Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

Aquello podría ser una locura, pero en esos momentos de tanta desazón, mi tensión iba a subir al máximo. Necesito saber dónde estaba mi hermano y si le había ocurrido algo. Por Dios Benito, espero que no le haya sucedido nada malo.

Las minutos pasan demasiado lentos, y esos polis siguen ahí hablando y  consultando sus móviles de vez en cuando. Comienzo a impacientarme, necesito escaparme de este lugar pero con ellos vigilidándome me va resultar algo complicado.

A ver Yasmina piensa, piensa...Chasqueo mis dedos al ocurrirme una idea. Marco el número del servicio de habitaciones y pido que me traigan la cena.

Veinte minutos después tocan la puerta, rezo para que sea una camarera la que me sirva la cena. Y al abrir, no puedo disimular mi júbilo. Es una camarera. Le hago de entrar y una vez dentro le cuento lo que me sucede, la muchacha algo temblando se niega ayudarme. Perfecto, sin quedarme de otra utilizo mis dotes de psicóloga y tras hablar con ella quince minutos accede a ayudarme.

―Muchas gracias Tamara, te juro que nadie te va despedir, tú solo échame a mí la culpa. ¿De acuerdo?

―Está usted segura que puedo confiar en vos, y no me afectará en mi chamba.

―Tranquila, que no te va suceder nada. Y por cierto el uniforme me queda bien. Sonrío a la muchacha que se encuentra sentada con mi ropa puesta temblando. Me da pena por la pobre, pero si quiero encontrar a mi hermano no me queda de otra. Marco el número de Nino y le digo que venga a buscarme dándole instrucciones que no diga a nada a nadie.

Respiro hondo, me coloco el uniforme de camarera, agarro el carrito y salgo de la habitación procurando darle la espalda a los polis para que no me vean el rostro. Mi cuerpo está vibrando del pánico que siento. Hago los movimientos con precisión y mucho cuidado para no levantar sospechas. Camino por el pasillo empujando el carrito, al parecer la poli no me ha visto. Fenomenal así va el país, la seguridad del ciudadano que sea lo primero.

Bajo hasta la primera planta, dejo el carrito por ahí escondido, todo lo deprisa que me es posible salgo hacia la calle, busco con la mirada y con mi pulso acelerado a Nino. Me apoyo en la pared mirando hacia ambos lados intentando localizarle. Comienzo a desesperarme, un nudo ha comenzado hacerse en mi estómago, temo que alguien me descubra, jadeo sofocada por no tener ni idea que hacer. Dependo de Nino y no logro verlo.

De pronto una mano tapa mi boca. Me sobresalto, una voz masculina comienza hablándome casi ni lo entiendo lo que dice por su acento. Experimento un movimiento rápido para deshacerme de sus manos, nada de lo que hago sirve para nada. Ese hombre es mucho más fuerte que yo. Con brutalidad me agarra por mis muñecas echándome los brazos hacia atrás. Me muevo como una culebra, estoy asustada, el pánico fluye por mi organismo, aun así tengo que ser valiente. 

De la nada escucho la voz de Nino. A pesar de encontrarme sujeta por ese hombre, Nino lo amenaza para que me suelte. Ese hombre no le hace caso e incluso me empuja. Nino se echa mano a su chaqueta y saca su arma si temblarle el pulso apunta a ese individuo. Puedo sentir el peligro, comienzo asustarme, mis lágrimas no paran de rodar por mis mejillas.

Los dos hombres empiezan a cruzar palabras que nos le lleva a ninguna parte, la cosa comienza a ponerse fea y yo me encuentro en mitad.

―Agáchate Yasmina―Me grita Nino. Hago lo que me dice cerrando muy fuerte mis ojos al escuchar varios disparos.

Espantada por lo que acaba de ocurrir, miro a Nino que tiene una mano puesta en su brazo. Con la otra me ayuda a levantarme y salimos corriendo en busca del coche.

Todo aquello comenzaba a estremecerme, Nino conducía con su brazo herido, y la policía seguro iría detrás de nosotros.

―Estás herido...Nino.―Mi voz suena tartajosa a consecuencia del miedo que estoy viviendo en mis propias carnes y todo por hacerme la heroína. Quien me manda meter las narices donde no me llaman. Lo único que espero es que todo salga bien.

Nino me lleva hasta la casa de mi hermano, su brazo no deja de sangrar y él no puede continuar ayudándome. Lo entiendo perfectamente, de hecho le exijo que se vaya a un hospital a curarse las heridas, antes lo curo por encima para que no se desangre. Me voy para mi habitación me cambio de ropa y  sin pensármelo dos veces, me voy hacia el garaje, saco mi moto, me pongo el casco, me monto en mi moto y  comienzo acelerar la pepa, percibiendo numerosos escalofríos de pánico, a pesar que tengo mucho miedo debo ser fuerte y continuar conduciendo para poder encontrar a mi hermano.

Manejo mi moto hasta las afueras de la ciudad, donde se celebran las carreras. Estoy segura que podré tener alguna pista referente al paradero de mi hermano.

Atraía por la ganas de saber dónde se encuentra mi hermano, comienzo a preguntar a varias personas donde se celebran las peleas. Cuando obtengo la información, vuelvo de nuevo a montarme en mi moto.

De nuevo en mi moto manejo hacia el lugar que me han indicado cobrando múltiples temblores que sacuden directamente a mi corazón.

Al llegar al lugar donde me han indicado, puedo comprobar que efectivamente esa noche se va organizar una pelea importante. El lugar no tiene nada que ver con lo que he visto hasta  ahora, todo lleno de lujos, este diríamos que es todo lo contrario. El lugar es como una nave abandonada, sin embargo no hay mucha gente, los pocos coches que se ven si son de alta gama. Empiezo a caminar sintiendo la grava crujir en mis pies, estoy alarmada, sé que estoy precipitándome incluso exponiendo mi vida, pero deseo encontrar a mi hermano y saber que está bien.

Sigo andando hasta un lugar apartado, hay poca gente, la única iluminación que hay son los faros de los coches. Temiendo que alguien me descubra me escondo detrás de un coche, el miedo es tan grande que solo puedo escuchar los latidos de mi corazón y mi sangre golpear mis tímpanos. Mis manos están sudadas y mi cuerpo febril.

Desde mi posición puedo ver como varios hombres hablan fumando y riéndose. Mi respiración se hace mayor, la curiosidad me puede de saber que está ocurriendo. Despacio me voy acercando hasta que para mí mala suerte me topo con una persona. Del mismo susto doy un pequeño grito, su mano grande me tapa la boca inmediatamente.

―¿Se puede saber qué estás haciendo aquí? No te das cuenta del peligro que corres.

―Déjame Isaac, necesito saber que ocurre con Naím.―El rostro de Isaac se deforma, debe haberse sorprendido de enterarse que sé la verdad.

―Maldita sea Yasmina, no sabes lo que estás haciendo. Ven dame tú mano te pondré a salvo.

Isaac me agarra de mi muñeca tirando de mí, pero mi suerte no llega muy lejos. En mitad del camino nos cruzamos con Camelia. Puedo llegar a escuchar como Isaac masculla juramentos.

―Vaya, vaya pero mira a quien tenemos aquí. ―Comienza hablando Camelia aplaudiendo de la misma alegría de verme.

―Vaya Jonathan, no sabía que habías encontrado a tú puta.

―Esto sí, ya te dije que la estaba buscando por haberse escapado. Y mira ya la he encontrado.

―Me alegro por ti, pero esta puta la necesito, tengo a su hermano y quiero que vea como sufre por haberme desobedecido.

―Maldita hija de puta, que le has hecho a mi hermano, contesta. Donde está mi hermano.

―Tranquila pronto lo verás.―Camelia hace un gesto a dos de sus hombres, miro suplicándole a Isaac que no me deje, pero este me suelta entregándome a esos hombres.

De nuevo el miedo se ha apoderado de mí, noto como la ansiedad empieza asfixiarme, espantada miro hacia una esquina donde se encuentra mi hermano sangrando. No podía ni creerme lo que estaba viendo. Ya no podía más, ya no tenía sentido seguir resistiéndome, mi hermano estaba herido y yo seguramente iría detrás no si antes no me violan o vete tú a saber lo que podrán hacerme. Me dejo desvanecer, a la vez que ponen a mi hermano a pocos metros de mí. Nuestras miradas se cruzan, con pequeños movimientos de negación me hermano me mira, yo solo puedo llorar temblando por la situación que estamos viviendo.

