Capítulo 1
—¿Hyuna, ya escuchaste los rumores? —Yu Ri, una de las animadoras se acercó a la bonita chica de cabello negro.
—Sabes que no estoy pendiente de los chismes que se forman a diario en esta escuela — contestó seria mirando a la chica rubia que se dirigía hacia ella.
—¿Ni siquiera cuando tu novio está involucrado en ellos? —una sonrisa ladina se formó en su rostro cuando la atención de la pelinegra se centró en ella.
—¿De qué hablas Yu Ri? —cuestionó mirando en el rostro de la animadora aquella sonrisa arrogante y burlona.
—El capitán se le confesó a tu chico —rió llevando una mano a su boca—. Yo que tú tendría cuidado, Ji Min puede ser muy persuasivo cuando se lo propone.
La rubia rió viendo a Hyuna marcharse con el ceño fruncido. De seguro iría a buscar a su novio para comprobar si los rumores eran ciertos. Hyuna confiaba en Jungkook, sabía que si en verdad era el caso él sabría manejarlo, pero aún así deseaba verlo y que le dijera que no era importante o que todo era solo un invento.
—¡Jungkook! —exclamó al verlo casi correr hacia el baño de chicos.
—Hyuna, ¿qué sucede?
—¿Es cierto qué Park Ji Min se te confesó? —preguntó tomando sus manos.
—Veo que ya fueron con el chisme —masculló molesto—. No te preocupes, ese chico solo es un idiota.
—Entonces es cierto —musitó bajando la cabeza.
—Oye, mírame —la tomó del mentón con suavidad para que alzara la mirada—, es solo una tontería, sabes que te amo.
Se inclinó un poco besando suavemente los labios de su novia con cariño. Amaba mucho a Hyuna. La conoció el primer día de la preparatoria, se veía tan bonita con su cabello suelto formando algunas ondas y su uniforme, estaba sutilmente maquillada, sus pequeños ojos marrones llevaban un fino delineado y sus labios un brillo sin color. Fue casi como amor a primera vista, desde entonces ya habían pasado dos años.
—No hagas caso a los rumores, amor —besó su frente—. A todos en esta maldita escuela les encanta el chisme, así que solo ignóralos.
—Está bien —asintió con una sonrisa—, confío en ti Jung Kookie.
El mencionado continuó su camino, restregando su mejilla con fuerza, pensando para sus adentros que Ji Min era un atrevido. ¿Quién se cree qué es para besar su mejilla frente a todos? Negó secando su rostro con una toallita de papel, saliendo del baño segundos después.
El resto de sus clases continuó de manera normal, y aunque compartió algunas con Ji Min, Historia y Matemáticas para ser más específicos, lo ignoró todo el tiempo a pesar de que este se la pasó lanzando besos al aire y dándole guiños coquetos.
Al final de la tarde partió hacia su casa, no sin antes despedirse de su novia con un pequeño beso, justo frente a todos, para que vieran que nada de lo que circulaba desde la mañana en los pasillos de la escuela era real.
—Señora Lee, ¿cómo se encuentra hoy? —preguntó con una sonrisa.
La señora Lee era una ancianita de 74 años que tenía una vitalidad increíble, a su larga edad, usaba vestidos de diversos colores con zapatos de tacón corrido, y un montón de cadenas y brazaletes adornando su cuello y brazos. Y no hablemos de sus peinados, un día acomodaba sus blancos cabellos en un moño alto, y otros días podías verla con una larga trenza que llegaba casi a su cintura.
Era una mujer con un carácter extremadamente alegre, de esas personas que piensas que rieron mucho a lo largo de toda su vida al ver su rostro arrugadito. Su marido había muerto hace un par de años y nunca tuvieron hijos, por lo que su única compañía eran 3 gatos gordos que siempre la seguían a todos lados.
—¡Oh! Jung Kookie, todo bien querido —le sonrió mientras continuaba regando las plantas de su jardín—. ¿Qué tal la escuela?
El menor hizo una mueca, recordando lo acontecido el día de hoy en el centro educacional, pero al final, terminó negando levemente con la cabeza y soltando un agudo "Excelente", que la anciana, a decir verdad, no creyó mucho.
—Nos vemos luego, señora Lee —movió su mano en despedida y cruzó la calle, justo hacia su casa que estaba enfrente.
Entró, se quitó sus zapatos y se puso sus pantuflas —de conejitos, por cierto—, y soltando un alto "Ya llegué" siguió directo hacia su cuarto. Se quitó su uniforme y se puso ropa casual, de estar en casa, y se lanzó hacia su cama cerrando los ojos. Se sentía inusualmente cansado ese día.
—¡Se supone que tenías que golpearlo por avergonzarme, no besarlo frente a todos! —su hermana entró como un huracán a la habitación, con sus puños apretados y gritando.
—¡Por Dios, Yoo Hyun! Me asustaste —se sentó en la cama observando a su hermana menor—. Además habla bajo, papá y mamá pueden escucharte.
—¿Por qué me haces esto Jung Kook? —murmuró con los labios fruncidos.
—No nos besamos, ¿estás loca? —cuestionó rodando los ojos—. Sabes que amo a Hyuna, no sería capaz de traicionarla, además, ni siquiera me gustan los hombres.
—Pero todos en la escuela...
—No hagas caso a los rumores.
Decidió no mencionar nada pues no quería lastimar —más de lo que Jimin lo había hecho ya—, los sentimientos de su hermanita. Para él Yoo Hyun era una de las personas más importantes en su vida y la protegería siempre de todo mal.
—Solo discutimos un poco —se puso de pie, acariciando brevemente los cabellos de la menor antes de salir del cuarto.
Al bajar las escaleras, sus padres se encontraban en la sala, su madre con un delantal de flores y una cuchara en la mano, y su padre leyendo tranquilamente la prensa sentado en el sofá. Se acercó a ambos dejando un beso en el cabello de su madre —la cual era varios centímetros más baja que él—, y a su padre uno en la sien.
Su relación con su familia era bastante buena, adoraba a sus padres, Jeon Jae Joon y Jeon Solar. Ambos siempre se habían sacrificado para darle lo mejor a ambos y los habían enseñado a ser personas generosas y con valores.
—¿Cómo te fue en la escuela, cariño? —preguntó su madre sonriéndole.
—Igual que siempre mamá.
—Todos comentaban que el capitán del equipo se te declaró en el horario de receso —comentó Yoo Hyun "inocentemente" bajando las escaleras.
—Ya no sé que tienen en la cabeza los jóvenes de ahora —espetó su padre soltando la prensa y mirándolo—. ¿Qué le dijiste?
—Papá sabes que estoy con Hyuna —murmuró dándole una mala mirada a su hermana menor—. No me gustan los hombres.
—Bien dicho hijo, ningún Jeon puede ser un desviado —proclamó como si fuera algo de lo que enorgullecerse—. ¿Cómo están tus notas?
—Excelentes papá, soy el tercero con mejores notas de la clase— obviamente el primero era Park Ji Min, y el segundo Min Yoon Gi, un chico reservado, que aparte de Hyuna y Yoo Hyun, era con el único que hablaba en la escuela—. Además el profesor Jin piensa que la beca para la Universidad de Artes ya está asegurada.
—Estamos muy orgullosos de ti hijo, tienes un futuro brillante por delante —ambos se acercaron a abrazarlo.
Y si hubiera sido un poco más perspicaz, se hubiera dado cuenta de la mirada que la menor de la casa les daba a los tres.
[...]
—Así que Jeon Jung Kook, ¿eh? —murmuró su mejor amigo subiendo y bajando las cejas repetidamente—. Te lo tenías bien calladito.
Ambos se dirigían hacia su respectiva casa mientras charlaban casualmente, cosa que hacían cada día. Eran vecinos por lo que siempre iban y venían juntos.
—No seas tonto —murmuró negando con una sonrisa—, solo lo hice para molestarlo, el chico tiene novia.
—Lo sé, Kim Hyuna, una completa belleza si me lo preguntas —asintió mordiendo su labio inferior recordando a la hermosa chica—. Aunque su noviecito no se queda detrás ¿has visto cómo le quedan esos jeans que se pone?
—¡Uff sí! —movió su cabeza de acuerdo con el comentario hecho por Tae Hyung—. Es una preciosura.
—Yo le doy, y no consejos —soltó Tae haciendo que una carcajada saliera de la boca de su mejor amigo.
—Sería todo un deleite tenerlo debajo de mí escuchándolo gemir mi nombre —pasó su lengua por su labio inferior, de solo imaginar eso una punzada llegaba a su miembro—. Lástima que sea hetero.
—¡O vamos! No seas humilde —el contrario le golpeó la espalda juguetonamente—, sabes que puedes tener a quien quieras a tus pies.
—Creo que me tienes demasiada confianza —murmuró devolviéndole el golpe—. Aunque no te puedo negar que Jeon de alguna forma me atrae, tal vez lo intente, quien sabe.
Jung Kook no le gustaba, tampoco estaba enamorado de él o algo por el estilo. El chico estaba como quería y digamos que para él no sería un sacrificio follárselo una noche completa hasta saciarse las ganas. Pero Jeon tenía novia, y el personalmente mantenía una ley inquebrantable:
No entrometerse en relaciones ajenas.
No quería vivir con ese drama. Lo que menos deseaba era que un día un novio o novia de alguno de sus ligues fuera a hacerle una escena por celos. Aunque si lo pensaba un poco, por él podía hacer una excepción. Lo conocía desde hace varios años, pues han estado en la misma escuela desde la secundaria, y podía asegurar que el castañito siempre había sido un chico bonito, con sus grandes ojitos y su sonrisita adorable era capaz de encantar a cualquiera.
Sonrió de lado guardando esos pensamientos para sí, definitivamente debía pensar bien en lo que haría. Por ahora seguiría molestando al chico, le parecía divertido ver como rodaba los ojos con cada coqueteo bobo que hacía.
¿Debería conquistarlo, o solo dejarlo pasar?
Estaba ansiosa por comenzar a publicar esta historia. Aunque debo aclarar que las actualizaciones serán muy lentas ya que tengo otras tres historias en emisión.
De todos modos les traeré cap siempre que pueda. No se olviden de comentar y votar ;) Díganme que les pareció este 1er cap.
Me despido, muchos besos para tod@s 😘
Más tarde subiré el cap con el apartado de los personajes, me faltan un par de cosillas que arreglar.
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