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ELIZABETH AYDIN
Me levanto muy temprano como siempre y a penas lo hago me dispongo a hacer mi pequeño ritual, que consiste en decirme en un susurro una frase, que según yo hará que todo el día me vaya muy bien, sé que no tiene mucho sentido, pero aun así lo hago.
— Hoy todo va a salir bien, soy valiente y capaz de todo.
Me lo repito 3 veces y para que "funcione" lo debo hacer a penas me levante sin abrir los ojos pues según yo la "magia" no ocurrirá si los abro y los vuelvo a cerrar para el ritual, pues eso sería trampa. Si... bueno, cualquiera pensaría que es algo tonto pero la mayoría de las veces me funciona y me motiva pues trato de que cada día sea mejor que el anterior.
Al terminar con este ritual decido empezar con mi rutina diaria que consiste en prácticamente 5 pasos que son:
1. Recoger las cosas con las que duermo en el sofá, pues si llega a venir algún invitado inesperado se vería mal que sepan que alguien duerme ahí. Además, mi madre tiene la costumbre de sentarse en este sofá a ver las noticias matutinas mientras toma su café.
2. Después de asearme me dispongo a realizar el desayuno para todos en casa y cuando digo todos me refiero incluso a mi hermana con su marido y sobrino que viven aparte.
3. Desayuno en la cocina mientras escucho en mi Walkman mis canciones favoritas, o bueno, las que salgan en la emisora ese momento pues no tengo tantos casetes para poder escucharlos desde la mañana sin que estos se terminen estropeando.
4. Después de que cada uno termine el desayuno y se dirijan a sus respectivos destinos muy temprano, retiro los platos y es en este momento, a las 5 am, cuando estoy completamente sola que empiezo con mi mini concierto, pues para realizar cualquier tarea ya sea lavar, limpiar, acomodar, entre otras cosas, necesito cantar, necesito desahogarme, pues solo en este momento del día siento que tengo un poco de libertad.
5. Si es lunes, miércoles o viernes voy a un voluntariado llamado "Honeycomb" donde hacemos y aprendemos de todo un poco, desde primeros auxilios hasta proyectos que tengan que ver con el cuidado del medio ambiente, el cual me encanta. Y bueno, los otros días que no tengo que ir, solo me quedo en casa a escuchar música hasta que lleguen por la noche toda mi familia.
Si, una vida muy aburrida, pero así se supone debe ser hasta que me case, lo cual no me agrada mucho, pero es la única manera de ser un poco "libre" pues incluso si intentara escapar y hacer mi vida sola como siempre he querido no podría hacerlo, pues hasta donde me contaron mis padres y Emir, todo el país se rige por esta tradición, por lo cual he desechado esta idea completamente sobre todo porque no quiero terminar... ¿mal?
Cuando estaba terminando de limpiar completamente la sala escucho con suerte el teléfono de la casa pues justo paró la música de mi Walkman, sino, ese teléfono hubiera seguido sonando.
— Si, ¿diga? — Contesto de inmediato.
— ¡¿Por qué diablos no contestabas el teléfono?! Te he llamado 5 veces y recién me respondes. — Dice Emir muy enojado. — ¿Acaso estás con alguien? ya dime la verdad, o lo averiguaré por mis propios medios y no te va a gustar lo que pienso hac...
— Emir tranquilo, no estaba con nadie, solo que estaba con los audífonos, lo siento si te hice preocupar, pero ya sabes que cuando estoy escuchando música me desconecto del mundo.
— Siempre es lo mismo contigo, escúchame bien, si a la próxima vez que yo llame no me contestas de inmediato hablo con tu madre para que te quite ese estúpido aparato. — No respondo por lo que agrega. — ¡¿Me escuchaste?!
-No, tú no puedes hacer eso, sabes que es lo único que tengo y amo, así que no te permito que...
— ¡¿No me permites?! Ay por favor Elizabeth, si yo digo algo lo haces y no me retes porque sabes muy bien que el castigo podría ser peor.
— ¿Me llamaste solo para amenazarme y ponerme castigos? porque ya suficiente tuve ayer con uno y si no me vas a decir nada mejor hablamos otro día. — Estaba por colgar pues me molesta demasiado que ahora todo el mundo me ponga castigos cuando yo no me lo merezco.
— Espera Eli, lo siento, tienes razón y para compensarte ¿Te parece si salimos hoy después del almuerzo?
— Me dijiste que ibas a hacer doble turno, ¿Estás seguro de que no hay problema?
— Claro que no cariño, después del almuerzo los chicos que encerramos ayer saldrán y no habrá tanto papeleo ni necesitan de mi presencia en la estación, así que puedes venir hasta la estación y de aquí salimos a donde tú quieras.
— Mmmm, está bien, ahí nos vemos entonces, adiós.
— Por cierto, por favor se puntual, sabes que odio esperar y no quiero enojarme contigo cariño. — Le iba a responder, pero decidí colgar.
La verdad he estado muy impaciente estos días por ver a Emir pues he pensado en pedirle un tiempo y espacio en esta relación, no porque no lo ... quiera, porque lo hago, bueno, en realidad me tengo que acostumbrar a quererlo, al fin y al cabo, tendré que casarme con él en algún momento, pero esto no está bien, y no quiero que las cosas empeoren. Incluso ha empezado a darme empujones, sacudidas y tirones de cabello cuando no hago lo que dice.
Se que va a ser muy difícil este pequeño tiempo que nos tomaremos sobre todo para mi familia porque no lo entenderán, pero tengo la esperanza de que Emir lo entienda, pues dice que me ama, y si lo hace el sabrá darme espacio para analizar nuestra relación.
Sé que él también reflexionará sobre sus actos, pues no quiero que en un futuro me llegue incluso a golpear hasta la muerte como he escuchado, porque puedo aguantar insultos y jaloneos, pero no sé si pueda con los golpes, lo cual es muy común en las familias de mi pueblo.
«Si, él me entenderá»
Cuando termino de arreglarme para salir a la estación me doy cuenta de que voy justo a tiempo, «Bueno, si corro llegaré a tiempo». Apenas salgo de casa empiezo a correr pues no quiero llegar tarde y hacerlo enojar, porque necesito que esté tranquilo para cuando yo le diga que nos debemos tomar un tiempo y no actúe de manera violenta.
Cuando voy llegando a los escalones de la estación, dirijo mi mirada hacia abajo pues me encanta subirlas de dos en dos y al ser tan torpe puede que me caiga, más aún cuando voy corrien...
— Lo único que me faltaba. — Escucho la voz de la persona que derribé y es ahí cuando reacciono pues estoy literalmente encima de esa persona, por lo que me dispongo a levantarme y mientras lo hago me doy cuenta de que es un hombre que nunca había visto en el pueblo.
— De verdad lo siento, es mi culpa soy tan torpe, ¿Estás bien? — Le digo y le ofrezco mi mano, pero se demora en tomarla.
«De seguro lo lastimé, porque ni siquiera me responde»
—Si, no, ehhh...Sí, estoy bien ¿Tú estás bien? porque por el impacto seguro te hiciste daño. — Me dice y es ahí cuando siento que mi brazo izquierdo me arde y duele.
— De hecho, no tanto, tu ¿Tenías algo que pudiera quemarme? Es que siento mi brazo como si me hubiera quemado. — Lo inspecciono y efectivamente parece una quemadura leve. — Y ahora que lo veo se me está haciendo una marca como de quemadura. — Lo bueno es que no se ve tan mal y tendría solo que limpiar bien la herida y ponerme una compresa encima para que esta no se infecte, así que no me preocupo tanto.
Después de un rato él me explica que tenía un cigarro prendido y cuando me disponía a conseguir las cosas en la farmacia para curar la quemadura, este me insistió en que quería comprarme las cosas y accedí pues en parte tiene la razón.
Cuando llegamos a la farmacia y pedí las cosas este se dio cuenta que se le había olvidado el dinero y bueno, no lo juzgo por ser despistado, después de todo yo soy peor, así que, entendiendo su situación, incluso le presto dinero para que llame de una cabina para que alguien lo salve pues hoy no puedo ayudarlo. Cuando estoy fuera de la farmacia y veo la estación de policía recuerdo porque vine.
— ¡Ay no! Ahora sí me metí en problemas, Baadir ¿sabes qué hora es? — Froto mis manos en el pantalón pues siento algo de miedo por la posible reacción de Emir.
«¿Cuándo dejaré de ser tan despistada?»
— Si, Mmmm. — Revisa su reloj. — Es la 13:15 ¿Estás bien? — Noto que me inspecciona con la mirada pues debo lucir muy preocupada.
— No, bueno...si, solo que ahora Emir debe estar pensando lo peor, debo irme. — Doy media vuelta para correr, pero siento una mano en mi brazo y regreso a verlo.
— Gracias por todo, pero quisiera devolverte lo que me has prestado hoy y pagarte las cosas que compraste pues como dije, soy un tanto culpable por el accidente, así que ¿me das tu número de celular? — ¿Celular? Bueno, se nota que es de la ciudad pues en este pueblo nadie a parte de algunos policías tiene uno.
— No puedo, bueno sí, es decir te puedo dar el de mi casa pues yo no tengo celular, espera ¿tú tienes uno?
— Si, lo tengo, entonces ¿Me podrías dar el número de tu casa? — Dudo un poco y este lo nota por lo que agrega. — En serio quiero devolverte todo lo que has hecho por mí.
— Está bien, espera. — Decido anotar el número de casa en el recibo de la farmacia
— Gracias, espero seas tú la que me conteste.
— Si, bueno, soy la única que puede contestarte si llamas desde las 5 de la mañana hasta las 6 de la tarde porque soy la única que pasa a esas horas en casa. -Trato de que indirectamente entienda que solo a esas horas me llame, pues si me llama cuando toda mi familia está en casa, podría traer más problemas.
«¡Cierto! Debo ir con Emir»
— Bueno, ya me voy, espero te guste el pueblo y si necesitas una guía turística ya sabes a donde llamar, pero cobro muy caro ¿eh? — Doy media vuelta corro como nunca, sin dejarlo responder pues me haría demorar más.
La verdad espero que lo olvide y nunca me llame porque lo que le presté y gasté en la farmacia son muy insignificantes como para que me los devuelva.
Cuando llego a la estación y entro, uno de los amigos de Emir me queda mirando con condescendencia
«¡Oh! no, de seguro ya está enojado».
De igual forma me dirijo a su oficina, pero no lo encuentro, por lo que me dirijo a la sección de las celdas «Seguro está ahí». Cuando entro en esta sección de la estación escucho unos gritos desgarradores que me hacen alarmar. Parece como si alguien estuviera muriendo y me acerco al lugar de donde provienen estos grito y lo que veo me deja perpleja.
— P-pero ¡¿Qué haces? — Corro y empujo a Emir.
Este se encuentra con un hierro al rojo vivo el cual «lo vi, lo vi...» estaba en la espalda de Erol, la persona que suelo ayudar con algo de comida para sus hijos. Pues es un padre de familia viudo a quien el pueblo le ha dado la espalda.
— Genial, llegas tarde y encima lo primero que haces al verme es empujarme para defender a este pobre infeliz. — Señala a Erol. — que por si no sabías robó la frutería central y sabes muy bien que eso es un deli...— Trata de explicarse, pero no lo dejo terminar.
— Lo entiendo, entiendo que robar es un delito, no soy tonta, pero lo que no entiendo es lo que haces con ese hierro caliente ¿Qué te sucede? y si robó como dices, este no es un castigo que se merezca. — Digo mientras inspecciono a Erol con las lagrimas a punto de salir.
Enserio estoy a punto de echarme a llorar, se que Erol lo hace por necesidad y no roba a otras personas necesitadas, solo lo hace por comida para sus hijos. Se que no es una justificación para el acto, pero en este pueblo todos le han dado la espalda por ser viudo. He tratado de darle comida la mayoría de las veces, pero él ha dejado de ir a mi casa para pedírmela por lo que creo que algo más pasó, pues nunca dejaría a sus hijos sin comida.
— Ya cálmate, que no es para tanto. — Dice con hastío en su voz y rompo en llanto.
— Suéltalo ahora mismo. — Me levanto del suelo y lo confronto. —¿Qué robó? Yo lo pago, porque de seguro solo quiso robar algunas frutas que por si no sabías es lo único que tal vez coman sus hijos en semanas.
— Tú ¿Cómo sabes todo eso? acaso... — Doy media vuelta y vuelvo a agacharme, porque en este momento no estoy para sus escenas de celos exageradas.
Se que después de esto me pedirá muchas explicaciones, pero en este momento no estoy para dárselas pues estoy tan enojada que solo verlo me provoca molestia.
— Niña Eli, no se preocupe por mis hijos y yo porque ahora estamos en buenas manos con unos familiares lejanos que nos acogieron. — Habla al fin Erol y me tranquilizo un poco.
— Yo no robé ni intenté hacerlo, fue un malentendido, de hecho, ahora que encontré a estos familiares decidí irme del pueblo para reformar mi vida por lo que el primer paso que quise dar para esto fue ir a la frutería donde solía robar una que otra manzana, porque pensaba pedirle disculpas al dueño y prometerle que algún día regresaría para pagarle todo lo que le robé. — Mientras me cuenta todo esto, empieza a llorar.
—...Pero, el jefe Emir apenas me vio entrando a la tienda me detuvo junto a otro sujeto, ni siquiera me dejó explicarle la situación. — Mira a Emir con mucho odio.
— ¿Pero ya está bien? — Me preocupo. — Creo que es mejor llevarlo al hospital. — Hago el intento de levantarlo, pero este no me deja.
— No niña Eli, no es necesario de hecho ya me permitieron hacer la llamada y sé que pronto vendrán mis familiares a sacarme de este infierno para siempre. — Me mira y en sus ojos puedo ver lo mucho que ha sufrido este hombre.
— Pero antes de irme quisiera decirle algo, bueno, pedirle algo, a solas. — Mira a Emir para que entienda el mensaje. — Pero no sé si se pueda.
— Sí, dígame. — Dirijo mi mirada a Emir que ni siquiera piensa moverse. — Emir por favor ¿nos permites? — Este me mira y eleva una ceja, pero asiente y se dirige al pasillo, pues es obvio que no me dejaría completamente sola, pero por lo menos nos da algo de privacidad.
— Por favor acérquese, porque sé que el jefe puede estar escuchándonos. — De inmediato me acerco y este se pone a mi lado para hablarme casi a la oreja.
«Supongo que es algo muy importante».
— No se case. — Regreso a verlo de inmediato, pero este sigue susurrando. — Por lo que más quiera no se case y si lo hace no lo haga con él. — Señala al pasillo. — Él es un monstruo que solo la hará sufrir.
— Creo que estás confundido, Emir no me ha pedido matrimonio. — Susurro algo desesperada.
— Sé que le pedirá matrimonio uno de estos días así que piénselo bien niña y por favor no le diga nada de esto a él, porque sé que es capaz de matarme. — Termina y se aleja de mi esperando alguna reacción de mi parte.
Me quedo un momento en shock pues la noticia sobre el matrimonio me ha dejado sin palabras, no porque sea una buena noticia, al contrario, pienso que aún no estoy preparada.
«Justo hoy que pensaba pedirle un tiempo, me topo con esta horrible noticia».
Sin embargo, lo que más ronda en mi cabeza en este momento es la duda de si algún día él podría hacerme lo que le ha hecho a Erol.
«¿Sería capaz de llegar a pegarme y tratarme de la misma forma?»
No, no lo creo, él siempre ha dicho que me ama y no tendría corazón para hacerme esto. Confío en que sea así, pero algo en el fondo me dice que no y ahora mismo están volviendo las ideas que tenía desde los 18 años.
«Debo huir, no puedo casarme con él».
— No se preocupe, no pienso decir nada, me alegro de que al fin hayan encontrado usted y sus hijos una ayuda que les permita salir adelante. — Le digo desde el fondo de mi corazón y espero que su familia pueda estar mejor incluso si tienen que irse del pueblo.
