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XX - It's a good day to do many things.

20.- It's a good day to do many things.

NOTA: Smut babys >:)

Sebastian tenía una enorme sonrisa en su rostro una vez sus pies hicieron contacto con la arena. Sonrió a mi dirección demostrando el niño que llevaba en su interior. Dejó sus maletas a un lado y mientras corría hacia el mar iba desprendiéndose de su ropa hasta quedar en traje de baño.

-¡Sebastian! -Chillé, cruzándome de brazos al ver su ropa esparcida por todo el arenal.

-No te impresiones, ________. -Rio Evans a mi lado. -Siempre es así. Johansson tenía que ir tras él, recogiendo la ropa que dejaba tirada. -Rio recordando aquellos momentos. La rubia llegó a nuestro lado y posó una de sus manos en mis hombros.

-Ahora te toca a ti recoger el desorden de Stan. -Se burló la rubia. - Te acostumbrarás. -Y tanto Evans como Johansson se alejaron para compartir con Mackie, Robert Downey y su esposa.

La idea de ir a la playa había surgido espontáneamente, cuando Johansson comentó su deseo por disfrutar un día en la playa. De inmediato todos asintieron, mostrándose excitados por darse unos días libres y gozar del agua, las cabañas y la paradisiaca vista que nos entregaba el lugar. No había sido mala idea; esperé el momento durante los meses que quedaban para que fuese verano. Necesitaba, al igual que Johansson, un lugar donde poder relajarme y sentir sonidos distintos a los que emitía la ciudad.

-Son unos niños. -Carcajeó Susan Downey, observando a su marido competir contra Mickie. Ambos llevaban una peleada guerra en el agua, alentados por Sebastian y Evans. -Robert no durmió pensando en el viaje.

-Sebastian tampoco. -Mencioné, recordando la noche anterior en donde el rumano no dejó de mencionar las cosas divertidas que haría durante los días hospedados en el hostal. -Lo amo, pero algunas veces de verdad me colma. -Carcajeé.

-No tendrás problema cuando tengan sus propios hijos. Ya habrás ensayado con Sebastian. -Comentó Johansson, entre risas.

Reímos mientras hablábamos de temas variados y los hombres disfrutaban del agua y el sol reluciente en lo más alto del cielo azul. Sin duda alguna, estos serían días llenos de aventuras, considerando que, los hombres ahora, no eran más que niños gozando del agua.

Me tendí en la arena y, disponiéndome a disfrutar del sonido del mar y los rayos del sol tostando mi piel, cerré los ojos.

-Amor. -Me llamó Sebastian.

-¿Ya te aburriste? -Me burlé, aún con los ojos cerrados. Sin embargo, los abrí nuevamente al notar que el sol ya no se sentía en mi piel, si no la sombra que generaba el cuerpo de Stan a mi lado.

-Ven. -Tomó de mi mano y me arrastró a su lado. -Hoy es un buen día para hacer muchas cosas. -Decretó, caminando con prisa.

-¿Qué tipos de cosas? -Inquirí. -Stan, hemos dejado las cosas abandonadas. -Le reclamé, pero él no respondió. Siguió caminando hasta la que era nuestra habitación en el hostal. Alcé una de mis cejas, sin comprender la actitud de mi novio.

-Calla. -Me dijo, tomó con posesión mi cintura y me apegó a él con necesidad. Jadeé tras sentir lo fornido que se sentía su abdomen sobre mi cuerpo y lo mojado que aún estaba. -No creo resistir hasta la noche. -Murmuró antes de besar mis labios. -No, no puedo.

Deslizó sus manos por el contorno de mi cintura hacia el borde de mi traje de baño. Jugueteó unos minutos en aquel lugar tan comprometedor mientras besaba mis labios y cuello con fogosidad. Sus dedos rozaron la piel de mis muslos desnudos, atreviéndose a palpar mi femineidad sin pudor alguno. Jadeé ante aquel tacto bochornoso.

-Te veías bastante divertido en el agua. -Jadeé. Sus labios atacaron mi cuello, dando leves mordiscos que subieron mi nivel de goce.

-Hasta que te vi con este traje de baño. -Murmuró. Se separó unos centímetros, observando mi cuerpo por completo. -No puedo creer que sea yo el afortunado de verte así. -Clamó con felicidad. -Cuantos desearían tenerte para ellos, ¿uhm?

-Me basta con saber que tú eres el afortunado. -Manifesté. Stan sonrió dichoso, volviendo a tomarme entre sus brazos, caminando en dirección a la cama.

Mi traje de baño fue despojado de mi piel en un santiamén, al igual que el de él, siendo el short lo único que utilizaba. Nuestros cuerpos desnudos hicieron contacto de inmediato y ambos agradecimos aquello en un sonoro jadeó que con los minutos se convirtieron en gemidos colmados de puro placer.

Su cuerpo se movía en un vaivén que me llevó a experimentar mi propio éxtasis bajos sus caricias constantes. Sus besos acompañados por susurros en mi oído aumentaban mi acercamiento al orgasmo, pero él, se dio el tiempo para aplazarlo; entendí que quería disfrutar su culminación junto a mí.

Volteé su cuerpo en un intento por quedar esta vez yo sobre él. Sus ojos azules se agrandaron ante la impresión de ser yo quien llevaba el mando esta vez. Sonreí airosa, y me dispuse a besar su cuello, y a morderlo como él lo hacía conmigo.

-Amor. -Se quejó entre risitas divertidas. -Eso ha dolido. -Murmuró.

-¿sí? -Ronroneé en su cuello, proporcionándole otra mordida. -Yo no me quejo.

-Ya, pero trato de ser lo menos bruto contigo. -Gimió. -No me gusta esto. -Protestó.

-Niñita. -Me burlé. -Tú me has invitado a jugar, Stan. No te quejes.

Besé esta vez sus labios mientras mis manos exploraban cada línea de su marcado abdomen trabajado. Besé y lamí su pecho, y volví a sus labios. Me acomodé sobre él y dejé que su hombría me invadiera por completo. Sus caderas comenzaron a moverse en un intento por querer sentirme aún más, algo que, no le negué por mera cuestión de disfrute mutuo.

-Más rápido, princesa. -Gimió con la voz entre cortada. Posé mis manos en su pecho y comencé la travesía con mis movimientos profundos sobre él.

-¿Llegas, Stan? -Pregunté. Éste asintió sin siquiera abrir sus ojos. Se mordió el labio inferior con desesperación y sentí la presión que ejerció una de sus manos en mi muslo, haciéndome gemir a mi esta vez.

Bastó unos cuantos movimientos de mi parte para crear los espasmos que dieron lugar a un sonoro y ronco gemido. Rápidamente tomó de mi cuerpo y giró sobre mí, posicionándome bajo su anatomía. Escondió su rostro en mi cuello y aun gimiendo comenzó él a moverse con ímpetu en mi interior. Logró robarme gritos de placer que, lo más probable eran escuchados por los turistas que merodeaban por los alrededores del hostal.

-Esta vez lo haremos juntos. -Advirtió sin dejar de moverse con ritmo. Sujetó con fuerzas mis caderas, logrando arquear mi cuerpo con tan profundas embestidas. Sujeté en puño las sábanas bajo mi cuerpo desnudo. La exquisita sensación del orgasmo se alojó en mi bajo vientre, generando aquello que me hacía perder completamente el juicio. Gemí una vez más ante la embestida candente propinada por mi novio y él, volvió a gruñir en respuesta al orgasmo.

Me abrazó una vez logró recobrar su compostura, repartió castos besos alrededor de mi rostro, apaciguando los dolorosos espasmos que me otorgó. Sin embargo, logré embozar una sonrisa, denotando el bienestar circulando por mi anatomía.

-Dormiré bastante bien esta noche. -Dije.

-Piensas dormir esta noche? -Inquirió el rumano.

-¡Claro! -Respondí. -Anoche no me dejaste dormir.

-Si te dejo dormir ahora....

-No. -Sentencié. -No seas abusivo. -Reí. -Además, quiero guardar fuerzas para mañana. -Le guiñé un ojo. Éste asintió rápidamente, excitado.

-Par de bestias, ¿han terminado allí dentro? -La voz de Downey se escuchó del otro lado de la puerta entre otras risitas de fondo. -Hay varias personas cuestionándose si los que viven en esta habitación se encuentran bien...

-Estamos bien. -Contestó Sebastian. Volvieron a sentirse risitas llenas de sorna. Tapé mi rostro con mis manos, comenzando a sentir el calor molesto subir por mis mejillas.

-Vale, por que iremos a caminar por la ciudad. -Avisó esta vez Chris Evans dejando escapar una risotada. -Por si quieren ir, claro.

-Los alcanzamos. -Bufó Sebastian.

-Que trauma para la pobre gente que pasaba por fuera. -Sentí que comentó Downey simulando desazón.

Ambos soltamos un suspiro pesado, claramente, sin ganas de salir a recorrer la ciudad después de tan intenso momento.



******

He llegado a la conclusión de que, considerando los OS que hecho con Smut, tendría que nacer de nuevo para no ir al infiero jeje. O tomar muchas agua bendita hasta morir, o algo por el estilo.

But, I don't care >:) !Smut para las nenas! <3

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