Capítulo 130 ~Una llegada inesperada~
Narra Amy
Mighty y yo tuvimos que quedarnos en aquel apartamento durante varias semanas. Las patrullas y guardias seguían buscándonos tratando de poder capturarnos. No quería poner a Honey en peligro, al fin y al cabo nos estaba ayudando y eso significaría que a ella también la capturarían.
Ésta tarde, Honey llegó con bastantes bolsas de ropa y nos las entregó.
—Les he traído ropa de acuerdo a las normas, por si acaso.
—¿De verdad tengo que vestirme como una monja? —pregunté mientras veía la vestimenta que la gata llevaba puesta.
—Me veré raro con sombrero y pañuelo en la boca —dijo Mighty viendo su bolsa.
—Estarán guapos de todos modos.
Mighty se metió al cuarto de Honey y yo me cambié ahí mismo, en la sala. Miré mi bolsa. Oh, my, Chaos. Honey tiene un sentido de la moda increíble.
Me puse un pantalón negro ajustado con una camiseta negra y botas y diadema del mismo color, todo bastante sexy, salvo por la capucha negra que tenía que llevar encima. No es que me hiciese mucha gracia, pero era el precio que tenía que pagar por ser "libre". Eso sí, no me quité mis brazaletes dorados por nada, y además de que me permitían hacer aparecer a Piko-Piko, me traían un montón de recuerdos.
—Muy guapa, Amy.
—Gracias, Honey. ¿Mighty no ha salido?
—Nope. No ha de tardar en...
Mighty salió como nunca antes lo había visto vestir. Él suele usar sudadera, jeans y sus converse, un look flojo. Pero esta vez... he de admitir que hasta yo quedé boquiabierta al igual que la gata.
Llevaba un pantalón negro no muy ajustado pero si lo suficiente para darle un aire "sexy. También tenía una playera ajustada gris oscura junto con una chaqueta negra de lana con cierre en diagonal hasta el medio.
—Te ves irreconocible, Might —le hice algo de burla.
—¿En serio esto me va?
—¡Claro! —le respondió Honey— Con mis diseños, ¿quién no se vería bien?
—¿Tú diseñaste todo esto? —le pregunté.
—Bueno, de algo hay que vivir en este inferno.
Los tres reímos ante el comentario de Honey. A pesar de cómo están las cosas en este lugar, ella no parece perder el optimismo en ningún momento.
—Llegó el momento —musité.
Antes de salir por fin del apartamento después de dos semanas, Honey le dio un pasamontañas a Mighty para que se cubriera la cara. Eso le hizo perder el toque al "nuevo Mighty".
Al fin estabamos en la calle.
—Son extraños... tus brazaletes... —observó Honey.
—Me permiten invocar mi arma de combate... me los creó un amigo.
—Oh. Deberías esconderlos un poco...
No le hice caso y seguimos caminando.
—Entonces... ¿Ustedes saben luchar?
—Así es. En Mobius somos una especie de... héroes o algo así. Luchábamos contra el malvado doctor Eggman junto con nuestros amigos —le respondió Mighty.
—Ustedes son raros.
—¿Raros? —pregunté.
—Bueno, lo que quería decir era que ustedes son distintos. Interesantes...
—Bueno mi querida Honey... deberías saber que estamos llenos de sorpresas —le sonrió Mighty, a lo que ella le correspondió la sonrisa.
Oh... aquí hay feelings.
Continuamos la tarde charlando de nuestras cosas mientras paseábamos por las partes más bellas de la ciudad, claro, con ese toque de tristeza por parte de cada atheneano. Desde las ruinas de un antiguo templo a plazas, edificios, fuentes, estatuas... aquel lugar era arte en estado puro. Encontramos el emblema de una rosa en varios lugares, medio oculto.
***
Ya llevábamos más de un mes allí. No había descubierto nada sobre el tal "Tenshi". La información que nos brindaban era muy escasa e inservible, a veces hasta nos miraban con miedo por el tan solo hecho de hablar sobre él.
Pero tampoco perdía la esperanza. Me quedaba el consuelo de tener el apoyo de mi mejor amigo y el de Honey, con la que cada vez crecía más una amistad, y con Mighty, tal vez algo más. A veces llego a pensar que soy un mal tercio. En fin... son un apoyo muy sólido en estos momentos, sobre todo para tratar de olvidarme de Sonic.
Pero aquello era imposible...
Los tres decidimos dar una caminata nocturna. Si no fuera por mí, diría que Honey y Mighty parecían una pareja en una cita. Nunca había visto al armadillo tan embobado con alguien.
Mientras que yo sólo miraba el cielo, aunque estuviese cubierto por aquella nube gris. Nos sentamos en un banco y yo seguía sin hablar.
Seguí mirando el cielo. Vi una clase de estrella fugaz acercarse. Oh, qué bello. Espera... se está acercando. A la mierda, se va a estrellar contra Athnas... ¡Que se va a estrellar contra Athnas! ¡Mierda! [Recuerden que el planeta es Athens y la capital es Athnas]
La "estrella" se había estrellado en la plaza, no muy lejos de donde estábamos. Se escuchó una explosión y nos levantámos sobresaltados. ¿Qué había sido aquello? Caminé para dirigirme al lugar, pero Mighty me detuvo.
—No debes ir... recuerda que nos buscan.
—Mighty, sé defenderme. No me pasará nada. Si no quieren venir, por mí no hay problema. Nos vemos en el apartamento.
Mighty dudó un poco, pero al final cedió junto con Honey.
—Está bien, te seguimos.
Ellos estaban poco convencidos, pues se veían desconfiados de lo que quería hacer. Me siguieron en silencio hasta la gran plaza y pudimos observar que una nave se había estrellado allí. Los guardias estaban empezando a llegar y a alejar a todos de la zona. Un individuo salió de entre los escombros y los guardias le rodearon de inmediato. Di un paso hacia el frente.
—Amy, no es buena idea.
—Tenemos que ayudarle, Mighty. ¿Me cubren?
No di oportunidad de que respondieran y me eché a correr hacia allí, quitándome la capucha para llamar la atención de los guardias y les grité. Trataba de que dejasen en paz al recién llegado. Seguramente como Mighty y yo había venido aquí sin saber la situación de Athens y a lo mejor se nos podría unir.
Los guardias de inmediato corrieron hacia mí para atraparme. Esquivé algunos para poder llegar hacia el individuo y ayudarle.
Entonces me fijé en él... le reconocí de inmediato.
¿Qué hacía él aquí?
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