Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟛𝟘

YoonGi fue capaz de notar cómo cada músculo del cuerpo de SeokJin se tensó ante la mención de su progenitor. El muy imbécil los había abandonado, por lo que no era de sorprender que SeokJin tuviera alguna clase de resentimiento hacia él.

—¿A qué te refieres con que papá regresó? —hizo un esfuerzo por ocultar la molestia que esas mismas palabras le provocaron, sin embargo, su aroma lo delató.

HyunJoo decidió ir a tomar asiento en una de las sillas del comedor, SeokJin fue detrás de ella, mientras que YoonGi por un momento se cuestionó si debía darles su espacio o quedarse al lado de su alfa. Al final, tomó la segunda opción y los siguió hasta el comedor también. SeokJin tomó asiento frente a su madre, YoonGi se quedó de pie detrás de él, con sus manos apoyadas sobre los hombros del mayor.

—Tu padre... —inició a hablar HyunJoo, aunque en ningún momento miró a los ojos de su hijo, quizá por la vergüenza que toda esa situación le provocaba o quizá porque el enojo de SeokJin era tan perceptible en su aroma, que naturalmente hacía sentir a cualquier omega un poco cohibido, incluso a YoonGi, aunque trataba de no demostrarlo—. Regresó hace tres meses aproximadamente. No sé cómo supo dónde vivía, pero me encontró. Él... se veía diferente, reluciente, como si jamás hubiese sido el hombre que tú y yo conocimos. Y sé que no debí, pero lo dejé entrar a mi casa... porque, no lo sé, una parte de mí aún sentía algo por él al verlo de nuevo.

—Madre, ese hombre nos robó, nos quitó nuestro hogar para dejarnos en la calle, nos abandonó, rompió su vínculo contigo sin importarle que algo pudiera pasarte, ¿qué demonios me estás contando? —le recriminó.

—Cometí un grave error, lo sé, créeme. Pero en ese momento no lo pensé. Realmente creí que había cambiado, ese día y los días después de ese me lo demostró. Me sugirió intentarlo de nuevo, y por alguna estúpida razón yo acepté. No te lo dije porque sabía que no lo aceptarías, quería esperar un poco más para convencerte de que esta vez las cosas serían distintas... pero no fue así. Él empezó a beber, y volvió a apostar. La casa se volvió un desastre, sus asquerosos amigos y él se adueñaron de ella, por lo que decidí salirme y venir aquí.

SeokJin negó, llevando una mano al puente de su nariz. Tenía que ser una maldita broma; ya sentía repudio hacia él por haberlos dejado tiempo atrás, pero el hecho de que regresara solo para volver a ser la misma basura de antes, eso no se lo iba a perdonar. No iba a volver a estropear su vida y mucho menos la de su madre una segunda vez.

Sin decir una sola palabra, se puso de pie y caminó hacia el mueble de la entrada, donde reposaban las llaves de los autos.

—¿Dónde vas? —preguntó la omega. Ella y YoonGi lo siguieron.

—A Anyang. Iré a hablar con él.

—Jin, no lo hagas.

—Madre —se giró hacia ella—. Ese malnacido nos dejó sin nada. Vivimos en la mierda durante mucho tiempo gracias a él. ¿Ya olvidaste todo lo que te costó hacer que saliéramos adelante? Porque yo no he olvidado cada maldito sacrificio. Me esforcé muchísimo para comprarte esa casa, para conseguirte una vida digna sin que tuvieras que mover más un solo dedo, y no dejaré que él te lo arrebate. Quédate aquí y yo me encargaré, no te preocupes, en la madrugada o quizá en la mañana estaré de vuelta.

—Yo iré contigo —dijo YoonGi.

—Cielo...

—No voy a dejar que vayas solo, SeokJin.

La determinación en la mirada del omega hizo que SeokJin no tuviera manera de refutar. Después de que el alfa se despidiera de su progenitora, YoonGi y él emprendieron camino hacia Anyang.

JungKook terminó de beberse la segunda botella de soju. La dejó sobre la superficie de su mesa de noche mientras veía hacia la nada. Estaba sentado sobre su cama, con su espalda apoyada en la cabecera de la misma.

Por más que intentaba, no podía dejar de pensar en lo que SeokJin había dicho esa mañana. ¿Había sido verdad o lo había dicho solo para querer fastidiarlo? Aunque esto último no tenía mucho sentido si SeokJin ya sabía que ellos no eran exactamente una pareja.

Y en caso de que fuera verdad, ¿desde cuándo había ocurrido eso? ¿Después de que YoonGi pasara su celo con TaeHyung? ¿O es que YoonGi realmente nunca estuvo con TaeHyung?

Si lo pensaba de forma un poco más meticulosa, YoonGi conocía a su mejor amigo desde hacía mucho tiempo, y el omega nunca había tomado decisiones tan drásticas respecto a JungKook y él, hasta que SeokJin apareció.

Eso ya empezaba a tener más coherencia. Y a pesar de que por algún motivo JungKook pudo sentirse molesto ante tal revelación, en realidad no lo estaba.

Ahora en lo único que no podía dejar de pensar era en NamJoon, en su voz diciéndole que era un egoísta, diciéndole que no era necesario todo lo que le había hecho a YoonGi, y diciéndole que pensaba que era mejor persona de la que estaba demostrando ser.

Desde que YoonGi se fue del penthouse, JungKook había estado refugiándose en una sola persona, y esa era Kim NamJoon. Pero ahora él también se había alejado, y pese a que no había sido hace demasiados días, JungKook lo sentía como una eternidad.

No podía engañarse, lo extrañaba demasiado, tenía una horrible sensación en el pecho y la garganta al no saber más nada de él. Sin embargo, gracias a eso también se estaba dando cuenta de todas las cosas cuestionables que había hecho.

Y por un efímero momento, tuvo el deseo de ser alguien mejor.


Aunque el trayecto hacia Anyang era corto, se sentía como si dicho camino no tuviera un fin, sin mencionar que el silencio absoluto dentro del vehículo no los hacía sentir mejor.

—¿Qué piensas hacer al llegar?

—Te lo dije, hablaré con él.

—¿Cómo hablas con un hombre alcohólico adicto a las apuestas? —murmuró el omega mientras veía hacia la ventana. SeokJin solo suspiró y negó con la cabeza.

—No tenías que venir.

—Claro que sí —giró el rostro hacia él—. Porque yo también te amo, y pase lo que pase voy a estar contigo.

SeokJin lo miró por un segundo, antes de volver a enfocarse en la autopista. Una sutil sonrisa se asomó por sus labios, liberando un poco la tensión anterior.

—¿También me amas?

—Por supuesto que sí, tonto —sonrió—. De lo contrario no hubiese estado a punto de dejarme marcar por ti.

—Esta noche ha sido una mierda, ¿no?

—No importa, lo resolveremos.

SeokJin tomó la mano de su pareja y mientras entrelazaba sus dedos, le depositó un beso en el dorso.

—Ya llegamos. La casa está doblando la esquina.

—Mantente tranquilo—le recomendó el omega.

—Estoy tranquilo.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro