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(Narrador Omnisciente)
- Jiminie, ¿Por qué vienes tan tarde? - El menor entró a la cafetería, donde Jin lo esperaba preocupado.
Minutos antes le llamo a Taehyung le pidió que cuidara de Kookie el resto del día, que después le contaría todo, pero que no se sentía en posición para llegar a casa con ese semblante tan triste.
- ¿Sucede algo Minnie? - Preguntó Jin, preocupándose más por el aspecto de su amigo.
- Jin Hyung... - Llamó el menor.
- Dime pequeño - Jin lo llevó hasta la sala de descanso, dejó a cargo a Chanyeol y Baek, mientras el platicaba con Jimin.
- ¿Se acuerda cuando... Nos conocimos? - Una sonrisa apareció en los labios del mayor, asintió y suspiró recordando aquel día.
- Lo recuerdo perfectamente Minnie.
~ Dos años atrás en Ciudad de Daegu Corea del Sur ~
Un chico de cabellera castaña estaba sentado en la banca de un parque poco concurrido, observaba desde su asiento como su pequeño de dos años estaba sentando junto a otro pequeño, mientras reían por las pequeñas hojas secas que caían sobre sus cabecitas.
El chico sonrió al ver aquella tierna e inocente sonrisa en su bebé, ¿Cómo no amar a su pequeño?, Es todo lo que más ama, es todo lo que necesita para ser feliz y sonreír día a día a pensar de todas las dificultades que vive día con día.
- ¿Quién de los dos es tu pequeño? - Una dulce voz sacó de sus pensamientos al castaño.
Volteó su mirada hacía un lado y sentado junto a él, estaba un chico de cabello rubio, más alto que él por lo visto, de hombros anchos y sonrisa encantadora. Aunque su mirada denotaba la preocupación que su ser albergaban, Jimin sabía perfectamente lo que esa mirada siempre significaba. A pensar de que el más alto le daba una sincera sonrisa, el brillo de sus ojos no estaba ahí.
Regresó su mirada hacía los dos pequeños y su sonrisa volvió aparecer.
- El pequeño con sonrisa de conejito - Respondió dulcemente el menor.
El presente contrario, volteó su mirada hacía los infantes y sonrió al reconocer al chiquillo descrito, su peculiar sonrisa de conejito lo dejó encantado.
- Es muy tierno, ¿Cómo se llama?
- Park Jungkook - Respondió el menor, aún con su mirada fija en su pequeño bebé.
- Jungkookie, es un peculiar nombre - Respondió el mayor.
- Es el nombre que... Su padre hubiera elegido para él.
La respuesta del más bajo asombro al mayor, de inmediato se disculpó por sus palabras dichas.
- Lo siento, de verdad, no sabía que él...
- No falleció - Respondió el castaño con una suave sonrisa melancólica - Simplemente... Nunca lo supo.
- Oh, entiendo, eres padre soltero, ¿Sabes?, Siempre he admirado a las personas como tú, mi madre me abandonó en un orfanato a los 5 años por qué ya no podía conmigo, decía que necesitaba a un hombre que la ayudará, ¿Tú crees?
- Tú madre debió estar...
- Loca, esa mujer no tenía remedio, pero no hablemos de eso, dime, ¿Cómo te llamas tú?
- Park Jimin, ¿Y tú?
- Kim Seokjin - La sonrisa de ambos demostró que aquella plática no acabaría allí. Pues al parecer ambos tenían problemas en sus vidas actualmente y solo buscaban alguien con quien desahogarse, aún si aquella persona era un completo extraño para ellos.
Así fue como se vieron por primera vez aquellas dos personas, Jimin y Jin se volverían dos amigos inseparables, que se ayudarían en las buenas y en las malas.
Era una amistad que se estaba formando de su necesidad por encontrar un motivo para salir adelante. Pues ambos creían que existían personas con peores desgracias que las de ellos y no se equivocaron, pues al contarse todos sus problemas, se dieron cuenta de que aquellos era verdad.
- Mi cafetería está por quebrar... - Dijo Jin de la nada - Sólo tengo un año de haberla puesto y nada ha salido como he querido, estoy a punto de perder todo por lo que he luchado.
- ¿Tú cafetería está en Daegu? - Preguntó Jimin, pues conoce toda la ciudad y jamás había visto aquel hombre en ninguna de las cafeterías que ya conoce.
- No, está en Seúl, vine a visitar a una vieja amiga, pero ella no está en casa, debo regresar a Seúl.
- Pero es demasiado tarde...
- Lo sé. Buscaré algún hotel donde quedarme - Dijo Jin.
- Puedes quedarte en mi casa está noche si quieres y mañana regresas a Seúl.
- ¿Cómo crees?, Molestaría en tu hogar, además... Soy un completo extraño para ti, podría ser un ladrón, asesino o...
- No tienes pinta de asesino ni de ladrón, además, parece que realmente estás en quiebra amigo.
- Gracias por notarlo, la verdad es que no tengo ni un centavo, mi amiga me rogó que viniera a verla y gaste mis ahorros en el viaje, aún estoy pensando cómo haré para regresar a Seúl, ¿Te cuento un secreto? - Jimin asintió sonriendo hacía el mayor.
- Claro, dime.
- Pensaba dormir en esta banca está noche, pero te encontré aquí y quiera sacarte de aquí pronto con mis preguntas, asustarte y...
Jimin río a carcajadas al escuchar al mayor, realmente le asombraba lo fácil que decía las cosas, lo divertido que es a pensar de sus problemas, le parecía una persona tierna, amigable y alguien que podría ser un excelente amigo.
- Eres divertido Hyung, ¿De verdad pensaba quedarse aquí está noche?, ¿Si sabe que lloverá verdad?
- ¿Hablas en serio?, Oh por Dios y yo traía conmigo mi pequeño equipaje, ¿Dónde me habría ocultado?
- Aquel juego para niños parece un buen escondite - Dijo un divertido Jimin.
- ¿Ya haz pasado la noche ahí también? - Preguntó un curioso Jin.
- No, pero no parece un mal lugar.
- Tienes razón. Me agradas Jimin.
- Y usted a mi Hyung - Ambos sonrieron y regresaron su vista hasta el pequeño Kookie que con dificultad se puso de pie y camino a pasos lentos hasta su padre.
Jungkook llegó hasta donde estaba su padre, esperándolo con brazos abiertos y una brillante sonrisa, Kookie se lanzó a los brazos de su papi y río divertido cuando esté lo alzó y le dió una vuelta en el aire.
- ¿Te divertiste mi pequeño conejito? - El menor asintió y recargo su cabecita en el hombro de su padre. Observó al hombre sentado junto a su padre y lo vio con curiosidad.
- Api... - Balbuceó el menor. Podía hablar bien, pero le daba miedo hacerlo frente a extraños.
- Dime cielo - Habló Jimin.
- ¿Él...? - Señaló a Jin. Jimin tomó su manita y la bajo.
- No señales amor y él... Es un nuevo amigo.
Jungkook sonrió y aplaudió emocionado, por tener un nuevo amigo, Jin estaba encantado con el pequeño, conocía muchos niños berrinchudos y mal educados, pero aquel niño lo había cautivado.
- ¿Vienes Hyung?, Mi familia no muerde y te recibirán con los brazos abiertos - Jin sonrió, está vez con un brillo en sus ojos, se levantó con maleta en mano y camino junto a Jimin y su pequeño que se fue quedando dormido en el camino.
En todo el trayecto Jin le contó a Jimin muchas cosas sobre él, ambos se contaron infinidad de problemas uno del otro.
Jin es dueño de una cafetería, estudio repostería, pero no le fue tan bien como esperaba, pues no ganaba lo suficiente, aún si se quedaba el solo y no contestaba a nadie, no le alcanzaba para cubrir todos los gastos.
La cafetería era poco demandada y estaba en un lugar poco concurrido, los clientes llegaban por qué no habían más cafeterías en la zona, no tenía clientes habituales, no tenía amigos ni nadie con quién hablar de sus problemas en Seúl.
Cuando conoció a Jimin, él tenía 26 años, mientras que Jimin 24 años.
Ambos se contaron todo lo que habían vivido durante años atrás, cómo es que Jin soñaba con una cafetería conocida, vender sus pasteles, crear un lugar lleno de ambiente cálido.
Jimin le contó todo lo que vivió en su infancia con Yoongi, en su adolescencia, como terminaron siendo pareja y como aquella que parecía la relación más linda de todas, terminó de la peor manera imaginable.
Cómo perdió su única oportunidad de cumplir sus sueños de ser un cantante o bailarín profesional, cómo es que ha sido un padre soltero durante dos años y todo lo que ha tenido que luchar.
- ¿Entonces trabajas con tus padres en la tienda de convivencia? - Preguntó Jin.
