La duda comenzaba a inquietarme. Desde que Cristina me dijo todo aquella información, por mi cabeza circulaba millones de argumentos por los cuales Isaac y Néstor estén enfrentados. Lo que más me intriga es poder saber cuál es ese secreto que tiene guardado Néstor en contra de Isaac.

Agotada de estar dándole vueltas a lo mismo y no hallar una solución llamo a Pilar para que me ayude a levantarme.

La llamo, pero al parecer no me escucha. De nuevo están discutiendo este par. Me río para mis adentros escuchando como Pilar pone en su sitio a mi hermano. Por fin el señor a escuchado mis plegarias y existe una mujer que no se deje seducir por mi hermano.

-¿Yasmina me llamabas?-Veo como Pilar intenta recuperar la respiración se ve tan sofocada que no me atrevo a decirle nada. Ella con su alegría habitual me ayuda a vestirme y de nuevo me siento en esta silla que me está matando por dentro.

-Pilar necesito que me hagas un favor. Sé que no vas a querer, pero tampoco quiero que mi hermano se entere que voy a salir. Te importaría entretenerlo mientras yo me voy.-Le miro con ojitos de cordero ante su semblante de frustación. Por supuesto Pilar se ha puesto tensa, mencionar a mi hermano es como destriparla. Jamas he visto como una mujer le tenga tanta hincha. Por un lado me alegro que alguien ponga en su sitio a mi hermano, pero por otro creo que ya este ambiente comienza a caldearse demasiado.

-Yasmina, muy complicado lo vas a tener hija mía.

-Es muy importante Pilar. Necesito ver Isaac. Por fiiii....

-Vale, de acuerdo te ayudaré, pero no sé cómo voy a entretener a Naím para que no se entere de que te marchas.

-Muy simple. Métete en su habitación. El resto queda en ti.

-¿¿¿Pero que me estas contando??? Josu bendito, antes hago un pacto con el diablo que meterme en la habitación con el capullo de tu hermano.

-Por fiiiii, Pilar. Si no fuera porque me urge ir hablar con Isaac no te estaría pidiendo este favor.

Veo como Pilar suspira fuerte moviendo sus ojos rápido dándome la impresión que está algo inquieta. Lamiéndose sus labios me responde "Si" casi en un murmullo. Deduzco que el comportamiento de Pilar debe ser por un trauma. Y pienso enterarme, vaya que si me voy a enterar, como que me llamo Yasmina Vera. Con la ayuda de Pilar salgo de mi habitación dirigiéndome hacia la salida, a la vez que ella habla con mi hermano metiéndolo a empujones en su habitación. Me rio mientras cierro la puerta, menudo paranoia. El taxi ya me está esperando. Con la ayuda del taxista me acoplo en el auto. Le doy las gracias seguidamente le digo donde me tiene que llevar.

Una vez que llego a la comisaría donde trabaja Isaac, paso dentro preguntando por él. Una chica vestida de uniforme me comenta que en estos momentos no se encuentra, debo esperarlo unos quince minutos. Asiento con mi cabeza y me aparto para un lado pensando en lo que le voy a decir a Isaac.

Media hora después, veo entrar a Isaac. ¡Madre mía! Joder cómo está el niño, si vestido de paisano está que cruje con el uniforme ya ni te cuento. Uff qué calor que me está entrando, menos mal que estoy sentada si no pienso que caigo redonda al suelo.

La chica que me había atendido antes habla con él, éste al girar su cuello y mirarme hace un mohín. No sé si será bueno o no. Sin embargo su mirada añil me traspasa haciendo que cada fibra de mi organismo se active.

Lo veo que se acerca a mí con su semblante serio agarrando unos papeles.
¡Ay mamá que me da, que da un zamacuco! ¡jay omá! ¡qué rico que está el condenado!

-Hola Yasmina ¿cómo te encuentras?-Su pregunta me desconcierta, puesto que su semblante es tan serio como su voz, sin embargo veo en su mirada una sombra de tristeza.

-Bien gracias, venía para hablar contigo.

-Pasa a mi despacho, ¿tomas un café?

-Un descafeinado por favor.

Isaac desaparece y al rato vuelve con las bebidas. Detrás de él empujo mi silla hacia su despacho, si se le puede llamar así. Porque vaya desorden que tiene, con tantos papeles esparramados encima de la mesa.

-Siento el desorden, pero no acostumbro a recibir visitas.-Me dice mientras deja las bebidas encima de la mesa haciendo un montón los folios.

A la vez que yo espero a que termine de organizarse un poco lo observo. Y a quien pretendo engañar, si tan solo con observarlo siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal a la vez que mil abejas se me agolpan en mi estómago. Dios mío qué me está sucediendo, cuantas veces he soñado con volver a besar su boca y ahora que lo tengo enfrente mía bajo mis ojos sonrojándome.

-Tú dirás Yasmina.-Su voz me saca de mi abismo, qué puedo decirle. Qué necesito sus besos, que lo quiero. Madre mía pero que ceporra soy, si yo estoy condenada a estar en una silla de ruedas, como pretendo que vaya a fijarse en mí. Como mucho sentirá lastima. Agarro el vaso que me ofrece removiendo el líquido intentando encontrar el valor suficiente para empezar la conversación.

-Isaac, el motivo por el cual estoy aquí, es porque quiero saber que fue exactamente lo que ocurrió entre tú y Néstor para que dos personas que se llevaron como hermanos acabasen así.

-¿Ahora te has hecho detective?-Su tono es burlón, aun así no me molesta, necesito una explicación y espero que me la de.

-Por favor Isaac, dime.

-Yasmina, eso ya pasó hace años. Que más te da, él está contigo. Según él estáis muy enamorados. Qué importa lo que pasó. Yo sigo con mi trabajo mientras que Néstor dejó el cuerpo de policía, al morir su hermano para dedicarse al baloncesto. Jamás puede olvidar lo que sucedió aquella noche. Y si, por desgraciada tengo que agradecerle lo que él hizo por mí.

-¿Qué hizo?

-¿Enserio eres psicóloga?

-No desvíes la conversación, quiero ayudarte.

-Nadie puede Yasmina. Cada cual debemos vivir con nuestros errores. Yo cometí uno muy grande, y Néstor se sacrificó por mí en aquel entonces y ahora me toca sacrificarme a mí. Todo en esta vida no se puede tener Yasmina. Sólo espero que seáis muy felices.

-Isaac mírame, una pareja es de dos, y te juro que no siento por Néstor lo que siento por ti. Yo te quiero a ti, tú amor está en mi cuerpo y no quiero perderte, no quiero estar viviendo amargamente por este amor que me consume día a día. Y mucho menos voy a estar con un hombre que no amo.

-Yasmina, no me guardes rencor, solo puedo decirte que me dejes, tienes que entenderlo.

-Te quiero Isaac no me hagas esto. -Mis lágrimas empezaban a delatarme. Isaac se acercó a mí, poniéndose de cuclillas me limpió mi rostro sin apartar sus ojos de los míos dedicándome una caricia que me abrasaba. Solo con su contacto ya lograba estremecerme, ¿porque diablos quiere dejarme y no tomarme? Tan sólo me abrazó muy fuerte diciéndome que todo está bien.

-Yasmina por favor no llores por alguien como yo. No merezco ni una lágrima tuya.
Ojalá pudiera demostrarte lo que siento por ti, pero no encuentro el valor suficiente, además está Néstor de por medio y ante él todo está perdido. Mi amor hacia ti, mis ilusiones, la esperanza de poder estar contigo, porque te deseo tanto Yasmina.

-Bésame Isaac.-Sus labios rozaron suavemente los míos, mis ojos se cerraron para sentir este momento lleno de ternura. Me dejo llevar por sus besos que son como un bálsamo para mi corazón. Al separarnos, él apoya su frente en la mía aun con sus ojos cerrados rozando mis manos con las suyas.

-Lo siento Yasmina. -Sin decirme nada más se levanta dándose la vuelta dejándome afligida y dolorida por haberme tomado durante unos minutos para a continuación dejarme ir.

Al llegar a casa, mi estado de ánimo no ha mejorado, sigo entristecida y más ofuscada que antes. Sigo obsesionada con la idea de hacer que Néstor se olvide de mí y centre toda su atención en Cristina, puesto que aunque a mí me diga misa, no soy estúpida y sé que sigue enamorado de ella. De pronto escucho de nuevo a Pilar y mi hermano de discutir. Desde luego estos dos se llevan peor que el perro y el gato. Me dirijo hacia el salón para poner paz, cuando veo a mi hermano paseando de un lado a otro pasando sus manos exasperado mascullando algo entre dientes.

-Naím ¿Sé puede saber que os pasa a los dos? ¿Tanto trabajo te cuesta llevarte bien con Pilar?

-Eso vas y se lo dices tú a la loca de enfermera que has contratado. Dios mío, si solo iba a besarla, anda que si me da por tirármela me corta el pene.

-Te he dicho que no te arrimes desgraciado, que te mantengas a 500 metros de mí. ¡¡Qué no me toques!!

-Tranquila que no pienso poner mis huellas dactilares en tu cuerpo. Ahora tampoco vengas tú a mí a engatusarme, tú has sido la que has entrado en mi habitación buscando tema. Pervertida.

-Una cosa es que te caliente y otra muy distinta que follemos. ¿Te enteras?

-¡¡Dios me libre!!

Madre mía si no pongo paz entre estos dos, van acabar por quemar la casa.

-Pilar por favor ven conmigo. Vamos hablar.

-¿Encima no? En vez de defender a tu pobre hermano, te alías con Hulk. Cría cuervos para que te saquen los ojos.

-Naím por favor. Sólo quiero que cada uno pongáis de vuestra parte, no podéis estar todo el tiempo peleando.

-Y da gracias que aquí a la lobezno no le ha dado por sacarme las garras, aunque temo que algún día me arranque la piel a tiras.

-Yo que tú no dormía muy tranquilo Naímito.

-Parar ya los dos. Acaso no sois personas adultas. Joder os comportáis como niños pequeños. Ven conmigo Pilar, y tú Naím has el favor de ponerte una camiseta.

Pilar me acompaña hasta mi habitación. Allí cierro la puerta para a continuación sentarme en la cama. Pilar me ayuda acomodarme en la cama cuando de pronto noto como tiembla. La observo con determinación mientras ella toma asiento en la cama tapándose su rostro con las manos empezando a sollozar.

Le aparto las manos de su rostro admirando a una mujer fuerte, valiente y ahora mismo es totalmente distinta. ¿Qué habrá pasado para que Pilar tenga este comportamiento?

-Yasmina, ayúdame por favor, ya no puedo más. Todos mis fantasmas me impiden ser feliz. Anteriormente me negaba a recibir ayuda, pero es que cuando he tenido a Naím tan cerca de mí, te juro que no puedo, no puedo más con esta tortura que me pesa cada día más.

-Pilar cariño, por favor cálmate y cuéntame que es lo que te ocurre. Yo haré todo lo que pueda por ayudarte. Pero si algo te digo es que Naím puede ser muy capullo cuando quiere, pero si te digo que jamás te hará daño, debes tener confianza en ti misma y ponerla en él.

-Eso es lo que quiero Yasmina, pero me es imposible abrir mi corazón y dejarme amar.

Abracé a Pilar viendo como sus ojos se ponían cada vez más rojos aumentando sus lágrimas. La dejé que llorase por un instante, de algún modo el llanto nos ayuda a liberarnos de esos temores que llevamos cargando dentro de nosotros. Algo más recompuesta Pilar me miró fijamente contándome su historia.

Mientras yo la escuchaba más asombrada me quedaba. La vida que ha llevado Pilar no ha sido nada fácil, ahora comprendo el por qué se comporta así a la defensiva. Me quedo analizando sus palabras un instante, hasta que ella me pregunta con voz melancólica.

-¿Yasmina podré alguna vez amar?

-Pilar, claro que puedes solo debes confiar en el hombre que tú creas que te corresponde haciendo que esos sueños que siempre has tenido se vayan cumpliendo a su lado. Simplemente debes dejarte de amar.

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HOLA, QUE TAL ESTÁN QUERIDOS LECTORES.

AQUÍ OS DEJO UN NUEVO CAPITULO Y UN PEQUEÑO AVANCE DE LO QUE TRATARÁ LA TERCERA PARTE.

PILAR COMIENZA A FIJARSE EN NAÍM, PERO ALGO EN SU PASADO SE LO ESTÁ IMPIDIENDO HACIENDO QUE SEA UNA FRACASADA. EL TEMOR A QUE LA LASTIMEN HACE QUE SEA AGRESIVA Y DE AHÍ ES EL MOTIVO POR EL CUAL TRATA DE ESA FORMA A NAÍM. (SOLO ES UN AVANCE PARA LA TERCERA PARTE) ESPERO QUE LES GUSTE.

DECIRLES QUE LA HISTORIA PERMANECERÁ PARADA HASTA QUE TERMINE DE ESCRIBIR (CONCÉDEME UN DESEO) QUIERO PODER TERMINARLA, PARA ASÍ DEDICARME A ESTA HISTORIA Y ASÍ PODER ACTUALIZAR LOS CAPÍTULOS MÁS SEGUIDOS. (SI TENGO UN RATO VOLVERÉ ACTUALIZAR)
PIDO DISCULPAS POR LA ESPERA Y AGRADEZCO MUCHO VUESTRO INTERÉS. MUCHAS GRACIAS QUERIDOS LECTORES. ^-^

****Mian Jollel****