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Maratón (3/3)
(Narrador Omnisciente)
~ PASADO ~
‹‹ Jimin y Yoongi, 15 años ››
— Dime Min Yoongi, ¿Cómo es que acabaste en problemas? ¿Sabes lo delicado que es destrozar propiedad del instituto?
El chico de cabellera azabache rodó los ojos ante el supuesto regaño de la directora del instituto.
— ¿Sabe cuánto donan mis padres a este lugar todos los años? ¿De verdad me vendrá con esos cuentos baratos directora? Puedo darle el doble si quiere, pero le aseguró que yo no he destrozado nada, para mi maldita mala suerte yo iba pasando.
Yoongi sabía que estaba mintiendo y no por temor a un castigó en el instituto, si no por qué sus padres se aprovechaban de cualquier error que cometiera para encerrarlo en su habitación y ponerlo a estudiar día y noche, sin descanso y no precisamente música, si no que todas las asignaturas de instituto, lo observaban por cámaras puestas en su habitación.
Para Yoongi eso ya no era un hogar, era una prisión y que tarde se había dado cuenta de lo que son sus padres, lamentablemente no podía hacer nada en contra de ellos, pues aún era menor de edad, sus padres podían quitarle todo lo que ha ganado durante años.
Buena reputación, buena educación, sus logros, que son méritos de él mismo y sobre todo lo que más ama... La música.
El no permitiría que nada de eso ocurriera, por esa razón decidió negar que arruinó material del instituto, sin querer lanzó una piedra a un chico que iba pasando y está cayó en unas ventanas, destrozandolas al instante, quedó estupefacto al ver su idiotez.
Claro que la suerte muchas veces bailaba al rededor del chico, pues en ese instante Jimin iba pasando y lo vio todo, siendo testigo de que Yoongi si cometió aquella bajeza.
El chico sonrió cuando una loca idea llegó a su cabeza para quedar fuera de todo aquello y no ser acusado como el único culpable de sus tonterías.
— No fui yo, pero se quién fue — Con aquellas palabras la directora mando a llamar al chiquillo de cabellera castaña en aquel entonces.
Yoongi estaba satisfecho con su cometido, pues su odio a Park Jimin era tan grande que podía arruinar su vida, diariamente y no se aburriría ni se cansaría de ello jamás.
— Park Jimin... ¿Tú destrozaste las ventanas del edificio F? — Jimin abrió sus ojitos enormes al escuchar tal bajeza, rápidamente su mirada paso a Yoongi quien tenía la comisura de sus labios elevada en superioridad, levantando la barbilla y cruzado de brazos, Yoongi lo había metido en un nuevo problema.
— No — Respondió al instante el castaño.
— El joven Min asegura haberlo visto lanzar piedras a las ventanas, ¿Alguna razón para competir tan atrocidad joven Park.
Jimin no pudo más que apretar los puños en impotencia, no pudo más que morder su labio y desear que Yoongi se cayera en un hoyo y no saliera de ahí jamás en su vida.
— Le dije que no fui yo señorita directora, no tengo ninguna razón para dañar la propiedad del instituto, jamás lo he hecho...
— Si me permite señorita directora, el joven Park y el joven Min son los mejores estudiantes no solo del salón, si no del instituto entero, el joven Min tiene el primer lugar y el joven Park el segundo. ¿De verdad crees que ellos hayan podido cometer un acto como ese? — Habló la maestra encargada del salón de ambos chicos.
— El joven Min, asegura haber visto al joven Park lanzado piedras, ¿Quién pagará los daños hechos?
— ¿Yoongi? — La maestra llamó al menor, obteniendo toda su atención — ¿Estás seguro de que fue Jimin? — El menor vio al chico a su lado, quien al parecer le rogaba con la mirada que dejara de mentir. Algo se removió en el interior de este, pero fue desechado al instante.
— Si, lo vi perfectamente — La maestra suspiró y Jimin cerró sus ojitos fuertemente, sintiendolos picar, ante las lágrimas que se acumulaban en ellos.
— Maestra Lee, venga unos segundos — Llamó la directora a la maestra, dejando a ambos chicos solos.
— ¿P-or qué estás haciendo... Esto Yoongi? ¿Qué te hice para que me odies tanto? Tú... Y yo sabemos que quien destrozó las ventanas fuiste tú, no yo.
Yoongi río divertido y sin voltear a ver al chico castaño ni una sola vez, decidió seguir con su plan.
— Sólo te odio por quien eres Park, odió tú vida, odió que intentes quitarme mi lugar constantemente, odió todo de tí.
Jimin sintió las lágrimas descender y con una manita las limpio rápidamente, jamás entendería por qué ese odió surgió de Min hacia él.
— No aceptó que me quieras culpar por tus errores siempre, no...
— Si no dices que fuiste tú, haré que tus padres paguen por todo, ¿Te imaginas si no tienen su único trabajó? ¿Te imaginas que les quiten la tienda y... Tú asquerosa casa?
El castaño sintió su corazoncito latir rápidamente, como si hubiera corrido una maratón, el miedo se apoderó de él, no quería causar daños y dolor a su familia, esa tienda de convivencia era lo único que los mantenía en pie.
— No... Por favor no hagas eso Yoongi, yo... Está bien, diré que fui yo, pero no toques a mi familia por favor — Rogó el menor, con lágrimas acumuladas en sus tiernos ojitos, sintiendo su respiración entre cortada por lo que tenía que hacer, lo que tenía que soportar al seguir estudiando en una escuela de ricos.
— Así me gusta, que cooperes Park, ni se te ocurra decir que fui yo, por qué no sabes de lo que soy capaz para destruirte.
En ese instante la maestra junto a la directora entraron a la oficina otra vez, esperando así poder tener alguna respuesta clara por ambos estudiantes.
— Si no me dicen quien fue realmente, llamaré a sus padres y ambos se irán a detención por lo que hi...
— Fui... Yo señorita directora — Habló Jimin, empuñando sus manitas y sintiendo un nudo formarse en su garganta — Yo... Destruí accidentalmente las ventanas, no fue... Yoongi.
El mencionado sonrió complacido por haber logrado su jugada sucia, él se había librado de un castigo en el colegio y de uno por parte de sus padres, mientras que a Jimin le llovería uno y mil problemas.
— Pero Jimin.. — La maestra estaba segura de que aquello no había sido así, y comprendió cuando notó la sonrisa triunfante en Yoongi y los ojos rojos de Jimin — ¿Por qué estás mintiendo?
La sorprenda fue grande en ambos chicos, la maestra no era ninguna tonta, ella sabía que la rivalidad de ambos chicos iba más haya de la debida, era más que evidente que Jimin le tenía cierto temor a Yoongi y que este último tenía un exagerado odio y despreció hacia Jimin específicamente.
— No... Es m-entira maestra, yo... Lo hice.
La maestra Lee no tuvo más que aceptar el hecho de que Jimin se culpara por algo que no ha hecho, pero debía hablar con ambos chicos, ella no podía permitir que aquello siguiera de esa manera.
— Joven Park, pasará una semana en detención, sus padres deberán pagar por los daños causados o me temo que su beca puede reducir, ese comportamiento es imperdonable en una institución tan prestigiosa como está.
El cuerpo del chico se heló por completo, ¿Cómo sus padres pagarían por algo que él no hizo? No podrían hacerlo, sabía que tenían muchas deudas, que últimamente la tienda había estado teniendo fuertes problemas económicos.
Tanto la maestra como ambos chicos salieron de la oficina de la directora, después que está le dijo que los padres del castaño debían presentarse el día siguiente. Jimin iba cabizbajo, pensando en cómo se los diría a sus padres y Yoongi iba sonriendo como todo un héroe.
No era la primera vez que Yoongi se salía con la suya, muchas otras veces culpaba a Jimin por sus actos, durante todos esos años estudiando juntos, Jimin ha tenido que sufrir los maltratos de Yoongi, las humillaciones, el bullying, absolutamente todo.
La beca de Jimin siempre se logró mantener, pero debía seguir estudiando en los mejores colegio, que para su mala suerte en esos siempre estaba Yoongi, haciéndole la vida de cuadritos, destrozando todo a su paso, lastimandolo de todas las maneras posibles.
Mientras Yoongi, no comprendía por que lo hacía, no entendía aquel sentimiento hacia Jimin, razón por la cual siempre lo culpaba de todo, quería quitar todas esas cosas que sentía en su pecho, algo cálido por odio, por despreció, constantemente se repetía cuan grande era su odio por el menor.
Al terminar el día escolar Yoongi se fue victorioso a su casa, mientras Jimin se encerró en los baños, deseando no ver a sus padres por el miedo a que se enfermen por tantos problemas.
Los padres de Jimin jamás lo castigaban, jamás le habían corregido a base de golpes, siempre fue con amor, con dulzura, calidez y sabía que si les decía todo lo ocurrido ellos comprenderían, pero el menor sabía perfectamente que sus padres estaban pasando por una fuerte situación, no quería ni pensar en cómo reaccionarán cuando vean la cantidad que deben pagar.
Y por algo que él no hizo.
Jimin empezaba a sentir un nuevo sentimiento en su interior, uno que jamás había sentido y del cual no había sido consciente, hasta ese momento.
Despreció.
Jimin empezaba a despreciar a Yoongi, se decía una y otra vez que ese chico quizá podía cambiar, pero jamás ocurrió, los años fueron pasando y el odio del azabache por él, iba en aumentó, Jimin creía que él no tenía la culpa de ser inteligente, de ser pobre y no de alta sociedad.
No entendía por qué tanto odio del azabache hacía él. Pero ahora empezaba a sentir que era suficiente y el odio o despreció empezaría a ser mutuo si las cosas seguían en ese curso.
La maestra Lee, jamás logró sacarle la verdad a Jimin, mientras esté le decía una y otra vez que si fue él. Cuando llegó el momento de decirle a sus padres, el menor lloró pidiéndoles perdón por ser una carga y un problema, los padres de este no pudieron hacer más que abrazarlo y decirle que todo estaría bien.
Claro que jamás ninguno de ellos se imaginó que al día siguiente un sobre llegaría a sus manos, con la cantidad exacta que debían pagar por los daños ocasionados a las instalaciones del instituto. No tenía remitente, no tenía absolutamente nada, por lo que nunca supieron de parte de quién iba, no querían usarlo, pero necesitaban pagar, así que lo vieron como un préstamo. Uno que jamás pagaron por qué nunca supieron quien se los dio.
A los días después, Jimin encontró una nota en su casillero, una que clavó mil dudas en su cabeza.
"Perdóname"
Eso era lo único que decía, junto a la nota venía un dibujo de un infantil muñequito de una galletita. Jimin guardo aquella nota entre sus cosas. El creía saber de quién provenía, sobre todo por qué el mismo Yoongi paso más de dos semanas sin insultarlo, molestarlo, agredirlo, ni meterlo en problemas.
Jimin supo entonces que lo más probable era que Min haya dejado la cantidad de dinero en su casa, nadie más que él podía ser, creyó en aquella alocada idea durante días.
Pero nada fue igual cuando los insultos, regresaron, nada fue igual, cuando Yoongi volvió a humillarlo y meterlo en más y más problemas.
— Fuiste tú el que dejó el dinero en mi casa ¿No es así?
Con aquella única pregunta Jimin desató lo imparable, pues él mismo logró que Yoongi regresará a los insultos, a las humillaciones y más, de haber sabido antes, el castaño se hubiera quedado callado y jamás hubiera alterado a la fiera que es Min Yoongi.
Jimin creía que dentro de aquel corazón frío y mirada fría, se ocultaba un tierno gatito, aunque en aquel tiempo, no lo pudo saber, puesto que este se comportaba como todo un animal con quien sea y en especial con él.
Lo que Jimin nunca pudo comprobar es que, efectivamente fue Yoongi quien dejó aquel sobre de dinero en la casa de los Park, fue él quien sacó dinero de sus ahorros y se los entrego, pues algo en su interior le dijo que había cometido un error y lo quiso enmendar.
Desde ese momento en adelante el verdadero sentimiento de Yoongi hacía Jimin, fue cubierto por un aumento de bullying, de insultos y.... Maltratos físicos.
Sólo así, pudo tapar con sus actos, que realmente se estaba enamorando de Park Jimin.
Su tentación.
Su... Bello ángel.
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¿Qué les pareció este capítulo amigos?
Se basó sólo en el pasado del Yoonmin, habrán más de estos, mi propósito es que entiendan que o que sepan todo lo que Yoongi le llegó hacer a Jiminie en el pasado, en uno de ellos estará que fue lo que realmente sucedió la última vez que se vieron.
Espero les haya gustado esta maratón amigos🤭
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¡Happy Jimin day!
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¡Nos leemos pronto amigos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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