[CAPITULO OCHO]
DETENCIÓN

El resto de septiembre transcurrió sin ninguna sorpresa más, tras la llegada de Elektra al castillo no se hizo llegar ningún profesor nuevo muchos de los estudiantes bromeaban diciendo que ese año todos los profesores serían nuevos.

Octubre llegó para ser un buen mes, pero tal vez no del todo para Lorenzo.

El profesor de Defensa se encontraba caminando hasta la oficina de la profesora McGonagall quien le había citado para charlar un poco, sus piernas se sentían como de gelatina no esperaba volver a tener esa sensación nuevamente en su vida.

Toco la puerta del despacho de la profesora escuchando un pase del otro lado. Se encontró con Minerva quien estaba en su escritorio revisando algunos ensayos.

— Oh Lorenzo te estaba esperando — murmuro Minerva al verlo entrar haciendo gestos para invitarlo a sentarse.

El joven profesor se adentró al despacho con un poco de timidez estar bajo la mira de su ex profesora lo hacía sentir diminuto, Minerva lo observo riéndose en silencio teniendo una idea de los pensamientos del contrario.

— Tienes la misma expresión en el rostro que cuando te culpabas por las travesuras del señor Baizen, tranquilo Lorenzo no voy a regañarte — intento tranquilizarlo.

Los dos se rieron en silencio ante los recuerdos del pasado. Minerva sacó una tetera junto a dos tazas sirviendo un poco de té para que pudieran conversar, Lorenzo sonrió una vez más por los recuerdos de su pasado las múltiples veces que Lorenzo bebió ese té en esa misma oficina.

— Escuche que hablaste con Phoebe — murmuro Minerva moviendo los papeles a un lado para evitar se mancharan. — Me alegra saber que al fin la dejaste explicarte.

— Era hora de que hablara con ella, no podía estar evitándola toda la vida, menos cuando la veo por los pasillos ya no soy un chico de diecisiete años.

Minerva le lanzo una mirada de reprobación por su comentario.

— ¿Cómo has estado? ¿Las clases? ¿Los alumnos? No hemos tenido tiempo para ponernos al corriente de todos estos años.

La mención del pasado hizo estremecer al hombre de gafas rojas al igual que un nudo en su garganta formarse. — Lo lamentó mamá — murmuró Lawrence en disculpa, la forma en que llamó a Minerva la hizo sonreír desde que era estudiante él la llama así. — Lamento no haber respondido tus cartas todo este tiempo.

Minerva no iba a recriminar a Lorenzo, estaba enterada de la situación que estuvo viviendo los últimos años, el como tuvo muchos trabajos para poder mantenerse y tener un techo donde vivir. En muchas ocasiones ella lo ayudó pagando las rentas, por supuesto que lo hacía de manera anónima sin esperar qué él se enterara, en otras se transformaba en otra persona solo para que le atendiera como su mesero y dejaba grandes propinas.

Lawrence intentó parpadear evitando que Minerva lo viera llorar, pero fue imposible porque una lágrima resbaló por su mejilla. — No respondí tus cartas porque no quería que vieras el fracaso en que me convertí...

La jefa de la casa Gryffindor estiró su mano hasta él dándole un apretón para al hombre delante suyo. Lawrence mordió el interior de su mejilla para evitar dejar escapar un sollozo algo que no pasó desapercibido ante la mujer enfrente suyo que lo conocía perfectamente.

— Hijo, no estoy decepcionada de ti — murmuro Minerva. Aquella forma de llamarlo hizo sentir nuevamente en casa al ex Ravenclaw. — Al contrario, estoy orgullosa de ti, de quien te haz convertido y en quien tuviste que luchar para ser, estoy orgullosa de ti Lorenzo.

Lawrence se puso de pie para abrazar a la mujer que considera su madre desde los once años y Minerva abrazó al joven que considera su hijo desde el primer día que lo vio entrar por la puerta del gran comedor con temor y jugando con las mangas de su túnica y un rasguño en su mejilla.

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Tras aquella conversación con Minerva, Lorenzo continuo el resto de sus clases intentando no pensar en su conversación con la jefa de la casa Gryffindor.

Su ultima clase de ese día, era con los estudiantes de séptimo año de Gryffindor y Slytherin, tenia muchos pergaminos que revisar de los alumnos de sexto año.

Estaba concentrado dando la teoría del hechizo que estaban viendo en la clase, su concentración era total que intento ignorar la mano estirada de Sirius Black que se sacudía de un lado a otro.

— Si señor Black — Lorenzo cerro su libro para darle toda la atención al joven estudiante.

Sirius sonrió de manera traviesa al obtener la atención total del profesor, se estiro en su lugar recibiendo un golpe de parte de una rubio oscuro de ojos verdosos y corbata verde esmeralda que daba a entender que pertenecía a la casa Slytherin. El chico Black solo se quejo en silencio viendo como la joven miraba apenada a su profesor de manera fugaz para regresar su vista al libro en su pupitre.

— ¿Esta saliendo con alguien? — varios estudiantes se rieron de la pregunta de Sirius, James tuvo que cubrir su boca al saber que intentaba hacer su mejor amigo.

El plan de conquista de diez pasos del gran Sirius Black estaba en marcha.

— Señor Black sino va a hacer preguntas sobre la clase, le sugiero que mejor se ahorre sus preguntas para usted mismo y no distraiga a sus compañeros que si desean aprender — hablo Lorenzo con notable seriedad y al mismo tiempo intentando ser lo más amable posible.

— Eso no responde mi pregunta profesor, creo que eso habla mal de usted, no lo cree así— hablo Sirius jugando con un su labio.

— Sino le molesta me gustaría seguir dando la clase, me parece que a sus compañeros si les interesa, si a usted no le sugiero que puede retirarse — Lawrence estaba por abrir nuevamente su libro para seguir la explicación.

Sirius no se iba a quedar de esa forma, menos cuando escucho a varios hacer un sonido de burla. — Creo que algo paso en su vida que le hizo ser como es...

La voz de Sirius hizo que Lawrence volviera a cerrar su libro de un golpe que sonó en el aula que logro hacer saltar a más de un estudiante. — Déjeme aclararle algo ahora mismo señor Black — comenzó Lorenzo mientras se acercaba hasta su lugar. — Mi vida no es de su incumbencia, no vengo a ser su amigo si quiere hablar con alguien que sea afuera de mi salón no mientras este dando mi clase, no tiene derecho de hablarme de esa manera usted es un alumno y yo su profesor.

La forma en que Lorenzo había estado hablando logro que Black se sintiera pequeño en su lugar a cada palabra que el mayor decía. Un enorme silencio se formo en el aula debido al regaño de Lorenzo en el tiempo que llevaba no lo habían visto molesto de esa manera.

— Por cierto — se detuvo Lawrence antes de llegar a su escritorio. — Me gustaría informarle que tiene detención el resto de la semana con la profesora McGonagall.

La clase continuo sin otra interrupción, Lorenzo explico el hechizo dos veces por si alguno no lo había entendido. Ninguno de los estudiantes volvió a decir algo tras el regaño que dio el profesor.

NUEVO CAPITULO

A alguien más le gusta los momentos madre e hijo de Lorenzo y Minnie <3

Ups creo que alguien termino como perro regañado

La historia de Regulus Black, REWRITE THE STARS esta conectada a este fic por si gustan ir a darle una oportunidad <3

Dany🖤