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Maratón (2/5)

~ Pasado ~

(Narrador Omnisciente)

La preparatoria terminó para Min Yoongi y Park Jimin, ambos siendo los mejores de su clase.

Yoongi en primer lugar.

Jimin en segundo lugar.

Yoongi estudiaría en la mejor Universidad de Daegu, mientras Jimin obtuvo una nueva beca para estudiar en la misma Universidad que Yoongi, pero esta vez, ambos sabían que sus rumbos serían diferentes.

Jimin estudiaría, canto y danza, ama la música, pero sus fuertes son el canto y la danza. Mientras Yoongi ama componer, rapear, así que su rama era la composición. Estarían en el mismo edificio, pero no con las mismas clases, aunque... Ninguno sabía si llegarían a toparse más de una vez.

El invierno había llegado para aquellos dos chicos, tan diferentes y tan iguales a la vez.

Estaban justo en año nuevo, faltaban un par de horas para recibir un año más e iniciar sus vidas como Universitarios, ya no unos chiquillos problemáticos o temerosos, si no, adultos que empezarían afrontar situaciones más dificiles de las que ya viven.

Jimin siempre ha pasado las festividades en familia, una asombrosa cena hecha por sus padres, un ambiente cálido, hogareño, familiar, amoroso, risas, alegría, con la mesa llena de comida caliente y recién echa.

Cenaban tranquilamente, sonriendo y contando muchas historias entre ellos. Los padres de Jimin amaban contarle muchas de sus aventuras de jóvenes a su hijo, como se conocieron, cómo fue el mayor regalo haberlo tenido a él, mientras Jimin siempre sonreía, pues amaba escuchar a sus padres, que aunque siempre lucharon por sacarlo adelante, sufrieron muchas veces, ellos siempre le contaban los momentos felices y no los difíciles, siempre tenían una sonrisa en sus rostros y eso es lo que Jimin siempre amo de su familia, su humillada, amor, felicidad.

- Saldré unos minutos a caminar, regresó pronto - Aviso el menor a sus padres.

- ¿A dónde vas Minnie?, Sólo quedan dos horas para año nuevo y queremos pasarlo los tres juntos, como siempre - Dijo la señora Park.

- Prometo estar aquí antes mamá, solo saldré a caminar un poco, regresó pronto, ¿Si? - Dijo el menor, sonriendo a su madre.

- Está bien hijo - Habló el señor Park - Ve, pero regresa luego, ¿De acuerdo? - El menor asintió y salió de su casa.

Se encaminó hasta el parque que estaba cerca de su casa, soltó un suspiro viendo cómo humo salía de sus labios por el frío.

Cuando llegó al parque, vio una silueta sentado en uno de los columpios, justo hacía donde él iba, ladeó la cabeza sintiendo que conocía a la persona sentaba ahí. Se acercó lentamente hasta que logró reconocerlo.

- ¿Yoongi? - Preguntó el castaño.


Min Yoongi, siempre fue presionado por sus padres a obtener las mejores notas en el instituto, siempre le exigieron más de lo que él podía dar.

Si ganaba el primer lugar, la respuesta de sus padres siempre fue la misma, "Así debe ser siempre", jamás lo felicitaron como debía ser.

Razón por la que el carácter de Yoongi, se iba formando agresivo, descargaba toda su rabia hacia los inocentes, todo el enojo que sentía por sus padres, lo pagaba un chico de mejillas regordetas que jamás tuvo la culpa de nada.

Eso no era lo único que debía pasar Yoongi, día con día, año con año. Sus cumpleaños nunca fueron celebrados, siempre la pasaba solo ese día, sus padres creían que con enviarle los obsequios más caros, con eso pagaban su ausencia, pero no era así, ni siquiera le enviaban una nota, un mensaje nada.

Las festividades navideñas, también eran iguales, la pasaba solo, los empleados le dejaban la cena hecha, un pastel y todo lo que pudiera comer, los señores Min, dejaban regalos pagados antes de irse a pasar las festividades con gente de negocios, de su clase, artistas y más. Mientras él pasaba solo, como siempre, esa era la vida del menor de los Min, pasar solo, siempre.

Ese año, no quería pasar encerrado como siempre, no quería dormir temprano, hasta que amaneciera, como siempre, él quería salir, tomar aire y congelarse en el frío invierno de ser necesario, estaba cansado de lo mismo de siempre.

Salió de su casa y empezó a caminar, sin rumbo, solo caminaba y caminaba, pesando en todo y en nada.

¿Por qué nunca recibió un amor de padres?

Se preguntaba el chico, pero era algo, que jamás sabría responder, sabe que no es el único chico en la faz de la tierra con el mismo o peores problemas. Además que considera que ya está muy grandecito como para andar lamentándose por la falta de afecto de sus padres hacía él, claro que nunca es tarde para un poco de amor.

Camino, hasta que encontró un parque, observó unos columpios solos, pensó que era el lugar indicado para pasar el año nuevo, se sentó en uno de los dos que estaban ahí y observó cómo los copos de nieve empezaban a caer en pequeñas cantidades.

Hasta que escucho que una dulce voz que él conocía muy bien llamaba su nombre.

- ¿Yoongi? - Volteó a ver al lindo chico que lo veía curioso desde una buena distancia de él.

- Jimin... - Dijo el pelinegro, sintiendo que estaba viendo a un ángel frente a él.

Borró las ideas de su mente y desvió la mirada nuevamente, trato de ignorar al chico, aunque claro, no era de todo posible si el sabía que su corazoncito latía por el tierno y atractivo chico que se estaba sentando en el columpio sobrante.

- ¿Qué haces tan lejos de casa?, ¿Tus padres saben que saliste?

- ¿Los tuyos saben que te escapaste? - Conteataco el mayor, sin usar su voz dura, pero si con sus bromas de mal gusto.

- Los míos si, pero al parecer los tuyos no - Dijo Jimin, ignorando el mal chiste anterior.

- Los míos nunca están en casa, para estas fechas - Respondió sin más el mayor.

- ¿Nunca?

- Nunca...

Jimin no supo que más decir, observaba al chico y claro que sentía unas cuantas maripositas revolotear alborotadas en su pancita. El jamás negaría que con el transcurso de los años Yoongi se fue convirtiendo en un chico atractivo, guapo, sexy, siempre irritante, fastidioso y odioso, pero eso no le quitaba el buen atractivo físico.

- ¿Podrías dejar de verme?, ¿Me veo bien? - Dijo el mayor, devolviendo la vista hasta los tiernos ojitos de Jimin, quien sonrió de nuevo, después de no haberlo hecho en meses, desde el accidente.

- ¿Puedo preguntarte algo Yoongi? - Dijo Jimin.

- Ya estás preguntando - Respondió Yoongi.

- Otra pregunta.

- No...

- ¿Por qué siempre me has odiado? - Yoongi suspiró por qué sabía que el menor siempre preguntaría.

- Nunca te he odiado Jimin...

- ¿Nunca...? - El menor abrió sus ojitos sorprendido por la respuesta - ¿Entonces, por qué...?

- Odiaba que... Llegaste a la escuela... Con una sonrisa que yo nunca pude tener por qué mis padres me tenían muy presionado con los estudios desde pequeño, odiaba que... A pesar de que tratará de hacerte la vida imposible, siempre me sonreías, siempre aceptabas que te echara la culpa de todo y no defenderte, odiaba que siempre fueras tan vulnerable, que no supieras defenderte, creí que... Serías diferente a mi, pero al final somos iguales.

- ¿Por qué... Iguales? - Jimin empezaba a entender muchas cosas.

- Yo nunca me defendí del maltrato de mis padres, tú nunca te defendiste de mis maltratos, por eso somos iguales, somos... Vulnerables, débiles, no sabemos enfrentar nada, no sabemos defendernos, yo descargaba el odio que le tengo a mis padres en ti y tú... ¿Por qué nunca hiciste nada Jimin? - La pregunta tomo un poco desprevenido al menor.

- No lo sé... Quizá nunca nadie me enseñó a defenderme, quizá la humildad no siempre te enseña a ser fuerte, quizá... Crecí en un mundo tranquilo y donde nunca necesite defenderme de nadie... Hasta que te conocí.

- Tu respues es tonta igual que tú.

- Gracias...

- ¿Ves?, A eso me refiero Jimin, no deberías dejar que nadie te insulte, que nadie te diga que está bien y que está mal, que jamás nadie te diga lo que quiera, defiéndete, se tú, enfrenta a quien sea que intente decirte que eres alguien... Quién no eres.

- Lo mismo digo, escuchate y haz lo mismo Yoongi, no dejes que nadie controle tu vida, haz lo que quieres, no dejes que nadie... Diga que eres alguien quien no eres.

Los dos chicos se sonrieron y soltaron una tierna risita, pues sabían que sus mismas palabras, eran no solo para el otro, si no que se las decían a si mismos.

- Hagamos una promesa Jimin... - Claro que el castaño se sorprendió por las palabras del mayor.

- ¿Promesa?

- Si...

- ¿Qué... Tipo de Promesa?

- Te prometo no molestarte jamás en tu vida, pero a cambio... Tú no debes dejar que te moleste nunca más.

- ¿Qué...?, Pero... ¿Cómo?

- Si yo me acerco a ti para molestarte, me debes ignorar o patearme, si intento hacerte una mala broma, debes acusarme, si te insulto, tú debes insultarme el doble de lo que yo te diga, ¿De acuerdo?

Jimin bajo la mirada y jugó con sus manitas, él no se creía capaz de hacer lo que Yoongi le estaba pidiendo, sabía que era muy cobarde y débil para defenderse a si mismo.

- ¿De acuerdo Jiminie? - Y esa fue la primera vez que Min Yoongi uso un diminutivo con el castaño, quien sintió su corazón bombear acelerado, sus mejillas sonrojarse y sus labios secarse.

Sonrió entre dientes y asintió lentamente, para levantar la mirada hacía Yoongi, obsérvalo y responderle.

- Aceptó, solo... Si tu prometes cambiar tu actitud y buscar tu felicidad, ser tú, si prometes... Qué no dejarás que tus padres jamás, manden sobre tu vida, ¿De acuerdo?

- De acuerdo...

Ambos chicos hicieron una promesa y para hacerla más justa, unieron sus dedos meñiques, y sellaron la promesa, que esperaban cumplir siempre.

Sonrieron cuando sus pieles se unieron, por más mínimo que el toque haya sido, amaron sentir la piel del otro. Se vieron a los ojos durante segundos, los cuales no el viento, ni el frío, nada fue capaz de romper.

- Feliz año nuevo Min Yoongi...

- Feliz año nuevo Park Jimin...

Se dijeron ambos chicos, sin darse cuenta que justo en ese momento se cumplían las 12:00am.

No sintieron cuando realmente el año inicio, no sintieron cuando el tiempo pasó entre charlas uno del otro, nada a su al rededor los molesto, pues justos eran diferentes, sin nadie cerca, podían ser ellos mismos.

¿Realmente podrían cumplir su promesa?

~ Presente ~

Yoongi despertó de su sueño, con su corazón latiendo a mil por hora, sudando y con sus ojos rojos y lágrimas bajando por sus mejillas.

Su corazón dolió por aquel sueño, que realmente paso hacía muchos años.

- Perdóname mi bello ángel... Perdóname por ser el primero en romper nuestra promesa.

Dijo a la nada el mayor, recordando como ambos rompieron aquella inocente promesa, pero que para ellos había significado mucho, más que unas simples palabras al aire.

¿Realmente podrían volver a ser los mismos de antes?

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¿Qué les pareció este capítulo?

Esperó que les este gustando está maratón chiquillos✨

Un nuevo cambio surge en el Yoonmin, sucederán muchas cosas amigos, así que esperenlas con ansias🤭

¡Nos seguimos leyendo amigos!

Besitos💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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