- Si, aunque es poco lo que gano, ellos dicen que siempre me apoyarán en todo, se los agradezco, ellos no me rechazaron cuando supieron de mi embarazo.
- Son unos buenos padres
- Los mejores, ellos aman a Kookie, pero creo que es hora de buscar mi propio hogar, un trabajo donde gane un poco más, establecerme y tratar de ser independiente.
- Oye, te ofrezco un trato - Dijo el mayor, con una gran idea en mente, que esperaba diera resultado.
- ¿Un trato? - Preguntó un curioso Jimin.
- ¿Por qué... No vienes a vivir a Seúl y trabajas conmigo? - Dijo Jin.
La idea podía parecer loca y descabellada, pero a los ojos de Jin era la mejor idea que había podido tener. Mientras que a Jimin no le parecía la mejor de todas.
- ¿Está bromeando verdad?
- No Jiminie, mira, podemos asociarnos, ni tú ni yo tenemos en donde caernos muertos, pero podemos hacer algo para tener nuestro propio dinero, yo tengo aún una cuenta de ahorros que nos puede servir...
Así es como Jin le fue explicando al menor como podrían hacer para asociarse, o al menos levantar el negocio de Jin y ambos tener una vida digna de llevar.
El día en que Jimin se fue de su casa, le partió el corazón dejar a sus padres, pero sobre todo a su pequeño conejito, el cual tuvo que dejar con sus padres hasta que pudiera establecer su vida en Seúl. Se fue con Jin, una semana después que este le propuso aquel trato.
Ambos tenían una y mil ideas en mente, Jimin aprendería hacer pasteles con ayuda de Jin, armaría una nueva vida para él y darle una estable a su pequeño. Reconstruyeron la cafetería, que en aquel entonces no tenía un nombre fijo, más que solo cafetería.
Jin decidió vender el local que había comprado y con el dinero que le dieron, más una parte de sus ahorros compro un local mucho más grande en el centro de Seúl, cerca de muchas empresas, la levantó junto a Jimin, crearon la mejor cafetería de al rededor.
El castaño levantó su propio hogar con esfuerzo dedicación, trabajo, sudor, llanto, le costó, pero al final lo logró.
La cafetería no tardó en volverse una de las más demandadas del área, dándoles mucho trabajo a los dos chico, teniendo que recurrir a más empleados.
Coffee Kookie.
Ese fue el nuevo nombre que Jin decidió darle, colando el sobre nombre de Jungkookie en su cafetería, agradeciéndole de aquella forma a Jimin por haberlo ayudado a salir adelante, por haberlo ayudado a levantar su mundo.
Por esa razón el mayor siempre se sentía con la obligación de ayudar a su tierno amigo, a superar su pasado, a salir adelante, a crear un nuevo mundo para él y su pequeño bebé.
~ Presente ~
- ¿Crees que hice bien en venir a Seúl?, Quizá... Si me hubiera quedado en Daegu, todo hubiera...
- El hubiera no existe Jiminie, tú llegaste aquí por tu hijo, para salir adelante, para superarte, si, encontrarte con Yoongi no estaba en tus planes, pero sucedió y eso no se puede cambiar.
- Hyung... - Jimin tenía sus ojitos llenos de lágrimas, sentía una fuerte opresión en su pecho que le decía que fuera hasta el mayor y le dijera que si lo ama, pero a la vez su mente le decía que había hecho lo correcto.
- Tranquilo Jiminie, todo estará bien, ¿Si?, Sabes que no estás solos, tienes a Tae, a mí y sobre todo a tu conejito.
- Gracias por haber aparecido aquel día en ese parque Hyung, usted a sido mi salvador desde ese día.
- Gracias a ti también por haber aparecido en mi vida Jiminie, sin ti no se qué habría hecho.
Ambos se abrazaron, guardando con devoción aquel recuerdo del día en que se conocieron, en que sus vidas cambiaron y en qué empezaron el inicio de un cambio para ambos, pero un cambio que siempre les trajo lo mejor de todo.
- Lo quiero Hyung
- También te quiero Jiminie.
Jin sabía que las cosas podrían mejorar o empeorar, pero de lo que estaba más que seguro es que jamás dejaría a su Jiminie sólo.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero les haya gustado, está se basó en como Jimin y Jin se conocieron.
Habrá una de Tae y Jimin, pero esa será más adelante.
¡Nos leemos pronto amigos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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