Capítulo 10 ~El fin de Metal Sonic~
Narra Sonic
Tails, Knuckles, Amy y yo estábamos desayunando antes de irnos a la escuela. Hoy entraríamos más tarde gracias a la junta de profesores que había muy temprano.
—¿En qué grupo te tocó, Amy? —decidí preguntar mientras le daba una mordida a mi chili dog.
—¿Grupo?
—Sí. Todos estamos en el "B".
-¿En serio? —cuestionó Amy para darle un vistazo a su hoja de inscripción, pues a pesar de estar aquí para "vacacionar", no quería perder el año. —¡A mí también!
***
Llegamos a la escuela y nos dirigimos juntos a nuestro salón. Nos sentamos, eran de ésas bancas para dos. El profesor nos acomodó en nuestros lugares de manera que quedé junto a Amy. Las clases pasaron rápido, ya que, cuando menos acordé, ya había sonado el timbre del receso. Todos salimos juntos y tomamos dirección a la cafetería. En lo que buscábamos una mesa para apartar, me puse a platicar con Amy.
—Y... ¿Piensas vivir sola? Es muy peligroso, ¿No crees?
-Yo puedo vivir con Amy si quieres —bromeó Knuckles metiéndose en nuestra conversación. Maldito metiche.
—Tu no te irás a vivir con Amy —solté molesto.
—No importa, así estoy bien. Tal vez más tarde tenga compañía —respondió Amy evitando que Knux y yo volviéramos a discutir.
—¿Ah sí? ¿Quién? —pregunté.
—¿Celoso? —me susurró el equidna, a lo que yo le puse los ojos en blanco.
—Jaja este... con una amiga que no es de aquí, pero pronto a lo mejor se muda.
En ese entonces sonó la campana. Regresamos a clase.
***
Habían pasado 6 meses desde que conocimos a Amy. Ningún rastro de Eggman ha habido ni de alguno de sus raros inventos.
En la escuela, Knuckles y yo habíamos ido por el desayuno de todos, pues habíamos perdido una apuesta contra Tails y Amy: si Tails nos ganaba a Knuckles y a mí en un partido de ajedrez, les comprábamos durante una semana a todos el desayuno...
Mala apuesta.
—¡Sonic! ¡No puedo cargar cuatro desayunos a la vez! —exclamó Knuckles.
—¿Qué? Yo te vine a acompañar.
—¡Ash! ¡Si quiera carga tú tu desayuno-wooow!
Me giré al escuchar un estruendo detrás mío. Knuckles se había resbalado con... Comida, bueno, eso creo, embarrando los desayunos en el director.
—¡Jajajaja! —me reí escandalosamente. —¡Qué perdedor! —pero Knuckles no me ponía atención. Estaba más asustado que nada al ver al Director August lleno de comida.
—¡Perdóneme, señor director! N-no, no me fije.
El director dio un largo suspiro.
—Los dos estarán castigados después de la escuela, se quedarán en el área de castigo.
—¡¿Eh?! ¡¿Pero yo por qué?! —cuestioné molesto.
—Knuckles por arruinar mi traje nuevo, y usted, jovencito por insultar a su compañero. Los veo en detención.
Resignados, regresamos a nuestra mesa con Amy y con Tails.
—¿Y nuestros desayunos? —preguntó el zorrito al vernos llegar con nada.
—Ah, sí. Ahorita regresamos —les sonreí fingidamente.
Al terminar las clases, Knuckles y yo fuimos al aula del castigo. Nos dejaron como 50 ejercicios. Ya haciendo lo que nos pidieron, salimos de la escuela, eran como las... ¡Oh, Caos! Eran las 19:08 hrs., y se supone que de la escuela salimos a las 13:30 hrs.
En plena calle, adivinen con quien nos encontramos...
—Sonic, que bueno que te encuentro, te he andado buscando por todas partes, veo que tu pequeña novia no está contigo —...Eggman.
—¿Qué no recuerdas que te derroté y la salvé Eggman? Como siempre —espera. ¿Dijo "novia"?
—Claro que lo recuerdo mi querido amigo, también recuerdo que me ibas a dar mi esmeralda del caos...
—Ah, sí. ¡Toma! —dije lanzándole una piedra.
—¡Agh! —gritó sobándose la calva. —¡Maldito erizo! No quería hacer ésto más difícil pero... ¡METAL SONIC, ATACA!
—Yo me encargaré de Eggman. Derrota a tu copia, Sonic —dijo Knux.
—Ehmm... Knuckles, mi gran amigo, ehmm... ¿Sabías que, yo soy pacifista? —dijo Eggman asustado al ver al equidna acercarse.
—Pero yo no -sonrió y se tronó los puños.
Empecé a pelear con Metal Sonic, era muy fuerte y veloz, casi como yo, por eso tal vez era difícil vencerlo. Debería tener un punto débil, pero, ¿Cuál?
Sin dejar de pelar, pensaba en algún punto débil que pudiera tener aquel robot. Entonces, pensé: si Metal Sonic está hecho con mi ADN y tiene casi mis habilidades casi similares... ¡Entonces su punto débil debe ser el agua!
Suena tonto, lo sé. Pero una vez casi me ahogo y... Desde entonces no me acerco a océanos o lagos. Me traen malas experiencias a la cabeza.
Corrí hasta el lago más pequeño de Green Hill, pero me detuve en seco. Tragué saliva.
Metal Sonic no pudo frenar, por lo que cayó a agua.
¡Demasiado fácil!
Metal Sonic salió del agua, echándose en contra mía. Me había golpeado, pero ya estaba todo oxidado por lo que cayó al suelo segundos después. Entonces aproveché para atacar destruyéndolo totalmente.
Volví a donde Knuckles, quien hacía sufrir a Eggman dejándolo colgado de los pies con una soga. Pobre soga.
—Ya déjalo Knuckles, vámonos a casa.
—Espero volver a jugar otro día, Eggman —y lo dejó allí.
Regresamos a casa. Knux no entró, tenía que irse a su isla. Al despedirme, entré y olí algo delicioso. Me dirigí a la cocina para ver a Amy y Tails preparando la cena. Eran...
—¡CHILLI DOGS!
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