Hoseok no podía creerlo, ¿Qué había hecho mal?, ¿Qué le hizo falta?, ¿Por qué Taehyung había dejado de amarlo?

Corrió hasta Taehyung y lo empujó, luego empezó a sacar desesperado las cosas de las maletas.

—No puedes dejarme, nos amamos, juramos amarnos hasta la muerte.

Taehyung volvió a tomar la maleta para llenarla con sus pertenencias, ni siquiera se atrevía a mirar a Hoseok a los ojos.

—Yo ya no te amo —le dijo, sin embargo Hoseok se negó a creerle porque aquello simplemente no podía ser posible, ¿Dónde habían quedado todas la promesas que se habían hecho?

—Mientes —le dijo Hoseok luego hizo algo que jamás creyó posible, se hinco de rodillas y abrazo las piernas de Taehyung—. No puedes dejarme —pidió con los ojos empapados de lágrimas—. Te amo más que a mi propia vida, moriré sin ti.

—Lo siento Hoseok, de verdad, suéltame.

Hoseok negó una y otra vez aferrado a las piernas de Kim.

—Me estas partiendo el corazón —le dijo aferrándose más y mirando a Taehyung a los ojos—. Dime, ¿qué puedo hacer, que tengo que hacer para que te quedes conmigo?

Taehyung le empujo lejos, con sus ojos empapados de lágrimas.

— ¡Jamás me darás un hijo!, ¡te amo!, pero quiero una vida normal, quiero formar mi propia familia.

Hoseok le soltó sin saber que decir, lo que Taehyung quería era lo único que nunca podía darle.

—Podemos... —Hoseok pensó en la posibilidades, odiaba a los niños pero por Taehyung—. Podríamos rentar un vientre.

Taehyung sonrió con sarcasmo.

— ¿Y criarlo juntos? —Preguntó—, quiero lo mejor para mi hijo, no que los niños lo molesten para que explique porque sus dos padres son hombres.

— ¡Es que acaso mi amor no es suficiente para ti! —Hoseok le gritó aún arrodillado en el piso, pero ya no abrazado a Taehyung.

—No —fue la corta respuesta de la persona a la que más amaba en la vida.