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(Narra Jimin)
Llegué a mi departamento con los nervios de punta.
No sé cómo es que que deje que el inútil de Yoongi se acercará demasiado a mi, no debo demostrar lo vulnerable y débil que sigo siendo cada que lo tengo cerca.
Tenía miedo.
Miedo por mi bebé, no puedo estar seguro de que tan capaz puede ser Yoongi o su familia para hacerle daño y eso es lo que menos quiero. He luchado por años yo sólo, para salir adelante con mi pequeño, no quiero que este escudo que he creado se vea destruido por los Min.
Se que Yoongi querrá regresar a la cafetería, es algo que no podré detener por más que quiera, no lo puedo correr, ya que si consume, sería un cliente, pero si llegase a ser hostigante, me veré en la obligación de correrlo.
Cuando lo vi otra vez... Sentí tantas cosas que no se cuál de todas es la real, mi corazón bombeaba aún, por sentirlo cerca, mis nervios aumentaron en ese momento, sonrojos aparecieron en mi rostro, mis manos sudaron y todo mi interior deseaba saltar a sus brazos y refugiarme en ellos. Pero no me lo permitiría, no debo permitirlo, pues me daño mucho en el pasado, desde niños me hizo la vida imposible.
Se que es cruel, se que es frío, que es un hombre sin corazón y que no le importa que tanto sufra una persona, es alguien sin escrúpulos y que siempre está dispuesto a dañar hasta los más débiles y uno de esos fui yo.
Me destrozó, me humilló, me lastimó y por más que él se haya querido ver arrepentido, no le creo, se que solo vino hacerme la vida miserable.
Subí a mi departamento, era una cabaña en la azotea del edificio, recordar cómo es que conseguí este lugar me trae tristes y nostálgicos recuerdos.
Era como un nido de pasto, estaba casi destrozado, cayéndose a pedazos, cuando entré la primera vez juro que quería llorar y lanzarme desde esta altura por la vida que me estaba tocando vivir, pero al recordar a mi conejito, supe que tenía que luchar por él.
Trabaje duró durante más de un año para convertir aquella horrorosa cabaña en lo que ahora es, la convertí en un cálido hogar para mi tesoro y para mí.
Cree y compre muchas cosas con esfuerzo. Con sangre sudor y lágrimas, ¿Por qué? Pues aparte de tener el empleó con Jin Hyung durante el día, trabaja por las noches en un bar, de mesero, fue una larga tortura para mí, los fines de semana tenía otros dos empleos, todo un año no tuve a mi conejito conmigo, lo dejé con mis papás, pues no tenía el valor de tenerlo en un agujero lleno de animales.
Cuando pude convertir esa acogedora casa en lo que ahora es, decidí ir por él, tenerlo conmigo y mostrarle nuestro nuevo hogar. Claro que muchas cosas Jin Hyung me las dio, alegando que él tenía suficiente dinero y que si era en Kookie y en mi, no le dolía dármelo. Aunque se lo pague con más y más trabajo.
Desde hace dos años vivo en este lugar, es nostálgico recordar que el arrendador de los departamentos me dijo que no le quedaban más. Quizá le di tanta pena que me mostró está cabaña, me dijo que la remodelará a mi gusto y que solamente me cobraría la mitad de lo que cobraba a los otros departamentos.
Al final, convertí este lugar en una maravilla y en una acogedora cabaña para mi conejito.
Abrí la puerta con mis llaves, entré soltando un suspiró de cansancio. Me reí al ver a Tae casi en el suelo y profundamente dormido, no tuve el corazón de despertarlo y decirle que podía irse a su departamento.
Kim Taehyung es un buen amigo, un chico muy extrovertido, alegré, vivaz, simpático y con un humor extraño pero que lo hace único y especial. Lo conozco desde que llegué aquí, me ayudó muchas veces con reparaciones, casi vive conmigo y Kookie, pero tiene su departamento en el último piso, está debajo de mi. Trabaja durante las mañanas, es fotógrafo, uno muy bueno, él mismo se ofreció ayudarme a cuidar a mi conejito, me dijo que no le agradaba la idea de que alguien más cuide a mi pequeño, pues ni el ni yo confiamos en nadie más.
Fui a mi habitación y tome una frazada caliente para envolver a TaeTae. Su pierna estaba colgando del sofá, lo subí y después lo abrigue. Después me dirigí a la habitación de mi pequeño, sonreí contento al verlo profundamente dormido, mientras abrazaba un peluche, levanté uno que estaba tirado en el piso y lo coloque en una silla que estaba cerca.
Me senté en la orilla de la cama y acaricie el cabello de mi bebé, deposite un beso en su frente y sonreí.
- Que sueñes con los angelitos mi pequeño conejito, papi te ama mucho - Un segundo beso dejé en su naricita y salí de su habitación para irme a la mía.
Me lancé a la cama y mi mente empezó a maquinar un sin fin de recuerdos de lo que fue mi relación con Min, desde pequeños hasta la actualidad.
Mis lágrimas empezaron a descender al recordar todas las humillaciones que soporte de parte de él, al recordar el daño físico y emocional que causó en mi, todos los días durante 12 años de mi vida, durante tanto tiempo soporte absolutamente todo de lo que fue capaz de hacerme.
Pero no más, menos ahora que lo único en lo que debo preocuparme es en tener un plato de comida para mi bebé todos los días, en darle una buena educación, en cuidarlo y amarlo cada día de mi vida.
No quiero tener que preocuparme por qué Min apareció en mi vida, eso... Es frustrante para mí.
No dormí durante toda la noche, pues mi cabeza y recuerdos me mostraban una a una de todas las imágenes de lo que viví junto a Min, en definitiva esa no fue mi noche.
La mañana siguiente llegó y me levanté con pereza, no había logrado pegar un ojo durante toda la noche, entre al baño y tome una ducha helada, para tratar de mantenerme despierto,al salir me enrede una toalla y me fui hasta mi habitación, me cambié casi robóticamente.
Entre a la habitación de mi pequeño y casi me río a carcajadas al verlo dormir todo desparramado por la cama, tenía una piernita y una mano fuera de la cama, estaba con su boquita abierta y su cabello negro revuelto.
Al verlo un deja vu vino a mi, la sonrisa que tenía en mi rostro desapareció y recordé haber visto a Min en esa misma posición, si pues no dormimos juntos sólo una vez.
Mi pequeño es la viva imagen de Min, veo a mi bebé y veo a Min en él, aunque claro que mi pequeño no tiene la culpa, lo amo con todo mi corazón.
Lo levanté y lo acomodé en la cama antes de empezar a despertarlo como hago todos los días. Empecé a dar muchos besitos en todo su rostro, y a picar su pancita, mi bebé empezó a removerse y después soltó una carcajada al no resistir las cosquillas que le estaba dando.
- ¡P-api!~ - Me encanta escucharlo decirme así.
- Vamos bebé, es hora de levantarse - Di un besito más en su naricita antes de levantarme y salir de su habitación.
Cuando salí vi a Tae aún muy profundo, eran las 7:00am y él debía entrar a su trabajo a las 8:00am, así que fui hasta él y lo jale de la mano hasta escucharlo caer al piso, se quejó por el dolor y me reí de él.
- ¡Ya! - Ignorando sus quejidos y berrinches por haberlo despertado de su dulce sueño con un galán o que sé yo, me dirigí a la cocina a preparar el lonch de mi bebé y un rápido desayuno para el ruidoso de Tae y para mí - ¿Cuando dejarás de desparrame así Minnie? Eso no se hace, me quebraré un hueso por tu culpa.
- Siempre te quedas dormido en el sofá, ya vives más aquí que en tu departamento, ¿No quieres mudarte? - Le dije con burla.
- ¿Puedo? - Levanté la vista y lo vi serio.
- No - Su puchero de niño pequeño me hizo reír - Toma, desayuna y ve a ducharte, tienes que ir a trabajar y ya es tarde - Cuando vio la hora casi se atraganta con la taza de chocolate, pues odia el café.
A los minutos el salió como rayo de mi departamento y mi bebé salió de su cuarto ya estaba listo, siempre le digo a Tae qué lo bañe en las noches y en la mañana mi pequeño se cambia sólo, aprendió por qué quiso, eso me enorgullece de él, se que mi bebé aprenderá a ser independiente y claro que es muy inteligente igual a mí y... A su padre.
- ¿Ya estás listo bebé? - Mi bebé asintió, lo tome de sus brazitos para sentarlo en la silla.
- Si papi, ¿Tío TaeTae se fue? - Me preguntó mi tesoro.
- Si bebé, tío TaeTae tenía que ir a trabajar, desayuna o si no se nos hará tarde para ir a la guardería - Mi pequeño empezó a comer su cereal, mientras yo preparaba su mochila y terminaba mi desayunó.
Unos minutos después, estamos saliendo de la cabaña, bajamos hasta el ascensor, Kookie prefiere caminar así que lo llevaba tomado de su manita, al llegar a la calle, pedí un taxi, pues se nos estaba haciendo tarde y tomar un autobús nos retrasaría más.
Al llegar a la guardería, estaban por cerrar, pero logramos llegar a tiempo.
- Buenos días señor Park, ¿No le avisaron que la clase de la señorita Lee se suspendería por ahora?
- No, ¿Dónde avisaron? - Le pregunté a la maestra que estaba en la puerta.
- Enviaron mensajes de texto a todos los padres de familia ayer por la tarde - Y entonces recordé que no había visto mi teléfono desde ayer, ni siquiera recuerdo dónde lo dejé.
- Mi error maestra, no recuerdo dónde dejé mi teléfono, pero gracias por informarme - Me despedí de la maestra y volteé a ver a Kookie, que me veía con sus grandes ojitos curiosos.
- ¿No hay cases papi? - Me preguntó mi pequeño, le cuestan algunas letras.
- No bebé, creo que ahora te irás conmigo al trabajo, Jin Hyung amará tenerte ahí - Lo cargue y pedí un taxi, ahora tendría que cuidar a mi pequeño en la cafetería.
Cuando llegamos, pagué y entré con Kookie, Jin Hyung ya estaba adentró, limpiando las mesas, al verme casi grita al verme con mi pequeño.
- ¡Oh mi pequeño Kookie! - Corrió hasta nosotros y cargo a Kookie para darle vueltas.
- Ya, Hyung, acaba de desayunar, no haga eso.
- Lo siento, es que me emocionó al ver a este pequeño conejito - Mi bebé río bajó, al bajarlo el corrió hasta la cocina a dejar su mochila y regresó con un pequeño delantal puesto y pidiendo que atemos los lazos. Con una sonrisa hice lo que me pedía.
Jungkookie tiene la costumbre que cuando viene aquí nos ayuda a colocar todos los servilleteros en la mesa, ayuda en la cocina, pero alejado de la estufa o el horno, le gusta ayudar a Hyung a decorar los pastelitos, a veces se queda dormido en un sofá que está en la sala de descansos, o juega dentro de maya que hemos colocado justo para él, bueno Jin Hyung quiso hacerlo.
- Es hora de iniciar a trabajar - Dijo Hyung y los tres empezamos nuestro trabajo.
Hasta que casi se me corta el aire, al ver un auto deportivo, negro estacionarse frente de la cafetería y de él vi salir a Min Yoongi.
Tome de la mano a Jin Hyung y la patente, mi miedo aumentó cuando vi a Kookie cerca de la puerta y a Min acercarse, aún no abríamos, pero no quería que lo viera, no quiero que sepa de mi bebé.
- Hyung...
- ¿Qué sucede Jiminie? ¿Estás bien? Te ves pálido, ¿Qué ocurre? - Las preguntas de Hyung me estaba alterando más, mi paz estaba por perderse.
- Es... Él... No, Kookie... - Mi pequeño me volteó a ver y corrió hasta mi cuando me vio nervioso.
- ¿Papi? ¿Tas bien? - No supe que decir, no pude decir palabra alguna.
Menos cuando Jin Hyung vio a Yoongi acercarse a la puerta, fue hasta él y abrió, ahí mi mundo se vino abajo, ahí mismo sentí el terror recorrer todo mi cuerpo.
Me hacía falta el aire.
Mi corazón bombeaba fuertemente.
Mis nervios aumentaban a cada instante.
Min Yoongi quería entrar.
Kookie me estaba preguntando que sucedía.
Y yo... Yo tenía miedo.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Esperó les haya gustado mucho, les dejé imágenes de cómo es la casa de Jimin, mencioné mucho cabaña, pero háganse a la idea que pasó de ser una a una casita normal.
El próximo capítulo iniciará con un recuerdo del pasado, de parte de Jimin.
Por cierto, téngame paciencia, pronto les traeré maratón de este obra.
¡Nos leemos pronto amigos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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