Capítulo 13 ~Paseo~
Narra Sonic
Llegó el día en que saldría con Amy, y como ella no quería que los demás supieran aún, tuve que inventar una excusa para salir.
—¿A dónde vas?
—Ahhhh, yo... iba a... correr un rato, tú sabes, me encanta correr. Je...
—Ah, bueno, pero regresa antes de las 20:00 hrs.
—Te comportas como mi madre.
—¡Entonces regresa en un año!
—¡JAJAJA bye!
Recogí a Amy y salimos. Caminamos y caminamos, anduvimos bromeando en el camino, hasta llegar a un lugar muy bonito, era como una pequeña plaza, pero sin tanta gente.
—¿Ya me vas a decir por qué te vas?
—Ah, sí, pues, emm... por asuntos familiares.
—¿Puedo saber qué asuntos?
—Lo siento, no puedo.
—Oh. Y ¿Cuándo te vas de Green Hill?
—Yo creo que cuando termine el curso.
—Dos semanas...
—Yep.
Suspiré.
—Amy... no te vayas...
—Yo tampoco quiero irme...
—Te extrañaré demasiado, Ames.
—Yo también te extrañaré, Sonikku.
De repente me abrazó, fue un abrazo profundo.
Pero adivinen quién interrumpió.
—¡Aww! Que romántico. ¿Ya son novios? Era de esperarse —de nuevo, Eggman arruinando todo.
—¡Eggman! ¿Ahora qué quieres?
—¿Qué? Arruiné su cita ¿Verdad? —se burló.
—No somos novios, y no es una cita —aseguró Amy.
—Sí, sí. Claro, mira cómo les creo —respondió sarcástico.
—No me importa si nos crees o no, ¿Qué haces aquí? —pregunté molesto.
—Bien sabes por lo que vine.
—No, no lo sé.
—Ya déjanos en paz, Eggman —se quejó la ojiesmeralda.
—¡Jo jo jo! Sólo venía de pasada, pero mi siguiente invento de seguro acaba contigo, Sonic —y se fue.
—Vaya manera de arruinar la tarde —comentó.
—Hey, la tarde aún no acaba —traté de animarla.
—Tienes razón, Sonic —me sonrió.
En ese mismo momento, se empezaron a escuchar unas risas.
—¿Huh?
Alguien se había caído en unos arbustos. Eran Tails y Knuckles. Pff.
—¡Auch! ¿Por qué me empujas, zorro?
—Dijiste que querías escuchar más fuerte.
—Pues sí, pero por tu culpa no pude oir... Ejem... hola Sonic.
—¿Qué estaban haciendo?
—Emm... chicos, nosotros... —comenzó el zorrito. Amy y yo sólo les miramos molestos.
—¡Me voy! —gritó Amy. Vaya carácter tiene esta chica.
—¡No, Amy, espera! Ugh, gracias chicos.
—Creo que esta vez, si nos pasamos —se disculpó el ojiazul.
Seguí a Amy, pero era demasiado tarde, había entrado muy enojada a su casa. Di suaves golpes a su puerta.
—¡Amy! ¡Por favor! ¡Necesio que hablemos!
Finalmente, abrió. Se le veía triste.
—Yo... Yo sólo quería que nuestro paseo no se olvidara, que tuvieras un lindo recuerdo de mí. No sé si regrese o no, pero, eres mi mejor amigo y pues, no quisiera olvidar quién me salvó.
Sus palabras me conmovieron. Le sonreí y le abracé. De verdad que la extrañaré.
Pero ahí vuelven a venir los chismosos.
—¿T-te vas a ir, Amy? -preguntó sorprendido el zorro.
—¿Por qué? —le cuestionó el ojimorado.
—Mis padres quieren que regrese —se limitó a decir.
—¿Y por qué no nos lo querías decir? —volvió a preguntar.
—Odio las despedidas...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro