Se puede...

Creer que el dolor se cura sólo, con ver pasar las manecillas del reloj.

Se puede...

Creer que dejará de llover, sólo porque el arcoirir del atardecer se ve desde mi ventana.

Se puede..

Que entender la filosofía de la vida es más que un ingenioso libro, abarca todo un mundo de experiencia... esa que me falta por descubrir.

Se puede..

Esperar a que se acabe la candela de mi corazón esperando con la última flama tu sonrisa.

Se puede..

Imaginar que las rosas son peligrosas aunque se vean hermosas y que sus espinas son su autodefensa.

Se puede..

Pintar el cielo de colores y extender mis brazos como si lo estuviese abrazando fuertemente.

Se puede...

Crear un mundo paralelo dónde en vez de poeta soy un constructor de sueños, que vago por los noches después de las 8 intentando mirar el momento donde apagues la luz de tu cuarto, para montar la escena de una serenata.

Se puede..

Sentirme excitada con tan sólo imaginar tus versos en mi frente, indicándome que tus labios son las frases que necesita mi libro.

Se puede...

Esperar que aparezcas en mi vida y como un genio de la lámpara cumplas mis caprichos y deseos y luego desaparezcas.

Se puede...

Pasarse de tragos, bailar como borracha y reír como sí los finales de Disney existieran, que en la mañana tome un café y tenga insomnio de tus carisias.

Se puede...

Pintarte desnudo en los lienzos de mis ojos, para contemplar tus músculos en la luz del sol.

Se puede..

Amar lo que no has visto y creer que existe por que lo es todo... y así será.

Se puede...

Que nunca hayas gritado con todas tus fuerzas aunque cargues con ocho elefantes todos los días.

Se puede...

Amar, aunque no exista el sentimiento o no lo conozca, que la soledad sea quien brinde contigo durante los cumpleaños de cada mes.

Tan sólo, eres lo que suelo esperar durante las madrugadas, el trago de vino que no alcanza, y el aroma del incienso en medio menguante.