SeokJin iba conduciendo sobre la carretera, con el Chevrolet Corvette Grand Sport blanco de YoonGi mientras este le hacía de compañía en el asiento del copiloto.

Volteó a verlo por un segundo y la imagen del omega con los pies cruzados sobre el salpicadero, recostando su cabeza sobre el asiento con sus lentes de sol puestos y el cabello moviéndose con gracia debido al viento, le hizo sonreír al pensar que parecía toda una celebridad en una escena dentro de esas típicas películas de Hollywood sobre chicos millonarios y mimados. Rio sin darse cuenta y colocó una mano sobre el muslo del menor.

YoonGi volteó a verlo y le sonrió de vuelta.

—¿En qué estás pensando?

—En que no me vendría mal una mamada ahora.

YoonGi soltó una carcajada.

—¿Lo dices en serio?

—¿Qué quieres que te diga? —se alzó de hombros—. Mi lobo se descontrola cuando estoy contigo.

—El mío también —afirmó—. Pero no podemos. Vas a distraerte del camino —dijo, negando levemente con la cabeza.

—No lo haré.

—¿Estás tan seguro? —sonrió con picardía mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

Colocó los lentes de sol sobre su cabeza. Se inclinó hacia el alfa, posó una mano sobre el mentón de este mientras depositaba un beso en su sien. Bajó a su mejilla, a la comisura de sus labios y luego a su cuello. Los ojos de SeokJin iban fijos en el camino, aunque por supuesto que no estaba ignorando las caricias de su pareja.

Tragó saliva, sujetando el volante con más fuerza; la mano del omega había bajado a su muslo y la iba subiendo con mucha lentitud. Su lobo se agitaba en anticipación. Realmente deseaba detenerse a un lado de la calle y hacerlo suyo ahí mismo, pero lo que estaban haciendo ahora le creaba un poco más de morbo, así que se contuvo. Sintió los vellos de punta y su corazón se aceleró al escucharlo respirar contra su oído.

De repente, YoonGi le dio un apretón al bulto que tenía el alfa entre las piernas, y el auto se desvió por un segundo, antes de que SeokJin volviera a enderezarlo en su camino.

—Maldición —masculló.

YoonGi sonrió con algo de burla. Pasó su húmeda lengua por detrás de la oreja del contrario antes de susurrarle al oído.

—Será luego —volvió a acomodarse sobre su asiento. Abrochó su cinturón de seguridad y colocó correctamente sus lentes de sol—. De verdad quiero llegar a la playa.

SeokJin asintió al estar de acuerdo con él. Podría estar cachondo, pero no planeaba tener un accidente en su primer viaje juntos.

Tras pasar los minutos, terminaron llegando a un pequeño hotel en la entrada de la ciudad. El auto y YoonGi no congeniaban para nada con la estética simple y algo descuidada del lugar. Tampoco era como si fuera a derrumbarse, se veía como un hotel promedio, pero el omega tenía pinta de solo quedarse dentro de suites en hoteles cinco estrellas. Sin embargo, eso era para lo que a SeokJin le alcanzaba después de insistir en que él pagaría toda la estadía.

YoonGi se quitó los lentes de sol para observar todo el panorama que el hotel le brindaba desde el estacionamiento de grava.

—Ya me he quedado aquí al menos unas tres veces —comentó SeokJin—. Por dentro las cabañas son mejores de lo que se ven por fuera. Lo prometo.

—Me gusta —se volteó hacia el alfa—. Las veces que viniste... ¿estuviste solo o tenías compañía?

—¿Celoso? —SeokJin sonrió con picardía. Acomodó su bolso sobre su hombro y cargó el de YoonGi en su otra mano—. He venido solo y de vacaciones con un amigo.

YoonGi inconscientemente lució más tranquilo con esa respuesta. Siguió al alfa hacia el interior del lugar. Hicieron el check-in y después de dejar sus cosas en la cabaña que rentaron, salieron a caminar por la pequeña y colorida ciudad.

Fueron a la playa tal como querían, aunque no se metieron al agua, solo disfrutaron de un delicioso almuerzo en un restaurante que se encontraba en la orilla, con la mejor vista que el mar les podía ofrecer. El clima era fresco, el cielo estaba despejado y el agua se veía de un hermoso turquesa.

Un mesero depositó otra bebida para YoonGi, quien le agradeció antes de que se retirara.

—Por cierto, me encanta tu auto. ¿Desde cuándo lo tienes?

