Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXI - Options

21.- Options


Nota: Wattpad me borró el OS, así que aquí vamos de nuevo :((


La mirada del doctor viajó por la hoja que sujetaban sus manos. Acomodó sus anteojos y frunció el ceño. Sus manos acariciaron su barbilla. Estaba concentrado, leyendo lo que los exámenes daban como resultado. Tragué saliva repetidas veces. Los segundos que pasaba observando al experto en salud, no hacían más que incrementar mi nerviosismo.

Miré al hombre que me acompañaba. En el otro asiento, se encontraba Sebastian, igual que yo. Impaciente. Su pie se movía bajo el asiento, denotando nerviosismo. Tomé su mano, y esperé que, con aquel gesto, tanto él como yo, nos pudiésemos calmar.

El médico dejó la hoja sobre su escritorio y removió sus anteojos de su rostro, soltando un suspiro no muy alentador. Presioné la mano de mi novio, quien percibió mi temor.

—No es muy grato darle esta noticia, señorita ________. —Manifestó el hombre después de minutos en silencio. Sus dedos índice y pulgar de su mano derecha presionaron el puente de su nariz, tratando de buscar las palabras adecuadas para informarme sobre mi estado. Él no tenía ni la más mínima idea de que cada segundo que pasaba en silencio me estresaba enormemente.

—¿Q-qué tengo? —Inquirí, temerosa. El hombre me miró detenidamente, y pude observar cómo se disculpaba con su mirada. Entonces, sentí el nudo en mi garganta, seguido de mis ojos comenzar a arder.

—Los exámenes arrojaron una alteración en las trompas de Falopio. Razón por la cual no han podido concebir un ser. —Informó el doctor. —Es usted infértil.

Bastaron escuchar esas tres palabras para que mi mundo se derrumbara a mi alrededor sin más. Mi sueño, mi anhelo por ser madre y darle un hijo al hombre que amaba, se alejaban considerablemente. Todo lo que vi en aquel momento, no fue más que los pedazos rotos de un sueño perdido.

Respiré profundo y asentí. Una ligera sonrisa se alojó en mis labios. Sonrisa que, embocé ante los cuatro doctores a los que había asistido anteriormente. Mis esperanzas por escuchar lo contrario no se habían ido del todo. No hasta el momento. Quería agotar toda consulta, por lo que, iba de un doctor a otro pidiendo una "segunda opinión". Pero, todos concluían lo mismo: La infertilidad.

Salimos de la consulta en silencio. El doctor nos había dado la posibilidad de arreglar aquella situación a través de la fecundación in vitro, técnica bastante utilizada y, que dio buenos resultados a todas las mujeres que llegaban a su consulta por el mismo problema. Pero no era lo que quería escuchar en ese momento. Sus palabras no lograron darme el consuelo necesario. Ni si quiera la emoción de Sebastian por saber que había una solución al problema. En ese momento, no había absolutamente nada que pudiese consolarme.

—Amor, ¿estás bien? —Preguntó Stan, cauteloso. Su mano tomaba mi brazo, evitando que siguiera avanzando hacia nuestra habitación. Asentí en respuesta, embozando una pequeña sonrisa, esperando a que él me creyera. Pero los cuatro años viviendo junto me jugaban en contra. Sebastian me conocía lo suficiente como para saber que aquella sonrisa, era fingida. Volvió a insistir, pero lo único que consiguió fue una respuesta llena de ira.

—¡Te dije que estoy bien! —Gruñí. —¡Déjame en paz!

—Amor ... —Musitó Sebastian, desconcertado.

—¡Que me dejes! —Espeté, cerrando la puerta del baño de un solo golpe. Una vez dentro, no hice más que llorar con desconsuelo.

Mi pecho era presionado por mi llanto afligido y amargo. Me daba la sensación de que moriría allí mismo, entre las lágrimas agrias que mis ojos emanaban. Dolía inmensamente tener que aceptar que no era capaz de dar origen a un ser vivo. Por un momento tuve la ilusión de que aquel médico me dijera lo contrario a lo que los otros me habían informado. Pero al parecer era mucho pedir. Lo único que él hizo fue reafirmar lo que los exámenes me decían y con eso bastaba. Ya no tenía segundas opiniones que realizar.

—Cariño, déjame entrar —Pidió Sebastian, entre golpes desesperados que le propinaba a la puerta. —Amor, solucionaremos esto, te lo prometo.

—¡No digas estupideces Sebastian, sé de sobra que no hay solución! —Repliqué, entre llanto ahogados. Durante los meses anteriores, intentamos todos los métodos que los doctores nos pudieron recomendar. Esperábamos ansiosos los resultados una vez mi periodo se atrasaba. Pero ninguno dio resultado. Absolutamente ninguno.

—Amor, el doctor dijo que hay soluciones para estos casos, ¿qué no lo escuchaste?

—No entiendes nada. —Mascullé.

—Entiendo perfectamente que estás pasando por un momento terrible. Pero no nos podemos dar por vencidos. —Su voz comenzaba disminuir. Pude escuchar un leve gemido, el cual lo dejó al descubierto; en cualquier momento comenzaría a llorar. — ________, amor. Abre la puerta, ¿sí? Hablemos, esto me afecta tanto como a ti. Sólo...abre la puerta, por favor.

Me dirigí a la puerta y la abrí. Los ojos de Stan estaban luchando por no dejar caer las primeras lágrimas. Parpadeó un par de veces, ahuyentándolas, pero no fue suficiente. Una de ellas logró deslizarse por su mejilla derecha. Fue suficiente para lograr devastarme.

—¡Sebastian! —Lloriqueé. Me aferré a su cuerpo como si de ello dependiese mi vida. —¿Por qué a mí?

—Hay opciones, _______. —Suspiró el rumano mientras acariciaba mi cabello.

—No veo ninguna, aparte de la que comentó el doctor —Sollocé.

—La adopción. —Mencionó Stan. Alcé la mirada para observarlo. —Podemos adoptar un bebé, ¿no? Sería una linda iniciativa. Con el tiempo podemos intentar lo de la fecundación in vitro, si quieres, claro. Pero, ¿no te parece una buena idea adoptar?

—¿Tú crees que sea buena idea? —Cuestioné, no muy convencida. Por lo general el papeleo era bastante abrumador para los futuros padres. Adoptar a un niño significaba meses de paciencia. Quizás años. No era fácil, para nada. Pero, por alguna razón la idea comenzaba a abrir nuevas esperanzas. —Pero no es lo mismo, Stan.

—Sé que no es lo mismo. Yo también esperaba posar mi mano en tu vientre y sentir las pataditas de nuestro hijo. Pero podemos intentar adoptando. —Sugirió. Al parecer la idea le gustaba. —Tenemos una buena situación familia, también económica. El niño tendrá todo lo que necesite. ¿Qué te parece? Podemos ir mañana a un orfanato y...

—Intentemos —Acepté. El entusiasmo de Sebastian me era suficiente para saber que ese era el camino que debíamos tomar como pareja. Los ojos de Stan brillaron al escuchar mi respuesta. No dudó en abrazarme y dar castos besos por todo mi rostro. Solté una que otra risita alegre.

—Mañana a primera hora iremos al primer orfanato que veamos. —Manifestó con evidente alegría. —Ya verás que todo saldrá bien, ______.

Respiré hondo, dejando caer mi cabeza sobre su pecho. Una luz de esperanza se alojó en mi pecho una vez Stan me dio la opción de adoptar un niño. Se acababa de abrir otra puerta cuando todas las demás se habían cerrado. Era el inicio de una nueva aventura, y yo, agradecía tener a Stan a mi lado. Dispuesto a vivir tal experiencia junto a mí. 



******

Como dije al principio, Wattpad me borró el OS. Vamos a ver, si tengo suerte, éste no lo borra -.- 

Realmente el sistema anda en sus días :(, ojalá se normalice el asunto. 

En fin, mis queridos bípedo/as, lov para todo/as! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro