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chapter eight

── VIII──

«Dinner for a cook»












   A veces las personas, por más sociables que seamos, en algún momento nuestra batería social se acaba. Eso mismo le sucedía a Ariel, quien había decidido ir a su barco a cocinarse la cena a ella y a Luffy como había prometido. 

Estaba cansada puesto que aquel día había usado aquella habilidad descubierta la mayor parte de la tarde y supuso que aquello había agotado sus energías. Luffy estaba todavía fregando los platos del baratie mientras Sanji alimentaba al pobre y moribundo hombre que había llegado a la cocina del restaurante. En el momento en que empezó a comer supo que debía volver puesto que su habilidad social ya se había agotado.

Revolvió las verduras del wok y le agregó un poco de miel para caramerizarlas, algo que le había enseñado su abuela hace un tiempo y que nunca dejó de hacer. El pollo cortado en cubos se cocinaba en una sartén y cortaba el tomate y le untaba con aceite de oliva y ajo picado. El olor hacía retumbar su estomago hasta el punto en que tomó unos trozos de la comida y se los comió.

── ¡Ariel! – escuchó una voz gritar desde las afueras, la chica cerró con fuerza sus ojos, eran probablemente las once de la noche y todos debían de estar ya dormidos. 

── ¡Calla y entra! – espetó en un susurro una vez que salió de la cocina. El chico sonrió y corrió hacia su barco siendo seguido por Sanji.

── Que delicioso huele – dijo Luffy una vez que entró y se acercó con pasos largos hacia el horno, una cuchara de madera rapidamente voló hacia su cabeza cuando había tomado un cubierto para llevarse la comida a la boca.

── No toques mi cocina, o te hecho – advirtió ella acercandose y llevandolo desde el cuello de su camiseta hacia la pequeña mesa que había. La cocina era pequeña, suficiente para ella y otra persona, el barco en si no era muy grande, llevaba una habitación en donde ella utilizaba como dormitorio y oficina, el baño, un sotano y la cocina.

Ella sirvió agua en los vasos que había dejado junto a ella y les tendió a ambos chicos, Luffy agradeció y se tragó el contenido en menos de tres tragos; Sanji, por otro lado, le agradeció en un susurro y con una suave sonrisa. Ariel le correspondió el gesto quedandose hipnotizada por aquellos ojos celestes que le miraban.

Rapidamente, volviendo en si, se dirigió hacia el horno y volvió a su tarea. Ahora que se ponía a pensar, no contaba con que Sanji se apareciese por allí, solo Luffy. Sabiendo que el rubio era un talentoso chef, empezó a sentirse nerviosa ¿Estará buena su comida?

«Concentrate en no quemar la comida» su subconsciente le reprendió a lo que ella hizo caso.

Dos minutos más tarde, Ariel dejaba frente a ambos chicos un gran plato con el pollo cocinado, las verduras caramelizadas y la ensalada de tomate y ajo. Solo habían dos sillas, por lo que ella comió de su plato estando recostada en la isla de su cocina. Sabía delicioso y se palmeó mentalmente su hombro

Luffy soltó un gemido de satisfacción cuando llevó su tenedor a su boca.

── Dios mio, extrañaba tu comida – dijo con la boca llena. A Ariel le daba gracia puesto que solamente había cocinado para él una vez, pero al parecer le había gustado tanto como para desear que lo hiciese de nuevo.

── Está delicioso – halagó Sanji regalandole una sonrisa, la chica se sintió satisfecha al ver la aprobación de este a su comida. Un chef halagando su comida era un gran logro.

── Gracias.   

── Oye, Ariel. Le he dicho a Sanji de unirse a la tripulación – habló el chico una vez que tragó y al instante se llevó otra cucharada a su boca hasta que sus mejillas se volvieron regordetas – *Nefefitamos... Un cofinero... Así cofina lo que cafas...

Rapidamente la cuchara de madera volvió a volar hacia la cabeza del chico.

── Traga y luego hablas – espetó ella antes de tomar su vaso y beber. El cocinero de cabello rubio soltó una risa por lo bajo mientras removía su comida y se llevó otra cucharada a su boca.

El chico no mentía cuando decía que aquello era delicioso, la dulzura de los vegetales contrastaban perfectamente con el suave picor que tenía el pollo y combinaba con el sabor fresco de la ensalada. No era de calidad gourmet puesto que daba la sensación agradable de hogar; sin embargo, aquello era lo menos importante. 

Había visto como la chica se movía con gracia en su pequeña cocina, sus pasos no hacían hecho rechinar el suelo, se movía como si caminara sobre nubes. Si él hubiese tenido los ojos cerrados, hubiese creído que un fantasma era el que cocinaba en aquel lugar. Sus ojos no se habían apartado en ningun momento de ella, viendo como se desplazaba de aquí para allá y tomaba con delicadeza todos los utensilios; sintió por un momento envidia por su delicadeza, muchas veces tomaba tan fuerte los mangos que hacia que se moviera todo de manera brusca e inclusive derramarse. 

Sus mejillas se volvían de color rosado por el calor que abrumaba aquella pequeña cocina y recordó cuando la hizo sonrojar aquella tarde. Sonreía en su interior cada vez que lo recordaba.

── Le dije a Sanji que se uniese a la tirulación – repitió Luffy haciendo que saliese de sus pensamientos. Aquello era verdad, mientras el pobre hombre que había llegado hambriento al baratie comía, el chico le ofreció ser su cocinero. Él claramente se lo negó, ya tenía un trabajo, debía quedarse a cuidar del viejo decrepito de una pata y su restaurante, el cual era su mayor tesoro.

── Eso sería fantastico – dijo Ariel haciendo que las mejillas del chico se sonrojaran levemente, agradeció que su flequillo cubría parte de su cara y se dedicó a mirar a su plato, como si no hubiese escuchado la emoción de la chica.

── Pero me dijo que no – exclamó Luffy – *Pevo shabe.. shabez que shoy...

── Traga y habla – le interrumpió la pelirroja lanzandole otra cuchara de madera, el rubio se preguntó de donde sacaba tantas cucharas.

Luffy tragó al bola de comida de su boca, más Sanji se adelantó.

── Dice que no me dejará de insistir a pesar de que le hubiese dicho que no – interrumpió él haciendo que el muchacho de sombrero de paja asintiera efusivamente.

── Buena suerte con eso – murmuró la chica soltando una risita antes de llevarse una cucharada de comida a su boca.

── ¡Oi! ¡Mandadero! – una voz llamó desde las afueras haciendo que Sanji se riese.

── Te dije que debías de guardar los platos – canturreó cuando escuchó la irritante voz de Paty llamarle una y otra vez. El chico tragó saliva y asintió antes de entregarle la vajilla a la chica completamente vacia, hasta incluso parecía que no hubo comida allí por lo limpio que lo dejó.

── ¿Tienes postre? – preguntó Luffy con una pequeña sonrisa.

La chica sonrió con sorna.

── ¿Te parece una cuchara de madera en tu cabeza? – le dijo con sarcasmo – Ve y has bien tu trabajo, o no te cocinaré más.

Aquellas palabras hicieron que los ojos del chico se abriesen de golpe y, asintiendo con rapidez, se fue corriendo de aquel lugar. 

Una vez que la presencia de Luffy no se sintió, la cocina quedó sumida en un largo silencio. Sanji no sabría decir si era incomodo o no, lo unico que quería hacer era mirar a la chica y eso hizo. Ariel se había cambiado de ropa, llevaba una camiseta de tirantes blanca con unos pantalones cortos negro hasta sus rodillas, tenía su cabello recogido en un moño desordenado, el cual dejaba que mechones de su cabello rojo cayeran por los lados de su rostro. Sabía que Ariel era consciente de su mirada por el simple hecho de que sus mejillas estaban tan rojas como su cabello.

── Uhm... ¿Quieres postre? – ofreció ella mirandole a los ojos. Aquellas iris chocolate brillaron de una manera que él no supo identificar ¿Estaba contenta con su presencia? ¿Se sentía comoda con que ambos estuviesen allí en su bote?.

Sanji quitó aquellas preguntas de su mente y sonrió.

── Creí que habías dicho que no había postre – le dijo haciendo que la chica riese, aquella risa fue como una dulce y angelical melodía para sus oidos y deseó poder seguir escuchandola por el resto de su vida.

── Nunca dije eso – exclamó ella – ¿Quieres o no? 

El chico asintió llevando su plato al fregadero y empezando a lavarlo junto al resto, las manos de la chica rapidamente envolvieron las suyas en cuanto le vio.

── ¿Qué haces? 

── Ayudando.

La chica dudó unos segundos sin apartar sus manos de él, Sanji empezó a sentirse nervioso, las suaves y calidas manos de la chica estaban causando estragos extraños dentro de él. Tensó su mandibula por un instante y esperó pacientemente a la chica. Ariel frunció sus labios y asintió soltandolo.

La suave musica de la radio que prendió ella empezó a sonar, una serenata inundaba el ambiente con su dulce cantico y melodía. El ruido caracteristico del agua y de los platos ser puestos uno encima del otro acompañaban la musica, Ariel se había acercado hacia él con un paño seco y le ayudaba a secar todo lo que limpiaba. Cada vez que él le tendía una vajilla y ella lo tomaba, se sentía dentró de él una extraña sensación que quería ignorar, más era casi imposible de hacerlo.

Luego de haber terminado, el chico se sentó en la mesa y miró a Ariel moverse con aquella agilidad en su pequeña cocina y se preguntó si haría lo mismo si es que trabajase en el baratie. Sacudió su cabeza para aclarar su mente en cuanto una taza de café se dejó frente a él con un un trozo de pastel de chocolate.

── Gracias – murmuró él danole el primer bocado. Por inercia sus ojos se cerraron al sentir su paladar ser bendecido por el chocolate, el cual era su dulce favorito, y soltó un gemido de satisfacción haciendo que una risa se escuchara.

── ¿Te ha gustado?

── Me encanta – respondió él dandole otro bocado haciendo que aquella risa sonara en la cocina. Se dio cuenta que se volvía adicto a aquel sonido.

── Entonces tendré en cuenta de que te gusta el chocolate – dijo ella dandole tambien un bocado a su pastel – Cuentame sobre tí.

El chico frunció el ceño al escucharle, tomó un trago de su taza de café y carraspeó.

── ¿A que te refieres? – inquirió él.

── No es muy dificil la pregunta – bromeó ella haciendo que él riese por lo bajo – Quiero saber con quién estoy sentandome en mi bote, quién es Sanji. 

El cocinero rascó su nuca mientras sentía sus mejillas arder, no estaba acostumbrado a aquello, a la curiosidad por quién era él. ¿Había recibido alguna clase de atención? Claro que si, las mujeres que le devolvían los coqueteos bastaban con llenar aquella necesidad de atención que tenía. Pero sabía que era efimero aquello. Pero al ver la genuina curiosidad de la chica frente a él lo descolocó un poco.

Y no, Sanji no quería mostrarse como una persona miserable al cual a nadie le importaba nada sobre él. Sanji se ocupaba de lo suyo la mayor parte del tiempo, se encargaba de ayudar al viejo decrepito en manejar la cocina y controlar que Paty no se le subiesen los humos de vanagloria, se encargaba de mantener en orden y la limpieza del tesoro de Zeff cada noche mientras todos dormían y coqueteaba con las mujeres que asistían al restaurante. Nunca pedía atención, no se metía en problemas con el objetivo de saciar aquella necesidad de atención, había tenido malas experiencias por aquello en su niñez y sabía que aquello no llevaba a ningún lado.

Pero, de alguna manera, era razonable que se sorprendiese por la curiosidad de Ariel. Las mujeres le buscaban por el atractivo, a pesar de que nunca tuvo la suerte de pasar un buen momento con alguna mujer en su vida, si debía de admitir que algunas coqueteaban descaradamente por su fisico. Y él reconocía que era atractivo.

── ¿Por donde empiezo? – susurró él por lo bajo – He trabajado con Zeff en este lugar por más de diez años y soy un gran chef.

── ¿Un gran chef? 

── El mejor – dijo él regalandole un guiño haciendo que la chica sonriese.

── No cabe duda. Te propongo algún día venir a mi bote y que cocines algo – propuso ella – No se puede comparar con la cocina que tienes en el restaurante, pero es algo.

── Para tí, cocinar no sería un problema – dijo él.

La chica soltó una pequeña risa nasal antes de darle un lago trago a su café.

── Venga, continúa.

Sanji habló sobre él, sobre lo que le gustaba hacer además de cocinar y anecdotas como la de aquella vez que le quemó el bogote a Zeff practicando un plato que él le había encomendado. Las lagrimas caían sobre las mejillas de ambos cuando él contaba que el cocinero había utilizado barbijo por casi dos meses para dejar que volviese crecer, y si alguien preguntaba, él decía que estaba enfermo y que no podía cocinar. El chico le comentó que aquella fue la primera y unica vez que él se hizo cargo de la cocina.

