Estaba tirado en la cama con los ojos clavados en el techo de su habitación. De seguro en la preparatoria ya estaban preparando todo para iniciar con el show de talentos. Soltó un suspiro, sintiéndose frustrado y enojado.

¿Por qué tenía que castigarlo de esa manera solo por tener un amigo gay? Su padre estaba siendo realmente extremista.

Ese show de talentos era una gran oportunidad para él. Tal vez, si tenía suerte, algún trabajador de una agencia de entretenimiento se fijaba en él. Eso sería completamente genial, y facilitaría mucho la realización de su sueño de ser cantante.

Se lamentó, pensando en todas las horas de ensayo y el tiempo que invirtió en escribir esa canción. No le parecía justo lo que sus padres le estaban haciendo, no después de lo mucho que se había esforzado para presentarse ese día.

Tal vez fue ese último pensamiento lo que lo hizo decidirse. Se puso de pie de golpe, enviándole un mensaje a Jimin, pidiéndole que fuera a buscarle y que por favor, fuera discreto para que sus padres no escucharan su auto.
Tomó su mochila y la tiró encima de la cama, sacando de su armario el conjunto especial que había comprado para utilizar ese día. Lo dobló con extremo cuidado, acomodándolo en la mochila de una manera delicada, no queriendo arrugarla demasiado. Igualmente echó sus zapatos en una sección aparte, y se paró frente al espejo, acomodando su cabello, aplicando un poco de sombras oscuras en sus párpados y algo de lipstick transparente en sus labios.

En cuanto recibió un mensaje de Jimin se asomó a la ventana, viéndolo abajo, tan apuesto como siempre, usando unos jeans y chaqueta de mezclilla, una camiseta de color blanco y unos tenis amarillos.
Sonrió grande, corriendo a la cama para tomar su mochila y lanzarla.

—¡Oye, ten cuidado! —Se quejó en un susurro cuando la mochila dio de lleno contra su rostro.

—¡Haz silencio! —le dijo de igual manera.

Saltó de la ventana hacia el árbol, bajando con facilidad al no ser la primera vez que lo hacía. En el pasado lo había hecho muchas veces sin que sus padres se dieran cuenta.

—¿Qué sucedió? —cuestionó Jimin entregándole la mochila. Le había parecido extraña la petición del castañito, por lo que intuyó que algo malo había pasado.

—Mis padres me castigaron, Yoohyun comentó delante de ellos que YoonGi participaría conmigo en el show, mencionó que era un desviado y mi padre enfureció.

—¿Qué diría entonces tu querido papá si supiera todo lo que ha hecho su hijito adorado conmigo? —sonrió burlón, recibiendo un golpe en el abdomen que lo dejó sin aire.

—Deja de comportarte como un imbécil, vamos ya, no quiero que se haga más tarde —le reprochó, caminando hacia el auto del contrario.

—Oye —llamó, trotando para alcanzarlo antes de que se subiera al vehículo—, ¿no merezco un besito siquiera?

—No. Ahora conduce. —El rubio rodó los ojos, pero terminó acatando la orden.

[...]

Bajó del auto y salió corriendo hacia el interior del colegio. El show de talentos se realizaría en el teatro, que quedaba al otro lado de la escuela, razón por la que debía apresurarse, lo más seguro es que el show hubiera dado inicio hace varios minutos ya.

Park lo siguió de cerca, yendo con él hacia las aulas que se habían preparado para utilizar como "camerino" por los estudiantes que se presentarían. Ya el teatro estaba repleto de gente, tanto de familiares de los alumnos como gente externa a la institución que había logrado enterarse del show.

El lugar estaba adornado con luces amarillas y blancas, cadenetas de colores por los laterales y un cartel enorme en la parte superior del escenario, donde ponía el nombre de la escuela en dorado.

Al llegar al aula que se le había asignado, pudo ver a un nervioso Yoongi caminando de un lado a otro frente a la puerta, siendo calmado por su profesor SeokJin. Con el enojo del día anterior se había olvidado de avisarle a su amigo lo que había sucedido.

—¡Jungkook! —exclamó el mayor al verlo llegar.

—¡Al fin llegas! ¡Pensé que no vendrías! —exclamó sujetándolo por los hombros—. ¿Por qué Park viene contigo?

—Luego te cuento, ¿bien? Ahora iré a prepararme —palmeó el hombro del pelimenta y se adentró en el aula.

—Espero que no se haya atrasado por tu causa —habló Yoongi desconfiado, mirándole con una ceja alzada.

—Deberías agradecerme por haberlo traído, sino su presentación en verdad iba a estar arruinada. —Se cruzó de brazos, mirándolo con desdén.

—Chicos, no es momento para discu-

—Disculpen, ¿pueden decirme dónde encontrar a Jeon Jungkook?

Una voz femenina interrumpió al profesor. Jimin se giró, observando a una ancianita con un largo cabello canoso recogido en una coleta. Usaba un vestido largo y floreado de colores cálidos, varios collares finos y pulseras doradas, y unos zapatos de tacón bajo para complementar la vestimenta. Llevaba en brazos un gato gordo de pelaje naranja con manchas blancas, que reposaba cómodo, como si se tratara de la mejor de las camas.

—Jungkook se está cambiando, señora, si espera un momento podrá hablar con él —contestó amablemente SeokJin.

—¡Oh, pero que muchacho tan apuesto y educado! Mira Pompón, ahora no quedan muchos jóvenes así —exclamó alegremente la mujer, llevando una mano a su boca para soltar una risita.

—¿Señora Lee? —Jungkook salió, alzando las cejas al ver a la anciana allí.

—¡Jungkookie! ¡Vine a desearte mucha suerte, estoy segura de que lo harás genial!

—Muchas gracias. —Le dio un corto abrazo, dándole una caricia a Pompón, que se removió un poco, enojado porque interrumpían su adorado descanso.

—Jungkook te toca dentro de poco, ve hacia la parte trasera del escenario. Tu también, Yoongi, Jimin y yo estaremos en primera fila junto a la señora —ordenó SeokJin, ni siquiera dándole tiempo a Jimin de mencionar algo, pues lo tomó del brazo para arrastrarlo con él—. Venga conmigo, bella mujer.

La señora Lee soltó otra risita, siguiendo al pelimorado y al rubio, que marcharon hacia el teatro.

—Vamos, creo que salimos dentro de dos actos más —animó Yoongi, pasando una mano por su hombro para ir a su lugar.

[...]

Las luces del escenario se atenuaron. Los gritos y aplausos dedicados al concursante anterior fueron disminuyendo hasta que todo quedó en silencio. El telón rojo bajó, dejando a los presentes a la expectativa del próximo acto.
Segundos después el escenario estuvo nuevamente a la vista, llamando la atención todas las luces sobre el majestuoso piano blanco en una esquina. El pelimenta, inspirando profundo, comenzó a mover sus manos en una suave tonada que cautivó a los presentes.

Eres la luz del sol que vuelve a brillar en mi vida 
La reencarnación de mis sueños de infancia 
No sé, qué es este sentimiento 
¿Acaso aquí también estoy soñando? 

Una voz suave y melódica se adueñó del lugar. Jimin, sentado junto a Taehyung y el profesor de música, podía jurar haber escuchado el suspiro de varias chicas. Las luces del escenario se concentraron en el medio, mostrando a Jungkook con un hermoso traje blanco, dando una vista etérea a los espectadores.

Jimin alzó las cejas, aprovechando el momento para observarle bien. El castaño lucía excepcionalmente hermoso con esa vestimenta, parecía un ángel sobre aquel escenario, siendo su imagen complementada por su hermosa voz, creando un ambiente envolvente y conmovedor para todos los que tenían el placer de verlo y escucharle.

Los ojos oscuros de Jungkook estuvieron sobre él un largo rato, y para él resultó imposible apartarle la mirada. Una parte de él festejaba el hecho de que toda su atención se la dedicara a su persona, pues dos filas más atrás se encontraba Hyuna, que observaba a su novio con ojos de admiración y amor.

Sintió un golpe en su costado, cortando la conexión con el menor, que comenzó a moverse por el escenario grácilmente. Observó a su amigo molesto, viéndolo dirigirse a él con una sonrisa burlona en el rostro.

—Al final Jeon te trae loquito, ¿no? —murmuró alzando las cejas un par de veces.

—¿Qué? ¿De qué hablas? —frunció el ceño, negando con la cabeza, respondiendo en un susurro—. Sabes que solo quiero cogérmelo, luego de eso, bye bye.

Cierra la puerta ahora
Cuando estoy contigo, estoy en utopía.  

El piano se detuvo y el ruido de los aplausos y gritos lo hizo sobresaltar. SeokJin y la anciana a su lado gritaban el nombre del chico como locos, agitando las manos y poniéndose de pie. Jungkook sonrió grande, con los nervios a mil, pero feliz por la actuación. Yoongi se paró junto a él e hicieron una reverencia, desapareciendo luego por la parte posterior del escenario.

—¡Lo hiciste genial!

—Lo hicimos, Yoongi, tú también estuviste espectacular. —Jungkook lo abrazó, tomando por sorpresa al contrario, pero que le correspondió dando unas palmadas en su espalda.

—Realmente tienen un gran talento, felicidades chicos —Seokjin se acercó aplaudiendo, seguido de la señora Lee con Pompón, y de Jimin, que llevaba una rosa en la mano.

—Te luciste, Jungkook, eres toda una cajita de sorpresas —habló con tono coqueto el rubio, apartándolo un poco de los demás y entregándole la rosa con una sonrisa radiante.

—G-gracias —murmuró con las mejillas rojas.

Ambos se miraron sonrientes, pero un carraspeo y un pequeño maullido rompieron el momento. La anciana los miraba enternecida, pareciéndole demasiado bonita la manera en la que se observaban. Se acercó a dejar un pequeño beso en la mejilla del castaño, pasando una mano de arriba a abajo por su brazo a forma de caricia.

—Solo vine a verte actuar, Pompón se pone irritable cuando hay muchas personas alrededor. —El gato naranja soltó un maullido como si supieran que estaban hablando de él—. Luego me cuentas si ganaste o no, aunque estoy segura de que lo harás, lo hiciste excelente.

—Muchas gracias, señora Lee. —Observó a Jimin, quien se mantuvo callado durante todo el intercambio—. Mmh, él es Park Jimin, un... amigo.

El mencionado alzó una ceja ante esa presentación, pero terminó otorgándole una sonrisa a la dulce viejita, haciendo una reverencia para demostrarle respeto.

—¿Este es el chico que te atrae? —susurró para Jungkook, llevando una mano a su boca para impedir que Jimin la viera, pero no funcionó del todo—. Es muy apuesto, Jungkookie.

Dijo con una risita, alejándose mientras se despedía con la mano. Jimin le observó burlón, haciendo que rodará los ojos con fastidio, aunque sus mejillas coloreadas de rojo lo delataron.

—Hey Jungkook, ¿aquellos no son tus padres? —Yoongi se acercó, señalando a un par de personas a unos cuantos metros, que se dirigían hacia donde ellos estaban por la parte lateral del escenario—. Creo que sí, porque si no estoy mal de la vista, Hyuna es la que viene detrás.

—Mierda...

—Vámonos —profirió Jimin tomando su mano.

—¿Qué? —musitó confundido y un poco atontado. La preocupación de que sus padres lo hayan descubierto lo tenía así.

—Escapemos de aquí.

Se vio siendo arrastrado por el rubio, corriendo por los pasillos de la institución. Cuando salieron fueron directo hacia el auto del mayor, y una vez dentro, mientras intentaba ponerse el cinturón de seguridad, Jimin sujetó su rostro, estampando un beso apasionado y deseoso en sus labios. Jadeó al sentir la lengua contraria introducirse en su cavidad, y llevó una mano a la nuca ajena para acercarlo más s él.

Cuando se separaron ambos se observaron jadeantes. Y solo pudo reír emocionado, sintiendo la adrenalina correr por sus venas, observando a Jimin accionar la palanca para marcharse de allí a toda velocidad.

No sé ustedes, pero yo amo a la Señora Lee jajsjjsksjja.
¿Qué creen de lo que dijo Jimin? Yo pienso que sus acciones no concuerdan mucho con sus palabras 🤭