III - Just Friends
3.- Just Friends
- ¡Stan! –Chilló ______, desde el área de grabación. –¡Que alguien me diga dónde está ese cretino! –Volvió a Chillar, ocasionando la risa de la gran mayoría de las personas que se encontraban allí.
-Será mejor que le entregues su teléfono. –Aconsejó Johansson, entre risitas. A su lado, Evans asentía. – Sabes cómo se pone cuando alguien toca sus cosas.
Reí mientras escuchaba a ______ buscarme entre todo el personal. Y, es que ella odiaba que tomaran sus pertenencias. Y más aún si de su celular se tratase. Muchas veces me pregunté qué era lo que tanto temía que encontraran en el, pero ahora que lo tenía en mi poder, me era imposible desmantelar el secreto pues, tenía que resolver el patrón que ella misma había puesto.
Me separé de mis colegas en cuanto me percaté que la voz de ______ se acercaba a nosotros. Evans reiteró que era mejor que se lo devolviera, que quizás, ______ se enojaría conmigo. Pero sabía que aquello no iba a suceder. Estaba acostumbrada a mis bromas y yo a las de ella.
- ¡Los que se molestan se aman! –Gritó Scarlett en cuanto me vio alejarme de ellos. Yo, simplemente reí.
Los que se molestan se aman, repetí en mi mente. Negué con una sonrisa en mi rostro. Si había algo que no podía negar, era mi afecto hacia la muchacha que hacia alegre mis días. Era dueña de una hermosa sonrisa y sentido de humor. Su cabello castaño relucía con la luz del sol, emanando un aroma bastante adictivo. Una mezcla entre rosas y chocolate se adentraban en mis fosas nasales, dejándome totalmente loco.
______ era realmente perfecta. Cualquiera podría encontrarla simple. Claro, cualquiera que no la conociera bien. Nadie sabía que, detrás de ese semblante serio, se encontraba una mujer simpática, con temas interesantes, inteligente y amable. Dichoso me sentía por saber que era yo quien pudo indagar más en su vida. Ella, era reacia a dejar que cualquiera formara parte de su vida, era selectiva con sus amistades y bastante quisquillosa. No se le conocía amigos más que nosotros. Los del elenco.
Y, es que aquello me hacía feliz, pero, a la vez triste. Había dos palabras que, si las recordaba, tenían el poder suficiente para entristecer mi día; Mejores amigos. Era el nombre de nuestra relación tan peculiar. Los mejores amigos que compartían películas juntos, los mejores amigos que salían de vacaciones por algún lugar del mundo, los mejores amigos que se contaban todo, sus penas, sus alegrías. Los mejores amigos que compartieron durante tres años, infinidades de aventuras.
Como odiaba esa palabra. No quería que fuese mi mejor amiga. La amaba, y no sabía cómo decirle que quería más que solo su amistad.
Me encaminé hacia donde se encontraban los camerinos. Allí, me encontré con Anthony Mackie junto a la mujer encargada de los vestuarios. Sus risas cesaron cuando me vieron entrar, y, fue uno de ellos quien me reprochó la broma que le estaba haciendo a ______.
-Te odiará y lo sabes –Dijo la mujer entre risas.
-Ella me ama –Me encogí de hombros.
- ¡Claro que no! – y, su voz resonó en todo el camerino. Me había encontrado, después de media hora chillando por su celular. –Stan, mi celular, ahora –Ordenó, con su ceño fruncido. Aquella expresión no hacía más que hacerme reír. Bien sabía yo que ella no estaba molesta, si no fingiendo, algo que, se le daba terriblemente mal.
-Yo no lo tengo –Dije, levantando mis brazos.
-No mientas, ¡estabas huyendo! Evans y Scarlett me lo dijeron. Ahora, mi celular. –Volvió a insistir.
-No lo tengo –Reí. – de seguro lo dejaste por allí. Estabas en la sala de productores, quizás lo dejaste ahí.
-Es mentira, lo tiene él –Soltó Scarlett, entrando junto a Evans, ambos riendo.
-Stan ... - Pidió ______. –es urgente.
Y, al ver que no hubo respuesta de mi parte, se abalanzó contra mí, buscando el jodido celular por todos los bolsillos de mi ropa. Su aroma llegó a mí en menos de un segundo, inundando mis sentidos, volviéndome vulnerable ante su tacto. Su respiración chocó contra mi rostro variadas veces, tornando mis pensamientos en blanco. Mis manos no obedecían a mi mandato de detener sus agiles manos recorrer mi cuerpo en busca de lo que le pertenecía. Aun así, no quería que dejara de buscar. Sus pequeñas manos, fina y delicadas, realizaban un tacto inefable.
-Has visto, no lo tengo –Reí.
-Sebastian, es enserio –Dijo, esta vez seria. –Necesito el celular. – y, volvió a abalanzarse contra mí, esperando tener suerte. Sin embargo, solo bastó un movimiento mal hecho de su parte para que yo retrocediera y enredara mis talones con un cable del suelo. Ambos caímos al suelo. Ella sobre mí y yo, simplemente directo al suelo.
-Vaya, vaya –Dijo Anthony entre risas. –¿Nos hemos perdido de algo? Esto, claramente no es un juego que hagan los mejores amigos. –Rio, burlón.
-Esto ya se veía venir –Dijo la mujer encargada del vestuario. – Hay más camerinos desocupados, podrían ir y arreglar el asunto en uno de esos.
Todos estallaban en carcajadas, incluso ______. Me levanté y ayudé a la muchacha a ponerse en pie. Esta vez, si le hice entrega de su celular.
-Sabía que lo tenías tú, idiota. –Rio. –Me las pagaras, Stan, has declarado la guerra.
- ¡El beso! – Exclamó Anthony, avivando a los presentes. Miré a ______, algo avergonzado. Mas no demostré demasiado interés en realizar aquello, aunque, efectivamente moría por probar sus labios.
Sin embargo, ______ soltó una carcajada y, acercándose a Anthony, golpeó su brazo a modo de juego.
-Serás idiota, Anthony – rio ______. –Solo somos amigos
Y, bastó con que dijera aquellas tres palabras para derrumbar toda esperanzas por obtener su amor.
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