Capítulo 204 ~The End~
Narra Tails
Nos habíamos quedado en casa de Sonic a esperar que él, Mighty y Scourge volvieran con Amy, o siquiera con noticias de la misma. Todos teníamos la misma expresión de angustia, y aunque habíamos peleado antes con seres malignos peores, presentíamos que algo terrible podría ocurrir, pero nadie lo decía en voz alta.
-Espero que la puedan rescatar -rompió aquél silencio que gobernaba el salón.
-Todos esperamos lo mismo, Silver -habló la gata morada. Ellos dos habían llegado poco después de que Sonic, Mighty y Scourge se habían ido.
-Y que los tres regresen con bien. Bueno, y Mr. Scourge también, ya que sin él no sabríamos nada -comentó mi novia ojiazul.
-Scourge... -murmuró Blaze, quien parecía ocultar algo que ella misma trataba de recordar. Miró a Silver, quien tenía la misma expresión.
-Oigan, tranquilos, chicos -empezó Knuckles. -Es Sonic, ¿Recuerdan? Obviamente volverán con bien -trató de animarnos, aunque logré ver que, en sus ojos, también se podía notar intriga.
-Supongo que hay que ser optimistas -murmuró Honey, también desanimada.
Otro silencio inquietante inundó el salón. Nadie sabía qué más decir, ni qué más hacer. Tan sólo quedaba esperar.
Sonó el timbre.
Por inercia, todos nos giramos hacia la puerta. Miramos el reloj. A éstas horas de la madrugada, ninguna visita era normal más que para algo urgente, agregando que sólamente sabíamos nosotros del presunto secuestro. Inmediatamente, caminé hacia la puerta e indeciso, giré la perilla para abrirla.
-¡Oh! ¡Ray! ¿Qué tal? Cuánto tiempo -le saludé.
-Me enteré de lo de Amy -explicó.
-Oh -musité por lo bajo. -¿Alguien más lo sabe?
-No creo. Mighty me envió un mensaje y pues... Heme aquí.
-Oh, claro. Pasa, gracias por venir -dije mientras le daba paso a la gran casa.
Cuando entró, nos dirigimos hacia donde los demás, los cuales Ray saludó enseguida.
-Honey... -habló Ray. -¿Te sientes bien? Te noto... algo pálida.
-E..estoy bien -se limitó a decir con la mirada gacha.
-¿Por qué no vas a acostarte un rato, Hon? Debes descansar -le sugirió Rouge.
-No. Voy a esperar a Mighty hasta que regrese.
La mirada de regaño que Rouge le dedicó, bastó para que Honey se levantara de uno de los sillones del salón y caminara hacia la segunda planta. La murciélago fue detrás de ella. Lo cierto era que la condición en la que la gata de cabello negro se encontraba, no era la adecuada para que se estuviera atormentando demasiado, pues embarazada, correría alguno que otro riesgo.
-Tails -habló Ray.
-¿Si?
-¿De quién es ese anillo? -preguntó señalando un accesorio en la mesa de centro.
-¿Uh? No lo sé.
Me acerqué hacia el anillo y lo tomé para analizarlo. Era un anillo de oro de moda algo punky. En el centro tenía una representación a escala de las cartas de Poker de espadas. A excepción de que, en lugar de llevar alguna letra tradicional del juego en dos de las esquinas, llevaba las letras "N".
-Es de Scourge -afirmó Espío. -He visto cuando se lo quitó al llegar, al parecer le empezó a lastimar y allí lo ha dejado.
-¿Scourge?
-Sí. Es un erizo universitario que nos ayuda a encontrar a Amy, ya que él afirma el haber visto el "secuestro" de ella -le aclaré.
-Pero... Eso no puede ser. Estoy seguro de que éste anillo es de un viejo amigo de hace muchísimo tiempo, su madre misma se lo hizo, ya que se dedica a la joyería y -pausó un segundo. -esas cosas.
-¿Eh? Creo que te estás confundiendo Ray...
-No lo creo -aseguró. -Bien recuerdo, su nombre es Nikki.
-¡¿Nikki?! -exclamó Blaze. -Silver... Lo ha logrado. Aquí sí lo logró -manifestó con los ojos abiertos como platos. ¿Quién logró qué? ¿Aquí?
-Tails, debes alertarle a Sonic y a Mighty de esto. Están en peligro... -reveló el erizo plateado en seguida.
-¡¿Cómo que en peligro?! -gritó Knuckles. -¡Debemos ir con ellos de ya!
