Narra Sonic

Amy me ayudaba a caminar mientras nos dirigíamos hacia la base móvil de Eggman, la que dejó cerca; dejando atrás las ruinas de la ex base de Lizzard.

Chaos, que feo se siente ahogarse. Ahora con más razón, menos me acerco al agua.

Al fin llegamos y entramos. Todos estaban esperándonos en distintas posiciones. Al vernos entrar todos cambiaron sus preocupados rostros a unos llenos de alivio. Shadow de inmediato corrió a abrazar a Amy, apartándola de mi lado.

Shadow: Oh pequeña, que bueno que estás aquí. Siento no haber podido ir, pero el doctor no me dejó y me quitó la esmeralda...

Amy: Sí. Yo también lo siento e.e

Tails: Me alegro tanto que hayan podido salir. -Dijo mientras se acercaba a mí.

Yo: Fue difícil bro, pero logramos salvarnos.

Mighty: ¿Salvarse? ¿Y por qué vienen mojados? O.O

Yo: Bueno, pues, nos tuvieron presos en unas mazmorras subterráneas, y cuando hicieron explotar su base, el pedazo de tierra que había entre la presa y la base, se rompió e hizo que el agua se desnivelara haciendo que se empezara a hundir todo...

Cream: Me imagino que debió ser un infierno para usted Mr. Sonic, ya que a usted no le agrada el agua.

Yo: Así es Cream... La verdad es que... *Volteo a ver a Amy* ...no hubiera podido salir sin ella...

Le sonreí. Ella también me dedicó una sonrisa, una de esas sonrisas que tanto extrañaba ver en ella... una sonrisa sincera.

Pero como siempre, el emo tuvo que arruinar el momento y le plantó un beso, rompiendo el contacto visual que tenía con Amy...

Eggman: *Sonriendo* Bueno, el plan ha sido todo un éxito.

Amy: ¡Le hemos dado duro a esos bichos! ^^

Honey: Yeii :3 ya tenemos todas las esmeraldas con nosotros, ahora ya no tienen nada que usar en nuestra contra ^^

Descansábamos y celebrábamos la victoria, Amy y yo nos secábamos y nos cambiábamos la ropa (lamentablemente en distinta habitación), Eggman sacó una botella y empezó a brindar por el buen trabajo en equipo. Amy, Shadow y Eggman platicaban, Honey, Mighty y Cream se tomaban fotos y Tails y Knux estaban conmigo.

Mientras le platicaba a mis mejores amigos lo verdaderamente ocurrido con Amy en aquélla base, Knuckles comenzó a poner caras raras. Le miré preocupado.

-¿Knux... te encuentras bien? -Le pregunté.

-Algo no va bien...

-¿Sobre qué? -Dijo Tails.

-Lo que ha dicho Honey... ya no tienen nada que usar en nuestra contra... -En eso, se levantó de la silla y tiró la copa que traía en la mano, llamándo la atención de todos. -Es Angel Island... ¡La esmeralda Maestra! ¡Rouge! -Gritó.

El echidna salió corriendo de la base y comenzó a flotar hacia su isla. Eggman, Shadow y Amy se quedaron (pues no debían saber en donde quedaba Angel Island), mientras que los demás le seguimos. Tails nos subió a Mighty y a mí mientras Cream subió a Honey. Cuando llegamos el echidna estaba dando puñetazos al suelo. Rouge salió preocupada de la casa por el escándalo y se espantó al ver a Knuckles en tal estado.

-¿Qué ha pasado?

-No lo sé, también acabamos de llegar. -Le respondí.

-Oh, Rouge. Gracias a Chaos que estás bien... -Dijo Knuckles abrazándola. -Tienen la esmeralda maestra... -Cuando llegué... vi a un grupo de skavens. Traté de detenerles pero fue demasiado tarde. Ni siquiera se molestaron en luchar conmigo... su objetivo estaba claro y se marcharon tan rápido como pudieron...

***

Eggman: Así que... tenían todo planeado...

Mighty: Con razón se largaron tan rápido de la base, sabían que el guardián de la esmeralda no estaba y aprovecharon para robarla.

Knuckles: Al menos me alegro de que a Rouge no le hicieron nada. -Dijo mientras la abrazaba.

Habíamos regresado a la base de Eggman, pues íbamos a seguir como un sólo equipo hasta terminar con los lagartos. Knuckles decidió traerse a Rouge, pues no quería ponerla en riesgo y menos en el estado en el que se encuentra.

Era imprescindible recuperar la Esmeralda Maestra, en malas manos era un arma demasiado poderosa y aquéllos lagartos si ya eran peligrosos sólos, no quería ni imaginarme como serían usando el poder de la gran piedra.

Todos nos encaminamos a Green Hill, en unas naves que Eggman nos había prestado para dos personas, pues aún estábamos en las afueras de la ciudad. Yo iba con Amy, Shadow con Eggman, Knuckles con Rouge, Tails y Cream y Honey con Mighty. En el camino nos encontramos a Espío, Charmy, Vector, a Vainilla y a su bebé asustados en el coche del tercero. Todos nos detuvimos y bajamos de las naves.

-¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué hacen tan tarde con Peter por estos rumbos? -Les preguntó Cream preocupada.

-Chicos, tenemos problemas. -Respondió Vainilla mirándonos a todos.

-¡Un lagarto enorme está destrozando el pueblo! -Gritó Charmy alterado.

-Lo peor es que vimos como el más grande de ellos tenía la esmeralda maestra y se convertía en algo abominable... -Comentó Espío.

-Le hubiéramos atacado pero, son demasiados... y nos hubiera salido peor si hacíamos enojar al grandote. -Continuó Vector.

Esos reptiles habían llegado ya demasiado lejos, era hora de pararles los pies y devolverlos de una patada a su planetucho. Después de crear un rápido plan, nos preparamos y fuímos a donde Vector nos había mencionado que estaban. Él, Vainilla y Rouge se habían ido a un lugar más seguro mientras nosotros calmábamos las cosas, o eso íbamos a intentar... Les encontramos en el parque, frente al ayuntamiento. Inmediatamente todos salimos de las naves. Verga...

-Maldita sea, Vector no nos mencionó que Lizzard era más grande y de otro color... -Dijo Knuckles.

En frente nuestra, Lizzard estaba con un aspecto diferente. Era de un color verde oscuro y era tres veces más grande de lo que estaba normalmente.

-Sea como sea, hay que detenerlo. -Dijo Tails.

-¿Preparados? -Pregunté.

Eggman les atacó desde atrás con un ejército de drones, pequeño comparado con el número de skavens con el que luchábamos. Los demás, les atacamos desde adelante.

Lizzard se mantenía firme en su posición, observando atento a la batalla. Los skavens luchaban como si no hubiera un mañana, pero no teníamos pensado ponerles las cosas fáciles, sino todo lo contrario. Pero a Eggman no le iban tan bien las cosas... sus drones habían sido derrotados y estaba rodeado. A pesar de disparar desde su eggcarrier, los skavens no dejaban de aparecer, y lograron volcarle el aparato...

Narra Amy

-¡Doctor! -Grité mientras le daba un martillazo a uno de los bichos.

Observé que el doctor estaba en el suelo, los lagartos se le hecharon encima suya y lo golpeaban sin cesar. Tan sólo escuchábamos como gritaba y maldecía a esos seres, después pedía ayuda... después silencio...

Corrí hasta allí y traté de apartarlos con mi martillo y a patadas. Pero eran demasiados, yo sola no iba a poder quitárselos de encima al Doctor. No podía dejarle allí... miré a los lados en busca de ayuda, pero todos estaban demasiado ocupados luchando... el más cercano a mí era aquél erizo azul.

-¡Sonic... ayúdame por favor! -Le grité señalándole la situación.

Titubeó durante unos segundos. Lo que le estaba pidiendo era, hasta cierto punto, una tontería... Odiaba a Eggman, desde que había llegado a Green Hill no habían dejado de luchar constantemente, tratando de matarse el uno al otro... ¿Y ahora yo le pedía que me ayudara a salvarlo? Ante mi asombro, vino...

-Que conste que lo hago por ti. -Dijo resignado.

-Gracias... -Le sonreí.

Empezamos uno por cada lado, tratando de librarnos de aquellos molestos lagartos que seguían golpeando al pobre doctor... Cuando lo logramos, lo agarramos uno por cada brazo e intentamos levantarle... con mucho esfuerzo, ya que pesaba sus kilitos de más...

-Joder, a ver si se pones a dieta doctor... -Me quejé.

-Llevamos mucho diciéndoselo... pero no nos hace caso. -Rió Sonic.

Conseguimos arrastrarle hasta donde estaban unos coches, dejándole en el suelo.... Eso de cargar peso no era lo mío, me dolían los brazos y la espalda...

Tropecé con una piedra y Sonic me sujetó en sus brazos para no caerme... Como en un flashback, vinieron más imagenes a mi mente.... le vi de nuevo... él, yo.... un beso... un te quiero... Me quedé totalmente en blanco, sin entender que significaban todas aquellas imagenes...

-¿Estás bien? -Preguntó Shadoe acercándose.

-Sí... solo ha sido un momento...

Otra vez aquél dolor de cabeza.... me lloraban los ojos... mi mente no funcionaba a su velocidad normal... ¿Qué me estaba pasando?