— Ayer pensaba decirle y explicarle todo sobre nuestra partida, pero usted nunca salió al patio, después de la hora de la cena de su familia.
El debía saber toda esa información para que nunca nos atrapen, porque mi familia jamás dejaría que yo ayude a un hombre de la calle.
— A pesar de todo, me alegra haberla visto hoy porque antes de irme quiero agradecerle por toda la ayuda que nos ha dado por años a mis hijos y a mí. — Nuevamente empiezo a llorar mientras rememoro alguno de los recuerdos que tengo con sus hijos.
—Créame que voy a quedar eternamente en deuda. — Me toma de las manos y adopta un semblante serio. — Si en algún momento necesita algo, cualquier cosa, créame que la ayudaré, sin importar lo que sea, me podrá encontrar en el pueblo Hanan.
— Muchas gracias por todo y no me debe nada, usted sabe que yo lo hacía todo de corazón, espero sus hijos me recuerden. — Sonrío con algo de nostalgia. — Pues yo lo haré con mucho cariño, espero crezcan y sean personas de bien.
— Hay otra cosa que debe saber y espero me crea pues yo nunca inventaría nada para que usted sufra. — Mira a los lados y empieza a susurrar aún más bajo que antes. —Bueno, el jefe Emir y su hermana Issadora...
Antes de que termine de decirme algo más entra Emir azotando la puerta de la celda y en vez de esperar a que me pare, este me toma de manera violenta del brazo y me levanta haciéndome daño.
— Ya se acabó la charla, vinieron por él. — Espeta enojado.
Y sin esperar respuesta me saca a rastras de ese lugar y veo que otro policía entra a la celda y saca a Erol, pero este se dirige al otro pasillo.
«Espero volverte a ver Erol».
Estando fuera de la estación, Emir finalmente me suelta y es hasta ese momento que me doy cuenta de que este me tenía agarrada de la misma zona donde estaba la quemadura cubierta por una gasa. Antes de que yo pueda decir algo por la manera en la que me trató, habla.
— Dime ¡¿Qué demonios le pasó a tu brazo?! Bueno, más bien no me digas, de seguro es por alguno de tus accidentes por lo torpe que eres. — Golpea mi sien con su dedo índice. Y duele.
Pensé que se iba a disculpar y ahora resulta que está enojado por lo torpe que soy, cosa que al principio de la relación le parecía "adorable". Sin duda, desconozco a este nuevo Emir y ahora estoy más segura de que necesitamos un tiempo.
— ¿Podemos hablar en otro lugar? porque necesito decirte algo muy importante. — Omito la acción y comentario anterior.
No pienso decirle nada sobre el daño que me hizo, porque sí, me duele demasiado la zona del brazo donde me tenía agarrada y un poco la sien.
— Perdóname, yo solo estaba un poco enojado porque decidiste quedarte con ese tipo a solas en la celda. — Me abraza brevemente y de nuevo me aleja para realizarme una inspección visual. — ¿Te hice daño? Perdóname, mira mejor espérame aquí tengo algo para ti y lo olvidé en la oficina, no me tardo.
Antes de responder este corre nuevamente al interior de la comisaría y mientras él regresa me pongo a pensar en cómo podría decirle las cosas para que no reaccione mal y antes de que logre formular bien lo que pienso decirle lo veo regresar con... ¿Flores?
— Ten cariño, son las que te gustan. — Coloca un ramo de rosas en mis manos de manera brusca. — Están un poco marchitas porque ayer pensaba dártelas, pero ya sabes, surgió un problema con esos tipos en el bar.
— ¿Las que me gustan? — Río con algo de ironía.
Él sabe que no me gustan las flores como regalo, porque odio que las arranquen del lugar donde deben estar, encima, yo nunca le he dicho cuáles son mis "favoritas" porque de hecho hasta ahora no las tengo, todas son hermosas y lo son aún más cuando estas están donde deben estar.
— Ahora sí ¿podemos hablar?
— Un gracias no estaría demás Eli ¿Qué pasa con tus modales? Pero está bien, vamos al teatro, espero eso sí te guste más que las flores. — Toma mi mano pero de inmediato la aparto.