-N..no podríamos -confesó Silver desanimado. -No alcanzaríamos a llegar...
-¿A qué te refieres? -Pregunté. El erizo estaba a punto de hablar, pero Blaze le tocó el hombro, impidiéndoselo. -¿Blaze? -la miré con ojos de suplica.
-Lo... Lo siento... -se disculpó, sus ojos se empezaron a humedecer. -No podemos revelar el futuro.
***
Narra autora
Un mal presentimiento le invadió. Al principio, tenía la certeza de que vencerle, sería pan comido; pero al notar que igualaban fuerza... ¿Cómo era posible que un simple erizo de poca musculatura, tuviera tales técnicas de combate y un gran aguante?
Entonces recordó. Le llegaron a la cabeza los diálogos que había tenido momentos antes con su contrincante. Algo sobre una piedra poderosa de una dimensión alterna, una piedra con la que logró conquistar todo un planeta en tan sólo unos meses: la Anarchy Beryl. Mientras luchaba, buscaba por todos lados rastro de ella, pero nada. Sonic le hizo azotar contra la pared de hasta el otro lado del gran garaje, cuyo mobiliario, o al menos la mayoría de él, se encontraba en trizas. Scourge resbaló por aquella pared hasta llegar al suelo, en donde trató de ponerse en pie para seguir con la lucha. El erizo azul aprovechó la aturdición de éste, para correr hacia Mighty y desatarlo, así como para ayudarlo a incorporarse.
-Busca a Amy, no debe estar muy lejos.
-Pero, Sonic, ¿Tu...
-Búscala y llévala de regreso a casa -interrumpió de una manera más autoritaria. -No esperen por mí.
-¿Qué? -exclamó el armadillo. -¡No te puedo dejar solo con ese maniát...
-¡Vete! ¡No hay tiempo, Mighty! ¡Rescata a mi esposa! -dijo para correr y retomar la lucha con aquél otro erizo.
Tragó saliva. Confiaba en Sonic, pero algo en el fondo le decía que eso no acabaría bien. Pero le había dicho que se fuera, que sacara a su mujer de donde quiera que estuviera, y se largaran. ¿Acaso le había pedido que lo abandonara?
Un fuerte estruendo se escuchó. La pelea se había pasado al exterior, cuando uno de los erizos había lanzado con potencia al otro, atravesado por fin la pared.
Suspiró con angustia, y divisando la puerta que se encontraba a su derecha, decidió hacerle caso a su orden.
Al entrar y prender las luces, el armadillo notó una casa común y corriente, como cualquier otra de clase media. Corrió a registrar todas las habitaciones lo más rápido que pudo, sin encontrar lo que buscaba. Al entrar a la última habitación, sólo logró hallar paredes color hueso, una cama individual en medio y varios diplomas de la facultad de química enmarcados y colgados.
Apretó los dientes y los puños. Sentía que todo su esfuerzo había sido en vano. ¿Y si no se encontraba allí? ¿Y si la tenía retenida en otro lugar? ¿Qué habría hecho con ella mientras estaba a su lado? Sacudió la cabeza y golpeó la pared con su puño cerrado; entre más se lamentaba, más deducciones se le venían a la cabeza. Estaba frustrado.
Abrió sus ojos para observar algo inusual en la pared. Ésta, se había agrietado al tacto, a parte de haberse escuchado algo como un eco. Volvió a dar otro puñetazo para comprobarlo; y en definitiva, la pared volvía a tener el mismo efecto. Entonces, comenzó a tocar la pared hasta llegar al ropero, tumbándolo para así, dejar al descubierto una puerta secreta, la cual tenía candado. De inmediato, corrió a buscar algo que le pudiera ayudar a abrirla, pero encontró algo mejor en la mesita de noche: la llave.
Rápidamente, metió la llave en dicho candado y abrió después de un giro. Con brusquedad, tiró la llave y el candado y se adentró. Bajó aquellas escaleras cuesta abajo y, de una patada, abrió aquella otra puerta al término de éstas.
-¡¿Amy?! -gritó adentrándose en aquél sótano escondido, para sólo recibir una emboscada de alguien.
Se habían abalanzado en contra de él, tirándolo al suelo. Cuando logró ver a su atacante, hizo fuerza e hizo que cambiaran posiciones.
-¡Suéltame, pervertido asqueroso! -gritaba mientras hacía fuerza para zafarse del agarre.
-¡Amy, Amy, Amy! ¡Tranquila! Soy yo... -murmuró con alivio al verla.
