Capitulo 10
Después de salir de aquella casa y de que su padre le gritara, cogió su moto y se dirigió al primer bar de mala muerte que se encontrase. No le fue tan difícil, ya que a unas pocas cuadras de la casa se encontraba uno de los tantos bares que solía visitar desde hace unos años. Aparcó la moto y se adentró a aquel lugar que en esos momento estaba mas desolado que una sala de castigo del instituto.
Se dirigió a la barra y se sentó en su sitio de siempre: en una esquina a lo lejos.
—Hola Dan- saludó amable Bob, el dueño- ¿Problemas?- dijo con una media sonrisa tirando de sus labios.
El chico solo asintió—Ponme lo de siempre- dicho esto, el hombre le dio una mirada y luego siguió su camino hasta las bebidas para prepararle lo que el chico había pedido.
Ya iba por su sexta copa y ya empezaba aponerse un poco ebrio. Bob lo miraba de reojo cuidando que no le pasase nada y que no se metiera en peleas como siempre solía hacer cuando bebía de más.
A esas seis se le añadieron dos más, y cuando iba a por la novena, Bob ya le estaba avisando.
—Deberías de parar, esta es la novena que te tomas- le dijo poniendo el vaso delante del chico.
— Es pa-para... quitar... las penas- dijo arrastrando las palabras.
Volviendole a dar una mirada, Bob suspiró en derrota y siguió a lo suyo.
Unos minutos más tarde, Dan se levanta del sitio y deja el dinero de lo que había consumido en la barra antes de irse. Nada más levantarse, la cabeza ya le estaba dando vueltas y con dificultad llegó a la salida. Dirigiéndose a su moto, la agarró y se la llevó arrastrando hasta su casa.
Que estuviese borracho no significaba que estaba lo suficientemente ido como para subirse en ella y lo más probable, que se matara.
Abrió la puerta del garaje y dejó allí la moto. Volvió a salir y la cerró; y se dirigió a la puerta principal de su casa. La abrió con el mayor cuidado del mundo para que no se enterasen de que había llegado, pero fue en vano porque su padre ya lo estaba esperando a los pies de la escalera.
— ¿Donde estabas?- le interrogó aún sentado a los pies de la escalera.
—Por ahí- dijo como pudo, intentando ocultar su borrachera... que de momento iba bien.
Zayn lo miraba de arriba a abajo, sabía que algo no andaba bien.
—¿Donde estabas?- le volvió a preguntar poniéndose de pie
Esta vez Dan no le respondió y se dispuso a irse a su cuarto, pero sabía que si pasaba por el lado de su padre, este iba a saber que había tomado. Tomando una gran bocanada de aire, empezó a caminar hacia lo escalones, pero no pudo subir sino tres hasta que la mano de su padre se enrolló alrededor de su brazo y acercarlo hasta su cuerpo.
— Has... ¿Has bebido?- le cuestionó entre decepcionado y enfadado
— Un poco- dijo soltándose bruscamente del agarre de su padre e intentando volver a subir por las escaleras, fallando en el intento.
—¿Cuanto es un poco para ti?- le dijo subiendo un poco la voz y apretando un poco más el agarre del brazo de su hijo.
— Eso no te interesa- le dijo para esta vez, subir las escaleras y encerrarse en su habitación hasta el día siguiente.
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