Capítulo 141 ~Charla familiar~
Narra Amy
Me separé de él y le miré. Se le notaba que había estado llorando.
-¿Qué haces aquí? -Pregunté seria.
-No podía hacerlo...
-Lo que has hecho esta está mal. Deberías volver y...
-¿A caso es lo que quieres? -me interrumpe alzando un poco la voz.
-No. Lo único que quiero es morirme.
-De eso nada -dice tomándome de la mano.
-Sonic, vete, por favor. No puedes estar aquí...
-No me iré. Te fuiste sin despedirte, ni una sola palabra dijiste... Y ahora que te tengo aquí no quiero volver a-
-Por favor, Sonic...
Trata de volverme a besar, pero le aparto de mi y corrí hacia mi habitación. Pero él impide que se cierre poniendo un pie.
-Ames, ¿Qué tengo que hacer para demostrarte que te amo? -Grita.
-Mientes...
-No, no lo hago. Déjame explicarte, por favor...
Ni yo misma sabía qué era lo que sentía en ese momento. No sabía si llorar, gritar o sentirme felíz. Al final, solté la puerta y nos sentamos en la cama. Suspira hondo.
-Pensé que te había perdido para siempre, que no volverías. Estaba dispuesto a buscarte, pero algo inesperado me surgió. Mis padres me habían llamado. Mi madre está obsesionada con que me case y... organizó todo sin decirme nada al saber que ya no estabas...
-Entonces, ¿No la quieres? -Pregunto con aire de esperanza...
-No de esa manera. Con ella sólo tengo amistad.
-¿Seguro?
-Yo sólo amo a una persona, y esa eres tú, Amy Rose.
Sin esperármelo, Sonic me abraza. Se recarga en mi hombro y lo siento húmedo. Está llorando. Entonces le rodeo con mis brazos y le imito...
***
Todos lo estaban buscando, por tierra, mar y aire. Todas las operaciones de GUN habían sido suspendidas hasta que aquél erizo haya sido encontrado.
Pero Sally Acorn sabía el lugar en donde podrían encontrarlo. Trató de negárselo varias veces a sí misma, pero, finalmente, se decidió y encaminó la búsqueda hacia aquél lugar. Tails, Mighty, Honey, Rouge y todos le siguieron también.
Sonic y yo nos habíamos quedado dormidos, todavía abrazados el uno al otro. Ni siquiera nos habíamos cambiado de ropa cuando sonó el timbre. Los timbrazos eran muy fuertes y muy seguidos, así que, antes de que los tímpanos me estallaran, me encamino hacia la puerta.
Para mi sorpresa (¿O no?), Sally, ya cambiada de vestimenta, su hermano, sus padres, los padres y hermanos de Sonic, nuestros amigos y un montón de gente interesada en saber el chisme, se encontraban fuera.
-¡¿En dónde está Sonic?! -me grita la ardilla.
-¿Eh? ¿Tu novio te deja plantada y me culpas a mi? -hablo irónica.
-No te hagas la tonta. Sé que él se encuentra aquí.
-Mira, te lo voy a dejar bien claro. Porque él te haya dado PLANTÓN, no tienes porque venir a reclamarme a mi. ¿Entendiste o te lo explico con manzanas? -le contesto muy molesta.
-Te voy a...
La ardilla levanta su mano con intención de darme una buena bofetada, pero por instinto, la detengo por la muñeca y se la suelto bruscamente. Cae al suelo, pero inmediatamente se levanta.
La madre de Sonic, la reina Aleena, se acerca a mi, evitando que Sally se atreva a hacer un movimiento más.
-Amy... Sólo quiero saber en dónde se encuentra mi hijo. ¿Sabes dónde está?
-Yo...
-Aquí estoy, madre.
La mirada de todos, incluyendo la mía, se dirigieron hacia aquel erizo azul que se encontraba detrás mío. Inmediatamente, todos comenzaron a murmurar cosas. ¿Qué estaba haciendo allí el futuro rey de Yurashia?
Los padres de Sonic, sus hermanos y Sally, entraron y cerraron la puerta, sentándose en el salón. Quise marcharme y encerrarme en mi habitación, pues sentía que yo no tenía nada que ver ahí. Pero Sonic, observando nos intenciones, me toma de la mano y me hizo sentarme en uno de los sillones. El rey Jules nos mira serio...
-Sonic, ¿Poe qué te marchaste así de la iglesia? No tienes ni idea de la vergüenza que nos has hecho pasar -dice.
-Padre... lo siento.
-¿Lo sientes? ¡Has avergonzado a tu familia!
-No podía hacerlo. No quería ser un infelíz al casarme con alguien a quien no amo -responde.
-¡¿O sea que prefieres a una don nadie antes que a mí?! -grita Sally.
-¡No la insultes! -grita Sonic.
-Sonic, no importa a quien prefieras. Tienes que casarte con alguien de sangre noble y Sally es la única que cumple esa característica en Mobius. Hijo, eres el futuro rey, entiéndelo.
-¡Es injusto que por eso mi hermano tenga que casarse con alguien a quien no quiere! -interviene Manic.
-No empieces tú también, Manic. No ocasiones más problemas de los que ya hay -le cortó su padre.
-Tu eres el rey, ¡Puedes cambiar las leyes!
La mirada que el rey le echó al erizo verde fue amenazadora y éste terminó por callarse. Yo, por mi parte, solamente quería desaparecer de allí. El ambiente se estaba volviendo demasiado tenso y no agradable. En una ocasión, traté de safarme del agarre de Sonic, pero me sólo provoqué que su agarre fuera más fuerte.
-Madre, padre. Ustedes saben bien que yo amo a Amy, y, siendo sinceros, no quiero casarme con nadie que no sea ella -dice Sonic levantándose.
-Sonic... -suspira su madre.
-¡Te casarás con Sallt y no hay más de qué hablar!
Entonces, suena el timbre. Sonia fue la que se ofreció a abrir. En la puerta se encontraba mi mejor amigo, quien entró sin dudarlo.
¿Qué hacía él aquí? ¿Qué se proponía? Nos preguntábamos todos. Aproveché la confusión del momento para levantarme y ponerme al lado de él, alejada de todos.
-Majestades, una disculpa por aparecerme así. Pero permítanme mostrarles que se está cometiendo una injusticia -dice mi mejor amigo.
-En eso tienes razón. Estamos perdiendo el tiempo aquí, cuando Sonic y yo deberíamos estar casados ya -comenta Sally sonriendo y levantándose.
El armadillo le echa una mirada asesina a la ardilla y ésta vuelve a sentarse. Después, se dirigió a los reyes.
-Sonic se tiene que casar con la persona que quiere, y esa persona, sabemos que es Amy -afirma.
-No tengo por qué darle explicaciones, joven. Pero la ley exige que se ha de casar con alguien de sangre noble -explica en breve.
-¿Y Sally lo es? -pregunta irónico.
-Es hija de los reyes de Northamer -responde la reina, aún sin entender el sarcasmo del armadillo.
-Y por lo tanto, futura reina -presume la ardilla altiva.
Mighty me miró. Yo seguía sin entender el por qué no había huido de aquel lugar en el que todo parecía estar en contra nuestra. Pero claro, es mi casa. Absorta en mis pensamientos, ajena a todo aquello, sentí la mirada maliciosa en el armadillo...
-¿Y no puede casarse con alguien que gobierne todo un planeta? -Preguntó de repente.
Mierda, Mighty.
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