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(Narrador Omnisciente)
Las maletas estaban listas, el auto también, Jungkookie se sentía emocionado de saber que regresaría a casa, pero sobre todo por qué ahora tenía a sus dos papis con él.
Aunque también se sentía triste de no pasar su cumpleaños con sus abuelos, aún así, recibió muchos regalos y amor de parte de sus abuelitos.
La ahora pareja, se sentían afortunados, que después de tanto sufrimiento y malos entendidos, todo parecía que tomaría un mejor rumbo y que por fin podrían empezar una nueva vida, como familia, con amor y felicidad.
- Toma hijo, no olvides esto - Dijo la señora Park. Entregándole un cuadro a su hijo.
- Oh, casi lo olvidaba - Dijo el rubio, sonriendo y apreciando la bella fotografía.
En ella aparecía él, cuando su adorado Kookie solo tenía dos años de edad, estaban juntos, con el pequeño recostado sobre su pecho y el mayor, sonriendo a su pequeño pedazo de cielo.
- ¿Prometes regresar pronto Minnie? - La señora Park tenía lágrimas acumulándose en sus ojos, los cuales Jimin resintió.
Sonrió hacía su progenitora y limpio las rebeldes lágrimas que escaparon, luego la abrazo cálidamente y susurró en su oído.
- Regresaremos pronto madre, no te pongas triste, ¿De acuerdo? - Decía el menor.
- Yo... P-erdoname Minnie, siempre te seguiré pidiendo perdón, por todo el daño que te hicimos y...
- No tienes que pedir perdón madre, ya hacemos de esto, ustedes no tuvieron la culpa, la señora Min... Les hizo creer muchas cosas, ustedes no son responsables, así que tranquila mamá, no quiero que enfermes, cuídate y alimentate bien, ¿Si? - Sonreía el chico rubio, mientras acariciaba la mejilla de su madre.
- ¿Te han dicho que eres un verdadero ángel mi cielo? - Sonrió la señora Park, acariciando también la mejilla de su hijo.
- Muchas veces madre - Respondió con un hermoso eyesmile.
Jimin volteó a ver dónde estaba su padre, junto a su adorado Yoongi y su pequeño conejito, los tres riendo, mientras el pelinegro cargaba a un sonriente Kookie, ambos con una brillante sonrisa muy parecida.
- Deben irse ya, no quiero que la noche los agarré en la carretera - Sugirió la señora mayor.
- Está bien, cuídate mucho madre, te amo - Se despidió una vez más el menor.
Los tres se despidieron una vez más de los señores Park. Jimin subió a su pequeño y abrochó su cinturón, después subió él adelante, junto a Yoongi, lo volteó a ver y ambos se sonrieron.
- ¿Estás listo mi ángel? - Preguntó Yoongi, tomando la mano de su adorado Minnie.
- Estoy listo Yoonnie - Respondió con una deslumbrante sonrisa el menor.
El pelinegro sonrió y arrancó el auto, volteó a ver una vez más a su pequeño Kookie, su adorado bebé, lo vio jugar con un muñeco y después emprendió un largo camino.
Junto a su hermosa familia. Los corazones de los mayores se sentían saltar de la emoción a cada segundo, la sensación de saber que están los tres juntos, es tan placentera, que definitivamente, no necesitan nada más en la vida, para seguir siendo felices.
En todo el camino, la conversación entre Yoongi y Jimin, era muy tranquila, temas triviales, tratando de recordar cosas de ellos y sobre todo, volver a conocerse, pues en esos casi cinco años, algunas cosas habían cambiado en ambos y querían conocerlas, sentirse felices entre ellos sin miedo a volver a cometer un error más.
- Jiminie - Llamo Yoongi, mientras conducía y sostenía la mano de su Minnie, quien mantenía sus ojitos cerrados, pero atento a las palabras de Yoongi.
- Dime - Respondió el menor, prestándole total atención.
- Tú... Creo que hay algo muy importante que debes saber cielo - La seriedad del pelinegro alarmó un poco a Jimin, quien abrió sus ojos y volteó a verlo.
- ¿Qué es lo que debo saber Yoon? - Preguntó con cierto temor el rubio.
- ¿No quiere un café primero Minnie?, Para mantenernos despiertos y tranquilos - Trato de desviar el mayor, mientras estacionada en una gasolinera de paso.
- Dime primero lo que debes decirme Yoongi - Hablo Jimin, un tanto curioso. El mayor soltó un suspiro y se decidió hablar.
- Mi madre tenía un control de todo lo que tú y Kookie hacían - Vio a su pequeño por el retrovisor, quien dormía profundamente - Ella sabía absolutamente todo.
- ¿Cómo...?, ¿No bromeas Yoon? - Preguntó con desconcierto Jimin.
- No bromeó cielo - Yoongi soltó un suspiro y decidió detener el auto en una gasolinera, para poder hablar mejor.
Cuando se detuvo, pidió que llenarán su tanque y pensó en ir por dos cafés, pero la mano de Jimin lo detuvo.
- Aún no entiendo Yoon, ¿Qué es lo que sabía de nosotros?, Explicate - Pidió Jimin.
- Mi madre siempre supo que Kookie es de ambos, ella... - Soltó sin más el pelinegro.
Jimin abrió desmesuradamente sus ojitos, para después fruncir el ceño en confusión y evidente molestia. ¿Cómo una madre podía llegar a tanta crueldad?, Se preguntaba el menor.
- ¿Siempre supo todo? - Preguntó con incomodidad.
- Jiminie... Yo ni siquiera se como verte, fue mi propia madre quien casi mata a ambos, aún sabiendo que Kookie es mío, ella es la única culpable de todo lo que te ha ocurrido, me siento culpable de todo ello también, esto ella te ha seguido durante todos estos años, siempre ha sabido donde vives, donde trabajas y todo Minnie, mi madre... Es una bruja.
- Siempre lo ha sido Yoon - Respondió Jimin, un tanto molesto por dicha confesión - Ella siempre me odio y no dudó que haya hecho todo esto solo por mantenerme alejado de ti, aunque no le resultó - Yoongi sonrió y Jimin tenía un marcado puchero en sus labios.
- No lo dudes Minnie - Beso el tierno puchero, sonrojando al menor - Por esa misma razón, debemos denunciarla, no me importa que sean mis padres, deben pagar por todo lo que han hecho, aunque mi padre no tiene mucho tiempo de vida - Dijo desinteresadamente el mayor.
- Lo haré... La denunciaré - Dijo Jimin - ¿No tiene mucho tiempo?, ¿Tan grave está Yoon? - Preguntó con curiosidad el rubio - La última vez que vine a Daegu, supe que estaba enfermo, no sabía que era tan grave - Pensó unos segundos - Creo que al final, todo el daño que ocasionaron, lo están pagando y están sufriendo las consecuencias de ello - Suspiró el menor, aferrándose a la mano de Yoongi.
- Yo pienso lo mismo. Agradezco el haberte conocido y que me hayas cambiado Minnie, ¿Te imaginas si nunca nos hubiéramos conocido? - Ambos abrieron sus ojos y negaron rápidamente para después reír juntos.
- Ni siquiera lo pienses Yoonnie - Dijo Jimin, sin querer hablar más de ello - Yoon... - Llamo el menor - ¿Puedes ir por esos cafés? - La risita de ambos hizo que olvidarán todos los problemas por un momento.
- Claro que sí cielo - Un beso más sobre los abultados belfos del rubio, para después ir por aquellos dos cafés.
El camino hacia Seúl siguió por un par de horas más, tiempo en que Jimin logró dormir al menos media hora de ellas y Yoongi se mantuvo más despierto y energético, pues tener a su pequeña familia junto a él, era motivo de felicidad siempre.
Jimin despertó, justo cuando fueron llegando a Seúl. Dió la dirección de su departamento a Yoongi, para que los pasará dejando, aún si el mayor no quería dejarlos.
- ¿De verdad no quieres quedarte en mi casa Minnie?, No me quiero separar de ustedes - Decía un poco decaído el mayor.
Yoongi el en verdad deseaba empezar a vivir junto a sus hora dos amores, quería tenerlos siempre cerca, llenarlos de amor y cuidarlos el mismo.
- Yo tampoco quiero separarme de ti Yoon, tampoco creo que Kookie quiera, pero... Espera un poco, ¿Si?, Tratemos de adaptarnos a esto. Salgamos frecuentemente los tres, lleva a Kookie al jardín, ve por él, no se, hagamos muchas cosas juntos, pero lo de vivir los tres... Debe esperar nada más un poco.
Yoongi suspiró sonoramente, entendía a Jimin, sabía que el cambio no afectaría a ninguno de ellos dos, en realidad a quien afectaría sería a Jungkook, pues pronto dejaría la guardería por el jardín del niños y el cambio de casa, también lo agobiaría mucho.
- Está bien, pero vendré todos los días, ¿De acuerdo?, Vendré a recoger a Kookie, iré por él, lo dejaré en la cafetería o incluso puedo llevarlo conmigo, cuando tú te sientas preparado y Jungkookie se adapte a mí o al menos se acostumbre a mi presencia, estaré esperando que me digas que quieres vivir junto a mi, ¿Te parece?
Jimin sonrió y asintió, amaba la comprensión de Yoongi, todo él, le parecía un amor de persona.
- Está bien Yoon, así será, cuando estemos listos, nos tendrás a ambos en tu casa - Sonrió.
Los dos siguieron cómodos y en pláticas tranquilas hasta la dirección que Jimin le brindo a Yoongi, estaban cerca del departamento, cuando algo llamo la atención de ambos.
Dos camiones de bomberos, pasaron a su lado con una increíble rapidez, mientras que alcanzaban a ver una gran cantidad de humo que se esparcía por el aire.
- Algún edificio debe estar en llamas, por aquí cerca - Dijo Yoongi y Jimin asintió.
- Espero que nadie pierda muchas cosas, la cabaña que construí, se había incendiado un par de años antes, que yo la obtuviera, es difícil de reparar.
- ¿Cuanto tiempo llevas viviendo ahí? - Preguntó un curioso Yoongi.
- Un poco más de un año, tarde cerca de un año en remodelarla, me costó muchísimo, incluso pasar meses alejado de Kookie, pero al final, lo logré - Dijo Jimin, muy orgulloso de él mismo.
- Siempre has sido alguien muy decidido, positivo y te has esforzado en todo lo que te propones siempre, no dudó que tu casa sea una verdadera belleza - Elogió Yoongi, sonrojando a Jimin.
Cuando llegaron a la calle en donde queda la casa de Jimin, el alma, corazón y colores del rubio se fueron al piso, al ver el edificio en que vive, en llamas y lo peor era que exactamente la terraza y los dos últimos pisos eran los más dañados.
Cuando el auto se estacionó, Jimin salió rápidamente de el y corrió hasta el edificio, sin importarle nada, quiso entrar y correr, rogando que sea mentira y que su casa no se esté incendiando y haciendo nada en lo más alto.
Sus lágrimas caían sin control, su llanto era doloroso y sus gritos partían el corazón de quién lo viera. Todo su esfuerzo, sudor, lágrimas y sangre, se estaba haciendo cenizas en cuestión de segundos, algo que el duro un año en construir.
- N-o... Mi casa N-o... - Decía una y otra vez.
Tanto Seokjin, como Tae, Nam y Hoseok, habían estado ahí desde antes, pues incluso Taehyung había perdido sus cosas, algo que también le dolía, aunque los daños al parecer habían sido de menor grado, a comparación con la cabaña de Jimin, de la cual no se recuperó absolutamente nada.
Yoongi llegó hasta donde estaba Jimin, no sin antes pedirle a Nam que vigilará a su pequeño. Cuando llegó, le partió el corazón ver a su ángel, tirado en el piso y llorando con dolor, no pudo hacer más que agacharse y abrazarlo fuertemente, siendo correspondido por un lastimado Jimin, quien lloró y se desahogó en los brazos de su Yoongi.
- Mi c-asa Yoon... Mi casa... Se h-izo nada - Decía entre medio del llanto y dolor el menor.
- Tranquilo mi amor, yo estoy contigo, no te dejaré, te prometo que saldremos de esta, ¿Si? - Susurraba el pelinegro.
- ¿Me lo... P-rometes Yoon? - Preguntaba aún en medio de su dolor.
- Te lo prometo cielo, no te dejaré solo, ya no más, aquí estoy y no te dejaré a ti y nuestro pequeño en la deriva, no más cariño - Respondió sin dudar el pelinegro.
Nadie podía entender el dolor por el que estaba pasando Jimin. Su esfuerzo, se había evaporado, un incendio puede ocurrir sin razones, pero muchas veces un simple cigarrillo puede ocasionar las peores catástrofes.
Jamás nadie había sufrido tanto como a Park Jimin le había tocado, jamás nadie, había tenido que enfrentar tantas pruebas en la vida, como Jimin había enfrentado y seguía enfrentando. Su vida no ha sido fácil, pero con todo y eso, él sigue adelante.
Sin embargo, ahora existe la diferencia que no luchará solo, ya no más, tiene a su adorado Yoongi, quien no piensa dejarlo sólo, nunca más.
Los tres lucharán por estar siempre juntos, para mantenerse unidos y como una familia fuerte y que supera todo obstáculo que se interponga en sus caminos.
Aún si la perdida de una casa es dolorosa, siempre lo material se vuelve a recuperar, con esfuerzo pero se logra, lo importante es no perder a tus seres queridos y es lo que más agradece Jimin.
Qué su familia, este junto a él, como siempre debió ser.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Si soy sincera, espere un poco más de mí :c esté es el capítulo del cual mencioné que lo escribí mal y tuve que rehacerlo, aún así, no es lo que esperaba, pero bueno, aún así, en verdad espero que les haya gustado🥺
Pobre Jimin, le siguen lloviendo las desgracias. Pero aún así, les puedo decir que toda desgracia puede traer algo bueno consigo, al menos en esta obra, espero sea así 😉
¡Nos leemos pronto amigos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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