(Narrador Omnisciente)

Yoongi estaba tratando de quedarse dormido, pero pareciera que su cerebro no se lo permitía.

¿Cómo?, Si su bello ángel estaba en la habitación de al lado, muy probablemente soñando con angelitos como él, pensaba el mayor.

Cerró los ojos decidido a tratar de dormirse, cuando escuchó como claramente la puerta de su habitación era abierta, se dió la vuelta, para observar con más claridad.

Jimin entró a la habitación del mayor, caminando a pasos lentos, se quedó de pie frente a la cama de Yoongi, le sonrió dulcemente, mostrando su eyesmile. El mayor estaba estupefacto, él juraba que el menor podría estar durmiendo, jamás se imaginó verlo ahí, de pie frente a él.

- ¿Jiminie? - Yoongi creía que estaba soñando, pero nada de eso fue así cuando observó con mucho nerviosismo los actos de su bello ángel.

El rubio se subió a la cama, gateando lentamente hasta donde estaba el mayor, se acostó a su lado e inmediatamente se abrazó a él, con piernas y brazos, dejando su cabeza recostada en el pecho de este mismo. Yoongi estaba sorprendido, asustado y sintiendo su corazón a mil por hora de lo feliz que se sentía también.

- ¿Puedo... Dormir contigo Yoonnie? - El mayor definitivamente amaba aquel sobre nombre salir de los labios de su ángel.

- Si mi ángel, puedes - Fue lo único que logró articular el pelinegro.

Envolvió entre sus brazos el frágil cuerpo de su pequeño, aspiró el aroma del menor, sonrió contento al sentirlo así, entre sus brazos, sentía que era un sueño, que probablemente se había quedado dormido y todo aquello no era real, pero lo era, todo era completamente real.

Dejó un dulce y suave beso sobre la coronilla de su bello ángel, apoyó su barbilla sobre esta misma y soltó un suave suspiró de satisfacción, sintiéndose pleno y completo con la presencia de ser que más a amado sobre la faz de la tierra, ¿Como no?, Jimin había estado en sus peores y mejores facetas, Jimin había sido su amor platónico desde los 15 años, cuando se dio cuenta que nunca lo odio que realmente estaba enamorado de aquel bello chiquillo de mejillas regordetas y sonrisa brillante.

Si, se aterró, pero sobre todo, se enamoró.

- Yoonnie... - La voz del menor lo sacó de sus pensamientos, hizo un sonido indicando que estaba prestando total atención. Sin embargo el silenció del menor lo extraño.

- Dime mi bello ángel.

- ¿P-or qué...? - La voz quebrada de Jimin lo preocupó, lo abrazó más a él tratando de calmarlo un poco - ¿Por qué... Me dejaste Yoonnie?

Entonces Yoongi se paralizó, no vio venir aquello, de todo, fue lo que menos se esperó, ¿Realmente estaba preparado para contarle la verdad?, No lo sabía, pero de lo que si estaba seguro es que tarde o temprano su bello ángel debía saber la verdad.

- Jiminie...

- ¿Sabes... Cuando yo te amaba? - El verbo en pasado asustó a Yoongi, la palabra "amaba" no era algo que se esperará y menos en aquella situación.

- Mi ángel...

- Yo... Quería contarte la mejor sorpresa del mundo... Pero tú... Me dejaste sin razón.

- ¿Cuál... Sorpresa Minnie?

- La más bonita de todas... ¿Sabes cuánto te amé?, ¿Sabes... Todo lo que hice por tí?, Yoonnie... ¿Por qué fuiste tan cruel conmigo?

Las lágrimas de Jimin ya mojaban la camisa de Yoongi, mientras esté último empezaba a dejar escapar las suyas propias, sonriendo la culpa apoderarse de su pecho. ¿Tanto daño le causó a su bello ángel sin darse cuenta en aque entonces?, Era más que obvia la respuesta.

- Minnie... Perdóname mi amor, jamás... Fue mi intención, sabes que te amé, te amo y te amaré por el resto de mi vida.

- ¿Me amas Yoonnie? - Jimin estaba borracho, pero sabía lo que decía, estaba un 70% Seguro y consciente de lo que decía.

- Te amo más que mi propia vida mi bello ángel, siempre te amaré Jiminie, eres... La luz de mis ojos, mi vida entera cariño - Tanta sinceridad en las palabras del mayor que Jimin supo y sintió que era real.

- Yoonnie... - El menor sonrió su naricita, cerró sus ojitos y respiró profundo - ¿Me volverás a dejar?

- Jamás mi amor, jamás te volveré a dejar mi bello ángel... ¿Me dirás cuál era aquella sorpresa cielo?

- La sorpresa... Es bonita, la mejor de todas, es... Yoonnie, tú y yo... - Yoongi quería saber, sabía que Jimin en realidad tenía algo que decirle, esperó unos segundos, y al no recibir respuesta, incentivó al menor a seguir.

- ¿Tú y yo que bebé? - Silenció fue lo que recibió. Se acomodó de forma que pudiera ver el rostro del menor.

Sin embargo, sonrió al verlo completamente dormido, suspiró y dejó un casto beso sobre la frente de este, lo volvió abrazar y en cuestión de segundos, ambos quedaron completamente dormidos, juntos, abrazados, sintiendo sus corazones palpitar juntos, cálidos y contentos. Dándose el calor y amor que por años no pudieron.

A pensar de las circunstancias y de todo lo que había sucedido entre ellos, su amor siempre sería más grande que todo.

¿Verdad?

(Narra Jimin)

Me desperté con un enorme dolor de cabeza que no sentía hace años, me daba vueltas todo, cada que trataba de abrir mis ojos, una luz cegadora me obligaba a cerrarlos nuevamente.

Busqué mi teléfono para ver la hora, pero no lo sentí por ningún lado, intenté una vez más abrir mis ojos y al fin lo logré.

Me asusté cuando me vi en una habitación que no es la mía y de un color más oscuro que él corazón de Min... ¡Oh!, ¡Estaba en la casa de Yoongi!, ¡En su habitación!

Entonces recordé todo lo de la noche anterior, mis ojos se abrieron grande cuando imagen por imagen vino a mi mente. Me senté rápidamente cuando recordé que estuve a punto de decirle de mi pequeño Kookie, lo que ocasionó que todo me diera vueltas.

Llevé mis manos hasta mi rostro y quise gritar de frustración, sólo a mi me suceden este tipo de cosas, solo a mí y nadie más. Retuve el grito de frustración y traté de respirar tranquilo.

Observé la habitación y... Recordé que toda la maldita casa es negra, jamás olvidaré la fascinación de Yoongi por ese color, pero de eso a tener su casa así, creó que necesita más color y vida a su mundo.

Aún sintiendo malestar en mi cabeza, me levanté, observando aliviado que tenía toda mi ropa puesta. Caminé hacía una de las dos puertas en aquella habitación, dando justo con lo que buscaba, el baño, agradecía enormemente que Yoongi no estuviera conmigo, no me quiero ni imaginar cómo estoy.

Efectivamente, soy un asco, mi cabello revuelto, parecía un nido de pájaros, mis labios hinchados... Hice memoria y no, no nos besamos, ¿O si? No lo recuerdo maldita sea, suspiré frustrado y a este paso me quedaré sin suspiros para soltar.

Me lavé el rostro, enjuague mi boca con agua y peiné mi cabello con mis dedos, cuando me sentí más decente que antes, salí del baño que me encantó, debo decirlo. Busqué mi teléfono y me aterró no encontrarlo por ningún lado, ¿Razón?, Bueno, no es que sea fan de colocar patrones ni contraseñas y me aterra la idea de que Yoongi encuentre las fotos con mi bebé.

Salí sigiloso de la habitación, caminé por un pasillo, que agradecía tuviera ventanales grandes, no me lo imagino sin ellas caminando en medio de la oscuridad como si fuera la casa de Drácula.

Cuando llegué a unas rústicas y relucientes negras escaleras, baje por ellas, llegué a la sala que recuerdo perfectamente y... ¡Bingo!, Mi teléfono estaba en la mesa de centro. Lo tome rápidamente y lo metí en el bolsillo de mi pantalón.

No quise ir en busca de Min, debía salir de aquí lo más rápido que pueda. Estaba por llegar a la puerta de salida cuando...

- ¿De verdad te ibas a ir sin decir un adiós? - Yoongi me detuvo, cerré mis ojos fuertemente y detuve mis pasos, ¿De verdad lo pensaba hacer?

- ¿Si?, ¿No? - Me di la media vuelta y lo vi... Su mirada... Me sentí culpable.

Tenía puesto el mismo delantal de la noche anterior, entre sus manos un plato con una pila enorme de hot cakes, ¿A qué horas fue por los ingredientes?, Su mirada denotaba la tristeza que debió sentir, me arrepentí de haber querido escapar, ni siquiera sé por qué lo quise hacer, simplemente ¿Sigo teniendo miedo?, si... Quizá eso debió ser.

- Está bien, si quieres irte Jiminie, llamaré un taxi por ti, ¿De acuerdo? - Quise detenerlo, pero salió más rápido que un rayo hacía la cocina.

Por milésima vez solté un suspiro, fui tras él y lo vi, con la mirada fija en la pared de la cocina, tenía el teléfono de casa entre sus manos. Me acerqué a él y le quite el teléfono cuando estuvo a punto de marcar el número.

- No llames a nadie Yoongi, yo... - Dejé el teléfono a un lado y tome sus manos, no se qué estaba haciendo, pero me sentía tan correcto, tan bien.

- ¿Estás seguro?, Parecías apurado Jimin, yo... No es necesario que te sientas obligado a estar aquí, te invité a cenar y, tampoco es que, bueno, yo... No es que no quiera que te quedes, es sólo que...

- Ya, Yoon, tranquilo, ¿Si?, Me quiero quedar, puedo hacerlo y lo haré - Le sonreí cálidamente, tratando de detener sus nervios, pero entonces algo que no había recordado vino como balde de agua fría a mi.

Había olvidado el bochornoso momento en que me insinúe a Yoongi, en que me restregué a él, mis mejillas se encendieron inmediatamente, solté sus manos y me di la media vuelta, llevé mis manos a mis mejillas, tratando de disminuir el sonrojo, ¿Por qué bebí tanto?, Me preguntaba una y otra vez.

- ¿Estás bien Jiminie? - Su pregunta me alteró más, sentí como colocó su mano sobre mi hombro y me sentí más nervioso.

- ¿Eh?, Si, claro... Todo está bien - Respondí sin voltearme.

- ¿Ya recordaste todo? - Su tono burlón ocasionó más vergüenza en mi, sabía que el recordaría todo y ahora es cuando pienso que hubiera dejado que llamara a un taxi y así me hubiera evitado está vergüenza.

- No te burles Min, no es gracioso, el alcohol no va conmigo, es todo.

- Claramente no va contigo, pero me gusta verte sonrojado - Mi piel se erizo cuando me abrazó por detrás, sentía que mi corazón saldría de mi pecho por la emoción y nerviosismo - Olvidemos eso sí quieres Jiminie, pero yo... Jamás lo olvidaré mi ángel, tú...

- ¿Yo que...? - Le pregunté cuando se detuvo.

- ¿Aún me amas cierto? - Entonces fue esa pregunta que me aterró y me hizo hacerme una y mil preguntas.

¿Lo amo?, ¿Realmente lo amo?, ¿Perdonaría que me haya dejado con un pequeño?

Yoongi tiene una fortuna, dinero, la vida resuelta, su sueño y meta hecha realidad, todo lo que siempre quiso lo tiene.

¿Qué tengo yo?

Perdí todo por lo que una vez luche, mi carrera, mis oportunidades, mis metas, mis sueños, todo se fue a la borda, lo único bueno y de lo que jamás me arrepentiré es de haber tenido a mi pedacito de cielo, mi pequeño Kookie jamás tendrá la culpa de nada.

Me duele pensar que mi bebé no hubiera pasado por toda la pobreza que yo tuve que pasar, pero así sucedieron las cosas y nada puedo hacer, entonces...

¿Realmente estoy dispuesto a perdonar por todo a Yoongi?

- ¿Me amas mi bello ángel? - Volvió a preguntarme.

- Yo... No Yoongi, no te amo - Me solté de su agarré y sin voltear ni una sola vez, caminé hasta la salida.

Me dolió decirlo, me dolió como jamás me imaginé que lo haría, pero no me arriesgaría una vez más a ser abandonado, no lo haría cuando ahora sí tengo a alguien por quien luchar.

Salí de aquella casa sin detenerme, sin voltear y sin importarme nada, me dolió hacerlo, no quería, pero debía. No quiero salir lastimado una vez más, por qué está vez no sólo sería yo, sería mi pequeño Kookie también.

Mi respuesta fue incorrecta...

Si amo a Min Yoongi, lo amé, lo amo y lo amaré toda mi vida.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero les haya gustado mucho, parece que las cosas entre Yoongi y Jimin no irán del todo bien, costará un poco que Jiminie olvidé el pasado...

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