SeokJin entró al elevador aún con YoonGi aferrado a su cuerpo. El omega lo rodeaba con sus piernas y sus brazos mientras mantenía el rostro escondido en la curvatura de su cuello.

El alfa tocó el botón del sótano, donde era el estacionamiento. Cuando las puertas se cerraron YoonGi salió de su escondite para poder verlo a los ojos. El alfa le veía de una manera tan penetrante, que solo eso era suficiente para hacerlo lubricar.

Ante el calor que sentía junto con sus ganas de aparearse, se acercó para besar a SeokJin. Sin embargo, no lo logró ya que el alfa inclinó su cabeza un poco hacia atrás para impedirlo. YoonGi quiso intentarlo una vez más, pero SeokJin volvió a apartarse. El omega frunció el ceño y tomó al alfa de la mandíbula para mantenerlo en el mismo lugar. Eso ocasionó que SeokJin sonriera, divertido por la reacción del contrario.

YoonGi volvió a acercarse y esta vez pudo lograr su cometido. Rozó sus labios con los del alfa, pero este se separó antes de lo que hubiese querido. Volvió a fruncir el ceño, pero su molestia quedó en el olvido cuando SeokJin estampó su espalda contra la pared del elevador. El omega soltó un suave jadeo que pronto murió ahogado dentro de la boca del alfa cuando fue él quien juntó sus labios de manera más brusca, más intensa y apasionada.

La respiración del omega se volvió más pesada y no pudo sentirse más satisfecho cuando sintió la excitación en el aroma del alfa.

Abrió un poco más su boca para permitirle el acceso a la lengua de SeokJin. Poco después el alfa lo bajó al suelo y lo volteó con el rostro contra la pared. Mientras pasaba la punta de su nariz por el cuello del omega, su entrepierna se presionaba a los glúteos de este, una de sus manos se posó en su muslo y lentamente la fue subiendo por debajo de la bata. YoonGi volvió a jadear cuando la mano de SeokJin se coló por la cara interna de su muslo. El alfa gruñó cuando tocó el lubricante del omega resbalándose por su piel.

Antes de que fuera un poco más arriba, las puertas del ascensor se abrieron. El par de omegas mujeres que estaban esperando a que el ascensor llegara a su nivel, quedaron desconcertadas al presenciar la escena que se mostraba en el interior.

El olor a excitación de ambos que pronto se tornó un poco amargo, indicando que no querían que nadie se acercara, en especial YoonGi, las cohibió y les incomodó a la vez. Una de ellas logró reaccionar, carraspeó para luego decirle a su amiga que era mejor que se fueran por las gradas.

Cuando las puertas se volvieron a cerrar, el alfa tomó control de sí mismo una vez más y se separó del omega. No obstante, YoonGi volvió a aferrarse a él en cuanto supo que SeokJin no pretendía seguirlo tocando. Necesitaba demasiado de contacto físico y no lo quería de nadie más que de SeokJin.

Las puertas se volvieron a abrir cuando el elevador llegó al sótano. SeokJin volvió a cargar al omega y salió en dirección al auto de TaeHyung. Por suerte le había dicho qué auto era y en qué número de estacionamiento estaba, por lo que no le tomó mucho tiempo encontrarlo.

Abrió la puerta del copiloto para poder sentar al omega, pero cuando se dispuso a levantarse, no pudo hacerlo porque YoonGi no parecía tener ganas de soltarlo.

—YoonGi —sonrió mientras colocaba sus manos sobre las del omega, intentando zafarse del agarre—. Solo me subiré del otro lado, no tomará ni diez segundos, ¿sí? No me iré, lo prometo.

YoonGi no lucía lo suficientemente convencido. El alfa exhaló hondo y se acercó para besar los labios del omega. YoonGi correspondió de manera inmediata, muy feliz por la iniciativa de SeokJin.

—Ahora vuelvo —susurró sobre sus labios.

El alfa se separó al fin. A paso veloz caminó por enfrente del auto hasta llegar al lado del conductor.

Las ganas que tenía YoonGi de subirse sobre su regazo en cuanto se sentó, eran inmensas, pero no hizo nada porque rápidamente algo más logró llamar su atención.

Relamió sus labios cuando vio la erección notablemente marcada en el pantalón del alfa.