La eriza, al ver que era su mejor amigo quien estaba con ella, suspiró cansada y lo abrazó con fuerzas. Se levantaron y ella lo volvió a abrazar; era claro que había estado demasiado asustada.
-Amy, tenemos que irnos. Corre -le apresuró Mighty mientras le tomaba de la mano y la hacía caminar hacia la salida.
-¿Dónde está Sonic? ¿Has venido solo? -preguntó ella. Él no respondió, sólo continuó caminando, a lo que ella paró, soltando con brusquedad la mano del armadillo. -¿Mighty?
-Sí, he venido solo -respondió seco, sin voltear a verla.
-Mientes.
-No lo hago. Vámonos.
-No, Mighty. Algo malo está pasando y tú me lo ocultas.
-Amy, no me hagas esto mas difícil de lo que ya es. Por favor.
-Mighty, ¿En dónde está Sonic?
***
Narra Sonic
Escupí sangre. Mi cuerpo se debilitaba cada segundo, mientras que él parecía seguir con la misma energía que cuando comenzamos a pelear. Y yo aquí, sin esmeralda caos alguna. Mis guantes estaban empapados de sangre, trataba de incorporarme en vano, puesto que mis piernas flaqueaban. Me había tomado por el cuello y lanzado contra un árbol, haciendo que varias ramas se clavaran en mi espalda. Sin darme tiempo para levantarme, volvió a golpearme en el estómago, sofocándome.
-¿Y tu eras el héroe del que tanto hablaban? Hmph, y yo que cuando te conocí, creí que eras mejor que esto.
-¿Por qué mejor no dejas esa maldita piedra de poder y peleamos sin trampas, a ver quien resulta ser mejor? Qué lástima que necesites de ella para realizar todo lo que quieres.
-Hmph. ¿Bromeas, cierto? Estoy a punto de vencerte al fin y quedarme con todo lo tuyo, incluyendo tu mujer -sonrió burlón.
-Tsk...
Al fin me levanté y corrí hacia él, intentando golpearle con todas mis fuerzas.
-Daga Beryl...
Al estar a unos centímetros de él, sentí un gran dolor en el centro del pecho. Quedé de pie durante unos segundos recargado en su hombro, para que después, Scourge me empujara, cayendo en el suelo piedroso de la calle. Dirigió su mano hacia mi pecho, sacándome aquella daga del mismo material que la Anarchy Beryl, volviendo a su aspecto original. Sentí mi respiración dificultarse, mientras sentía que un líquido se formaba alrededor de mí. Sangre. Y aquél leve latido, cesó.
-Hasta la vista, Sonic.
El dolor era insoportable. Entreabrí los ojos con dificultad, viendo algo que no me esperaba. O más bien alguien. Shadow peleaba contra Scourge... Volví a cerrar los párpados, ya que me suplicaban dejarlos descansar. Pero mi curiosidad fue más grande y los volví a abrir, viéndolos de nuevo, aunque borrosamente. Scourge se encontraba al pie de un árbol, tumbado y gravemente herido.
¿Estoy alucinando?
¿Shadow está... vivo?
-No. Yo no acabaré con tu vida, le daré ese privilegio a alguien más -manifestó. Entonces dejó una pistola en el piso, alejada de él. Se acercó a mi para tomar su esmeralda roja de mi pecho. Me sonrió.
-¿Cómo vez, Sonic? Otro faker...
***
Narra Amy
Corrí hacia la puerta principal, con Mighty siguiendome. Salí para ver una de las escenas más terribles que haya podido ver. Un charco de sangre rodeaba a Sonic... Mis piernas flaquearon, hubiera caído de no ser por el agarre de Mighty, quien veía la escena aterrorizado al igual que yo.
-¿Él está... -no logré terminar la frase, mis ojos se cristalizaron al punto de soltar varias lágrimas que humedecieron mis mejillas.
-A..Amy... -susurró.
-Sonic -Murmuré para correr a su lado. Me agaché y, con delicadeza, posé su cabeza en mi regazo.
-Le dije a Mighty que se fuera contigo -dijo fríamente.
-No puedes morir... Éste planeta te necesita, Rory te necesita, yo te necesito...
-Ames... -sonrió. -Gracias por darme la mejor de las historias de amor a tu lado.
-Sonic... No... No digas eso... Nuestra historia debe... Debe continuar -decía sollozando.
-Spazz.
-¿Uh? -lo mire confundida.
-Si es niño, llámale Spazz -señaló mi vientre, para acariciarlo después con sus débiles dedos.
Las lágrimas se hicieron más abundantes... Tomé con cuidado la mano de Sonic y la apreté. Él me miró con dulzura, esperando una respuesta. Asentí.
-Te amo... -dijo cerrando sus ojos.
Después de un largo rato aferrada a su cuerpo, me levanté sin creerme lo que estaba pasando. Estaba totalmente destrozada. Mighty caminó hacía mi y me abrazó fuerte.
Mi vista dio hacia Scourge, quien se encontraba herido a unos cuantos metros. La sangre me empezó a arder de la ira...
-Je... He de decir que eso si no me lo esperaba -no sabía a lo que se estaba refiriendo, pero ya no importaba. Sólo una palabra se encontraba nublando mi mente: venganza.
-He perdido demasiado... -me acerqué a él. -A mi madre, a mis abuelos, a la mayor parte de mi familia, a Shadow y ahora... A Sonic... Has tocado una parte que no debías tocar.
-Aún podemos ser felices los dos... -habló.
-Maldito... Enfermo... -Apreté mi puño fuerte. Observé una pistola en el suelo y la tomé.
-No debes hacer ésto si no quieres... Yo lo puedo...
-Yo lo haré -interrumpí a Mighty.
-...Bien.
-No quieres hacer esto, bomboncito -habló nervioso el erizo verde.
Alcé la pistola apuntándole, a cortos segundos de disparar.
-¿Bomboncito?
-Adiós, Nikki -y disparo.
***
Narra Sonic
Abrí mis ojos para ver una habitación totalmente blanca, sin mobiliario alguno. Me levanté de aquél piso y me giré a todos lados. Vi a Shadow frente mío. Ya no sentía el dolor insoportable que minutos antes me torturaba y que me había hecho morir. Suspiré.
-Shadow -saludé.
-Tu no debes estar aquí -declaró.
-Si estoy aquí es por algo, ¿No?
-Sí, porque acabas de morir.
-Lo supuse... -Murmuré cabizbajo.
-Ven conmigo, quiero enseñarte algo.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia una dirección. Le seguí por varios segundos hasta llegar a una ventana. Me miró y me hizo un ademán de que observara a través de ella. Logré ver una serie de recuerdos de mi vida... Con ella...Cuando nos conocimos...Cuando nos besamos por primera vez en aquél "juego de niños"...Reencuentros, peleas, lágrimas, uniones, propuestas, felicidad... Todo en tan sólo unos segundos...
La última imagen fue la de aquella eriza rosada sosteniendo mi cuerpo en el suelo, en aquella madrugada oscura en la que sólo se iluminaba una parte de la calle gracias a las pocas farolas del lugar. Vi mi cuerpo sin vida, con ella llorando y abrazándolo. Cada lágrima, cada palabra... Aquello me partió el alma.
-Debes volver con ellas -dijo.
-¿Uh? ¿Es posible? -pregunté incrédulo.
-Déjamelo a mi.
-¿Por que yo puedo y tu no?
-Porque tu tienes a alguien que te ama y amas, tienes un deber como padre y porque yo di mi vida por ustedes, para que pudieran estar juntos.
-Shadow...
-Shhh, volverás para hacer lo que tienes que hacer -habló para guiñarme el ojo.
-Shadow... Gracias...
***
***
Narra Amy
Habíamos llegado al hospital, de nuevo. Hoy era el día en el que tenía que darle una respuesta. Aún recuerdo sus palabras aquél día...
"-El paciente ha quedado en estado de coma. Puede o no despertar, es decisión de usted el desconectarlo o no. Su futuro es incierto. Tiene un mes para decidir qué hacer."
Yo no quería. Simplemente, no podía decidir tal cosa.
Había platicado entonces con mi padre acerca de eso, y entonces tomé una decisión.
"A Sonic le gustaba ser libre, querida. No creo que quiera vivir conectado siempre a una máquina."
Le hablé de mi decisión al doctor, quien me dio un poco de tiempo para despedirme.
Despedida.... otra maldita despedida...
Yo seguía llorando al mismo tiempo que mi corazón luchaba por seguir latiendo a pesar del dolor de mi alma desgarrada. Mis amigos estaban conmigo, apoyándome en la sala de espera. Una panda de unos cuatro años se acercó a mi y me obsequió una flor blanca, era una rosa. Después hizo una reverencia y volvió con su madre...
Les sonreí pesadamente y mis amigos me tocaron el hombro. Ya era hora.