— No, mejor hablemos en el estacionamiento para que nadie escuche porque después de esto tengo que ir de inmediato a casa.
— Está bien, vamos.
Nos dirigimos al estacionamiento y a pesar de que no está lejos, siento que el tiempo se va deteniendo con cada paso y solo puedo pensar sobre cuál será su reacción.
Cuando llegamos decido tomarme mi tiempo y este me queda viendo algo aburrido.
— Vas a decirme algo o solo vas a mirarme, mira, mejor vamos al teatro, hoy se presenta el grupo musical que te gusta y así nos olvidamos de todo este...
— N-no, yo... Quiero decirte algo importante para los dos y no sé cómo lo vas a tomar.
— Bueno, dímelo y vemos cómo me lo tomo, solo espero que no me digas que me engañaste porque créeme, no lo voy a tomar muy bien. — Me señala con un dedo mientras que con la otra mano me toma del mentón apretándome.
— Yo emm, quie-quiero que...
— ¡Ya dímelo! — Suelta su agarre de mi mentón para tomarme de los hombros de manera violenta sacudiéndome un poco. — ¡¿Con quién me engañaste?! Mira, si lo hiciste créeme que vas a conocer quién soy, porque a mí nadie me ve la cara de estúpido. — Aprieta su agarre en mis hombros mientras lo dice.
—¡NO! no te engañe. — Hago que me suelte y retrocedo un poco. — Solo quiero un tiempo, quiero que nos tomemos un tiempo. — Lo digo muy rápido y no sé de dónde he sacado el valor, pero lo dije.
— ¿Tiempo? me estás pidiendo tiempo, ¿Para qué? — Ríe. — Es una mala broma Eli, mejor vamos al teatro y nos olvidamos de todo. — Hala de mi brazo, pero me libero de inmediato.
— Si, necesito tiempo, esto no está bien, espero me comprendas, pero quiero que sepas que no es por ninguna de las razones que tal vez estás pensando.
— Entonces para que me pides tiempo, no lo entiendo, dices que me amas y quieres que te dé un tiempo ¿Estás bien? — Toca mi frente, simulando medir mi temperatura.
— Si, estoy bien. — Aparto su mano. — Y lo hago por nosotros, solo piensa en todo lo que me has dicho y hecho este día, que es lo mismo que has venido haciendo durante varios meses, hoy incluso me has lastimado y pienso que tomarnos un tiempo nos ayudará a pensar en las cosas que estamos haciendo mal en la relación.
— Sabes que todo lo que hago lo hago por tu bien ¿Verdad? incluso el supuesto "daño". — Hace comillas con los dedos y sigue tomándolo como broma. — Que dices que te hice es por tu bien, porque cuando nos case... Bueno en un futuro, tienes que saber lo que me gusta y no me gusta para que no tenga que recurrir a los golpes ¿Me entiendes? Yo te amo y porque te amo hago todo esto.
No sé qué decir pues no esperaba esa respuesta «¿Recurrir a los golpes?» Él no sería capaz, sé que es algo normal en algunas parejas porque he visto a muchos de mis vecinos azotando a sus esposas en el patio frente a todos, pero yo no quiero que nuestra futura relación sea así, yo no podría, no lo soportaría. Aún después de escuchar esta descabellada excusa no pienso dar mi brazo a torcer.
— Escucha lo que estás diciendo, esto está mal, entiéndelo. Ahora más que nunca necesito que nos demos un tiempo pues es eso o ...
— ¿O qué?, sabes muy bien que si nuestra relación termina a ti te van a azotar y desterrar del pueblo y a mí todo el pueblo me perdería el respeto, así que no digas eso.
Cuando estaba por darme por vencida, Emir entra en razón.
— Está bien, te doy tu preciado tiempo, ahora dime ¿Cuánto tiempo quieres?
No lo había pensado porque era casi imposible que él aceptara. Será ¿1 semana?, ¿2 semanas? ¿Un mes?, no sé qué hacer,
«¡Ah! ya se».
— Hagamos esto, la fecha límite será el 1 de enero pues quiero ver si podemos pasar los días festivos separados y como lo hacemos.
