(Narra Jimin)

- Me da un café expreso y un cup cake de chocolate por favor.

- En seguida - Respondí al cliente.

Preparé el pedido y una vez listo lo entregue, siempre deseando que tuviera un buen apetito.

- Que disfrute su orden - Sonreí a la chica.

- Vamos Jimin, sólo será una hora más, por favor, sabes que necesito que me ayudes, solo por esta vez.

- Jin Hyung, ¿Cuántas veces me ha pedido el mismo favor?

- ¿Dos? - Me respondió juntando sus dedos índice.

- Diez veces Hyung, ya van diez veces y jamás le va bien, ¿Qué le hace pensar que está vez si?, Digo, siempre los rechaza por qué no son su prospecto ideal de pareja.

- Debo decir que eso dolió pero tienes razón - Me dijo pensativo - Pero está vez será diferente.

- Está es la onceava ves que lo escuchó - Susurré, recibiendo un golpe en mi hombro - ¿Eso por qué fue?

- Respeta a tu jefe - Dijo Hyung cruzado de brazos.

- Si claro, además no sé por qué quiere que me quede si su cita es justo a las 8:00pm y a esa hora cerramos el Coffee kookie... - Detuve mis palabras al comprender - ¿Quiere que haga la limpieza no es así? - Lo apunte entre cerrando mis ojos.

- Está será la última, te lo prometo Jiminie, te pagaré más y le llevaré...

- Me ha dicho eso una y otra vez, pero está bien, si no le va bien en esta cita será la última vez que me quedo horas extras, ¿Si sabe que no me mandó solo? ¿No es así?

- Ya lo sé Jiminie, se que te esperan en casa, pero...

- Ya ya ya, no me diga más y déjeme hacer mi trabajo - Sólo escuché que saltó como niño emocionado por un caramelo, rodé los ojos y seguí atendiendo mesas y la caja registradora.

Trabajo desde hace dos años en Coffee kookie, con Jin Hyung, ganó bien, mi relación con él es reconfortante, pues hemos sido amigos justo el tiempo que llevo trabajando para él.

¿Mi carrera musical?

Se fue al caño hace cuatro años, perdí todo por lo que luche desde pequeño, en un solo día mis ilusiones, mis metas, mis sueños y anhelos se me fueron arrebatados de la manera más cruel que a nadie se le puede desear.

Maldigo el día en que conocí el mundo de los ricos.

Maldigo el día en que conocí aquel niño con carácter de adulto, irritante y arrogante.

Min Yoongi me llevo a la perdición y la desgracia de una manera que jamás en la vida le podré perdonar.

Claro que solamente hay algo bueno de todo esto, o bueno, mejor dicho, alguien que me hace olvidar todas las desdichas que he vivido durante años.

- ¡Papi! - Escuché una infantil voz tan adorable y tierna como siempre.

- Hola bebé, ¿Cómo te fue ahora en la guardería? - Le pregunté a mi pequeño cargándolo entre mis brazos.

Así es, Min Yoongi me dejó el regalo más grande que jamás pude imaginar, mi pequeño Park Jungkook.

Soy padre desde hace cuatro años y desde hace cuatro años he vivido un mar de emociones y situaciones que me hacen pensar, ¿Qué habré hecho en mi vida pasada para merecer todo esto?

Justo a mis 22 años quedé embarazado de mi pequeño conejito, justo ese día comenzaron todas mis desgracias y justo ese día que estaba a punto de darle la noticia a Min, sucedió algo que no me esperé o tal vez si.

No tengo ni palabras para describir todo lo que tuve que vivir durante y después del embarazo, fueron desgracias tras desgracias.

Casi pierdo a mi pequeño Kookie, pedí el único contrato que pude haber logrado en mi miserable vida.

¿Cómo?

Bueno, un mes antes de cumplir los nueve meses, un auto me arrollo en medio de la calle, justo cuando estaba el pase a los peatones, claro que el maldito iba borracho. Tuvieron que operarme de urgencias y sacar a mi bebé, fue duro claro, pero agradezco a Dios que Jungkookie haya nacido sano y saludable. Si paso en incubadora un mes y con problemas respiratorios, pero nada grave, lo operaron una sola vez y todo salió perfecto.

Mi bebé es un luchador, pues tiene sangre Park, como no, él es la luz de mis ojos, mi motor a seguir adelante y luchar contra viento y marea, jamás permitiría que le hicieran daño.

Me gradué de la misma Universidad que él, pero terminé en línea, con honores si, pero con el alma destrozada.

Justo al momento de graduarme, recibí una oferta muy valiosa, me contrataban para unirme a una prestigiosa agencia de baile y canto, incluso para debutar en solitario, mi sueño estaba por cumplirse, incluso me aceptaban estando en cinta, pues me dijeron que tomaría meses crear canciones adecuadas para mi voz y que mi bebé no afectaría en nada.

Pero mis sueños se fueron esparciendo poco a poco después del accidente.

Justo el día que iba a firmar el contrato para poder dar inicio oficialmente, ocurrió aquel fatídico día donde casi pierdo a mi Kookie, pero lo peor fue que me fracture la rodilla, desprendiéndose una buena parte de tendones, impidiendo que pudiera bailar por más de seis meses agregando tres más a reposo y ejercicios, y otros tres a entrenamientos, logrando así llegar a casi un año inactivo por lo que el jefe de la empresa me retiro el contrato que aún no firmaba y me rechazó.

¿Lamentable no?

Esa es mi vida, desde entonces he tenido que luchar día con día para salir adelante, por mi hijo, por mí y por darle lo mejor, que él tenga lo que yo jamás logré.

¿Volver a intentarlo?

Lo veo imposible, aunque logré bailar nuevamente, mi canto sigue intacto, pero mi vida ahora gira entorno a mi pequeño Kookie, ya no soy sólo yo, él estará presente en todas mis decisiones.

Jungkookie nació con la música en sus venas y como no si aunque no quiera su padre y yo amamos la música. Mi pequeño ama cantar, bailar y claro que tocar instrumentos, está pequeño es un bebé para mí pero tiene talento y si su sueño en un futuro es ser un artista, siempre tendrá mi absoluto apoyo.

Por mi hijo, soy capaz de todo.

- Bien papi, tío TaeTae llegó así de tarde - Me dijo mi bebé mostrándome cinco de sus deditos.

- ¿Tío TaeTae llegó cinco minutos tarde?

- Si, pero me dijo que no te dijera - Reí bajo por lo que dijo, pues Kookie no sabe guardar secretos. Volteé a ver a Tae qué trataba de ocultarse detrás de Jin Hyung.

- Gracias por recogerlo Tae, ¿Podrías cuidarlo en casa mientras salgo de aquí? - Le pregunté a Tae.

- Claro Minnie. Ven pequeño traidor, es hora de irnos - Golpeé levemente el brazo de Tae por llamar así a mi pequeño.

- Adiós papi, te amo - Me dijo mi bebé dándome un beso en la mejilla.

- También te amo bebé, portate bien y no veas demasiada televisión.

- No papi, adiós tío Jinnie

- Cuídate Kookie

Tae se fue con mi pequeño Kookie y seguí en mi trabajo, con más ánimos que antes, pues mi bebé me daba mil años de vida, más cada vez que viene a darme esas cortas visitas solo para decirme que me ama, yo amo a mi pequeño.

- Debo irme Jiminie, te encargó eh - Cuando escuché a Jin Hyung me volteé rápidamente hacia él.

- ¿Ya se va? - El asintió muy sonriente - Pero apenas son las 5:00pm, no puede dejarme sólo...

- Vamos Jiminie, se que tú puedes, figthing - Me dijo - Viene un cliente, atiende y gracias otra vez Jiminie - No pude ni replicar, pues el salió como rayo por la salida trasera. Suspiré rendido y me resigne hacer todo solo otra vez.

- Buenas tardes - Escuché y volteé.

- Buenas tardes, bienvenido a Coffee.... - Me quedé con las palabras a medias al verlo a él, ahí de pie frente a mi.

- Jimin - Su voz...

- Yoongi... - Mi voz tembló.

La persona que menos deseaba ver y la que más detesto en mi vida, estaba justo al frente de mi.

Guapo...

Varonil...

Fuerte....

Pero así lo sigo detestando tanto o más desde el primer día en que lo conocí.

Min Yoongi regreso arruinar mi vida.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero les haya gustado 🤭 ahí les dejé un pequeño regalo.

Jungkookie en esta historia será hijo del Yoonmin, claro que Yoongi no lo sabe.

¿Cuanto creen que demoré en darse cuenta?

El drama inicia desde los primeros capítulo, así que estén listos y bien preparados para lo que venga. 😏

¡Nos leemos pronto amigos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