Entramos a la habitación de Sonic. Verlo allí, en ese estado, me partía el corazón en mil pedazos.
-Gracias por su ayuda -susurré.
-No te vamos a dejar aquí sola, así que ni lo menciones -Murmuró Knuckles.
-El destino es lo que quiere... que esté sola.
-Eso no es cierto... y lo sabes -dijo Cream.
-Te... dejaremos a solas... Te queremos, Amy -habló el armadillo.
No les respondí y dejé que se salieran de la habitación. Me acerqué a la cama para sentarme a su lado y tomarle de la mano...
-Sonic... -suspiré hondo, tratando de desvanecer el nudo en la garganta que se me empezaba a formar. -Mi amor... hoy, he decidido lo que creo mejor para ti... y creo que este es nuestro último adiós... Sólo quería... agradecerte... agradecerte por todo en general. Me enseñaste a ser fuerte, a ser valiente, me enseñaste a ser independiente y a seguir adelante, pero sobre todo, me enseñaste a amar... Puede sonar algo cursi pero... es la verdad. La verdad es que te amo y nunca dejaré de hacerlo. Nunca olvidaré los momentos que pasamos juntos... Oh Chaos... casi lo ovidaba, jeje. Ayer tuve que ir con la doctora Fernanda, ¿Y sabes qué? ¡Los niños están muy bien! Sí, escuchaste bien, niños. ¡Serán gemelos! Espero que los dos se parezcan a ti, fuertes, veloces, honestos... Tendrás a tu Spazz, corazón :') Me gusta el nombre de Flash para el otro, no sé si sea el correcto pero... presiento que sí. -guardé silencio. Mi mirada se tornó llena de tristeza y las lágrimas comenzaron a salir de nuevo. -Oh, Sonikku... tardaré toda una vida para dejarte ir.
Volví a apoyarme sobre él, llorando de nuevo, aunque ya me daba igual todo...
-Amy, llegó la hora -Entró el doctor junto con mis amigos detrás suya.
-No... no he acabado...
-Amy... -susurró Rouge. -El doctor...
Me abracé con fuerza a Sonic, cuando comencé a escuchar un extraño sonido... era... ¡No podía ser! Era su corazón y latía de nuevo... Abrí los ojos confusa, encontrándome con aquellos ojos verdes... y aquellos fuertes brazos que ahora me apretaban fuerte contra su pecho....
Estaba vivo... Yo seguía estupefacta y no paraba de rodearme con sus brazos, apretando fuerte mi espalda contra su pecho de nuevo... Acercó sus labios a mi oído...
-Flash me parece un nombre fantástico -susurró.
No pude evitar sonreir disimuladamente al mismo tiempo que una lágrima de felicidad resbalaba por mi mejilla.
-Te amo -le dije.
-¡Que vivan los reyes! -exclamó Mighty antes de arrodillarse.
Poco a poco, los demás empezaron a imitarle, al igual que la demás gente que se encontraba allí para despedir al héroe que todos amaban...
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Conmigo en brazos, Sonic y Tails corrieron hacia el Tornado #65 de Tails. Los demás nos alcanzarían en seguida. Pero lo importante en aquel momento, era llegar cuanto antes al hospital de Central City.
-Pero, pero, pero... Pero, ¿Estás bien, Amy? -preguntó Tails asustado.
-Si no pilotas rápido hacia el hospital ya dejaré de estarlo. ¡Corre, que he roto aguas! -gritaba yo.
-Ésta vez estaré a tu lado, Ames -comentó Sonic emocionado.
Cuando llegamos, unas enfermeras nos esperaban. Aquél era un acontecimiento importante, pues no todos los días nacían seres de la realeza, aunque eso era lo de menos. Las contracciones estaban siendo cada vez más seguidas y mi cuerpo estaba agotado. Son gemelos, después de todo. Me pregunto cómo le habrá ido a Honey en su parto de hace dos días, tengo entendido que fue una niña la que tuvo. Seguro Mighty anda todo emocionado.
-Buenas tardes majestades, bienvenidos al hospital -saludó el doctor... House.
-Doctor, creo que vamos a llevarla ya a la sala de partos, esto ya casi está -dijo la enfermera.
-¿Puedo ir con ella? -preguntó Sonic aun emocionado.
-Por supuesto que sí, acompañenos.
Mis ojos veían borroso. Me había subido un poco la fiebre y las contracciones me dolían cada vez más. No recuerdo cuánto duró el parto; sólo recordaba en dolor y la mano de Sonic sosteniendo la mía con fuerza. Después, quizá debí desmayarme.
Cuando desperté, ya estaba en la habitación, rodeada por todos mis amigos. Sonic me recibió con una enorme sonrisa y Rory me abrazó.
-¡Mamiiii! -gritó contenta al verme despertar.
-¿Cómo te encuentras? -preguntó Rouge dulcemente.
-Cansada...
-Te desmayaste. Les diste un buen susto a los médicos. Pero por suerte lograron bajarte rápido la fiebre y te recuperaste mucho gracias al suero -explicó Cream.
-¡Como no! Si en un cuerpo tan pequeño y delicado como el de Amy salieron dos criaturotas -bromeó Knuckles.
-Bueno, ya cállense, que seguramente Amy lo único que quiere es ver a sus hijos -habló Rouge emocionada.
-Cierto -dijo Sonic para dirigirse a las pequeñas cunas que se encontraban en la habitación. Cargó a uno y Cream al otro. Me los acercaron. -Mi vida, te presento a nuestros hijos, los más galanes del mundo -dijo con orgullo.
Cuando los vi por primera vez no pude contener mis lágrimas. Eran dos erizos azules de ojos verdes, aunque uno era de un azul un poco más claro y con el flequillo más parecido al mío. Sonic me explicó que ese sería Flash. Spazz era de un azul más oscuro y con un flequillo diferente. Rory los miraba con cariño y a Sonic casi se le caía la baba.
Aquella era mi familia, los seres más maravillosos del universo...
***
Una vida, un sueño...
Los años pasaron felices...
Mighty y Honey viven contentos con su hija, Trizz, quien está a punto de cumplir 16 años.
Cream y Tails han decidido casarse, y muy pronto será la celebración.
Espio ya trabaja para GUN, pues después de que el Chaotix se desintegrara, ya no es fácil mantenerlo él solo; tiene una novia de la misma agencia, pero no tienen planes para casarse. Charmy se ha casado con una abejita muy linda, la cual está embarazada.
Big y Froggy, bueno ellos, desde hace tiempo, se fueron a pasear por el mundo en busca de nueva mercancía qué pescar.
Sally y Khan se hicieron reyes de Northamer y Soumerca, haciendo de un solo reino. Tuvieron tres hijos, un hijo mayor y dos hijas menores, quienes están siendo educados para gobernar.
Silver y Blaze se casaron semanas después del nacimiento de Spazz y Flash, aunque tuvieron que volver a su tiempo y espacio antes de que Aurora cumpliera 6 años, se desconoce la razón. Según ellos, había algo que les impedía quedarse, que, posiblemente, afectaría el futuro. No hemos sabido de ellos desde entonces.
Vector y Vainilla viven con Peter, quien ya tiene 21 años. Es muy amigo de Aurora y de Sunny.
Knuckles y Rouge siguen con los mismos trabajos, y Sunny, a poco de cumplir los 21 años.
Aurora va a cumplir 20 años ya. Su padre la adora con todo el alma, aunque es un poco muy sobreprotector en cuestión de chicos. Yo le digo que se relaje un poco, pero qué va, los padres son los padres. La hemos metido en un Instituto de Héroes, el cual Sonic ha fundado y Tails, Knuckles, Espio y Mighty apoyan. No cabe duda que Sonic quiere que Rory siga los pasos de su padre.
Spazz y Flash cumplirán 16 dentro de poco al igual que Trizz. Al fin tendrán la edad suficiente para entrar al Instituto de Héroes junto con su hermana mayor, Peter y Sunny. Spazz y Flash son todos unos rompecorazones, ya veremos como termina todo eso. Por lo mientras, como familia, vivimos en paz y en armonía, rodeados de todos aquellos que nos quieren y queremos.
Ahora, sólo esperamos a ver que nos depara el destino, viviendo cada día como si fuera el último...
~Ésta ha sido nuestra historia; una vida llena de alegrías, de dolor y de lágrimas que termina con un final felíz... De dos corazones inocentes que, golpe tras golpe, recogen sus miles de fragmentos para unirlos con el otro. Dos grandes pasiones con distintos caminos, una muerte por la felicidad de los seres queridos.... Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse uns y otrs vez era su karma. De cómo, por muy utópico que sea, si dos amantes están destinados a estar juntos, siempre los va a juntar el destino a pesar de los miles de tropiezos que haya en el camino. El verdadero amor no se trata de ser inseparables, sino de que, a pesar de estar separados, sus sentimientos no cambian nunca. ~
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~The end~
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