Capítulo 37
Había pasado ya un mes desde que por fin me levanté de mi silla. A día de hoy ya puedo caminar, no puedo correr en los San Fermines detrás de un toro, pero oye por algo se empieza. Aún siento dolor en varias zonas de mi cuerpo, sin embargo verme de pie caminando con la ayuda de mis muletas, es sentirme que todo mi esfuerzo ha valido la pena.
Tal vez al principio no tuve el suficiente coraje para enfrente a la realidad, ahora todo ha cambiado. Me alegro demasiado y esa felicidad la comparto junto a mi familia y en especial con Kevin.
Durante estos días él ha permanecido a mi lado, en ningún momento me dejó sola dándome ánimos para luchar y sentir de nuevo mis pies en el suelo.
Por la noche nos encontramos celebrándolo con los amigos. Sus amigos ahora son los míos, y cada vez que nos reunimos me siento a gusto y sobre todo me lo paso estupendamente bien.
Lo que peor que llevo es cuando estoy a solas con Kevin. Siento como mi mundo se desmorona, y no sé qué tengo hacer para tener su amor. Entiendo que aún guarde mucho rencor en su corazón, pero debo de hacerle entender que ese odio se puede volver en cariño. El cómo se lo debo plantear, aun no lo sé.
Poco a poco debo de aprender que mi sueño inalcanzable es tenerlo y debo luchar si en verdad me importa, pero el problema es que él pasa de largo respecto al amor.
Como pretexto que debo viajar para España para continuar con vida, he quedado con él para cenar.
Aquí estoy sentada enfrente de él, guardándome para mí, que este hombre se niegue al amor mientras yo anhelo estar con él.
—Qué callada qué estas Yasmina.
—Estoy un poco seria, porque esta cena es para despedirme de ti, me voy para España, debo continuar con vida, volver a mi trabajo etc, etc.
El gesto en la mirada de Kevin cambia totalmente, su mirada brillante se ha vuelto oscura, su sonrisa ha desaparecido y veo como sus manos agarran fuerte la servilleta. Entiendo que no le ha tenido que hacer mucha gracia lo que le acabo de confesar.
—Ahora me dejas Yasmina, tú también te marchas.
—Kevin, entiéndeme, yo...
—Yasmina, qué quieres que te diga, que te quiero, que por ti sería capaz de destrozar mi voz anunciando lo mucho que te quiero. Lo siento Yasmina, pero mírame, estoy condenado a esta silla de ruedas, lo único que puedo ofrecerte es mi amistad.
—Kevin ¿Por qué piensas así? Yo te quiero, tal cual.
— ¿Me quieres?
—Sí Kevin, desde el primer día que te vi, fue tu sonrisa mi atención dedicándomela, y desde entonces no recuerdo otra. Soy una chica soñadora y puedes dañarme el corazón, no me importa, sé a lo que me enfrento. Tus ojos son mi perdición y cada vez que te miro me pierdo en ellos, tanto que por ti llego a perder la razón. —Me sumerjo en sus ojos intentando ver su reacción, incluso pudo llegar a sentir el límite de mis sentimientos.
—Yasmina, debo decirte que cuando estás cerca de mí, me gustaría dejar caer mis caricias en tu piel como si fueran pétalos de rosa, poder rozar tus labios y hacerme mía. Porque tú me has devuelto el cariño que bloquee hace años. Solo quiero preguntarte: Se puede volver amarse nuevo.
—Kevin, claro que sí se puede volver amar, además quiero seguir conociéndote, hacer crecer esto que ha nacido dentro de mí y dejarme llevar por lo que siento.
—Te quiero Yasmina, y espero hacerte feliz.
Nunca hubiera esperado que Kevin sintiera lo mismo que yo, nos queremos. Dios mío esto debe tratarse de un sueño que me pellizquen.
Terminamos de cenar y nos vamos hacia un hotel, allí alquilamos una habitación. Solo queremos estar los dos solos, entregarnos a nuestro amor.
Reconozco que estoy muy nerviosa. Dejo mis muletas a un lado mientras Kevin recorre con sus manos mis piernas, subiendo hacia arriba son unas caricias que me hacen vibrar al mismo tiempo mi piel se eriza, mi corazón galopa dentro de mi pecho, mi ropa cae al suelo junto a la suya. Le ayudo a tumbarse en la cama. Me tomo mi tiempo para contemplar este bello hombre que tan dichosa me hace sentir.
Sus manos pasean por mi cuerpo erizando mi piel a su paso, sus besos cálidos me sumergen a un mundo de fogosidad y fanatismo. Fui olvidándome de todo para perderme en la manera de tocarme, de besarme llevándome hasta el fin de todas mis fantasías. En cada beso iba sanándome todo el dolor que mi corazón ha ido acumulando llenándome de amor, mi piel arde y de un arrebato me pongo encima necesito desesperadamente ser suya. Nuestras manos se unen al compás de los latidos de nuestros corazones, nuestros movimientos son lentos volviéndose salvajes ante el deseo, nuestra pasión de querer más uno del otro.
Qué bien me siento abrazada a Kevin, ha sido maravilloso hacer el amor con él. Ha sido la experiencia más bonita que nadie antes me ha regalado. Y ahí esta él, clavando sus ojos en mí rozando mis mejillas tiernamente, sus huellas se han quedado tatuadas en mi piel y creo que sin en él ya nada en mi tendría sentido.
—Te quiero Yasmina.
Con esas palabras me bastó para saber que él era mi dicha, mi felicidad y que mi vida giraría en torno a él.
Lo amaba tanto que no me importaba verlo en la silla de ruedas, sé que algún día podrá caminar, mientras tanto estaré ahí apoyándolo y por supuesto queriéndole tal y como se merece.
Los dos hemos pasado por mucho en nuestra vida, hemos tenido momentos bonitos con otras personas, momentos bonitos que se han vuelto malditos rematando con noches de llorar amargamente. Aun así no todo en la vida son momentos tristes, tanto los hay felices. Como ha sido en mi caso. El amor tocó en mi corazón con César, fue traicionada y aun así decidí salir adelante. Cuando pensaba que ya no cabía más amor en mi corazón conocí a Isaac y Néstor, me encontraba tan perdida que no sabía dónde estaba la salida. Cuando supe dónde estaba, todo cambió. Comprendí que aferrarse a un amor no correspondido no te lleva a ninguna parte. Las mujeres tenemos nuestros sentimientos, queremos escuchar palabras bonitas y a la vez que no se queden grabadas en nuestros corazones que en ocasiones no lo destruyen. Sin embargo, cuando menos te lo esperas aparece ese chico que cambia todo en ti. Te fijas en su físico, después lo vas conociendo mientras cada fibra de tu cuerpo cambia y tú vas sonriendo cada día más porque sabes que ese chico es el ideal.
En mi caso Kevin, es el hombre ideal, es mi tesoro el tiene la llave de mi corazón como yo tengo la suya. Los dos nos amamos, desde aquella noche en el hotel hemos compartido más momentos de intimidad, y qué deciros es fascinante saber que cuando estas entregando tu cuerpo también entregas tú alma. Por su puesto al hombre correcto. A ese hombre que nos hace reír y llorar pero que están ahí apoyándonos brindamos con su amor cuando peor nos encontramos.
Al final, tomé la decisión de quedarme en Los Ángeles junto a Kevin. A día de hoy vivimos juntos y cada día lo acompaño a sus sesiones de fisioterapia con la esperanza de que algún día pueda volver a caminar.
Mientras tanto disfruto de él, de sus bromas, de todo en general. Lo quiero, y no me importa que esté en una silla de ruedas, para mí lo más importante es que me aporte ese cariño, amistad y simpatía y en la intimidad sea el mejor amante que me ha tocado.
Pienso que he tomado la decisión correcta, y cada día me alegro más de no haberlo dejado escapar. Así es el amor, así somos las personas y en ocasiones nos gustaría que nos tomasen como deseamos y nuestro amor no es correspondido. Dejamos atrás nuestros malos recuerdos y damos la bienvenida a los buenos y estos duraran si uno se lo propone y entregas tú corazón a la persona apropiada.
-----------------FIN-----------------
NOTA DE LA AUTORA:
En esta segunda historia he querido relatar como Yasmina pasa por distintas fases hasta que conoce al hombre ideal.
Debo avisar que habrá 3 parte, donde será narrada por Naím, nuestro protagonista.
La historia está terminada.
Título:
DÉJAME AMARTE.
******
Agradezco de todo corazón a todos los lectores que desde el primer capítulo han seguido la historia, a pesar de haberle dado un giro a la historia. Muchas gracias por haberla seguido y haber valorado mi trabajado. Deseo que haya sido de su agrado la historia. Muchas gracias por vuestras visitas.
Nos leemos en la tercera parte. Un saludo de vuestra autora Mian Jollel. A continuación dejaré imágenes de los personajes. Muy ambles por votarla, por vuestra espera a la hora de actualizar y comentarla. Agradezco a Yencir, Yasmina, Naiya... por comentar en cada capítulo y animarme a continuarla. Besos para todos.
***MIAN JOLLEL***
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro