(Narra Yoongi)

- Ya hablamos lo que debíamos hablar, no necesito escuchar más de ti Min, sólo... Déjame irme con mi hijo y serás libre de hacer lo que quieras.

Las palabras de Jimin seguían matándome cada segundo.

Lo tomé del brazo, fuertemente para que no se safará, pero sin lastimarlo, bajamos hasta la oficina y nos encerré a ambos ahí. Hasta ese momento lo solté y me veía furioso.

- ¿Qué mierda crees que haces Yoongi? - Me dijo, notablemente furioso.

- Evitando que hagas una escena y una estupidez Jimin, ¿Te das cuenta de la ridiculez que estamos haciendo? - Le dije.

- El que inicio fuiste tú, yo no tengo la culpa de que seas un idiota - Suspiré cansado y no tuve de otra más que decir la verdad.

- ¿Sabes porque vine borracho anoche?, ¿Sabes porque me fui temprano sin despedirme?, ¿Me dejaste explicarte?, No Jimin, tú nunca dejas hablar.

- Entonces habla, dime una buena razón, del porque hayas hecho todo esto - Sus ojitos se aguaron y en realidad eso sí me dolió verlo, esto es lo que menos quería que ocurriera.

- Las deudas de mis padres estuvieron a punto de dejarme en quiebra Jimin, ayer entre a una reunión que me permitirá levantar esa deuda, podré reponerme y quizá obtener más de lo que estoy por perder, pero son inversionistas japoneses, los cuales no estiman en gastos y no aceptan jamás un No por respuesta.

- ¿A que quieres llegar Yoongi?, Eso no justifica todo lo que hiciste, además... Se supone que eramos una pareja, ¿No pudiste confiar en mí y decirme que está sucediendo?

- Lo intenté, pero cuando desperté, ya me estaban llamando que tenía una reunión con esos inversionistas, a primera hora, tuve que salir corriendo de aquí, llamaron a la casa, porque mi teléfono...

- ¿Tú teléfono que?

- Ha estado sin pila la mayor parte del tiempo, cuando logré cargarlo, solo logré un 5% y después salí corriendo a otra junta, volvió a quedarse sin pila... Jimin, ¿Sabes lo importante que es preguntar antes de armar un show?

Bajó la mirada y después se rió, no se porque estaba reaccionando así, se volteó y noté como su risa cesó y en su lugar empezó a llorar.

- Tienes una maldita secretaria, contigo trabaja Hoseok Hyung, tienes asistentes, tienes... Muchas opciones de cómo pudiste llamarme y decime, ¡Hey Jimin!, Llegaré tarde porque estoy por cerrar un contrato importante para no irme a la mierda con mis empresas.

Se volteó y pude ver sus ojos irritados, cansados y decepcionados. Me di cuenta que tengo toda la culpa y que tenía razón, en que no le llamé por ningún otro medio, teniendo como hacerlo.

- Perdóname por favor Jiminie, no lo pensé, solo pensé en... En que mis años de esfuerzo dedicación y amor por mi trabajo se iban a ir a la mierda, todo lo que me costó se iría al demonio, por la culpa de las deudas que mis padres dejaron.

- Entiendo... Que sea un asunto delicado, importante, el cual no es ningún juego Yoongi. Pero... No estabas solo, tienes familia, pudiste apoyarte en mi, pudiste... Tomar un segundo de respiró y ver al menos de lejos a mi pequeño, pudiste... Desahogarte conmigo.

Realmente Minnie tenía razón y me sentí un verdadero idiota, uno que no supo sobre llevar una caída, y si así es en este momento, ¿Qué me pasará en el futuro?

- Yo... No puedo darte una justificación o excusa, porque sé que tienes razón amor, pero mi cabeza se bloqueó, me obligaron a tomar mucho alcohol y tú sabes que eso provoca reacciones secundarias en mi.

- ¿Cómo comportarte como un verdadero imbécil?, Si lo sé.

Me acerqué a él, aunque él retrocedió, no me importó, me arrodille frente a Minnie y lo abracé de las piernas, coloque mi mejilla derecha sobre su abdomen y dejé salir mis lágrimas.

- ¿De verdad piensas dejarme Minnie?, ¿De verdad quieres romper nuestro compromiso?

No quería que eso sucediera, no podría permitirlo. La amo, realmente amo a Jimin, es mi única luz y no se cómo puedo seguir siendo un verdadero imbécil y tratarlo de esta manera, cuando él siempre ha sido un ángel conmigo y a sabido perdonarme.

- Yo... - Su respuesta flaqueó y eso me hizo dar a entender que aún sostiene su idea.

- No me dejes cielo, no rompas nuestro compromiso, no te lleves a nuestro pequeño, por favor Jimin, te lo pido amor, yo te amo mi bello ángel...

Jimin suspiró frustrado, se alejó de mi y se sentó en el sofá que estaba en mi oficina. Me quede justo donde estaba, yo no quiero perderlo, es lo último que quiero, pero me duele ver qué no me diga nada.

- ¿Cómo.... Haces para siempre lograr lo que quieres Yoongi? - Me dijo y me sentí confundido.

- Jiminie... - Me acerqué, aún sin comprender lo que quería decir.

- Es decir - Detuvo mis palabras - ¿Al menos lograste recuperar tu empresa?

- Ahora logré cerrar el contrato, mi empresa... Esta salvada...

- Y tu relación casi perdida...

- ¿Qué?, Pero Jimin...

- Yo entiendo, que tu empresa es propiedad, créeme que lo sé, te ha costado mucho poder crear la tuya y en verdad me alegra saber que todo mejoró, pero... ¿Tan difícil era decirme lo que estaba sucediendo?, Pude haberte ayudado, no con mucho, pero si en una gran parte Yoongi.

- Lo siento - Le dije al borde del llanto una vez más.

Me senté frente a él y dejé caer mis lágrimas, no tenía palabras para expresar lo culpable que me siento y lo idiota que soy.

Minnie se acercó a mí y sin esperarlo, se sentó sobre mi regazo y me abrazó fuertemente. Sin decir nada me aferre a su cintura y dejé escapar mis lágrimas.

- Perdóname cielo... Yo tenía miedo y no supe cómo decírtelo, corría el riesgo de no poder darles rodó lo que se merecen, de dejarnos en la calle y... Tenía miedo Minnie, realmente lo tenía.

- Tus miedos son los míos también Yoongi, ¿Crees que estoy contigo por tu dinero?, He vivido sin el durante años, quizá el golpe hubiera sido duro y lo hubiéramos resentido como nunca, pero siempre hubiéramos encontrado un forma de salir adelante.

Las palabras de Jimin, me hacían entender que nuevamente cometí un error y que realmente no merezco a alguien como él. En verdad me arrepiento de haberlo ignorado, no me di cuenta que lo hice, estaba muy enfrascado en solucionar ese problema que no me di cuenta del error que estaba cometiendo.

- Perdóname Minnie... - Susurré, aferrándome más a él.

- Por el momento Yoon... Es mejor que...

- No Jimin, ni siquiera lo digas, no dejaré que te vayas, no dejaré que me dejes, no, otra vez no amor, te lo ruego - No pensaba dejarlo, no una segunda vez.

- Es mejor que vayas a descansar Yoongi, eso iba a decir, apestas alcohol, toma un baño y descansa.

Me solté al llanto una vez más, por qué en verdad tengo al mejor hombre de todos, ¿Cómo si quiera olvide en decirle todo?, No merezco su perdón, pero tampoco quiero que se aleje de mi.

- ¿No me dejarás verdad Minnie? - Le pregunté con miedo.

- No Yoongi, no te dejaré, ¿Sabes lo difícil que es para mí, siquiera decir las palabras?, Me dolió en el alma quitarme ese anillo, decirte que te dejaría, es que... ¿Por qué no me dices nada?

Saque el anillo de mi bolsillo y tome su manita, coloque nuevamente el anillo, donde debe ir y bese la comisura de sus labios.

- Por qué... No sé mi ángel, yo tenía miedo de perder por lo que tanto he luchado, me concentre tanto en querer recuperarlo, que no quería agobiarte con ello, se que me hubiera ayudado mucho, solo...

- Está bien cariño, ya pasó y siempre trata de tener la mente fría, de pensar bien en tus decisiones y decirme, tal vez no seré de mucho apoyo para ti, pero en algo ayudaré, ¿Si?

Los labios de Minnie se posaron sobre los míos y un suspiro placentero se escapó de mi, en verdad amo la sensación de sus belfos regordetes sobre los míos, tan húmedos y cálidos.

- Te amo mi ángel - Susurré aún con nuestros labios unidos.

- También te amo bobo, vamos a dormir, ¿Si? - Solo asentí y nos pusimos de pie.

Lo mantuve abrazado todo el tiempo, se ducho conmigo, le pedí que se colocará una camiseta mía y dormimos juntos, muy juntitos.

Se que arme una enorme escena, que cometí un gran error, lo ignoré, no compartí con él mi preocupación, lo hice sentir mal, lo hice dudar y todo es completamente mi culpa.

En verdad me arrepiento de ello y se que esto no debe suceder más, Minnie tiene también sus problemas y él jamás duda en compartimos conmigo.

Sus dolores, sus preocupaciones, sus alegrías, sus emociones, siempre me dice todo lo que hace en su día, está pendiente de mi, como jamás nadie lo ha estado.

Mi bello ángel, solo merece lo mejor del mundo y estuve a punto de apagar su luz, por eso debo esforzarme más y darle solo la felicidad que se merece.

Desperté con un dolor de cabeza insoportable, fruncí el ceño al sentir un rayo de luz sobre mi rostro.

Quería seguir durmiendo, seguir abrazando a mi hermoso ángel, pero cuando intenté sentirlo, no estaba.

Abrí mis ojos de golpe y me levanté muy asustado al no verlo por ningún lado, aunque sentí un mareo insoportable en el momento, lo ignoré, me levanté rápidamente de la cama.

Entre al baño, al clóset y no lo vi, salí de la habitación y entre a la de Kookie, mi bebé tampoco estaba.

Empecé a sentir miedo, pensé lo peor, de verdad me sentía aterrado al no encontrarlos. Baje rápidamente hasta la sala, buscándolos por todos lados.

Hasta que entre a la cocina y los vi.

Mi corazón se encogió, al verlos reír, jugar con la harina, mi pequeño Kookie con su rostro lleno de harina, Minnie sonriendo hermoso.

Sentí que pude respirar y sentí todo el amor que les tengo, toda la felicidad que solo ellos logran sacar de mi, mis dos amores siempre, pero siempre harán que mi corazón se sienta cálido y feliz.

- Oh, Yoonnie, despertaste - Mi amado Minnie se acercó a mí y me recibió con un tierno beso en los labios.

Sonreí divertido, cuando sentí como dejaba un poco de harina en mi mejilla y la carcajada de Kookie al fondo daba un toque mágico a la escena.

- Buenos días mis amores - Abracé a Minnie y dejé un beso sobre su cuello - Pensé lo peor al no verte junto a mi cielo.

- Aquí estoy Yoon, Kookie no sabe nada, así que olvidos todo, ¿Si? - Yo asentí y después de dejar un beso sobre su frente me dirigí hasta mi pequeño.

Lo abracé y levanté de la isla, dando una vuelta con él, su tierna risita era la que le daba vida a esta casa.

Me uni a ellos en la cocina y aunque tiramos casi toda la harina para hot cakes, desayunamos juntos, sonriendo y riendo a carcajadas por cualquier ocurrencia de Minnie o de mi pequeño conejito.

Le pedí perdón a Minnie por no haber ido con el a su tratamiento el día anterior, le prometí recompensar mi error y claro que lo haría.

Los días fueron pasando y cada vez, mi hermoso chico se emocionaba más y más con la idea de preparar todo para nuestra pronta boda, quedaban menos de tres meses y aunque mi ángel no quería algo extravagante, si quería hacerlo especial y hermoso.

Mi empresa logró levantarse mejor que antes, logré levantar todas y cada una de ellas, me encargué siempre de contarle mi día a mi ángel y claro que me ayudaba más de lo que podría, sus ideas para nuevas letras siempre daban resultado.

Su rehabilitación estaba avanzando de maravilla, sus dolores iban disminuyendo, eso era una buena señal.

Recompense a mi pequeño cada día con una rosa blanca, le prometí llevarle una, hasta el día de nuestra boda, era un detalle cursi, pero me gustó.

Pues es muy sabido que en la antigüedad cortejabas a tu pareja, con una rosa diaria durante un mes y al final del mes, él decide si aceptarte. Toma la última rosa, pero si no, te devuelve todas, así que quise intentar eso con Minnie, pero sería una rosa durante tres meses y sin falta le daría una cada día.

Mi amado ángel estaba fascinado y en verdad me alegraba saber que desde aquellos fatídicos días, nuestros días han sido mejores, felices y emocionantes.

Me encantaba ver qué Kookie hacia amigos, que se divertía en la academia, siempre nos contaba lo que hacía y lo emocionante que era, como Lany y él se habían vuelto inseparables.

Mi pequeño conejito estaba creciendo y aunque no lo vi desde antes de nacer, me alegra saber que llegué a su vida y él a la mía.

Eran aproximadamente las 5:00pm, el sol empezaba a ocultarse. Kookie estaba con Tae y Hoseok, él quería estar con sus tíos esa noche y claro que no se lo íbamos a negar.

Baje hasta la sala, buscando a mi ángel y no lo encontré, salí al jardín trasero y lo vi sentado tomando una taza de café, con Hally y Holly por sus pies.

Sonreí y me acerqué a él, me arrodillé frente a mi amado ángel y su sonrisa hizo que apareciera la mía automáticamente.

- Amor - Lo llamé. Él dejó la taza a un lado y colocó sus calidad manitas sobre mis mejillas.

- Dime gatito - Arrugue la nariz y él dejó un tierno beso.

- En tres días... Será nuestra boda - Le sonreí emocionado y claro que él lo estaba también.

Su tierno y adorable eyesmile apareció y ame verlo, soltó un suspiró y me abrazó por el cuello, mientras yo enrollaba mis brazos sobre su cintura.

- En tres días seré un Min - Me encantaba como sonaba.

- Por eso cielo, quiero darte una sorpresa antes de nuestra boda - Le dije muy emocionado.

- ¿Sorpresa? - Me preguntó curioso y yo asentí - ¿Qué clase de sorpresa Yoon?

- Mira - Le dije mientras le entregaba un sobre.

Él los observó detenidamente sin comprender mucho, los abrió y saco los papeles que estaban dentro, empezó a leer todo detenidamente, me mantuvo nervioso todo el tiempo y debo admitir que su silencio me asustó por un segundo.

- Es... - Sus lágrimas se acumularon en sus ojitos y realmente me asusté - Estos son documentos... Qué solicitan el cambio de apellido de Jungkook...

Esos documentos eran importantes para mi, pues decía que yo también soy padre de Jungkookie y solicita la firma de Minnie para cambiar de Park a Min.

Yo realmente pensé que eso lo podría feliz, no sabía si sus lágrimas eran de miedo, de felicidad o no sé, no quiero obligarlo a nada, pero si quiero que ante la ley también se reconozca mi paternidad sobre Kookie.

- Amor, si no quieres no firmes, no es necesario que Kookie lleve mi apellido, yo lo amo, es mi hijo también, es nuestro, siempre se puede quedar con Park y...

- Me encanta Yoon - Detuve mis palabras al escucharlo.

- ¿Eh?, ¿No... Estás molestó cielo?, Sabes que...

- Tú eres su padre también Yoonnie y aunque lo registre con mi apellido, Kookie debe llevar en tuyo y esto... Realmente me hace feliz y se que a nuestro pequeño también lo podrá muy feliz.

Mis lágrimas se acumularon en mis ojos, estaba feliz que a Minnie le haya gustado esta sorpresa, en verdad me emociona saber que nuestro pequeño llevará mi apellido y estaré registrado ante la ley como el padre de Jungkookie.

- Te amo cielo, no sabes cuánto te amo y me haces tan feliz - Repartí muchos besos sobre su hermoso rostro, escuchando su tierna risita.

- También te amo mi amor, te amo muchísimo - Me respondió.

Nos dimos un cálido, profundo y amoroso beso, uno que pronto sellaría nuestra unión de por vida y nos haría una familia oficial, junto a nuestro pequeño y esperando en un futuro... Que crezca más.

Por qué no importan las clases sociales, no importa si eres millonario o si eres alguien que lucha por salir adelante.

Los segundos lugares no existen.

Las clases sociales, no deberían existir.

El amor que nos tenemos Minnie y yo es una verdadera muestra de ello, que sea el obstáculo que sea...

El amor siempre será... El primero lugar.

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¿Qué les pareció este capítulo?

Esperó que les haya gustado mucho, realmente me esforcé en darles un buen susto 😂

Pero no sé preocupen, debía ocurrir un drama antes de lo esperado.

¿Los asuste un poco? 👀

En el próximo capítulo será la tan esperada boda de mi amado Yoonmin, así que esperenlo ansiosos chiquillos.

Desde ahora la digo, que en verdad espero de todo corazón que hayan disfrutado está obra.

¡Nos leemos pronto!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