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🎶 53 🎶


(Narrador Omnisciente)

Horas incontables en las cuales Jimin y Yoongi llevaban viajando.

El menor ya quería saber su lugar de destino y su amado esposo no le había querido decir ni una sola vez hacía donde iba, aún si usaba sus encantos, no salía nada de los labios del mayor.

Tanta fue la insistencia de Jimin que terminó durmiéndose una vez se cansó de rogarle a su esposo que le dijera.

Entre los brazos del mayor el chico de ahora cabello platinado, descansaba profundamente, soltando suspiros de satisfacción de vez en cuando, siendo mimado en todo momento por el mayor.

Un par de horas después Jimin ya estaba despierto y observando fijamente a su amado, quien seguía profundo, el menor lo escaneaba intensamente, esperando que no despertase.

Se puso de pie, con total sigilo y se acercó al bolso de mano que llevaba su esposo, con la única intención de saber su destino, pues la curiosidad lo estaba matando.

Se descuidó un segundo y cuando estuvo a punto de sacar el boleto donde estaba la información que necesitaba, está fue arrebatada de sus manos. Jimin se quedó estupefacto, trago grueso al sentir la fuerte presencia tras él. Con lentitud fue dando media vuelta, topándose con la mirada sería de su amado.

- Yoonnie~ - Dijo un meloso y sonrojado Jimin - ¿Dormiste bien mi amor?, ¿Quieres que te pida algo? - Aunque Jimin trataba de desviar la atención de su esposo, fue imposible.

- ¿Tanto quieres saber hacía dónde vamos Minnie? - Preguntó Yoongi, suspirando y guardando nuevamente el boleto.

- Lo siento - Susurró Jimin, mientras bajaba la mirada y puchereaba.

- Ya llegamos amor, los sabrás pronto, pero deja de indagar de esta forma o jamás me saldrán las sorpresas para ti - Reconfortó el mayor, mientras dejaba un casto beso sobre la frente del menor.

Jimin tomo la mano de su amado y ambos tomaron asiento, pues el avión estaba por aterrizar y debían abrocharse los cinturones.

Una vez estuvieron en tierra firme y seguros, Jimin empezó a sentir ansias por bajar y saber en dónde estaban, claro que nadie lo dejo asomarse por ninguna ventana cuando llegaron.

- ¿Estás listo cariño? - Preguntó Yoongi.

- ¡Si! - Dijo un emocionado Jimin.

- Bueno cielo... Tendré que vendarte los ojos, aún no llegamos hasta donde quiero que lleguemos - Dijo con cautela el mayor.

- ¡Yoongi! - Gritó un indignado Jimin.

Tenía largas horas esperando y empezaba aburrirse, quería saber y no tenía ni siquiera una sola pista de donde estaban, aunque tenía muchísima curiosidad sabía ahora que estaban más cerca que antes.

- Lo siento amor, pero es necesario, solo será media hora, ¿Si? - Jimin suspiró y asintió.

- Está bien, no tengo otra opción - Yoongi sonrió y dejó un beso sobre sus labios.

El menor fue vendado de sus ojitos, fue llevado hasta la puerta del jet por su esposo y también cargado por este mismo para bajar.

Jimin sintió cuando su amado lo metió en un auto, cuando esté emprendió camino y sintió un clima muy fresco, cálido, pues no era frío como el invierno, ni caluroso como el verano, era como si el sol ya se hubiera ocultado, dejando paso a una noche fresca.

Se tranquilizó y se apego a su pareja, quien lo recibió gustoso. Así durante 30 minutos más, con un ansioso y desesperando Jimin por saber dónde estaban y un emocionado Yoongi, porque ya casi llegaban.

Jimin fue bajado del auto y aunque espero que la venda fuera retirada, eso no sucedió. Solamente sintió cuando fue cargado por su esposo y como sus pies tocaban una superficie un poco superficial segundos después.

- ¿Dónde estamos Yoon?, ¿Por qué me muevo tanto? - Preguntó Jimin.

- Siéntate amor, solo 10 minutos más...

- Llevo casi 22 horas escuchando eso - Refunfuñó el menor.

Yoongi solamente río y al instante se escuchó como un motor hacía un ruido y asustaba a Jimin.

Entonces Jimin supo que estaban sobre un barco o lancha o no sabía, pero sobre el mar, viajaban relativamente rápido, con un Jimin aferrado a su esposo, sintiendo el nerviosismo.

Justo 10 minutos después Yoongi dejó un beso sobre la comisura de los labios de su pequeño notando la sonrisa de este.

- Es hora amor - Confirmó el mayor.

- Ya era hora Yoonnie, estaba ansioso... - Las palabras de Jimin se cortaron cuando la venda fue retirada de sus ojos.

Una hermosa y brillante cabaña flotante sobre una isla, eso es lo que los ojitos de Jimin observaban, grande, espaciosa y aunque aún estaba a un par de metros de ellos, el menor ya había caído enamorado de ese maravullo lugar.

- Es... Hermoso Yoonnie - Susurró el menor, mientras admiraba el lugar - Una cabaña flotante, pero... ¿Cómo es que...?

- Son las islas del Caribe negril aquí en Jamaica - Respondió Yoongi.

- ¿Jamaica?, ¿Estamos en Jamaica Yoon? - Preguntó con asombro el menor.

- Así es cielo, ¿Te gusta? - Preguntó el mayor, notando que ahora estaban frente a la que sería su cabaña durante una semana.

- ¡Me encanta Yoon! - Jimin abrazo a su amado y en verdad sentía mil emociones en su corazón.

Bajaron de la lancha, que ahora sabía Jimin que de eso se trataba. Para quedar justo sobre la cabaña que sería de ellos esos días, la que disfrutarían y aprovecharían todo lo posible.

El platinado no dudó en admirar y recorrer cada rincón de aquel bello lugar, estaba fascinado, encantado y enamorado de cada mínimo detalle y es que siempre fue un sueño frustrado para él, estar sobre una cabaña flotante en una isla y ahora su sueño se volvía realidad, cada uno de sus deseos, sueños y anhelos se estaban cumpliendo.

Yoongi llegó por detrás y lo abrazó, mientras esté admirada el mar, las luces que brillaban bajo el agua y hacía ver espectacular aquellas cabañas.

- Quizá... - Inicio hablar el mayor - No podré cumplir tu sueño de ser bailar amor, quiza... No pueda regalarte nuevamente las ilusiones de bailar y cantar como un Idol, como siempre fue tu sueño... Pero prometo que te haré el hombre más feliz del mundo, cumpliré todos y cada uno de tus sueños, donde quieras vieja, ahí irás, lo que quieras comprar u obtener, te lo daré, si quieres abrir tu propia cafeterías así será, pídeme todo amor y te lo daré - Susurraba el mayor, sobre el cuello de su amado.

La piel de Jimin se erizo y aunque amo las palabras de su amado, sintió una pequeña opresión sobre su pecho, con unas ganas de llorar que estaba a punto de dar, respiró profundo y se dispuso hablar.

- Quiero algo amor... - Dijo el menor.

- Pídelo cielo y lo tendrás - Aseguró el mayor, atento a las palabras de su pequeño ángel.

- Sólo quiero que siempre estés a mi lado, sin importar que... Quiero que siempre seas el amor de mi vida, padre de nuestro pequeño y futuros hijos, quiero... Qué me regales toda la felicidad y amor del mundo, eso es lo único que quiero, ser feliz junto a ti.

Jimin se volteó y quedó frente a su amado, quien tenía sus ojitos llenos de lágrimas y con una tierna sonrisa, siento correspondida por el menor.

Ambos unieron sus labios, sintiendo la humedad y dulzura de estos, soltando un suspiro de satisfacción cada uno.

Yoongi tomo las caderas de su pequeño y lo apego más a él, ambos suspirando por la cercanía de sus cuerpos, amando la sensación.

- Tendrás toda la felicidad que deseas amor de mi vida - Fueron las palabras del mayor.

Presionó sus labios con los del menor, ambos sintiendo la ferocidad y anhelo entre sus besos, necesitaban estar juntos, lo necesitaban más que nada y aquella noche, sería testigo del inmenso amor que se tienen uno al otro.

Yoongi tomo por los muslos a su amado y con cuidado lo alzó, hasta que esté último enrollo sus piernas sobre las caderas de su esposo. El mayor camino con su pequeño hasta la recámara donde no dudó en recostarlo sobre la cama una vez estuvieron ahí.

Aunque sus ropas aún las tenían puestas, la fricción entre ellas era inevitable, suspiros de satisfacción y necesitadad escapaban de los labios de ambos, lo querían y lo tendrían.

- Te necesito mi ángel - Susurró Yoongi, mientras presionaba con delicadeza sus labios sobre el cuello del menor.

Jimin ladeaba la cabeza hacia un lado, sintiendo mil sensaciones placenteras ante los toques que su amado le proporcionaba.

Cada toque, cada caricia, cada beso, cada anhelo, cada segundo de deseo, eran como mil explosiones placenteras en sus cuerpos y corazones.

Lo que deseaban y necesitaban, sus cuerpos se aclamaban, sus labios pedían a gritos estar unidos, sus corazones lo deseaban.

Prenda a prenda fue siendo retirada del cuerpo de cada uno, dándose el tiempo necesario para cada paso, cada movimiento, pues querían sentirse, querían amarse, no querían correr o hacerlo rápido por la desesperación.

Si, necesitaban ser uno solo, pero más que nada, necesitaban sentirse uno a otro, sentir sus caricias y deseo, ambos sabían que hacer el amor con lentitud es lo que más amaban y les encantaba.

Sus cuerpos estuvieron totalmente desnudos, sin una prenda de por medio. Piel con el tocándose y sintiendo la suavidad de otro, los dedos de ambos se paseaban con delicadeza por cada centímetro de sus brillantes cuerpos.

- Eres hermoso mi vida, tu cuerpo es una obra de arte - Dijo Yoongi lascivamente.

El mayor admiraba con amor en su mirada, cada centímetro del cuerpo de su esposo, apreciando la piel delicada, el brillo de esta, era como si tuviera frente a él, una escultura perfecta y para Yoongi, así era, su amado era arte puro.

El mayor se agachó lo suficiente para depositar tiernos y húmedos besos por cada una de las cicatrices que el hermoso cuerpo de su amado cargaba. Sobre su tobillo, otro beso sobre su rodilla, uno más sobre su abdomen, donde estaba la cicatriz de la cesárea.

Yoongi admiraba a su bello ángel, tenía como esposo a un hombre fuerte, admirable, respetable, adorable y luchador, sabía que se había ganado la lotería con su chico, por esa razón jamás lo dejaría solo y lo amaría día a día, sin dudar una sola vez.

Los besos fueron subiendo de todo cuando llegaron a los pezones del menor, mientras la mano de Yoongi jugaba con el miembro y entrada del platinado, quien se aferraba a las sábanas y soltaba suspiros placenteros mientras su espalda se arqueaba.

Los labios de Yoongi subieron hasta las clavículas del menor, para llegar a su barbilla y finalmente los labios de este. El beso se volvió fogoso, intenso, necesitado y caliente, ambos más que existados y necesitando de más, ellos solo querían más y saciar sus deseos carnales.

Yoongi fue introduciendo un dedo dentro de su amado, amando la sensación, ambos sintieron placer, la mano del mayor no se detenían y mucho menos los labios de ambos, los cuales se deboraban unos a otros.