Quiero hacer esto principalmente porque siento que me he vuelto muy dependiente de él y no quiero que esto siga así.
— Si no podemos estar separados incluso antes de enero sólo retomaremos la relación ¿Estás de acuerdo?
— En enero. — Dice dudando. — Está bien, ahora solo atente a las consecuencias de tu petición porque debes saber que mientras estemos "separados" no debo darte ningún tipo de explicaciones y podré hacer lo que quiera, así que luego no quiero verte llorando arrepentida. — Me mira esperando de seguro que me retracte. — Entonces ¿Estás segura?
—Si, lo estoy y no te preocupes, solo espero que este tiempo pienses en lo que has venido haciendo estos meses. — Tomo sus manos. — Tú no eras así de violento y espero vuelvas a ser la misma persona que decía amarme y me cuidaba de todos.
— Está bien, está bien, haré lo posible. — Suelta mis manos. — Por cierto, ya me enteraré por mis medios como es que te llevabas con ese ladrón, no me gustan ese tipo de amistades Eli. Pero bueno, entonces desde este momento estamos "separados" así que podrás ir a casa sola ¿verdad?, porque hoy pienso ir al bar a... —Se detiene y esboza una sonrisa. — Ah cierto, no te debo explicaciones, adiós.
— Está bien adiós.
Me doy la vuelta para emprender mi camino a casa, pero antes de dar un paso más, siento que Emir me toma de la mano y me da la vuelta, cuando me doy cuenta, Emir me está besando de manera un poco desesperada y me gusta, pero a la vez me hace dudar de esta decisión.
«¿Hice bien?»
Antes de seguir con mis pensamientos siento que Emir se separa.
— Si en algún momento sientes que no puedes estar sin mí, solo tienes que venir a buscarme a la estación y te perdonaré, no te reprocharé nada porque recuerda Eli yo te amo, pero no esperes que yo sea el que vaya a buscarte primero pues fuiste tú la que decidiste separarnos y serás tú la que nos unirá nuevamente, ahora adiós. – Da media vuelta y sin mirar atrás se dirige nuevamente a la estación.
Después de lo que me dijo solo me queda el sentimiento de que lo que hice estuvo mal, ahora es mi culpa si todo sale mal, si este tiempo no sirve de nada me sentiré peor. «¿Y si voy ahora y le pido perdón?», tal vez entienda que esto fue una mala decisión, que no quiero que las cosas entre nosotros empeoren.
Cuando me doy cuenta de lo que hice me pongo a llorar y las flores que sostenía se me caen,
«¿Podría este día ser peor?»
Aún no terminaba ni de pensar cuando siento que empieza a llover muy fuerte.
Cuando me disponía a ir a la estación nuevamente me detengo abruptamente pues siento que cae un rayo demasiado cerca del camino a la estación y lo tomo como una señal, así que decido solo dar la vuelta y coger el autobús que en ese momento para mi suerte llegaba a tiempo.
Cuando estoy embarcada me dispongo a escuchar la música que suena en los altavoces del autobús para distraerme un poco y escucho una de mis canciones favoritas, lo cual me ayuda a calmarme un poco. De hecho, empiezo a cantarla susurrando y eso hace de mi trayecto un poco feliz aunque la canción sea algo triste.
"Feeling used, but I'm still missing you / Me siento usada, pero todavía te echo de menos
And I can't see the end of this / y no puedo ver el final de esto.
Just wanna feel your kiss against my lips / Solo quiero sentir tus besos contra mis labios.
And now all this time is passing by / Y ahora todo este tiempo está pasando,
But I still can't seem to tell you why / Pero todavía no puedo decirte por qué
It hurts me every time I see you / me duele cada vez que te veo
Realize how much I need you / Date cuenta de lo mucho que te necesito
I hate you; I love you / Te odio, te amo
I hate that I love you / Odio que te ame
Don't want to, but I can't put / No quiero, pero no puedo poner
Nobody else above you / Nadie más por encima de ti"
NOTA: Gracias por leer la historia <3, si les gusta por favor me ayudarían mucho si la comparten, comentan o votan por ella.
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