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muchos les llega a muy temprana edad a otros ni siquiera al envejecer les ha llegado, estoy hablando del primer amor ; ese tan anhelado amor hace que nuestro estómago se llene de mariposas, ese amor que nos inspira, nos sonroja, el que hace que todo el tiempo estemos suspirando y pendientes del teléfono o de la puerta.

El primer amor es el que muchos dicen nunca se olvidan y otros cuantos ya ni recuerdan, ese primer amor que nos llena de tanta felicidad. Como tampoco se olvidará esa primera lágrima que derramamos por él.

Kang Yeosang y Park SeongHwa definitivamente habían sido mutuamente su más hermoso y primer amor. Un par de jovenes enamorados que sin duda a su corta edad sufrieron mucho para estar juntos.

La familia de SeongHwa no aceptaba muy bien joven de rostro hermoso, no por su posición social. Era sabido que Yeosang era un chico de clase baja y la familia de Park deseaba que su hijo estuviera con alguien de su nivel. En especial su madre, una mujer que si bien amaba a su hijo, la ambición por el poder y el dinero eran más grandes que cualquier otra cosa.

Sin contar que ante los pensamientos de la mujer Yeosang no sería más que un obstáculo para el futuro de su hijo. Puesto que Park quería primeramente abandonar su sueño de ser cantante con tal de no estar lejos de Yeosang. Por supuesto que Kang rápidamente se opuso ante ello y él más que nadie lo apoyó para continuar con su sueño.

Y así fue marchando su relación, con el tiempo afirmando su amor, haciendo que ambos jóvenes se enamoraran más y más, tan profundamente cada día.

Pero bien dicen que lo bueno no dura para siempre y cuando finalmente SeongHwa logró entrar como trainee en un empresa era contado con los dedos de una mano las veces que podían verse. Primero fueron días, después pasaron semanas y por último meses.

Pero Yeosang siempre estuvo ahí, con mucha paciencia y amor esperando por SeongHwa. Hasta que finalmente pasó lo que menos deseaban y se sintió muy culpable por hacer que SeongHwa llegara tarde a la empresa y tuviera una gran reprimienda, poniendo su carrera en riesgo.

Así que su muestra de amor más grande hacia SeongHwa fue dejarlo libre, sin problemas u ocupaciones que no fueran cumplir su sueño. SeongHwa de una alguna otra manera se lo agradeció... Cuando Kang decidió romper, SeongHwa si se había mostrado sorprendido y destruido, pero también el joven notó que su pareja se sintió a su vez aliviado...
SeongHwa esa noche lloró en su pecho y le pidió perdón por no lograr cumplir su promesa de mantener su amor por siempre.

Yeosang con lágrimas en sus ojos beso dulcemente los labios de su amado mientras le prometía que su sacrificio valdría la pena cuando el estuviera en la primera fila apoyando a la gran estrella en la que se convertiría.

Para en ese entonces ambos tenían 18 y 19 años.

Cuando SeongHwa cumplió 22 años finalmente había logrado debutar con ATEEZ y como siempre... Kang Yeosang estuvo ahí para apoyarlo.

SeongHwa se había enterado que Yeosang había sido reclutado hace no mucho por una empresa, aquello verdaderamente le alegró muchísimo y sus ganas de verlo nuevamente aumentaron.

Así que una noche decidió escaparse e ir en busca de Yeosang. Cuando lo vió supo que seguía igual de enamorado, que su amor hacía el hermoso joven en estos últimos tres años que estuvieron lejos se hicieron aún más fuertes, más profundos.

Pero aquello tan pronto le caería en cuenta que el ir a ver su amado angel había sido su mayor error.

Y nuevamente hizo promesas que no pudo cumplir.

Esa noche recibió varios mensajes y llamadas de su madre y manager. Su Manager reprendiendolo por salir sin su permiso e ir a verse con Yeosang.
Su madre y Manager se unieron y le amenazaron con hacerle daño a Yeosang, en especial con arruinar su carrera y depaso la de él. Así que al sentirse sin espacatoria optó por marcharse y dejar a su amado. Con el corazón hecho pedazos y sufriendo porque sabía que con ello había roto el corazón de su angel.

SeongHwa hubiera renunciado a su carrera, realmente lo hubiera hecho de no ser porque Yeosang saldría afectado.

Hace dos años atrás... Hace dos años atrás había roto el corazón de su gran amor y depaso el de él.

Por ello, después de eso dos años no esperó verlo otra vez y mucho menos con la maravillosa noticia de que ambos eran padres.

Mudo, con el corazón apunto de salir de su pecho y mejillas rojas, observaba a Yeosang, su preciso angel sonreírle con timidez a tan solo unos cuantos centímetros de distancia. Seguía igual, tan hermoso... Tal vez con sus facciones un poco más maduras, pero aquel hermoso rostro etéreo que le había robado más de una vez el corazón, seguía ahí.

—SeongHwa, hola— el mencionado sintió derretirse con tan solo escuchar su voz.

—Hola... Yeosang— susurró aún incrédulo de estar nuevamente a su lado. Quiso abrazarlo, pero simplemente se limitó a extenderle la mano y suspirar cuando una corriente le recorrió todo el cuerpo al sentir la tibia manito de Yeosang.

Supo que Yeosang había sentido lo mismo cuando notó su fallido intento de ocultar su sonrojo y su leve suspiro.

—Bienvenido, perdona por recibirte en estas fechas— señaló su delantal algo sucio —Pero cuidar de un pequeño de un año y cocinar es algo complicado— rio y se movió a un lado abriéndole el paso a SeongHwa y así dandole a entender que podía entrar a su hogar.

SeongHwa solo se limitó a sonreír mientras grababa la risita de Yeosang en su mente.

Siempre tan lindo.

—No te preocupes, aún así te vez muy lindo Yeosang— murmuró lo último y sonrió al ver que el mencionado se había avergonzado.

—¿Te gusta la pasta?— Yeosang cambio de tema avanzando hacia a la sala —Debo admitir que se me da muy bien.

—Me encanta la pasta...— respondió SeongHwa mientras le seguía atentamente.

Yeosang no respondió, en cambio paró y le miró. Ambos conectaron miradas, logrando sacarse mutuamente suspiros enamorados.

—Se que tenemos cosas por hablar... Pero me emociona más la idea de que primero conozcas a Junnie— explicó Yeosang —Aún tiene un dos, pero HyeongJun es muy inteligente y le hablé de ti, le hablo de ti...— murmuró lo último sin ser audible para el mayor —Sabe que eres su otro papi y de verdad se encuentra muy emocionado de conocerte...

—¿Sabe sobre mi...?— preguntó con emoción.

—Sabe... Ahora, si caminas un por ese pequeño pasillo encontrás a una personita muy especial que te está esperando— dijo Yeosang con una sonrisa y señalaba el pequeño pasillo que lo llevaba a la sala y cocina.

SeongHwa asintió y con sus nervios y emociones al máximo caminaba a pasos inseguros, siendo seguido por Yeosang.

Lo primero que vio fue un par de sillones y frente a ello una pequeña cocina estilo abierto. Suspiró y se ánimo a seguir avanzando a pasos lentos, tratando de calmar su corazón. Y ahí, finalmente frente a él se econtaban ese hermoso pequeñito riendo mientras balbuceaba algo que no era entendible y sostenía un pequeño oso de felpa.

Cómo si el pequeño tuviera un super poder se percató de la presencia del mayor y con sus ojitos curiosos le sonrió, cuando finalmente pareció reconocerlo se paró con ayuda del sillón, mientras tiernamente aplaudía y decía una y otra vez con emoción “pa-pá” con un poco de dificultad.

Pronto los ojos de SeongHwa se inundaron de lágrimas y a pasos temblorosos finalmente se acercó a su hijo, buscó con la mirada la de Yeosang y este le alzó los pulgares animandolo a seguir, sonrió y nuevamente dirigió su mirada a su pequeño y lo sostuvo entre sus brazos.

El menor sin quejas se dejó abrazar del eufórico padre, quien lloraba sin consuelo mientras sostenía delicadamente el cuerpecito del bebé.

—¡Papá!— gritó entre risitas el pequeño y con sus manitas acariciaba el rostro de su padre.

—Le he mostrado fotografías tuyas y le he hablado sobre ti..., en realidad desde que se encontraba en mi vientre sabía de ti— confesó avergonzado Yeosang mientras se le acercaba y le miraba dulcemente —Hay ocasiones donde le pongo videos tuyos en el escenario y se emociona mientras te llama papá...

SeongHwa se encontraba perplejo al escuchar sus palabras, pero más perplejo le dejó el atrevimiento del menor. Yeosang había tomando un pañuelo y con dulzura y delicadeza intentaba secar sus lágrimas que aún salían cual cascadas de sus ojos.

—Perdoname...— murmuró SeongHwa mientras ambos conectaban miradas.

—No tengo nada que perdonarte ya...— negó Yeosang retomando distancia —Pasado es pasado y ahora lo importante es HyeongJunnie, perdoname en cambio a mi por hacer que los chicos ocultaran la existencia de nuestro bebé, temía tu reacción y por como terminamos...

—Lo comprendo Yeosang y agradezco que me permitas tener esta hermosa oportunidad... De verdad gracias.

SeongHwa sabía que aún habían más cosas por hablar, pero por el momento se tomaría el tiempo de disfrutar con su preciso bebé.

Disfrutaría el tiempo de estar al lado de los seres que más amaba en el mundo entero.

Nuevamente la risita de HyeongJun fue quien le sacó de su ensoñación, rápidamente atacó a su bebé con besitos.
Sin ser consciente de las miles de fotografías que Yeosang le había sacado del lindo momento.

¿Recuperar a Yeosang? Definitivamente es algo por lo que lucharía, esta vez no dejaría que nada ni nadie se interponga en su camino. No cuando un precioso ser se había encargado de hacer que su amor por Yeosang creciera aún más.

No cuando él quería estar con HyeongJun y Yeosang, con sus amados angelitos.

Tal vez hoy no sería el día en el que explicaría la razón de su partida hace dos años, pero definitivamente buscaría el momento perfecto.

Bueno... Perdonen la narración pobre. La verdad me quedé sin ideas ㅠㅠ