—Pasaré por una farmacia para comprarle supresores.

—No —dijo de inmediato, volviendo a subir la mirada al rostro del alfa.

SeokJin volteó a verlo. Era la primera vez que YoonGi mencionaba alguna palabra desde que entró a la habitación de TaeHyung.

—Entonces lo llevaré a su penthouse.

—No.

—YoonGi —suspiró con pesadez y algo de frustración, no por el omega, sino por él. A pesar de que había tomado sus propios supresores, era evidente que no estaban funcionando con YoonGi a su lado—. Entonces necesito que me diga qué es lo que quiere.

—Usted sabe lo que quiero —respondió con determinación—. Y sé que usted lo quiere también.

SeokJin negó con la cabeza. YoonGi tenía razón en que él también lo quería, demasiado en realidad. Pero no debía dejarse llevar por sus deseos cuando su trabajo estaba de por medio.

—No es correcto.

—Por favor —le tomó un poco de tiempo, pero logró subirse a horcajadas en el regazo del contrario.

Y a pesar de que el alfa quería rehusarse a hacer algo con él, irónicamente hizo el asiento hacia atrás para que el volante no les estorbara. YoonGi esbozó una pequeña sonrisa. Acarició las mejillas del alfa antes de acercar su rostro más al suyo.

—Pueden despedirme por esto —susurró SeokJin.

—Será nuestro secreto.

YoonGi juntó sus labios nuevamente. SeokJin al inicio intentó separarlo de él y ser la conciencia entre ambos, pero en pocos segundos el placer de tener al omega sobre él y besándolo con desesperación fue tal, que en lugar de alejarlo lo tomó de la cintura para acercarlo más.

El omega se separó para deshacerse del nudo de la bata y abrirla. Aunque no se la quitó a totalidad, esta se deslizó por sus hombros. El alfa contempló su cuerpo, su hermosa piel que parecía de porcelana, sus rosados pezones, sus muslos que seguían húmedos por el lubricante y su pene que ya se encontraba más que despierto. SeokJin tenía la respiración pesada en solo cuestión de segundos, no lo pensó más y volvió a acercarse para besarlo. YoonGi se abrazó a su cuello a la vez que el beso se volvía más intenso.

Sin molestarse en separarse, el omega bajó las manos al pantalón del alfa e inició a desabrocharlo.

—Usted es demasiado travieso, señor Min —musitó el alfa.

—Deja de tratarme de "usted" —haló la pequeña palanca que recostaba el respaldar del asiento.

—Tal vez sea mejor ir a mi casa.

—Luego —bajó la ropa interior de SeokJin, lo suficiente como para lograr sacar su miembro e iniciar a masajearlo. El alfa jadeó en respuesta mientras que YoonGi sintió un cosquilleo en su vientre solo con sentir el grosor y la longitud del alfa—. Te necesito —dijo, casi en un tono de súplica—. Te necesito ahora.

—Espera —quiso detenerlo en cuanto lo vio levantarse con claras intenciones de introducir el miembro en su entrada. Se sintió alarmado, pues aunque estaba claro que su lubricante ayudaba demasiado, siempre necesitaba un poco de preparación previa—. Espera, espe... —inconscientemente soltó un gruñido y volvió a apoyar su cabeza en el respaldar cuando sintió la estrechez del omega al momento que introdujo la punta en su propio interior.

Sorprendentemente YoonGi no se quejó y tampoco hubo complicaciones cuando el omega se sentó por completo sobre el miembro del alfa, lo que le hizo pensar a SeokJin que TaeHyung lo había preparado antes de que iniciara a rechazarlo. Por alguna razón eso le molestó un poco, pero ese sentimiento se fue disipando con la sensación de tener las paredes interiores del omega apretándolo de una manera tan deliciosa, que iniciaba a dejarle la mente en blanco.

YoonGi también estaba demasiado perdido en el placer. Hacía tiempo que no tenía una pareja sexual, y ahora solo quería permitirse disfrutar cada segundo.

Se inclinó para besar de nuevo al alfa bajo él. Se tomó su tiempo en acostumbrarse a tenerlo dentro, a la vez que soltaba pequeños sonidos de placer cuando la lengua de SeokJin jugueteaba con la suya. Debido a la posición en la que se encontraban y al estado de YoonGi, SeokJin le otorgó todo el control.

Poco después el omega se enderezó y comenzó a moverse sobre el alfa, cada uno embriagándose con el aroma del otro y disfrutando de la fricción de sus cuerpos. Todas las ventanas del auto se empañaron, los jadeos de SeokJin y los gemidos de YoonGi se volvieron más audibles. SeokJin ya ni siquiera pensaba en si lo que hacían estaba bien o si estaba mal, solo pensaba en satisfacer a YoonGi.

El alfa tomó el miembro del omega e inició a masturbarlo mientras este lo seguía montando. Su otra mano se encontraba en una de sus nalgas, apretando con descaro, mientras que YoonGi se apoyaba del vidrio de la ventana para impulsarse hacia arriba y hacia abajo.

—Anúdame —pidió el omega entre jadeos.

SeokJin estaba disfrutando del acto tanto como el contrario, y aunque no había pasado demasiado tiempo para él, porque generalmente solía durar más en el sexo, la sola petición de YoonGi hizo que su orgasmo se aproximara.

YoonGi continuó moviéndose sobre el pene del alfa mientras se veían a los ojos. El contacto visual hacía que hubiera una conexión inusual entre ellos; no se sentía como si YoonGi estuviera viendo a SeokJin o viceversa, se sentía como si sus lobos estuvieran reconociéndose y complementándose con el otro, más allá de solo un apareamiento. En realidad no era como si estuvieran conociéndose hasta ahora, más bien era como un reencuentro entre ellos.

Al cabo de unos minutos el omega eyaculó sobre la camisa de SeokJin, emitiendo un gemido un poco más agudo a comparación de todos los demás que había soltado.

Eso bastó para que el alfa también se corriera en el interior de YoonGi, quien volvió a gemir ante la satisfacción de sentirse llenado. Se recostó en el pecho de SeokJin mientras sentía el nudo del alfa formarse poco a poco.

A pesar de que lo había deseado tanto, la falta de costumbre hizo que soltara pequeños quejidos por el dolor. SeokJin le acarició el cabello, dejó besos en su frente, sus mejillas y sus labios, sus manos se paseaban gentilmente por la espalda del omega e intensificó un poco más su aroma para intentar apaciguarlo.

Afortunadamente cada una de sus caricias funcionaron. YoonGi logró relajarse y luego no hizo más que apreciar el momento estando entre los brazos de ese alfa, de sentir su aroma y escuchar su respiración agitada que poco a poco iba regresando a la normalidad.

—¿Hace cuánto no te anudan? —preguntó el alfa, sin dejar de acariciarle el cabello.

—Mucho tiempo. Eres la primera persona con la que estoy en varios años.

—¿Seguro que estás bien?

—Lo estoy —mientras el silencio volvía a adueñarse del interior del auto, el omega inició a dejar pequeñas caricias con su dedo indicie en el pecho del alfa. SeokJin no se había desvestido para nada, solo se había bajado el pantalón lo suficiente para sacar lo que a YoonGi le interesaba, por lo que no le sorprendía que cada una de sus prendas estuvieran hechas un desastre gracias a él y sus fluidos. Todo se había hecho de una manera muy desesperada, pero no era algo de lo que YoonGi se estuviera arrepintiendo—. ¿Querías hacerlo esa noche?

—¿A qué te refieres?

—En Busan, cuando te invité a ir a mi habitación... ¿querías hacerlo? —sintió al alfa inflar su pecho para luego escucharlo suspirar.

—Moría por entrar a esa maldita habitación.

YoonGi sonrió. Se alzó con cuidado para poder verlo a los ojos. Colocó una mano en su mejilla y la acarició con su dedo pulgar.

—Creo que ya sobrepasamos ese límite, así que... de ahora en adelante no quiero que te detengas. Si quieres entrar, hazlo.

El omega se acercó para besarlo en los labios. SeokJin correspondió inmediatamente y sin objeción alguna, como si ese beso hubiese sido un símbolo de promesa entre los dos.

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Es la primera vez que escribo "lemon" entre los protagonistas tan rápido en una historia jajaja si han leído más de mis historias, sabrán que tardo casi 30  o 40 capítulos para llegar a eso xd pero ajá
No fue la gran cosa, pero igual espero que les haya gustado este cap UwU