

Es verdad, no hemos vuelto a ver a Shadow desde aquella vez, ni siquiera Eggman.

—¡Ja! ¿A poco sigues preocupándote por él? Eso no te va.

—No te equivoques, tesoro. Seguro que está perdido por algún lugar de por allí. 

—Supongo, pero de todas formas  no hay de que preocuparse —comento desinteresadamente.

—¿Por qué lo dices? ¿Sabes algo de él? —pregunta el ojimorado.

—Ay, chicos, recuerden que fue creado como la forma de vida perfecta por el abuelo de Eggman.

De repente Knuckles no dijo nada más, dirijo mi vista hacia él, sabía lo que estaba viendo, y a Rouge no le gustaba eso.

—¡Mis ojos están acá, idiota! —exclama con total enfado.

—Es que... en serio que tienes unos pechotes... —tan sólo un ardor en su mejilla sintió el equidna. La murciélago, continuó el camino, dejando atrás a aquel chico que intentaba disculparse en vano. Cream y yo sólo nos reímos a sus espaldas.

Pasados unos cinco minutos, llegamos por fin a la playa, en donde el punto de reunión, era el taller del chico.

—¡Tails! —saluda Cream a nuestro amigo inventor, quien se limpiaba las manos cuyas estaban sucias de aceite de motor.

—Hola, chicos —nos saluda alegre. Noto que Tails tenía una pequeña planta en una maceta. Muy bien cuidada. Al poco rato todos estabamos ya reunídos. Excepto...

—Chicos, ¿Dónde está Sonic?

—Fue a correr, no ha de tardar —contesta su hermano del alma.

—¿Me buscaban? —al girarme, lo vi. El atardecer de fondo hacia resaltar su gran entrada. Oh, es tan guapo.

—¡Sonic!

No pude evitar ir a abrazarlo, cuando noté lo que hacía y que todos me miraban pícaros, me separé inmediatamente, miré de reojo a Sonic, quien sólo sonreía.

—Chicos ¿Qué creen?

—¿Qué ocurre, Sonic?

—Es Eggman.

—¡¿Qué?! ¡¿Eggman otra vez?! —gruñe Knuckles.

—Ese tipo ya está empezando a hartarme —comento.

—¡Siempre está igual!

—¡Todos a bordo! ¡Nos vamos!

—¡Eggman no se saldrá con la suya!

Todos nos subimos a la nueva nave de Tails excepto Rouge, quien no está en el Sonic Team. Nuestra aventura no termina aquí.