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(Narrador Omnisciente)
El pelinegro llegó a su casa, preparó una maleta lo más pronto posible, listo para viajar a Daegu.
- ¿Cómo que no hay más reservaciones?, Debe haber una señorita, busque por favor - Pedía el mayor, por medio de teléfono.
Intentaba encontrar un vuelo que lo llevará hasta Daegu, sin embargo, no había ni uno solo, para su mala suerte, ese día los trenes hasta Daegu, cerraban justo a las cuatro de la tarde.
- Bien, me tocará conducir toda la noche - Se dijo a si mismo.
Metió la maleta al auto, subió a el y emprendió camino hasta su ciudad natal, tardaría horas en llegar, pero eso no importaba, necesitaba confirmar todo lo que Tae le había dicho.
Yoongi aún seguía asombrado, en shock y con los pelos de punta por querer averiguar cada mínimo detalle, saber por el mismo y confirmar sus sospechas o más que eso, afirmar que es real.
Condujo durante horas, en medio de la noche le dio mucho sueño, así que se detuvo en una gasolinera, lleno el tanque y compro un café, sintió su teléfono vibrar y vio que era un mensaje de Taehyung, se extraño al recibirlo a las 2:00am, pero aún así lo reviso.
Cuando abrió el mensaje, quiso llorar, pero se contuvo, sonrió y lo vio muy bien durante varios minutos.
Hasta que decidió subir nuevamente al auto y seguir con su camino. Con el café que había tomado se repuso durante el resto del caminó, tratando de no chocar y morir en el intentó de saber la verdad.
Cuando llegó a su destino, eran un poco más de las 5:00am, desde su auto, observó aquella casa, la que por años lo mantuvo solo a él y los sirvientes, solitario, sin sus padres a su al rededor. Observó con repudio, la casa, que jamás podrá llamar hogar, por qué nunca la vio, más que como un cautiverio.
- Nunca pensé que regresaría aquí - Susurró el pelinegro.
Se armó de valor y salió del auto, sabiendo que era demasiado temprano para llegar, decidió tomar aire durante unos minutos, mientras las seis de la mañana llegaba, no se alejó, aunque quisiera ir en busca de quién más le importaba, necesitaba aclarar una duda antes que todo.
Con melancolía observó aquellas calles las cuales solo podía ver por medio del vidrio de un auto, pues nunca se le permitió caminar hasta el instituto. Sabía que su casa estaba muy lejos de la de Jimin, recordaba que el en aquel entonces castaño, debía caminar durante treinta minutos para llegar al instituto, en la Universidad fue cosa diferente y ese ya es cuento viejo.
Cuando vio en su reloj que eran un poco más de las seis, regresó a la entrada de la casa, sabía perfectamente la clave, así que la introdujo sin problema, claro que nunca la cambiaron, la fecha de su cumpleaños era la clave para casi todo en esa casa.
Al entrar escuchó voces provenir de la cocina, así que se encaminó hacia allá, al llegar vio a su madre de espaldas, dándole órdenes a una empleada de preparar el desayuno para su esposo.
- No olvides que sin azúcar, no puede comer ese tipo de alimentos, la última vez...
- Madre... - Las palabras de la mujer se detuvieron abruptamente al escuchar aquella voz.
Se dió la media vuelta y casi se desmaya al ver a su hijo, ahí en el umbral de la cocina, observándola, ella sonrió y casi corrió a los brazos de su hijo. Aunque ella no contó que cuando estuvo a escasos pasos, el mismo Yoongi retrocedió para no recibir ningún abrazo de su progenitora.
- Hijo mío - Aquella mujer que solía ser esplendorosa, guapa, radiante y deslumbrante con sus caros vestidos, excesivo maquillaje, joyas brillantes y bien arreglada, ya no estaba.
En su lugar, solo había quedado secuelas de lo que el exceso de maquillaje le dejo, arrugas por doquier, más pálida que antes, sin ninguna pizca de maquillaje, con ropas holgadas y sin estilo, con una collar solamente, dejando los lujos atrás.
- Hijo, pensé que... Nunca vendrías que, te habías olvidado de tus padres, te pedí tantas veces que vinieras y tú no lo hiciste, tú padre está muy enfermo y...
- ¿Qué tiene? - Preguntó Yoongi, sintiendo nada más una pizca de preocupación por su padre, que desapareció en cuanto lo sintió.
- Él... Tiene cáncer terminal, está muy enfermo, no puede moverse de la cama, no descansa bien y, solo quiere verte hijo.
- Iré a verlo, bajaré pronto para hablar contigo también - La mujer sonrió y asintió contenta.
Ella sintió el rechazó de su hijo, pero era algo de lo que no podía reclamar, pues estaba segura que lo tenía merecido.
Yoongi subió hasta la habitación de sus padres, al entrar se encontró con la triste escena, su padre tenía cables conectados a su cuerpo, un respirador y un aspecto tan deprorable que nadie desearía ver.
El señor Min abrió sus ojos al escuchar a alguien entrar y su alegría fue grande al ver a su hijo frente a él, trato de sonreír, pero era casi imposible.
- Yoongi, hijo... E-stas aquí - Tosió el hombre.
- Hola padre - Yoongi se acercó a él, dejando siempre su distancia prudente y tratando de no sentir nada y claro que no sentía ningún dolor, más que lastima por ver cómo sus padres habían terminado.
- Yoongi, pensé que nunca... V-endrías a verme, pensé que moriría sin ver a mi hijo una vez más.
- Nunca pensé verte postrado en una cama y a punto de morir por un cáncer terminal, dime una cosa padre... ¿Alguna vez sentiste remordimiento por todo lo que hiciste en esta vida?, ¿Alguna vez... Pensaste lo que yo sufrí por lo que ustedes me hicieron? - El señor Min dejo caer un par de lágrimas por sus mejillas, sintiendo lo que todo ese tiempo lo había estado molestando.
Culpa, remordimiento, él sabía que estaba pagando todo lo que el daño que le hizo a su hijo, siempre acepto todo lo que su esposa le decía, nunca se negó, hizo sufrir a su único hijo, se ganó a pulso el odio y despreció de este.
Quisieron crear un mounstro, sin darse cuenta que su hijo si conoció lo que él y su esposa nunca tuvieron o conocieron...
Amor.
Ellos nunca se amaron, solo estaban juntos por conveniencia, solo querían un heredero que fuera igual a ellos, manipulador, astuto, inteligente, que hiciera de menos a los de clase baja, que hiciera la vida imposible de quién se les pudiera en frente, alguien inhumano, al igual que ellos.
Sin embargo, jamás se imaginaron que sus deseos, afectarían la felicidad de su único hijo, pues él si conoció el amor, a pesar de lo malo que fue en su niñez y adolescencia, aprendió a valorar, cuidar, respetar y amar.
Yoongi conoció al amor de su vida y ellos lo arruinaron con su egoísmo y altanería.
- P-erdoname hijo... P-or favor... - Pidió el señor Min.
- Sabes papá... Yo he dicho esa palabra hasta el último segundo, perdóname... Le he pedido perdón al único ser que he amado, por algo que... Sólo ustedes son responsables, hemos tenido que sufrir las consecuencias de sus actos, hemos pagado sus malas decisiones y claro que yo lo estoy pagando también, estoy perdiendo otra vez al amor de mi vida, pero ustedes no pensaron en mi, cuando les rogué que no me alejaran de él, solo pensaron en ustedes.
- Lo sé y por eso... T-e pido perdón hijo, se que nunca podrás perdonarnos, lucha por él, por tú felicidad Yoongi, no lo dejes ir... No dejes que... N-uestras malas decisiones, te afecten hijo, yo... Estoy y seguiré pagando mis malos actos.
- Espero que te puedas perdonar a ti mismo padre y que... Tú enfermedad no te haga sufrir tanto - Yoongi salió de aquella habitación, sin poder perdonar a su padre y dejándole en claro, todo lo que él sufrió por sus actos.
Bajo nuevamente y una sonriente señora Min, salió a encontrarlo, queriendo abrazarlo nuevamente, siendo evitada por Yoongi, una vez más.
- Quiero hablar de algo importante contigo madre - La señora Min asintió y tomo asiento junto a su hijo.
- ¿No quieres desayunar antes tesoro?, Puedo pedir que preparen tu comida favorita, ¿Cuanto tiempo te quedarás?, Ya ordene que preparen tu recamara y...
- Primero madre - Interrumpió Yoongi - No pienso quedarme aquí con ustedes, segundo, ni siquiera sabes cual es mi comida favorita y tercero, deja de tratar de evitar lo inevitable, por qué de esta conversación no te salvarás, ¿Estamos?
La madre del pelinegro asintió y suspiró, nerviosa empezó a jugar con sus manos, esperando que sucediera lo que sabía, debía ocurrir tarde o temprano.
- Dime madre... - Yoongi la observaba fijamente, intimidando sin querer a la mujer - ¿Tanto odio le tenías a los Park en general o solo a Jimin?
- Y-o... No los odiaba es que...
- Dime la verdad Min Sangi - Sonó amenazador el menor - ¿Por qué detestabas a Jimin?
- No quería... Verte con él, Yoongi, él es de clase baja tú no, tú eres de mundo, un Min, merecías una linda mujer de tu clase, pero...
- ¿Pero que? - Yoongi odiaba escucharla hablar sobre clases sociales.
- Tarde me di cuenta que... Estaba cometiendo un error, cuando... - Ella cerró los ojos y sintió una lágrima bajar por sus mejillas.
- ¿Cuando que?, ¡Habla!
- Yo misma... Fui quién... Atropelló a Jimin.
Yoongi sintió su sangre bajar hasta sus pies al escucharla, no podía creer el nivel de maldad que existía en la que es su madre desgraciadamente, no podía creer que tan grande puede ser el odio de una persona solo por clases sociales.
- ¿Qué... Acabas de decir? - Preguntó Yoongi, queriendo creer que no escucho bien.
- Jimin... Estaba a un mes de... Dar a luz y yo no quería que... Ese bebé naciera, e-ntonces yo misma, tome el auto y lo... Arrolle.
Yoongi se puso de pie, halo su cabello y gritó frustrado, lanzó un jarrón que estaba ahí cerca hacía la pared, sintió un enorme nudo en su garganta, sintiendo su vista nublarse por esa fuerte confesión.
- Intentaste matar a Jimin cuando... Estaba embarazado... Intentaste matar a... - El menor lanzó la mesa que estaba al centro de la sala, destrozando todo y asustando más a su madre.
- P-erdoname Yoongi... No sabía lo que hacía, yo tenía miedo y no quería que tú futuro se arruinara, yo no...
- ¡Callate mierda! - Grito más furioso que antes - Tú me dijiste que yo era estéril madre, ¡Dime qué eso no es así! - Seguía alzando la voz el menor.
- Yo... Le p-agué mucho dinero al doctor para que manipularla el resultado y... Te dijera que eras estéril, tú... No lo eres hijo.
- No me llames hijo, ¡No soy tu hijo maldita sea!, ¿Cómo puedo ser hijo de unos mounstros como ustedes?, Están locos, arruinaste mi vida Sangi, arruinaste mi felicidad, casi matas...
- P-erdoname por favor, perdóname...
- Dime qué más hiciste Sangi, dime de qué más fuiste responsable - Preguntó Yoongi, levantándola del sofá y enfrentandola.
- Yo... - Decía entre llanto la mujer - Convencí a los padres de Jimin para que lo alejaran de ti, yo cerré todo contrato en cualquier empresa para que no aceptarán a Jimin en ninguna agencia, yo... Supe desde el inicio que estaba en cinta y... Quise deshacerme del bebé.
- Eres una maldita loca, desquiciada, estás... Demente Sangi, ¿En verdad soy tú hijo?, En verdad... Pudiste ser capaz de todo eso, solo por el amor al dinero, a las clases sociales, solo por el prestigio y el que dirán.
- Yoongi, por favor, perdóname, te juro que estoy pagando todo lo que he hecho, tú padre está muriendo, estamos en quiebra, la empresa que nos dejaste aquí, se vino abajo nuevamente, he vendido todas mis joyas, he perdido todo hijo, todo... No quiero perderte a ti por favor.
- A mi me pediste el mismo día en que me alejaste del amor de mi vida, dejé de ser tu hijo, desde que preferiste tu prestigio a la felicidad de tu hijo, arruinaste mi felicidad y por tu maldita culpa... Estoy a punto de perderlo nuevamente.
- Yoongi, por favor... Dime qué puedo hacer para que me perdones, iré a buscar a Jimin y le pediré perdón, de rodillas hijo, pero por favor no me dejes, no dejes que tu padre muera sin tu perdón hijo... - La mujer tomo las manos de Yoongi, tratando de rogarle, se arrodilló frente a él y le rogaba una y otra vez por su perdón.
- Suéltame - Yoongi la empujó levemente para que se safara de él - Estás pagando por todo Sangi, no te quiero ver cerca de Jimin en tu maldita vida, no quiero que te acerques a ellos, jamás, ¿Te quedo claro? - El mayor dio media vuelta y se encaminó a la salida - Y que te perdone Dios, por todo lo que has hecho, por qué yo no.
Yoongi salió de aquella casa, con el alma en un hilo, rabia, furia, pero sobre todo culpa y dolor en si corazón.
No precisamente por qué sus padres hayan sido capaz de tanto, si no, por qué el único que sufrió todo...
Fue su bello ángel.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Esperó que les haya gustado muchísimo. Fue un tanto intenso, supongo xd
Ahora si se viene lo mejor y cabe mencionar que esta obra está cada vez más cerca de su final, quizá aún le queden 10 o 15 capítulos.
Trataré de actualizarla un poquito más seguido, no prometo nada, pero haré el intento.
¿Alguien ya se imaginaba que la mamá de Yoongi fue quien atropelló a Minnie?🤔
¡Nos leemos pronto amigos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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