El tiempo pasó y no sabría decir si fueron minutos u horas lo que pasaron, pero lo que si estaba seguro es que la estaba pasando de maravilla junto a Ariel en aquella pequeña cocina.

Sanji preguntó por ella y Ariel, con una gran sonrisa y una mirada que denotaba la nostalgia que sentía, le contó obre su familia y de donde venía. Se sorprendió en cuanto le contó que era cazadora y que vivía de aquello en su pueblo. Recordó vagamente haber visto un carcaj de flechas a un lado de la puerta que llevaba a otra habitación y entendió que aquello era su arma.

Los ojos de ambos, a pesar de estar deseosos de poder pasar más tiempo mirandose y riendo uno con el otro, empezaron a pesar y los bostezos empezaban a ser más frecuentes. 

── Es muy tarde y mañana debes de despertarte temprano – susurró Ariel recostando su cabeza en su mano, el chico la imitó y asintió dejando sobre un pequeño plato la colilla de su cigarro.

── Debería ir a mi habitación – dijo de la misma manera él regalandole una suave sonrisa somnolienta – Pero no quiero.

── ¿Por qué no? 

── Me gusta estar contigo, tu compañía me agrada – respondió haciendo que la chica sonriese con suavidad.

── Pienso lo mismo, me agradas, pero quiero dormir Sanji – exclamó con voz ronca a lo que el chico rio y se levantó de su lugar. La chica rapidamente le imitó y le acompañó hacia la escalera de su barco, Sanji se giró con sus manos dentro de sus bolsillos y suspiró mirando hacia el restaurante, el cual era iluminado unicamente con las luces de su cartelera.

── Espero que duermas bien, Ary. Gracias por la comida – se despidió – Espero pronto tener una oportunidad de ayudarte en la cocina y darte algunas clases personalizadas.

Aquello ultimo el chico lo había dicho con un deje de coqueteo y regalandole un guiño a la pelirroja, la cual solo soló una pequeña risa y asintió.

── Espero que esas clases sean bastante satisfactorias – le dijo dejando un pequeño beso en su mejilla, el chico se quedó paralizado en su lugar por un instante sintiendo que sus mejillas se enrojecía, más agradeció a la oscuridad por evitar que ella lo notase – Buenas noches, Sanji. 











ˏˋ ☠︎︎ ˎˊ











   Ariel yacía recostada en su cama mirando hacia el techo de su habitación, por alguna extraña razón una vez que había llegado a su dormitorio todo sueño se esfumó en cuanto su cabeza se recostó sobre la almohada. Quería golpearse porque su cerebro se negaba a descansar, más se empeñaba en recordar con hermosas imagenes el rostro del cocinero del baratie mirandole atentamente mientras hablaba.

Tomó la almohada con ambas manos y se lo apretujó contra su rostro, quería dormir, pero su cabeza quería hacerle recordar las dulces palabras que Sanji le había dedicado en su despedida.

El sonido de pisadas pesadas y voces llamaron su atención. Se enderezó al reconocer la voz de Luffy resonar por el horizonte, era bastante reconocible ya que el chico casi gritaba en ves de hablar. Se le escuchaba algo apresurado, por lo que decidió asomar su cabeza por su pequeña ventana.

«Siempre chusma, nunca inchusma» la voz dentro de su cabeza dijo haciendo que ella concordara. 

Su curiosidad fue tal que las palabras salieron inconsientemente de sus labios.

── ¡Oi! ¡Luffy! – llamó haciendo que este se girara – ¿Qué sucede?

── ¡No lo sé! – gritó él haciendo una seña con su mano para que se acercara. Ariel le hubiese lanzado la cuchara de madera por haber gritado, pero su sed de chisme era más grande por lo que solo calzó sus pies con unas sandalias y corrió rapidamente hacia él.

Una vez que llegó junto a él, reconoció que no estaba solo, sino que el chico vestido de pirata caminaba con pasos tambaleantes y se sorbía la nariz a cada rato.

── ¿Estás todavía borracho? – preguntó ella cuando le vio tropezar por tercera vez seguida.

── Nooo – murmuró él con voz rasposa y ella entendió al instante en que lo estaba.

Ariel se bastó con quedarse junto al chico de sombrero de paja y seguirle, un gran barco apareció frente a sus ojos, inclusive en la oscuridad de la noche se veía gigante. Caminó junto a Luffy, sin perderle de vista mientras le guiaba a traves de su barco.

── ¿Qué sucede? – preguntó el capitán entrando a lo que parecía ser la sala principal del barco. Nami y Zoro yacían allí, el de cabello verde afilando sus katanas y la chica estaba con sus manos sobre la mesa y con una mirada de enojo dirigida al espadachin.

── Tal vez tú lo convenzas de que no lo haga – dijo ella sin apartar su mirada enojada del chico.

── No va a pasar – declaró el espadachin.

── ¿Viste el tamaño de su espada? Ese tipo te va a hacer sashimi – le escupió la muchacha.

── ¿Qué está pasando? – preguntó una vez más Luffy poniendo sus manos en sus caderas.

── ¿Qué hace ella aquí? – inquirió Zoro mirando a la chica.

── Gusto de verte de nuevo, Zoro – respondió ella con sarcasmo.

── Escucha, Luffy, e intenta detener al estupido de tu vicecapitán – dijo Nami – Tu gran y horrible abuelito marino envió a n guerrero del mar para llevarte con él.

── ¿Guerrero del mar? – susurró la pelirroja mirando al capitán.

── Luego te explico – le respondió de la misma manera sin apartar su mirada de su navegante.

── ...Y en lugar de huir como pudimos, nuestro querido e idiota Zoro lo retó a un duelo – declaró Nami.

── El cual aceptó – dijo con orgullo el peliverde.

── Tú eres una mosca para ese tipo – bramó ella – Algo para eliminar y olvidar.

── No si gano.

── No ganarás.

── No lo sabes – siseó el espadachín con sus ojos entrecerrados.

── Oigan... Oigan... – llamó Usopp con voz calma – Creo que necesitamos otro trago...

Un silencio tenso llenó el ambiente a lo que el muchacho bajó su sombrero con un rostro avergonzado.

── Dile a tu hombre de confianza que lo matarán – pidió Nami mirando a Luffy, quien no apartaba su mirada del techo.

── Dile a tu navegante que no se meta – espetó Zoro mirando tambien a su capitan.

── Uhm... Chicos... – murmuró Ariel.

── Calla – dijeron ambos al mismo tiempo.

── Suficiente. No le hablen así a mi cazadora – declaró Luffy antes de girarse hacia el peliverde – Tal vez no sea una buena idea, Zoro.

El espadachín tensó su mandibula y refunfuñó algo por lo bajo.

── Luffy ¿Qué te dije cuando me conociste? – habló Zoro.

── "¿Qué te hace pensar que quiero jugar a los piratas contigo?" – preguntó a lo que este negó – "Mato a los tuyos para vivir".

── No –exclamó y este cerró sus ojos con frustración. Luffy entonces soltó un sonido que demostraba que lo había recordado, por lo que le apuntó con su dedo con una sonrisa.

── Oh... Que le hiciste una promesa a alguien hace un tiempo atrás de convertirte en el mejor espadachín – afirmó a lo que Zoro asintió.

── La única forma de lograrlo es vencer a Mihawk en un duelo y quitarle el titulo.

── Mi... ¿Qué? – susurró Ariel mirando a Usopp quien solo se encogió de hombros.

── Y eso es lo que haré – declaró Zoro mirando a Nami haciendo que ella tensara su mandibula.

── ¿Aún si mueres en el proceso? – siseó ella. Por un rato nadie dijo nada, pero el rostro de Luffy había cambiado a una mirada de orgullo, aquello claramente descolocó a Nami, quien le miraba con suplica – ¿Puedes decir siquiera algo? 

── Es su sueño, Nami – dijo el capitán con una sonrisa – No puedo interponerme con el sueño de alguien más.

Un largo silencio tenso le siguió, la navegante se veía desesperada y, por alguna extraña razón, dirigió su mirada hacia Ariel. 

── ¿Te gustaría decir algo? ¿Aportar con algo? – pidió ella.

── Me dijeron que callara, así que la nueva no dirá nada – declaró levantando sus manos haciendo que la chica resoplara con fastidio. Ariel giró su mirada hacia Zoro y enarcó una ceja  – ¿A qué hora es el duelo?

── Al amanecer – le informó a lo que ella asintió.

── Llevaré galletas – dijo ella caminando hacia la salida – Buenas noches.











*- Necesitamos... Un cocinero... para que cocine lo que caces

*- Pero sabes... Sabes que soy...




 ˏˋ ☠︎︎ ˎˊ




RiderStilinski ── 19/04/2024

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