Uno, dos y tres dedos fueron los intrusos que prepararon a la perfección al menor. Jimin no resistía más, él deseaba de su esposo.

- Yoon~ te necesito a ti amor~ - Dijo con deseo el menor.

- Lo que tú digas mi vida.

El mayor sacó sus dedos del agujero del platinado y se acomodó entre las piernas de este, uniendo sus labios una vez más y tomando su miembro, para alinearlo sobre la ya preparada entrada del menor.

Lento, preciso, seguro y delicioso, así era como el mayor se fue introduciendo en su ángel. Sin duda, Aldo increíble, espectacular y que los hacía ver las estrellas, era algo exquisito.

- Mgh~ - Los gemidos de ambos empezaban hacer acto de presencia.

Los movimientos lentos y delicados del mayor empezaron, ambos aferrándose uno al otros, con sus cuerpos muy unidos, moviéndose al compás de sus deseos.

Las manitas de Jimin recorrían sin control todo el blanco trasero y espalda del mayor, dejando marcas sobre este, pues las sensaciones en su cuerpo eran exquisitas y placenteras.

Yoongi acariciaba las piernas y muslos de su amado, sus grandes manos tocaban todo lo que le pertenecía, subieron lentamente hasta entrelazar sus manos, aferrándose unas a las otras, mientras sus caderas no perdían el ritmo, al contrario estos movimientos aumentaban sin control.

Las embestidas fueron subiendo de nivel, al punto de no dejar un solo centímetro entre sus cuerpos, los jadeos y gemidos era arte creada por ellos, junto al chapoteo de sus pieles, el chocar de sus cuerpos era un ritmo creado por ellos mismos.

Los labios del mayor dejaban marcas sobre el cuello del menor, sabía que aquello dejaría unas marcas violetas o rosas después y esa era la idea del mayor.

- Mgh~ Ah~ Yoonnie, quiero más~ - Pidió el menor, fascinado con todas las sensaciones que sus cuerpos producían.

- Te daré más bebé~ - Afirmó el mayor.

Entonces el ritmo de ambos aumento, las estocadas se volvieron agresivas, fuertes, rudas, acetivas y sobre todo, exquisitas. El balanceo de la cama se unió junto a sus cuerpos, los gritos ahogados de placer salía de sus labios encantados con las sensaciones más reales que podían existir.

Yoongi golpeaba una y otra vez la próstata de su amado esposo, escuchando como este jadeaba de placer y le pedía por más, los labios entre abiertos de Jimin eran una tentación para el mayor, quien no dudaba en deborarlos por completo.

El mayor dio media vuelta aún dentro de su pequeño, dejándolo sobre él mismo, Jimin comprendió al instante y no demoró en empezar a mover sus caderas de lado a lado y en círculos, para después empezar a saltar sobre el miembro de su esposo.

Yoongi se sintió en la gloria al ver el escultural cuerpo de su esposo sobre él, como este meneaba sus caderas sin descaro alguno. Claro que lo sorprendió aún más cuando el mismo Jimin colocó sus manos sobre su pecho, se reclinó un poco y empezó a moverse sin control alguno.

Las caderas del menor eran arte y claro que el practicar el arte del baile, lo hacía más que perfecto. Pareciera como si Jimin estuviera bailando sobre el miembro del mayor y quizá sí era así, por lo cual Yoongi estaba fascinado.

El menor unió sus labios con los de su esposo, sin dejar de moverse, al contrario, sus movimientos aumentaban y ambos no podían parar de jadear y gozar el momento.

Yoongi no se pudo controlar, tomo de las caderas a su esposo y se levantó junto a él, para recostarlo sobre la cama, tomar las piernas de este y subirlas sobre sus hombros, acción que logró que ambos sintieran más la profundidad del miembro del mayor, algo que les gustó sin lugar a dudas.

Jimin se aferró a la sábana, abrió sus labios levemente para después sentir los deliciosos labios de su amado, no era una posición cómoda, pero los hacía sentir más y más placer.

Las embestidas no se detenían, no paraban y no pararía pronto, ellos querían más y no querían acabar pronto, aunque sus cuerpos ya se los estuvieran exigiendo, ellos querían seguir sintiendo ese inigualable placer.

- ¡Ah!~ - Soltó un fuerte gemido el menor, cuando sin previo aviso, se corrió sobre su abdomen, sintiendo toda su esencia manchar el cuerpo de ambos.

Una sensación placentera y fascinante, claro que Yoongi quedó encantado con la acción de su amado, él decidió seguir hasta acabar, algo que pasaría pronto.

Tomo las piernas del menor y las enrollo sobre sus caderas, se apego pecho con pecho, unió sus labios una vez más y siguió embistiendo sin parar.

Segundos después un gemido ahogado salió de lo más profundo de la garganta del mayor, cuando toda y cada gota de su esencia lleno por completo a su amado.

Ambos estaban satisfechos, complacidos, agotados y encantados. Sin duda una de las mejores sesiones de amor y de sexo que habían tenido, habían logrado satisfacer cada uno de sus deseos carnales, sus cuerpos anhelaban sentirse y ellos no eran nadie para impedirlo.

- Wow - Se escuchó la agitaba voz del menor - Esto fue...

- Increíble - Completo el mayor.

Ambos se vieron a los ojos, notando el brillo en sus miradas, el placer, pasión, felicidad y sobre todo amor que se notaba. Sonrieron satisfechos con sus pensamientos y unieron sus labios una vez más.

Esta vez, un beso más suave, tierno, amoroso y delicado, Yoongi no fue capaz de salir de su pequeño esposo, al contrario, empezó a moverse lentamente dentro de este.

Si, estaban agotados, pero sus cuerpos les rogaban por seguir, por empezar una ronda más y como ya dijimos, ellos no eran nadie para negarselos.

- Mi bello ángel - Susurró el mayor sobre los labios de su pequeño - Te amo, siempre te amaré mi amor - Dijo con dulzura.

- También te amo mi amor, te amaré el resto de mi vida - Respondió el menor, dejando suaves besos sobre los labios de este mismo.

La noche apenas iniciaba, el romance estaba tocando sus puertas, sus cuerpos estaban listos para seguir, sus deseos estaban preparados para disfrutarlo todos los días de la semana que estarían en aquella hermosa isla.

La pareja de esposos no saldría fácilmente de aquella habitación, pues en verdad era como si sus cuerpos tuvieran un imán y desearán más uno del otro, intentando calmar y sasear sus deseos carnales, algo que no sería fácil de lograr pronto.

Una nueva ronda de besos, una nueva ronda de caricias, de suspiros, movimientos lentos, jadeos, gemidos, pasión, deseó. Todo iniciaba una vez terminaban.

Estarían jugos una semana en aquel paraíso, ¿Por qué no amarse sin control si tienen la oportunidad?

La pareja, apenas iniciaba una vida llena de felicidad y claro que la vivirían a máximo, pues anhelan una vida feliz y plena.

Min Yoongi y Min Jimin, ya podían ser felices, amarse y ser uno solo, por el resto de sus vidas.


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¿Qué les pareció este capítulo?

Esperó que les haya gustado mucho, pues me quedo más largo de lo que creí el capítulo y sobre todo porque es el último Lemon en esta obra 🥺

Ya me puse sentimental 😭 quise plasmar bien los sentimientos de ambos aquí, así que esperó haberlo logrado.

¿Qué les pareció done Yoongi llevo de luna de miel a Jiminie?🥰

Sin querer encontré esa imagen y quedó bien con la luna de miel, disfrutaron mucho esos dos pillines

Falta poco🥺

¡Nos seguimos leyendo!

Besitos💜

No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐

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