3 Convivencia complicada
Cada voto y comentario cuentan :)
Me despierta el sonido de unos golpes y me levanto, agarro algo que puedo usar como arma... Aunque no hay nada que pueda hacer realmente daño.
Salgo de la habitación con cuidado, intentando hacer el mínimo ruido posible y encuentro el palo de la escoba. Vaya m... de arma, pero es lo que hay.
Me dirigo al lugar de donde provienen los golpes, es de una de las habitaciones, me acerco, la puerta está abierta y mi boca podría tocar el suelo en este momento. Winter, está sin camiseta su cuerpo está bañado por una ligera capa de sudor y está golpeando un saco de boxeo, como si su vida dependiera de ello.
- No te va ha hacer falta eso... - me dice sin mirarme. ¿ Como ha podido escucharme ?- Además tienes poderes, ¿ por que no los usas ? - Se gira a mirarme. ¡ Está... tremendo !
- Por que pueden hacer daño a la gente - alza una ceja.
- La gente a la que esperamos, no tengas que enfrentarte, no dudarán en hacerte daño, en HYDRA no son tan compasivos como tú - se quita el sudor con el dorso de la mano y me fijo en sus labios, tiene una heria, creo que de mi codazo.
- ¿ Eso te lo echo yo ? - le señalo la herida.
- Eso parece, eres de armas tomar - me sonríe.
- ¿ Lo siento ? - me río - ¿ que esperabas que hiciera? Un tío que no he visto en mi vida, pretende secuestrarme, no voy a quedarme de brazos cruzados.
- Cierto. Ven. - me tiende la mano - te enseñaré a pelear.
- De acuerdo - le miro no muy convencida.
Después de varias horas enseñándome como defenderme y sacar partido de las debilidades de mi rival, una ducha suena a paraíso.
- Oye, al menos podrías dejarme ir casa a buscar algo de ropa, no me siento cómoda usando ropa tres tallas más grande que yo - me señalo.
- Ya lo veremos, a comer, la pizza está lista.
Me siento en el sofá con el estómago lleno y empiezo a pensar. A penas sé nada de Winter.
- Winter, cuéntame algo sobre ti - me giro a mirarle.
- ¿ Qué quieres saber ? - ni siquiera me mira, está demasiado atento al estúpido programa que hay en la TV.
- No sé, lo que sea, ¿ tienes hermanos ?
- No.
- ¿ Algún familiar, padre, madre...?
- No - Agarro el mando de la TV y la apago. Suspira y me mira. - ¿ Adonde pretendes llegar con tu estúpido interrogatorio ? - me dice secamente.
- Yo... Solo quiero conocerte - digo un tanto apenada.
- No tengo ningún familiar vivo, murieron hace mucho tiempo.
- Lo, lo siento - he metido la pata hasta el fondo.
- ¡ No necesito tu pena ! - me grita. Doy un respingo, no sabía que alguien se podría enfadar tan pronto.
- Oye, no me grites, solo intento conocerte, llevarme bien contigo, esto no es fácil, ¿ sabes ?¡ Tener una y vida y de repente que alguien la ponga patas arriba, solo intento hablar contigo, no voy ha hacerte daño! - me levanto y me voy a mi cuarto, al menos allí podré llorar sin que me vea.
- ¡ Sarah espera ! - intenta agarrarme la mano.
- ¡ Déjame en paz ! - cierro con un portazo. Después de un rato llorando, siento que esto va ha ser un infierno, la convivencia será insoportable y al final terminaremos por odiarnos.
Winter entra a la habitación y se sienta a mi lado, los dos guardamos silencio, hasta que él decide hablar.
- No tengo ningún familiar vivo, un hombre dijo conocerme, apenas empiezo a recordar cosas de mi verdadera vida. Y lo que recuerdo son fragmentos sin sentido. - hace una pausa - Siento haberte gritado. - Le agarro la mano de metal y le miro. Él hace lo mismo.
