Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

February

  

     Hace algún tiempo, no mucho en realidad, un muchacho llamado Park Jimin recurrió a Seok Jin para que le enseñase todo aquello relacionado al ocultismo y a pesar de que Seok Jin se había negado una y dos mil veces la insistencia del menor le hizo ceder, la única condición era que Jimin iba a tener que seguir sus reglas al pie de letra.

     Jimin se convirtió en un ratón de biblioteca que pasaba días e incluso noches urgando en los muchos estantes que Jin poseía con una inmensa cantidad de libros, él nunca había visto algo así, tanto conocimiento junto, ¿cómo era posible que alguien como Seok Jin tuviese todo esto? Él era apuesto, joven y con un carisma excepcional, no imaginarias que sabe cosas acerca de la magia, la alquimia, astrología y Dios sabe que otras cosas más.

     Los meses se iban volando como las hojas secas de otoño, los colores comenzaron a atenuarse y el clima pareció ponerse triste antes de tiempo, aún no era diciembre para que se sintiera tanto frío. Jimin había aprendido demasiado y ahora había desarrollado habilidades que hasta ese momento Seok Jin nunca se preguntó para qué las quería exactamente, según el otro joven:

Era simple curiosidad.

     Pero eso no convenció ni un poco a Jin, al contrario, le generó el doble de dudas que ya tenía.

¿Curiosidad de qué?

¿Se puede traer a un muerto a la vida?

     Jin sintió como todo su cuerpo se erizaba como si una ráfaga de aire frío le hubiese golpeado de repente, se digno entonces a encarar a Jimin descifrando cada detalle de su rostro y cada movimiento de su cuerpo, no había chispa en esos ojos, eran opacos como si tuviesen una capa de polvo encima, las ojeras estaban a su limite, el chico era pálido... Como si le faltara vida.

Jimin, no se puede regresar a nadie una vez muerto.

¿Por qué no? Están los materiales y el conocimiento para traer nuevamente a al...

Esta prohibido para mí, para ti y para todos, esta fuera de nuestro alcance.

    
     Después de aquella conversación y de que Jimin perdiera la paciencia, no lo volvió a ver por ahí otra vez, ni siquiera se lo cruzaba por accidente en alguna parte de la ciudad por lo que Jin supuso que el muchacho finalmente se habría rendido, mira que resucitar a alguien, ¿quién se atrevería?

Entonces llegó diciembre.

     Las fiestas decembrinas y las calles alumbrados por hermosos focos navideños que seguían ahí hasta probablemente el mes de enero, la gente parecía estar en paz con todo su al rededor y disfrutaban de su familia. En ese entonces Jin estaba festejando en compañía de su familia, esperaba con ansias el año nuevo que quería adelantar el tiempo con sus habilidades y así poder disfrutar de un nuevo comienzo.

30 de diciembre.

     Eran aproximadamente las cuatro de la mañana del penúltimo día del año y Seok Jin había despertado pues su timbre sonaba y sonaba así como los puños golpeando la madera de su puerta se intensificaban. Jin se ató bien la bata y guardo en su bolsillo un cuchillo, ¿quién vendría a estas horas de la madrugada? Peor aún, ¿a qué?

     Jin se preparó con el arma en su puño y a la cuenta mental de tres se armo de valor para abrir la puerta, deteniéndose en seco al ver quien estaba afuera.

Hyung, ayudeme...

     Park Jimin estaba tumbado en el suelo con la ropa empapada de sangre y una mano sosteniendo su pecho con fuerza, como si sus órganos fueran a salir de repente de alguna parte.

¿Qué hiciste jimin?

     Le preguntó al momento que lo ayudaba a levantarse del frío y duro suelo, no quería hacer más ruido del que joven ya había hecho y que su familia y hermano se despertarán encontrando al chico en esas condiciones, así que lo llevó inmediatamente hasta su estudio y cerró las puertas con llave... O eso creyó.

¡Habla Park! ¿Qué demonios hiciste?

Lo siento Hyung, yo... me negaba a no volverle a ver.

     Jimin se quito la camiseta y fue hasta entonces que Jin pudo visualizar las dos enormes heridas en su espalda, cerca de los omóplatos parecía que alguien le hubiese arrancado algo. Jin no supo que hacer en ese instante, no sabía si llevar al chico al hospital o preocuparse por el error que había cometido, esto era un problema de tamaños descomunales.

Jimin, a quién, no, más bien ¿que has traído de vuelta?

     Mis piernas se cansaron de estar flexionadas mientras intentaba escuchar más por la rendija de la puerta, Jin lo noto y no supe cómo las puertas se cerraron completamente. Sin ninguna otra opción regrese a mi habitación y me encontré de frente a una figura sentada sobre la cama que me helo la sangre, poco a poco sentí como el agua corría de mi entrepierna hasta el suelo y mi cuerpo se paralizaba. Pensé en gritar.

Vaya que te has cagado del susto.

¿Quién eres? Si mi padre te ve aquí te matará.


   Para aquella corta edad que yo tenía no lograba comprender que estaba ahí frente a mis ojos, sólo recuerdo esa risa descarada, esos ojos verdes y plumas, muchas plumas.

***

—Yo pienso que deberías dejar de leer libros de Harry Potter Kook. —Hoseok me tomo como un estudiante que estaba al borde del colapso mental.

—Joder que puedo decir, cuando le conté esto a mi hermano me dijo que pesque una enfermedad y deliraba.

—Yo le creo, Jin es un hombre serio y respetable, ¿no piensas que es absurdo? —Hope estiró sus brazos en el aire tanto como pudo y luego soltó un enorme suspiro. —Las cosas sobrenaturales sólo están en tu cabeza.

     Eleve mis hombros junto a una mueca de resignación, se que pensaran que perdí la mitad de mis neuronas pero algo me dice que en ese 30 de diciembre pasó algo, no recuerdo que con exactitud pero de algo estoy seguro, Jimin nunca volvió a ser la misma persona. Y en cuanto a mi hermano, parece que siempre está cuidándose de alguien.

—Hablando de Jimin —Mis oídos pareció moverse igual que el de los perritos cuando escuchan un chiflido y le prestaron total atención a Hoseok —, parece que sus clases terminaron.

     Y ahí estaba yo suspirando mientras admiraba lo bonito que era desde la distancia, me traía colgando de un ala hace ya tiempo pero algo también me ataba fuertemente a Yoon Gi.

     Cómo sea, no iba a contarle a Jimin mis delirios de grandeza y asustarle.

—Quizá podría preguntarle si recuerda que paso aquel día, quizá todo esto tenga una explicación coherente. —Me levanté lo más rápido que pude del suelo y tomé mi mochila, Hope parecía muy cómodo ahí recostado y con intenciones de no levantarse en un buen rato.

     Estaba apresurandome a arreglarme y así alcanzar a Jimin, hoy tendríamos una cita, bueno, si se puede llamarle cita.

—¡Nos vemos mañana! —Me despedí apresurado.

—Hey Kook! —Me grito haciendo que me diera la vuelta a medio camino— No deberías meterte a terrenos prohibidos, mejor disfruta tu vida.

—¿Vale?

     Y me di la vuelta corriendo nuevamente, a veces Hoseok me daba miedo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro