14.0
El otro día tuvo ganas de matar a Jeno.
De arrancarle los ojos y gritarle con todas sus fuerzas. No lo hizo, obvio.
Jaemin se dió cuenta de que el ex de Jeno le había seguido por las redes y el muy jodido lo siguió de regreso.
Por qué.
¿POR QUÉ?
No tenía ni una puta razón para hacer eso.
¿Pueden creer la excusa que le dió a Jaemin?
"Amor, es que yo sigo a todos los que me siguen, no me importa"
No me importa... cómo???? Cómo no va importar que te siga tu puto ex y no lo cuentes.
Que tuve que descubrirlo por mi cuenta?????
Genial, super genial.
Y Jaemin... no supo que hacer más que quedarse en silencio, ardiendo de rabia mientras le daba la espalda a Jeno desde la cama.
Jeno dejó de jugar en el pc y se acercó sonriendo extrañado.
"¿Por qué te molestas? Si a mí no me importa eso... aparte tiene pareja, da lo mismo"
Jaemin volteó mil veces más molesto de lo que ya estaba.
"Ya, y tú crees que hay gente a la que le importa esa mierda. ¿Te das cuenta de lo estúpida que suena tu excusa?"
Jeno se molestó por la molestía de Jaemin.
Claramente no entendía por qué estaba tan molesto.
Y eso lo molestó tanto tanto, que al no querer lastimar a Jeno, ni con palabras ni otra cosa, decayó por completo.
Se rasguñó la piel mientras lloraba, porque Jeno estaba tan molesto e inmerso en su juego que no le prestó ni una pizca de atención.
Eso lo puso peor.
Se durmió con los brazos rojos e hinchados, solo en la cama, hasta que Jeno dejó por fin de jugar y se tiró a su lado.
La luz apagada no le permitió ver nada, por lo que hubo largos minutos en los que no se dió cuenta de las heridas en el brazo de Jaemin.
Na despertó asustado cuando Jeno fue a encender la luz, observando su brazo herido.
Al inicio, Lee lo miró enojado, más bien decepcionado de su actitud, pues le había hecho prometer que nunca más se haría daño.
Fracasó y lloró a mares por su rostro frío. Le pidió perdón y Jeno le preguntó por qué lo hizo.
Él no quería molestarlo con su desborde de celos y rabia, por lo que no se acercó a él para pedirle ayuda.
Sabe que fue su error.
Pero Jeno también logró procesar su equivocación.
Hasta el día de hoy, una semana después, sigue pensando en que Jeno fue un imbécil por no contarle y no se arrepiente de haberse enfadado tanto.
Lo único que hubiera deseado era un:
"Perdón, en realidad no sé por qué lo hice, creo que no sé poner límites aún, pero intentaré mejorar en eso"
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