—Un par de años, pero no solía usarlo mucho. JungKook me lo obsequió cuando seguíamos siendo pareja. Es el único detalle que he recibido de él después de que se hizo famoso.

—Ya veo —asintió—. Y... ¿Cómo vas con tu nuevo libro? —preguntó el alfa, tomando la cereza del cóctel de YoonGi, ya que a él no le gustaban mucho.

—De maravilla —sonrió—. Es decir, no he avanzado demasiado, pero sí lo suficiente como para haber escrito 20 páginas. Antes ni siquiera tenía el título, así que por ahora estoy feliz con el avance.

—Me alegro mucho por ti —metió la cereza a su boca—. Y me alegra haberte servido de inspiración —sonrió.

—Tanto que creo que mi libro será más porno literario que otra cosa —rio. 

—No me desagrada —amplió más su sonrisa, siguiéndole el juego—. ¿Tienes algunas escenas en mente que quisieras recrear?

—No te imaginas cuántas —dijo en voz baja, moviendo la pajilla dentro de la bebida. Su pie acariciando la pierna del contrario por debajo de la mesa.

No obstante, su propia sonrisa se borró y todos sus movimientos se detuvieron al pensar en algo en específico.

—SeokJin, cuéntame de ti.

—¿De mí? —vio al omega asentir—. Bueno... Tengo 35 años, trabajo de guardaespaldas y me gusta dormir con el ex de mi jefe.

—Hablo en serio —puso los ojos en blanco.

—Yo también, ¿o acaso crees que estoy mintiendo en algo? —alzó una ceja.

—Ya dime —puso sus brazos sobre la superficie de la mesa, inclinándose un poco hacia él—. Quiero saber más de tu vida. Me gustaría conocer tu pasado. Cuéntame, ¿cómo eras de niño y adolescente?

—Mi pasado no es algo sobre lo que me guste hablar —dijo, repentinamente serio.

—¿Cómo se supone que voy a conocerte si no me dices nada relevante de ti? —suspiró.

—Es porque mi pasado no es relevante, YoonGi.

Ambos se quedaron en silencio por un momento. El ambiente ameno de la nada había cambiado a uno más tenso. Eso no fue algo que ninguno de los dos hubiera planeado, se suponía que estaban ahí para pasarla bien, no para sentirse incómodos.

YoonGi tomó un sorbo de su bebida antes de voltear a ver al alfa.

—Respóndeme algo, SeokJin, porque justo ahora estoy muy confundido... ¿Solo quieres eso?

—¿Qué cosa?

—Follar. Sé que la primera vez te ofrecí algo casual, pero pensé que habíamos pasado de ese nivel hace mucho.

—Y así fue, ¿no? —alcanzó la mano del menor—. YoonGi, realmente me gustas.

—¿En serio? Porque me tratas como tu pareja, pero al mismo tiempo pareciera que no confías en mí.

El alfa suspiró pesado a la vez que desviaba su mirada hacia otro lugar. YoonGi notó que parecía tener un debate mental que tardó más de lo que se hubiese imaginado. Volteó a ver el mar en el momento en que se resignó a que SeokJin no le diría nada.

—Terminé aquí, iré a pagar la cuenta —avisó el omega antes de ponerse de pie.

SeokJin no dijo nada, pero de reojo lo vio levantarse y caminar hacia el área de caja del restaurante. Suspiró una vez más cuando se encontró a solas.

Era verdad que no le gustaba y no quería hablar frente a él de su antiguo yo y todo lo que implicaba su vida años atrás, pero no porque no confiara en YoonGi, sino por él mismo. Le avergonzaba la persona que fue en el pasado y por eso prefería dejarlo en el olvido.

Ahora, por cómo resultaron las cosas, no sabía si debía revelárselo a YoonGi para que viera que sí confiaba en él, o si debía mantenerlo guardado y esperar a que su omega respetara su decisión en no querer hablarlo. Y aunque francamente prefería más la segunda opción, era consciente de que tampoco resultaba precisamente justo para el contrario.

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Actualización del mes jsjsjs
Perdón que tarde tanto, pero la universidad de verdad me tiene hasta el cuello de todos los trabajos que debo hacer T.T

Actualicé seguido en War of Love porque eran capítulos que ya tenía escritos y solo era de releer y publicar, pero ahora me voy a tardar con ambas historias xd que por cierto, si les gusta el JinKook, les invito a leer ese fic UwU

Eso es todo, nos leemos luego. Bye~