Extraño.
—¿Qué ha sido todo ese escándalo Mello? —Dijo una voz gruesa en reclamo— Te hemos dicho que dejes de buscar problemas en otros grupos.
Él no dijo nada, se mantuvo en silencio junto a su amigo que presionaba el PSP entre sus manos, ambos con la mirada ligeramente hacia abajo escuchando atentamente su regaño. Veinte minutos, veinte minutos era el tiempo transcurrido desde que llevaron a ambos a la oficina de Roger, Matt había sido el mas afectado de esto ya que el tipo tenía amigos y Matt como siempre no iba a dejarle morir solo.
"—Si van a darte una paliza quiero estar en primera fila —Afirmo mientras le sonreía con una mano en su hombro—"
Así había sido, el contra-ataco y Matt cubría su espalda de dos más. Jamás se habían metido en un problema como ese, al menos no de esa magnitud, el tipo llamado Mark al que Mello había golpeado estaba en la enfermería ya que se había desmayado después de un golpe en la cabeza, luego le siguió Frank que tuvieron que cocerle una herida de diez centímetros en la pierna hecha por el filo de las escaleras donde había rodado con Matt, el ultimo tipo solo tenía algunos moretones, fue castigado y encerrado en su habitación.
Pero ellos no corrieron con la misma suerte, Matt se había dislocado la muñeca izquierda, tenía una cortada en la frente, seis moretones en el torso y un severo golpe en el pómulo, al ser los más cercanos sucesores y causantes de la pelea, eran reprendidos por separado, con mayor intensidad.
—Mello, Matt —Hablo Roger haciendo callar al profesor— temo que debo castigarles por este incidente, allá sido como fuera, fue incorrecto su comportamiento.
—¡Pero Near...! —Protesto Matt siendo interrumpido—
—Near debió venir a testificar el mismo el comportamiento de Mark para con él.
—¡Pero el...! —Matt volvió a ser interrumpido—
—No hay justificación Matt, en todo caso ustedes al ver el acto debieron buscar a una autoridad inmediatamente. Ya hablare con Near mas tarde, llámenle y háganle venir cuando vayan a su habitación. Mello —Llamo haciéndole recobrar la atención al ser nombrado— Limpiaras todos los estantes de la biblioteca y acomodaras todos los libros mañana a las seis en punto todas las tardes hasta que termines tu labor, y tu, Matt —regreso la vista al mencionado— limpiaras por completo la sala de computo, no quiero ver polvo dentro o fuera de las computadoras
—¡Pero la biblioteca es enorme! —Se quejo Mello alzando la mirada molesto— al menos deja que Matt este conmigo.
—Por eso deberías limpiarla sin falta mañana y el resto de la semana hasta que termines dejándola impecable, Matt no irá contigo ya que tiene su propio castigo, a menos que ambos prefieran limpiar los baños.
Ambos se miraron un momento en silencio. Mello volvió su mirada al anciano soltando un bufido y cruzándose brazos.
—Bien, lo haré, pero jamás terminare. Limpiare la biblioteca.
—Lo harás, ahora retírense.
Mello refunfuñaba mientras Matt le ignoraba con la PSP en mano, pero se detuvo al notar que este había dejado de estar a su lado, miro hacia atrás y lo vio frente a una puerta de las tantas habitaciones que se encontraban en ese corredor, camino un poco hasta quedar a su lado y mirar la puerta.
—Yo le diré, tu ve a nuestro cuarto —Dijo Matt mirándole un momento hasta que este le devolviera la mirada—
—Roger dijo que le dijéramos...
—Lo sé —Interrumpió— Pero yo quiero hacerlo, no me molesta.
—¡Bah! Como quieras.
Retomo su camino a paso duro mientras sacaba una tableta de su bolsillo. Matt miro su espalda un momento dejando salir un suspiro, sabía que Mello había ido a ver al pequeño antes de ser llamados a la oficina de Roger, se había dicho que quizá era lastima pero no tenía nada en lo que basarse.
"—No tolero que golpeen a los más débiles, es un abuso, ¡Todos saben que la pelusa no se puede defender!"eso le había dicho, y tenía mucha razón, Near era listo pero no fuerte, había diferencia incluso en edad.
—¿Matt?, ¿Se te ofrece algo?
Su voz calmada y parsimoniosa le hizo volver la vista a cuya puerta se encontraba ahora ligeramente abierta mostrando una pequeña mata de color blanco a juego con unos ojos grises brillando a través de ella. Le sonrió después de avistar su presencia.
—¿Puedo pasar?
Se hizo a un lado abriendo un poco más la puerta para que accediera la habitación, Matt apenas entro se sentó en la cama y volvió la vista a su PSP quitándole el pausa para reanudar su partida.
—Roger dijo que te presentaras en su oficina, nos dijo a Mello y a mí que viniéramos a decirte.
El albino asintió dando media vuelta sobre sus talones para salir dejando al Gamer solo.
—Oye Near —Llamo antes de que abriera la puerta— lamento que él te hubiera golpeado, no lo vimos cuando lo hizo y llegamos tarde.
—No tiene importancia, yo lamento que se hayan metido en problemas, no esperaba esa clase de actitud de parte de alguien como Mello —dijo mientras llevaba automáticamente su mano derecha hacia un mechón de su cabello enroscándolo—
Le observo detenidamente, ¿Qué edad tendría Near ya?, ¿11?, ¿12 años?, desde que era muy pequeño jamás vio en él la gran inteligencia que tenia, no era por creerle tonto, sino que lo conocía desde su llegada al orfanato, siempre lo veía en la casa jugando o en la biblioteca leyendo algún buen libro, quizá era el único que lo veía así, como un niño.
—Lo siento, ¿Ya como estas? —Se levanto sonriéndole— deberías ponerte hielo, se ve muy inflamado.
—No, estoy bien.
—¡¡Matt!! —se escucho un grito que alerto al pelirrojo dirigiendo su mirada a la puerta de la habitación—
—Lo siento Near, tengo que irme —Metió su PSP en el bolsillo trasero de sus jeans y poso su mano sobre los cabellos blanco ganándose una mirada neutra— Cuídate, te veré después —sacudió un poco sus cabellos y se fue cerrando la puerta tras de sí—
3:35 a.m
La oscuridad de la habitación no hacia contraste a ambos chicos que se encontraban en el suelo, uno jugando videojuegos picando habilidosamente los botones de su control mientras miraba la pantalla con el otro comiendo una tableta de chocolate con un grueso libro sobre las piernas sentado al lado de su compañero.
—Oye Matt... ayer, cuando fuiste a la enfermería...
—No es necesario que me lo digas —contesto mientras metía una fritura del envoltorio de sus piernas a su boca sin despegar la vista del televisor— se que fuiste a ver a Near, a decir verdad yo también estaba preocupado, lo que decían fuera del salón me asusto bastante.
—Tks, viejas chismosas —reclamo dando un nuevo mordisco a la tableta—
—Lo vi mejor, debiste haberle consolado. Pero me alegra que no esté tan mal como decían...
—¡Ni que hubiera estado preocupado por la cabeza de algodón! —Dijo molesto cerrando con fuerza el libro—
—Tú no, pero yo si lo estaba.
—Fue simple empatía por el enano, me dio lastima, es tan patético que no pudo defenderse de algo tan dócil...
—Si no puede defenderse de ti, no, si no le interesa defenderse de ti ¿Que lo hace diferente de ayer?, ¿Por qué se puso así aunque tú siempre le humillases? —separo la vista del televisor dirigiendo a las perlas azules— ¿No lo habías pensado?, ¿Que le ocurría a Near para que eso pasara?
—¿Y yo que mierdas voy a saber Matt?, no lo vigilo ni me importa su puta vida.
—¿humm?, si, claro Mell, solo te digo que lo pienses...
El silencio reino de nuevo, Mello pensaba mientras repasaba unas cuantas páginas de su libro de Matemática Analítica y Matt jugaba. Quizá era cierto, no entendía ni nadie se había hecho a la idea de porque Near había actuado así, muy fuera de su lógica, muy fuera de lo común, el no era de esas personas que con un golpe se sienten mal, a decir verdad era difícil siquiera descubrir lo que ocurría en su interior, no porque fuera frio, Near solía sonreír varias veces al día, normalmente esas sonrisas eran dirigidas hacia el o incluso cuando lograba terminar alguna de sus construcciones de juguete, pero que llorara... solo lo había visto hacerlo un par de veces, pero esas veces eran contados con los dedos de una mano además de que en ese entonces él debía tener 6 o cinco años, sino es que menos.
—Matt.
—¿Humm?
—Descubriré que le ocurría.
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