Narra Sonic

Entrenaba a Amy todos los martes y los jueves, desde la vez de E-102 Gamma. Eggman sólo apareció unas 2 veces en estos últimos 2 meses.

Era noviembre, pero había un clima estupendo. Con toda la tranquilidad, los chicos decidieron ir a la playa, a Costa Esmeralda, en Station Square. A unos veinte o treinta minutos de Green Hill.

-Yo no iré -les aviso, a lo que los demás se me quedan viendo sorprendidos.

-¿Por qué? -me pregunta confundida la eriza rosada de ojos esmeralda.

-Porque no me apetece ir -le respondí desinteresado, aún acostado en el sillón de la sala mi casa.

-No seas amargado y ven con nosotros -gruñe Knuckles.

-Prefiero quedarme a correr en las sólidas colinas de aquí -le explico serio. En serio, no quiero ir.

-Bueno, chicos, no hay por que insistir. Vamos, suban al Tornado -me defiende Tails, sabiendo que le tengo un temor horrible a las profundidades del agua.

Tails aprovechaba cada momento que tenía libre para perfeccionar su "Tornado X", como él lo había nombrado. Ya se convertía en carro, y quien sabe cuántas cosas más le haya agregado; cada día ese chico me sorprende más. Por lo que veo, no ha desperdiciado las mesadas que le he dado durante cada semana.

Todos salen y se suben al Tornado. Me quedo solo. Salgo a correr un rato.

***

Narra Amy

Qué molesto suele ser Sonic a veces. Pareciera que prefiere correr en tierra firme y luchar, que divertirse un día con sus amigos. Sé que a Sonic no le agrada el mar, pero se hubiera podido quedar a tomar el sol.

-Llegamos -anunció Tails emocionado al llegar.

Bajamos todos y empezamos a divertirnos un poco. Tails y Knuckles jugaban en el agua, aunque no sé si a eso se le llama jugar, pareciera que están peleando, bueno, supongo que es normal en ellos. Vainilla toma el sol en un camastro mientras bebe limonada. Cream y yo hicimos un poco de buceo, y después empezamos a juntar conchas.

-Dicen que si haces un accesorio con los caracoles y se lo das a una persona, el sentimiento que sientes por esa persona durará por siempre -comenta Cream.

-Le haré uno a Sonic -expreso con una sonrisa boba.

-¿El sentimiento ahora es más fuerte, Miss Amy?

-¡Cr-Cream! -me sonrojo de inmediato. -N-no, es sólo que quiero que nuestra amistad dure por siempre. Sí, eso.

-Claaaaaro -dice sarcásticamente la conejita -No se preocupe, Miss Amy. Su secreto está a salvo conmigo.

-Gracias, Cream -le sonrío nerviosa. -Pero, oye, recuerda que puedes llamarme de "Tú".

-Oh, claro. Lo siento.

Cream y yo decidimos sentarnos en la arena a tomar el sol y a armar esa pulsera. Saqué de mi bolsa mi móvil y entré a mis mensajes. Decidí enviarle un mensaje a Sonic.

"Qué malo" -Enviado hace: unos segundos.

Contestaron a los 10 minutos.

"¿Por?" -Recibido a las: 14:03.

"Ven un rato, aunque no nades. Venga, no seas aguado" -Enviado a las: 14:07.

"Estoy a gusto aquí" -Recibido a las: 14:09.

Me enojo y vuelvo a meter mi móvil a la bolsa. Pasaron unos dos minutos cuando vuelve a sonar.

"Por cierto, lindo bikini" -Recibido a las: 14:11.

¿Lindo bikini?

Agacho la vista y, efectivamente, llevaba puesto mi bikini rojo. Me puse roja cual tomate y volteé la vista. Allí estaba él, sentado en un camastro mirándome y con su móvil en la mano, sonriéndome. Se acerca y se sienta a nuestro lado en la toalla sobre la arena.

-¡Sr. Sonic! ¡Qué bueno que haya decidido venir! -exclama Cream alegremente.

-Hola, Cream. Ames... -nos saluda, guiñándome un ojo al mirarme.

Narra Sonic

Amy me desvía la mirada y, deduzco que, por su gran y notorio sonrojo, está avergonzada. Seguramente el último mensaje que le envié la ha puesto así. Río para mis adentros. Ja, soy un genio.

-¡Miss Amy! Iré con Tails y Knuckles a jugar, ahora vuelvo -avisa Cream y se va con dirección al temible mar.

Quedo a solas con Amy, quien sigue igual o incluso más sonrojada que antes. Sonrío pícaro cuando se me ocurre una idea brillante.

-Dije que el bikini estaba lindo, no tú en él -bromeo.

-¿Qué estás insinuando? -me mira frunciendo el ceño.

-Bueno, -me acuesto en la arena con mi cabeza recargada en mis manos y cierro los ojos -supongo que todo el entrenamiento y las corridas matutinas que haces cada semana, no te han servido tanto.

-¿Eh? -exclama.

-Sí, bueno, no podría esperar más de una pequeña eriza puberta como tu. Aun te queda muuuuuucho por desarrollarte.

No escucho a Amy decir nada, abro los ojos y no la veo. Me incorporo y muevo la cabeza a los lados buscándola, hasta que al fin la veo enfrente mío, con una cubeta de juguete de esas que usan los niños para jugar en la playa. Me dedica una sonrisa fingida y...

-¡¿Pero que ching-?! ¡AMY! -grito enojado al sentirme todo mojado.

-Eso te enseñará a no burlarte del físico de una mujer -dice inocente e indignada.

Narra Amy

¿Cómo se atreve? Yo misma me lo probé ayer en la noche y se me veía genial, aunque todavía no me desarrollo del todo y sé que aún me falta mucho, pero no se me veía nada mal. Después del cubetazo con agua que le eché, no dijo nada. Se queda unos segundos con la cabeza agachada, y se levanta para observarme con la mirada ensombrecida.

-¿S-Sonic? -logro decir por fin.

No respondió. Justo lo iba a dejar allí, solo y enojado, pero cuando estaba punto de girarme, me agarra de la cintura y me tira junto con él en la arena, quedando encima mío. Me agarra de las muñecas sin dejarme escapatoria alguna. No me quita la vista de encima.

No logro mantenerle la mirada, mi corazón latía a mil por hora, y acerca su cabeza a la mía. Sólo aprieto los ojos esperando su venganza. Pero pasan otros segundos y... nada. Los abro lentamente y noto que Sonic sigue mirándome, pero esta vez con una sonrisa maliciosa en su boca. Después se echa a reír.

-¡Hubieras visto tu cara! -trataba de decir entre carcajadas.

Yo sólo sigo sonrojada sin decir nada, le muevo los ojos a la derecha tratándole de decir que los demás habían presenciado toda la escena. Él aún se encuentra encima de mí.

Voltea a ver a los demás y rápidamente se quita de encima, ayudándome a levantarme enseguida.

-Uhhhh, SonAmy -murmura Knuckles.

¿Qué?

-¿Qué cosa? -pregunta Sonic, confundido sin entender la palabra que había dicho Knuckles.

-¡No es lo que parece! -me apresuro a decir con suma vergüenza.

Todos sólo se echaron a reír. Después de eso, preparamos unos emparedados y chilli dogs para comer. Cuando terminamos, nos dirigimos al estacionamiento, en donde Tails había dejado el Tornado ahora convertido en automóvil.

-Sonic, mira, ten, lo hice para ti -logré decir a Sonic, antes de irnos, mientras los demás llevaban las cosas recién recogidas.

Le di la pulsera que le hice con conchas hace unas cuantas horas.

-Significa que nuestra amistad no terminará nunca y siempre permanecerá, algo así como un amuleto de la amistad -le dije sin verle a los ojos.

-Gracias Amy, verás que así se-

Sonic me jaló junto a él, dejando atrás el amuleto que le hice. Un enorme robot que parecía un ciempiés, aplastó con fuerza el suelo donde estábamos Sonic y yo, destruyéndo la pulsera que había hecho.

-Al fin te apareces, Eggman -le grita Sonic a Eggman, empezando a luchar contra el robot, seguido de los demás tratando de ayudar.

-¡JOJOJOJO! -rió malvadamente el gordo feo.

Empezaron a brotar unas pequeñas lágrimas de tristeza de mis ojos, que luego se convertirían en unas llenas de furia.

-Eggman... -musito furiosa, sacando a Piko piko.

Robotnik voltea y no podía creer lo que pasaba. Maldice.

-¡ERIZA TONTA! ¡DEJA ALLÍ!

Empiezo a destruir uno por uno los "escalones" del gran robot, todos me miraban sorprendidos.

-¡Amy! -gritó Sonic, tratando de detenerme en vano.

Cuando al fin llegué a la base, un resorte salió haciendo que volara y me dirijera hacia Eggman, quien estaba asustado, viendo el cómo me acercaba a él rápidamente con mi martillo.

-¡NOOOOOOO!

Lo golpeo con tal fuerza que yo creo que volé muy lejos de la costa. Mi martillo había desaparecido y mis brazaletes empezaron a brillar, había consumido un montón de energía. Después de eso perdí la conciencia, cayendo en las profundidades del mar. Lo último que logré escuchar antes de caer al agua fue mi nombre siendo gritado.

***

Despierto en casa de Cream, en su cuarto, a juzgar por las flores y accesorios de niña pequeña. Tengo mi ropa puesta y seca. Me giro y veo a Cream.

-¡Al fin despiertas, Miss Amy! Estábamos tan preocupados por ti, tragaste mucha agua, después de que Sonic se sumergió al mar por tí te dio respiración boca a boca, no sabíamos si lograrías sobrevivir -explica.

-¿Sonic nadó? ¿Para salvarme? -digo sorprendida. Estoy boquiabierta.

-Fue difícil para todos nosotros, tu ahogándote y Sonic va y te salva sin saber nadar. Cuando salió contigo en brazos, todos soltamos un gran suspiro de alivio.

-Gracias, Cream -le sonrío y me levanto de su cama para salir de su cuarto e ir a una casa que no es la mía, pero le tenía que agradecer a cierto erizo por su acto heróico, como siempre, mi héroe.

Toco el timbre de su casa y me abre Sonic. Me hace pasar.

-Que bueno que estés bien, Ames.

-Todo gracias a ti. En serio, te debo muchas...

-No me debes nada... ¡Ah-chuu! -estornuda, ¡Se enfermó por mi culpa! -lo siento, he pescado un resfriado. No es nada -agrega al ver mi cara de preocupación por su estornudo.

-Te debo muchísimo -repetí.

-En serio, no. Para eso estamos los amigos, ¿No? -me dice alzando su muñeca y mostrándome la pulsera que le había dado, un poco rota, pero parece que la ha arreglado algo (O Tails), Oh vaya, nuestro símbolo de la amistad, la tiene puesta. La felicidad que he sentido, es indescriptible. Sonic, eres un hombre maravilloso.