Silencio. Eso era lo único que podías escuchar si estuvieses en la sala de la casa de los Tomlinson. Bueno. Podías escuchar claramente el sonido que hacía la aguja del reloj que había encima de una repisa. Pero sin lugar a dudas, la tensión que había ahí podrías cortarla con unas tijeras.

Amber y Marcus estaban sentados en el sofá grande. Ella le agarraba fuerte la mano para que supiese que estaba con él, y él hacía lo mismo para que supiese que e agradecía su apoyo. En cambio, Louis y _____ estaban de pie, en frente de ellos. Louis con una expresión sería en la cara y los brazos cruzados en su pecho, mientras que _____ tenía una expresión bastante relajada. Si su hija trajo al chico a su casa debe de ser por algo.

—¿Me puedes decir que hace Marcus aquí?- habló por fin Louis, mostrando su enojo en su voz, haciendo que ambos jovenes se tensasen un poco.

—Lo he traído yo...- dijo Amber. La verdad no sabía como decirle a sus padres que le había dicho a Marcus de que se quedase.

—¿En serio? pensé que lo había traído Santa Claus- ironizó el castaño rodando los ojos.

—Louis para ya- golpeó a su marido en el brazo sin ser brusca y volvió su mirada hacia su hija- ¿Porqué trajiste a Marcus cielo?

Amber se levantó del sofá encarando a sus padres y soltando la mano de Marcus— Quisiera que Marcus se quedara.

—Por supuesto que no- dijo Louis enfadado al instante de escuchar la propuesta de su hija- el tiene una casa. Además sus padres están desesperados por que vuelvan.

—No es por nada tío...- dijo Marcus poniéndose de pie- pero yo no quisiera volver allí. Al menos durante un tiempo.

—¿Porque no quieres ir? Tus padres te quieren y te echan de menos- escuchó que _____ le dijo.

—No es por ellos tía. Es por mi hermano.- dijo derrotado el chico.

—¿Que te ha hecho Dan?- le cuestionó Louis con su penetrante mirada.

No sabía a ciencia cierta que era lo que pasaría si le decía a sus tíos la verdad. Decirla en voz alta es peor que interiorizarla dentro tuyo. ¿Pero que puede perder? Sabe que algún día volverá a su casa esté su hermano en ella o no.

—Es que ya no lo aguanto. No soporto que sea el favorito de mis padres. Además me utiliza como saco de boxeo- dijo esto último en un susurro lo bastante bajo para que nadie lo oyese, pero que no tuvo éxito.

—¿A que te refieres?- le dijo Louis quitando sus brazos del pecho.

—A la salida del instituto Dan se acercó y le dio un golpe que le partió en labio- dijo Amber dando un suspiro, sorprendiendo a los mayores.

No creían ver capaz a Dan golpenando a su hermano. Siempre se habían llebado bien, y aunque el mayor siempre se mostró un poco más rebelde que el menor, nunca hubo diferencias entre ellos hasta un par de años atrás.

—¿Como pude confiar en ti?- golpe- te creía otra persona- golpe- ¿Que tiene él que no tenga yo?- golpe- ¿Pero que digo? es mi prima- dio otro golpe más fuerte que los demás.

Cuando subió a su habitación, Dan se cambió a una ropa más deportiva optando por una camiseta sin mangas y unos pantalones cortos hasta las rodillas, y se había dedicado a darle golpes a su saco de boxeo. Al principio había empezado dándole al saco por haberle dado un golpe a su hermano. Pero luego se puso a recordar cuando lo vio en el baño besándose con Amber. Eso hizo que la sangre le hirviese de puro coraje y le empezase a dar al saco mucho más fuerte de lo que había empezado a hacerlo en un principio. Pero luego volvió, con que Amber era su prima, no de sangre, pero su prima de igual manera; y que no debería de sentirse de esa manera. No le podía gustar Amber ¿Cierto?

Ante ese pensamiento gruñó lo bastante alto para que su padre que pasaba cerca de su cuarto lo oyese. Abrió la puerta y vio que Dan le daba al saco de boxeo como si la vida le fuera en ello y fuera lo único que debía de hacer.

—¿Te puedo preguntar que te pasa?- se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta frunciendo el ceño. Su hijo se veía realmente molesto. Sabía que no debería de meterse en los asuntos de su hijo, pero un padre nunca sabe lo que es la privacidad, y su deber como tal es inmiscuirse en ella.

—No me pasa nada- dijo entre dientes y golpeando con fuerza deseando que su padre lo dejase tranquilo. No quería la presencia de nadie en estos momentos a su alrededor. Eso solo hacía que se sobresaltase más de lo que estaba.

—No es lo que yo veo- Dan paró de golpear al saco y lo miró con mala cara- ¿Me vas a decir que demonios te pasa?- frunció aún más su ceño si eso era posible.

—Papá no quiero hablar.

—Pus mira por donde que yo sí, así que suelta la sopa.

Dan suspiró. Sabía que si no le decía a su padre lo que le pasaba iba a quedarse ahí parado hasta que le dijese porqué actuaba de esa manera.

—De acuerdo- dijo resignado sentándose en la cama. No sabía como decirle que sentía celos de su hermano por besar a Amber. Porque sí, los sentía. Jugaba con sus manos. Claro signo de nerviosismo que su padre no pudo pasar por alto.

—No me digas que estas metido en drogas- dijo entre preocupado y enfadado.

—¿Que? No. Por dios papá, no es eso.- dijo el castaño igual de exaltado que su padre.

—Pues habla de una vez.

—No es fácil de decir- dijo en un murmullo- Es algo que pasó en el instituto.

—No soy adivino para saber lo que pasó- continuó Zayn divertido.

—Es una chica- soltó de golpe sorprendiendo a Zayn. Eso no se lo venía venir. Pensó tal vez que sería algo relacionado con el equipo de futbol y su falta de asistencia. Pero ¿una chica? No. Nuca se le pasó eso por la cabeza.

—¿La conozco?- pensó en decirle que sí pero es mejor que no sepa por el momento, así que negó con la cabeza- ¿Y que pasó para que estés de esa manera?- dijo mientras se sentaba en la cama.

—Vi a esa chica besándose con otro.- declaró

—Y eso debió de molestarte.- supuso el azabache.

—¡Claro papá!- se levantó enfadado y dando vueltas en el cuarto como si fuera un tigre enjaulado. Se pasaba las manos por el pelo frustrado por todo lo que le estaba pasando, y Zayn solo pudo verlo en silencio esperando que el menor se decidiese por hablar.-Dudo que te gustase si vieses besando a otro a mamá.

—Le habría golpeado- dijo seguro de sus palabras.

—¡Pues eso fue lo que le hice a Marcus!- soltó nublado por la rabia. Paró de caminar al procesar las palabras que habían salido por su boca y se giró hacia su padre que estaba echando humo por las orejas.

—¿Que hiciste que?- dijo conteniendo toda su rabia para no darle a su hijo- ¿Como que le golpeaste a tu hermano?

—Fu-fue sin querer. No sabía lo que hacía- dijo asustado de lo que podía hacerle su padre. De pequeño lo había visto enfadado y no le gustaba para nada.

—¡Le pegaste a tu hermano por una chica!

—¡Pero es que se lo merecía!- dijo al borde de perder la cordura.

—¿Prefieres a una chica antes que a tu hermano?- dijo con un deje de decepción en su voz- Pensé que serías diferente.

Zayn se levantó de la cama y se dirigió hasta la puerta. Se giró y vio a Dan por una última vez antes de salir de allí.

El chico fue corriendo hasta  la puerta cerrándola de un portazo haciendo saber que estaba mucho mas cabreado que antes. Se deslizó por la puerta hacia abajo y soltando unas cuantas lágrimas de impotencia... - ¿Que me has hecho Amber?- se preguntó antes de cerrar los ojos y apoyar la cabeza en la puerta.