―Qué escena tan bonita. No ves Jonathan como te decía que Naím iba a pelear sí o sí. ―Miro de reojo a Camelia como se pavonea agarrando del brazo a Isaac. Le echo un vistazo desilusionándome por completo de ese corrupto de policía. Tenía ganas de gritar quien era en realidad, pero de qué me serviría.

―Camelia, suelta a mi hermana, ella no tiene nada que ver con esto. Si quieres que pelee lo haré pero antes déjala ir.―Ni los ruegos ni el llanto podían convencer a esa víbora de cambiar de planes. La muy zorra sabía perfectamente que si me tenía a mí, Naím haría lo que ella dijese, incluso luchar para salvar mi vida.

―Ven váyanos entonces, el espectáculo debe comenzar.―Sin más dilatación Camelia se giró sin soltar del brazo a Isaac y se marchó hacia su auto.

―No lo hagas Naím, te está tendiendo una trampa, joder tío recapacita, no puede ser que seas tan tonto, no lo hagas Naím, no lo hagas.―Gritaba desesperada luchando con todas mis fuerzas antes los dos hombres que me llevaban hacia una furgoneta.

Como un tiesto arrojado así me sentía sentada abrazada a mis rodillas pensando en lo que podrán hacerme cuando acaben con la vida de mi hermano. Estaba más que segura que esa hija de puta había llevado a mi hermano a una muerte segura. Mi hermano podría pelear bien, pero si su contrincante es más fuerte, nada podía hacer, el combate estaría perdido y yo...Que será de mí. Tiemblo, tengo mucho miedo, me siento tan desesperada y triste a la vez. Había confiado en Isaac, creía que iba ser como las películas, en el momento justo sacaría su arma y todo se solucionaría, pero no. Néstor llevaba razón, ese hombre solo piensa en el mismo, segura estoy que sus sentimiento son de acero. Si no, como un hombre como el, que es policía que se supone que ayuda al ciudadano se queda tan tranquilo viendo como nuestras vidas peligran y el no mueve un dedo. Maldita sea Yasmina, esto no es una película de Van-Dame, es la puta realidad, la manera de sobrevivir como se pueda.

El auto para y al abrir las puertas los hombres me sacan arrastras, pongo resistencia pero ante ellos soy como un pajarito.

Comenzamos andar por un césped, puedo ver que se trata de una mansión y hay bastante gente. Puedo imaginarme que esas personas son la mayoría peces gordos, narcos o vete tú a saber los trapicheos que puedan tener.

De malas formas me atan mis manos y me tapan la boca con cinta adhesiva. Lo habrán hecho para que no anime el espectáculo que voy a ver, de tener que presenciar como acaban con mi hermano.

Instantes después puedo ver a Isaac hablando con más hombres y muy cerca de él Camelia. Ambos sonríen incluso se besan, no puedo ver esa escena. Giro mi cabeza hacia otro lado llorando amargamente. Esos labios que yo besé, esas manos que recorrieron cada centímetro de mi piel ahora se lo está haciendo a ella, nuestro verdugo, y él está tan tranquilo como si con él no fuese la cosa, salvo una cosa, disfrutar. El desprecio hacia Isaac, es más que inminente, si antes había pensado que quizás el fuese mi príncipe azul, ahora pienso todo lo contrario. Un tío que no tiene escrúpulos, ni mucho menos ningún miramiento por su trabajo.

Giro mi cabeza al escuchar unas voces y unos aplausos. Al parecer la pelea va dar comienzo.

Debido a la gente que hay no consigo ver con claridad de quien se trata el oponente de mi hermano. Aun así lo agradezco, lo que menos deseo en estos momentos es ver como golpean a mi hermano y yo no poder hacer nada. Agacho mi cabeza mirando al suelo dejando que mi lágrimas recorran mi rostro, noto un fuerte terrible dolor en mitad del pecho y un presentimiento. Puedo llegar a entender que nada de esto va salir bien.

―Lévantate zorra y mira como tú hermano pelea.―De una jalón de pelo, y quitandome la cinta adhesiva  Camelia me alza llevándome hasta una malla donde puedo ver como mi hermano pelea ante un hombre que le saca dos cabezas y es mucho más musculoso que él. Sin duda mi hermano tiene la batalla perdida.

―¿Te gusta lo que ves?―Con ironía Camelia ríe, mientras yo observo como ese hombre golpea a mi hermano sin ninguna aprensión. La gente grita el nombre de ese miserable, se nota que están disfrutando del espectáculo. Sin embargo yo aprecio como el sufrimiento a comenzando a nacer en mi corazón para ir transportándose hacia mis ojos, los únicos que pueden demostrar mi estado. Todo lo que puedo observar es una tortura, un calvario de presenciar cómo cada golpe que recibe mi hermano es como si me lo estuvieran dando a mí.

Allí se encontraba tirado en el suelo, con su cuerpo brillante por el sudor y rojo por la sangre. Ese es mi hermano, mi mellizo. El cual siempre hemos discutido, reído, y últimamente hemos estados más unidos que nunca y ahora debo presenciar como lentamente acaban con su vida.

Cierro los ojos, no puedo soportarlo más, dejo libre mi malestar notando una punzada en mi corazón. Dejándome llevar por un impulso puesto que mis fuerzas me han abandonado me dejo caer de rodillas al suelo con ellas mis sollozos. Me siento una fracasa, todo en ese momento se me viene abajo, me siento tan perdida como hundida. En esos momentos sentía como mi vida se desmoronaba ante mis ojos y yo no podía hacer nada, estaba atada, sin fuerzas y expuesta a que me tomaran y me hicieran cualquier barbaridad.

Inconsciente, dos hombres cargaban a mi hermano. Miré con odio a Camelia que no se despegaba ni un momento del brazo de Isaac. Maldije para mis adentros apretando todo lo que podía mi mandíbula, me levanté del suelo y dispuesta a gritar lo que sabía, escuché como Camelia se acercaba a mí y de nuevo sus sucias manos agarraron mi pelo.

―Mira estúpida, mira lo que vamos hacer con tú hermano y ten por seguro que detrás vas a ir tú.

―Por qué haces todo esto.

―Muy simple querida, por ser tú hermano un estúpido y querer dejar las peleas. Yo había apostado mucho dinero por él, y el que hizo con su negación. Que perdiese mi dinero. Y eso no se lo perdono a nadie. Y mira que coincidencia que apareciste tú. Su hermanita querida, la única mujer que lo ha impulsado a pelear y hacer que yo recupere mi dinero. Pero como ya no me sirve y si hubiera sido más astuto ahora mismo estaría haciéndome ganar mucho dinero y tú estúpida psicóloga tendrías más lujos. Pero por la necedad de Naím, vais acabar los dos en el mismo hoyo.

―Hazlo, venga, hazlo maldita zorra. Matate de una vez, no tengo miedo a la muerte y mucho menos a ti.

―¡¡Cállate!! Estúpida, quien te crees que eres. ―Su mano fue directa a mi cara, golpeándome varias veces. De muy malos modos me agarró y tirándome al suelo Camelia apuntó con un arma a mi hermano que se encontraba tirado en el suelo inconsciente.

―Espera un momento Camelia. Te agradecería que me dejases a mí el honor de quitarte de en medio a esta escoria y así no te mancharías tú las manos.

―De acuerdo Jonathan, todo tuyo.―Todo pasaba a cámara lenta, Isaac se metió la mano en su chaqueta y sin más prolongación Isaac apuntó a mi hermano disparándole.

―Noooo....Naím...Naím....nooo...por favor no....―Maldito hijo de puta qué has hecho...― Grité con mis ojos llenos de gotas de dolor desafiando con la mirada a Isaac gritando a pleno pulmón que era policía, me daba igual que se enterasen, si él había disparado contra mi hermano ya nada me importaba.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

HOLA que tal están querid@s lectores. Pues yo estoy muy contenta, puesto que gracias a todos ustedes me he percatado que mi esfuerzo a la hora de escribir es recompensando con sus visitas, votos y agradezco enomemente vuestros comentarios. Muchas gracias de todo corazón.

Aprovecho para comunicarles, que debo dejar la historia parada por unos días para poder seguir escribiendo la otra historia LA AMBICION DE QUERERTE. Entiendo que os he dejado con la incertidumbre de saber qué ocurrirá con Yasmina, Naím e Isaac. (Me gustaría poder daros un adelanto, pero puede que cambie de opinión como me suele pasar en ocasiones y lo que menos deseo es defraudarles)

Gracias ❤️ nuevamente por su interés y decirles que en unos días volveré con otro capitulo y como siempre deseando que os guste la historia. Un besazo grande para tod@s ustedes y deseo que tengan muy buen día. Hasta Pronto.
😊🙋🙋😘😘
**Mian Jollel***

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro