Narra Amy

Estaba en un prado llena de hermosas flores blancas. Bailaba y saltaba por todo el lugar, era muy feliz. Y llegó él; Mi héroe. Se acercó a mí lentamente, juraría que mi corazón latía a mil por hora. Me agarró de la cintura mirando mis labios. La escena perfecta. Sus labios se acercaron lentamente hacia los míos...

Un sonido molesto desvió mi atención de aquella escena. Me giré y vi la alarma. Mierda. 7:50 hrs., era lunes y tenía clase. Mi primer día de clase. ¡Me quedé dormida! ¿Acaso llegaré tarde por soñar con Sonic the Hedgehog? ¡Amy! ¡Por Caos!

***

—Profesor, disculpe la tardanza, no sabía donde era mi salón —miento, Sonic me había dicho donde estaba antes, y así no pasar la vergüenza que estoy pasando ahora mismo, pero si no lo hacía faltaría a mi primer día de clases, en "Green Institute". —¿Puedo pasar? —pregunto acelerada. La corrida que he dado hace minutos me ha dejado muy cansada.

—Adelante, señorita Rose —accedió el sabueso de ojos negros. —y bienvenida.

Me senté en la banca que sobraba. No conococía a nadie. La forma de organización del instituto ha cambiado. Ahora ponen grados por edad. Estoy en el grupo 7°B. Entonces este grupo hay puros adolescentes de 12 años. Sonic está en el 9°A. ¡Cómo extraño jugar con él en el salón!

—Hey, ¿Qué tal? —me saluda el armadillo negro con cabello rojo delante de mí, sacándome de mis pensamientos.

—Hola —respondí con una sonrisa.

—Soy Mighty, Mighty Arumajiro. Es de Yurashia —dijo refiriéndose a su apellido. Se supone que Yurashia es un continente al igual que Northamer, el más grande de Mobius.

—Amy Rose. ¿Eres de allí?

—No. Mis padres sí que lo son. Pero yo he nacido aquí.

—Oh.

—No te había visto por aquí antes, y no me refiero al instituto. ¿Eres nueva en Green Hill?

—Digamos que volví después de mucho.

—Pues bienvenida de nuevo, Amy Rose —me sonrió.

—Pongan atención allá atrás —impuso el profesor García.

Mighty y yo sólo nos reímos. Esto parecía ser el comienzo de una bonita amistad.

Llegó el receso al fin. Mighty se fue con Ray, su mejor amigo del grupo 7°D. Yo fuí con los míos. No los encontraba por ninguna parte, cuando sentí el cómo alguien me tapaba los ojos.

—¿Quién soy? —preguntaron. Reconocería esa voz por doquier.

—Quieeeeeen sabe.

—¿En serio no sabes quién soy? —escucho.

—Claro que sí, idiota. Ya, déjame ver —río y me giro para abrazarlo.

—Pensé que ya no me reconocías, Ames —Ames... cómo extrañaba que me dijera así.

—¿Cómo olvidar al culpable de que un feo robot me secuestrara? —bromeo.

—Jaaa-jaaa, muy graciosita, Rose. Te recuerdo que ese feo robot estaba físicamente basado en mí. Vente, acá estamos —dijo mientras se daba la vuelta y yo le seguía. Llegamos a nuestra mesa en la cafetería.

—Y es por eso que soy todo un galán.

—Y Tails es tonto, Knuckles —le dijo Sonic a Knuckles mientras nos sentábamos.

Como extrañaba escucharlos alegar. Knuckes estaba en 10° grado, en el "D", mientras que Tails estaba en 7°C. Vaya, Tails para estar en mi grado a esa edad ha de tener una mente brillante. A Cream aun le faltan unos cuantos años para entrar.

—A mí no me metan —se defendió Tails.

—Pues dile a tu amiguito azul que soy todo un cazanova.

Sin respuesta del zorro... Sonic ríe.

—Sí, claro. Tails me lo dice todo.

—Pues ahí como la vez, acabo de pedirle a Shade Robins del 9°C una cita. Y aceptó —dice todo orgulloso.

—Espero que aguante toda una cena contigo, Knuckles. No me gustaría que te dejaran a mitad de la comida sólo porque descubren que tienes el ego muy alto.

Sonic y Tails se echaron a reír. Creo que me pasé un poco.

—¿Qué insinúas, Rose?

—Nada, nada...

****

Regresé a casa, hice mis deberes, y me recosté un rato. Estaba aburrida y eran las 17:00, así que abrí mi laptop y entré a facebook: 1 solicitud de Mighty Arumajiro (Y de otros cuantos compañeros de clase): aceptar. Entro a mis mensajes y veo que tengo uno de Tails Prower. Lo abro.

"¡Amy! Ven a mi casa de inmediato, están los chicos aquí, te tengo que dar algo. ¡Ah! Y traéte a Cream. Digo, si quieres, no es que quiera que venga o sea sí quiero que venga pero no creas que bueno sólo vengan va. :D" -Mensaje enviado a las: 16:49.

Respondí de inmediato.

"Vamos para allá Tails, por cierto, tu secreto está a salvo conmigo ;)"-Mensaje enviado a las: 17:04.

"¿Mi secreto? D:" -Mensaje enviado a las: 17:06.

";)" -Mensaje enviado a las: 17:07.

Cierro mi laptop y voy por Cream.

Toco el timbre de la casa de Tails y Sonic. ¿Qué sorpresa me tendrá Tails? Abre Knuckles.

-—Vengan. Estamos en el taller de Tails. —anunció.

¿Tails tiene un taller? Seguimos a Knuckles por poco rato y sí, estaba un taller, un cuarto bastante amplio con el suelo de duela lijado perfectamente, paredes blancas con una raya en medio color azul marino. Pizarrones con fórmulas que sólo Tails puede escribir y entender... mesitas de trabajo, libreros con libretas y libros de química, historia, mecánica y cualquier cosa de esas, y unos cuantos materiales típicos de un taller. Sonic y Tails estaban sentados en unos sillones verdes ¿Todo esto lo hizo Tails? ¿De dónde lo han sacado?

—Hola, Ames. Cream —nos saluda Sonic.

—¡Oh, Amy! Has llegado, jejeje hola, Cream —saluda Tails.

—¡Hola, chicos! —responde Cream con una alegre sonrisa.

—¿Y bien? —logro decir por fin.

—Oh, sí —reacciona Tails. —Mira, Amy, he hecho esto para tí —dijo dándome unos brazaletes.

—¿Pulseras doradas? —¿En serio? ¿Tanto alboroto para eso?

—Póntelas —le obedezco. —Bien, éstas pulseras no son cualquier objeto de accesorio femenino, Amy. Son unas que sólo tú cóntrolas con tu mente. Son resistentes al agua y son casi indestructibles. Sólo tienes que pensar en algún objeto que pueda ser útil en una pelea.

No entiendo nada. Pienso y pienso, hasta que por fin se me ocurre algo. Madre mía, que esto apareció de la nada en mi mano.

—¿Un... martillo gigante? —habla Knuckles con cierta desilusión. Huum, no iba a pedir unos puños de acero, ni va conmigo.

—Bien, Amy —le interrumpe Tails. —Ése será tu instrumento de pelea, con un poco de práctica serás toda una profesional en usarlo.

—¿De dónde ha salido eso? ¿Cómo le has hecho? —pregunto.

Tails sacó de una maquina una esmeralda del caos, cielos, tanto tiempo sin verlas.

—Ya veo, entonces las hiciste con energía de una esmeralda del caos —ahora todo tiene sentido. —Pero... ¿Por qué...?

—No olvides que eres parte del Team Sonic, Ames. Nos ayudarás a encontrar las demás esmeraldas —me contestó Sonic.

¡Qué alegría! Ya no me sentiré inútil, no la típica doncella que es salvada, sino, que ahora podré defenderme sola. Y defender a quienes amo.