- Gracias - le sonrío. - A veces soy un poco cotilla - se ríe - pero no queria hacerte daño con mis preguntas, en serio.
- No pasa nada - nos quedamos en silencio, no es silencio incómodo, es agradable. Apoyo mi cabeza en su hombro y miro por la ventana.
- Tenemos que intentar llevarnos bien - si no esto será insoportable para los dos.
- Estoy de acuerdo. Creo que podremos ir a comprar algo de ropa para ti.
- ¿ Hablas en serio ? - asiente.
- Iremos a alguna tienda que esté apartada, algo tranquilo.
- Pensé que podría ir a casa...
- Lo siento, pero es mejor así, cuanto más lejos estés, menos en peligro pondrás a la gente que quieres - asiento - venga, vamos.
Nos montamos en una furgoneta negra con cristales negros. Llegamos a una pequeña tienda, es bastante bonita y tiene ropa de diferentes estilos.
- Tienes una hora para comprar lo que te haga falta - asiento y salgo disparada hacia los expositores.
Una hora más tarde, Winter y yo salimos de la tienda cargando las bolsas.
- Admítelo, te lo has pasado bien - le sonrío.
- Sí, lo he pasado bien, hasta el momento que se ocurrió meterme en los probadores a probarme ropa.
- Por que vas echo un cuadro, mírate - le señalo - pareces un militar, con tus botas y chaqueta, si no quieres llamar la atención, tendrás que vestir normal.
- Ohh, por supuesto, con lo que me comprado ya vestiré normal.
- Vamos Winter, no seas tan amargado - se ríe.
- Puedes estar contenta, te has llevado casi media tienda, entre ropa y cosas de mujer.
- Qué exagerados llegáis a ser los hombres - me río mientras meneo la cabeza.
Cuando llegamos a casa, practico con mis poderes.
Puedo mover cualquier líquido, aparte de manejar el fuego y soy capaz de cargar objetos con energía para que estallen al contacto.
- Vamos Sarah, concéntrate, intenta dar en el objetivo. - Winter ha colocado unos objetos en diferentes lugares y alturas para que intente derribarlos, pero tengo poca puntería. Después de varios intentos, me acerco a los objetos - mira - se coloca detrás de mí - es igual que si estuvieses disparando, lanza una bola de fuego y dirígela, sin prisa - al final consigo derribar uno de los objetos - Eso es.
- ¡ Lo he conseguido ! - le abrazo. Se queda rígido. Me separo de él - lo siento, yo...
- No tranquila, no es culpa tuya, hace mucho que nadie me abrazaba. Frunce el ceño. No sé porque pero vuelvo ha abrazarlo.
- Pues yo seré la primera en mucho tiempo entonces - unos segundos después, sus brazos me rodean.
Durante algunas semanas, la convivencia ha mejorado mucho. Winter me ha enseñado ha luchar y defenderme y estoy haciendo progresos son mis poderes.
- ¿ Sabes ? Deberíamos de comer estas cosas - señalo la pizza - llevamos semanas comiendo solo esto. No es saludable. Podríamos comprar algo mejor, por favor - hago un puchero.
- Sarah, ya te he dicho... - le interrumpo.
- Que esto no es un juego, y que no podemos arriesgarnos a que nos vean - digo con pesadez - lo sé.
- Exacto.
- Por favor Winter, estoy harta de este tipo de comida, iremos rápido, por fi, por fi - doy saltitos.
- Pareces una niña pequeña que quiere conseguir un juguete - dice mientras intenta aguantar la risa.
- ¿ Y funciona? - le sonrío.
- Está bien, iremos - le abrazo - con una condición - me aparto un poco de él - tiene que ser rápido, ida y vuelta.
- De acuerdo - beso su mejilla y me sonríe. No puedo evitarlo, durante estas semanas he empezado a sentir un cariño especial por él. Y siento que me empieza a gustar.
- Sarah - me llama sacándome de mis pensamientos.
- ¿ Qué ?
- Vamos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro