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CAPÍTULO 2

BAADIR GIRAY

—Lo voy a matar, lo juro, solo deja que salga de esta pocilga y me va a conocer. — Le digo a Kadir, uno de los buenos para nada que tengo como amigos, porque si, por su culpa estoy encerrado en esta "cárcel", que en realidad parece una pocilga pues esta no se compara en lo más mínimo a una cárcel en la ciudad, porque si, hasta para eso tengo mala suerte al estar en un pueblo que no conozco y encerrado.

Ayer solo trataba de divertirme y la gran idea que tuvieron mis amigos, fue ir a un pueblo alejado de la ciudad donde no nos molestaría la prensa, pues al ser hijos de importantes empresarios nos acechan como buitres. Y bueno, a parte de esa grandiosa idea se les ocurre molestar a 2 de las novias de los estúpidos policías que nos tienen encerrados, bueno, en mi defensa no lo sabíamos, pero por eso estoy aquí.

Solo espero salir de aquí y hacer de la vida de este policía llamado Emir una vida miserable, porque nadie en su sano juicio molestaría al futuro heredero de las petroleras Giray y peor aún, hacerme pasar por todas las humillaciones que este me ha hecho pasar.

— Yo no pensaba terminar así, es que la chica estaba tan hermosa y no dijo que tenía novio, pero cuando salgamos te lo voy a...—Le corto su discursito solo con mi mirada.

— Ya cállate, esta ha sido la peor humillación que alguien puede pasar y te juro que no se va a quedar así, ese estúpido policía me va a conocer y se arrepentirá el haberme hecho esto, incluso su familia me tendrá que besar los pies para que lo per...— me detengo al escuchar los pasos de alguien acercándose a nuestra celda y lo veo, otra vez con su estúpida sonrisa y su séquito de idiotas.

— Pero ¡¿Qué pasa?! ¿Los niños mimados ya no están tan alegres como ayer en la noche? ¡Oh! perdón lo olvidaba, deben estar cansados de tanto baile del vientre que tuvieron que hacer. — Ríe y su séquito de idiotas lo siguen.

Quiero matarlo, en serio quiero hacerlo, pues ayer luego de que nos metieran en esta pocilga no nos dejaron realizar la llamada que se supone nos deben dar y en vez de eso, nos tomaron como su estúpido entretenimiento, nos hicieron cosas como obligarnos a bailar disfrazados con vestidos y velos, no conformes con eso nos ataron a una silla eléctrica, en la cual nos ponían y jugaban con los voltajes, era como una "ruleta rusa".

Sin embargo, eso no fue lo peor, pues al terminar con esas humillaciones nos marcaron como animales con un hierro candente, ahora cada uno de nosotros en la espalda baja tenemos la palabra "Emir" marcada, demostrando así según ellos, que le pertenecemos a ese policía imbécil.

— ¿Ahora si nos dejarán hacer la llamada que por ley nos corresponde? — Digo y trato de no sonar tan enfadado pues ayer y toda la madrugada de hoy entendí que es mejor tratar de hacer las cosas con "respeto" pues estos policías se creen la gran cosa ya que incluso pasan por encima de la ley pues coquetear con alguien, no es un delito, pero claro, a estos imbéciles no les importó y decidieron encerrarnos.

Ahora solo espero una oportunidad para hacer la llamada a mi asistente pues este se encargará de sacarme de aquí y ya verán a lo que se enfrentan en verdad.

— Si, la verdad veníamos por eso, pero ya que todos son amigos sólo lo hará uno de ustedes. — Dice y siento un gran alivio.

— Pero creo que primero vamos a almorzar, ¿Ustedes desean algo? — Empieza a reír y su séquito le sigue. — Entonces, ya que no responden regresaremos en 1 o 2 horas, no se vayan a ir por favor. — Me mira directamente y tengo ganas de arrancarle los ojos.

—Pero no se preocupen les voy a dejar compañía pues estos 2 nuevos amigos se unen a ustedes por el mismo delito que ustedes, intentaron robar, claro, no mujeres como ustedes trataron de hacerlo, pero la intención es la misma. — Mete a dos pueblerinos que hasta ahora noto que estaban detrás de ese policía.

Después de que el policía se va procedo a volver a mi posición inicial, mirando a la nada, ignorando incluso a mis "amigos", así uso el tiempo para idear las posibles venganzas contra este pues lo que me ha hecho nunca lo voy a olvidar, aún peor cuando el recuerdo va a estar latente siempre en mi piel.

Ideo tantos planes que siento que la cabeza me va a explotar pues espero hacer algo que lo deje por los suelos y no, no planeo matarlo «aún no, tiene que sufrir antes de hacerlo» pues eso sería tan fácil y quiero que se sienta tan humillado que ni siquiera cuando este se termine suicidando pueda tener un entierro digno, pues incluso ese día lo haré miserable que hasta su Dios se sentirá avergonzado y no lo dejará entrar a su reino.

— Espero algún día que Alá lo castigue como se merece, otra vez seremos sus juguetes cuando esta vez ni siquiera hice nada por lo que se me acusa. — Escucho decir a uno de los pueblerinos que recién ingresaron, cortando así todos mis pensamientos y planes.

Cuando estoy a punto de hacerlos callar el otro habla captando mi atención. — Solo espero que la niña Elizabeth abra los ojos, porque el jefe Emir, no es digno de todo el amor que ella pueda darle.

¿Elizabeth? bonito nombre, pero, sí está relacionada con ese tipo supongo que ha de ser muy estúpida, trato de volver a mis pensamientos, pero estos tipos siguen hablando, captando aún más mi atención.

— No lo creo, ya todo el pueblo sabe que planea pedirle matrimonio, ya reservó al grupo del pueblo e incluso a la cocinera del restaurante central pues dicen que planea dar de comer a todos en el pueblo en honor a su compromiso. — Responde el otro.

« ¿El maldito piensa casarse? » Inmediatamente corto su conversación y me acerco a ellos.

-Hola, no soy del pueblo, pero quisiera saber un poco más del compromiso del que hablan, pues yo también pienso venir a la comida que van a dar, ya sabe, es difícil vivir en las calles y quisiera saber más del alma caritativa que me va a alimentar. — Digo y seguro me creen pues con el aspecto que tengo no puedo parecer otra cosa más que un pordiosero.

—¿Alma caritativa? — Ríe a carcajadas. — Ese tipo no tiene ni en la punta de la uña algo de caridad o bondad, es el mismísimo demonio, mire lo que me hizo hace 1 año. — Se da la vuelta y me muestra la misma marca que se encuentra en mi piel, pero la de este está tan deforme que siento que no solo se la hicieron una vez.

— Pensé que éramos los únicos a los que le hizo eso. — Les muestro a la vez mi marca y estos no se sorprenden. — Entonces hábleme un poco de Eli... ¿Elizabeth?, porque entiendo que ella será la desdichada novia que se unirá con el jefe. — Digo con algo de pena y demostrando mis dotes actorales.

«Necesito más información de ese pobre infeliz y ellos me lo pueden dar».

— La niña Elizabeth claro, ella en cambio es todo lo contrario a él, ella es un ángel que Alá de seguro le mandó a este demonio, lastimosamente es muy ingenua pues es la única que no se da cuenta de la bestia con la que anda y siempre será así pues él se encarga de que ni siquiera salga de su casa y peor aún que se entere de todo lo que hace a espaldas de él. — Este recibe un golpe del otro pueblerino y se calla.

— Cállate, tal vez te meta en problemas, no lo conocemos. — Susurra y lo alcanzo a escuchar por lo que pienso rápido que decir para que sigan dándome información.

— No causaré problemas, de hecho, yo también espero que la muchacha conozca quién es en realidad ese hombre, así que pueden contarme, que de mi parte no saldrá ni una palabra.

— Bueno, la mayoría en el pueblo ha visto que su hermana Issadora y el jefe tienen algo, no estoy seguro, pero parece que engañan a la niña Eli, lástima que nadie pueda decir algo pues todos tienen miedo.

Lo corta el otro pueblerino y dice. — Yo los he visto besarse, lo hacen siempre en el estacionamiento de la estación, aunque se tratan de ocultar, a veces son demasiado obvios.

— Si, pero ya no digas más porque podrías manchar el honor de Issadora y sabes que no acabaría nada bien. — Dice el otro.

— Pero ¿Por qué sigue con Elizabeth? No lo entiendo, puede dejarla y andar con su hermana y así evitar manchar el honor de la otra.

«O bueno, eso es lo que hacemos en la ciudad para evitarnos problemas»

— Se nota que no eres de por aquí, supongo que mendigabas en la ciudad, solo ahí podrías ver eso que dices. — Mira, para que me entiendas, aquí las tradiciones y costumbres han quedado tan arraigadas que es imposible que la niña Eli se separe de él, y de hecho el jefe estaría loco si tratara de separar de ella, ya que no es solo la mujer más hermosa e inteligente de Kriana, sino que también es la bondad en persona.

— Bueno, lo era hasta que la obligaron tanto él como su familia a dejar sus estudios, pues esperan que sea la esposa perfecta — Dice el otro. —Eso espera todo el pueblo, más aún cuando el esposo es el jefe Emir pues sería una deshonra para este que ella no llegue a casarse o tan siquiera si se viera con otro hombre. Podrían incluso destituir a toda su familia del consejo del pueblo.

Siempre me han parecido obsoletas esas tradiciones que sostienen aún las familias en pueblos lejanos a la ciudad, pero ahora mismo podría usarlas a mi favor.

Si no estoy mal esa tradición consiste en que la mujer debe casarse si o si con el primer novio que tenga pues nadie aceptaría las "sobras" de otro hombre y si llegan a separarse las cosas empeorarían pues a la mujer la podrían azotar sus familiares y conocidos porque la consideran impura. El hombre en cambio solo perdería el respeto del pueblo.

«Vaya, sirvió de algo haber prestado atención a historia en el colegio»

Ahora que recuerdo, si la razón de una separación es la infidelidad por cualquiera de los dos, el hombre y su familia serán humillados por el pueblo pues demuestra que este tiene poca virilidad y liderazgo «o algo así, ya no lo recuerdo». Incluso se han escuchado en la ciudad casos de hombres que se terminan suicidando por la presión social.

Pero la que se lleva la peor parte es la mujer, pues esta al separarse demuestra que no respeta el compromiso y nunca será una buena esposa por lo que para erradicar la impureza que representa, la deben apedrear hasta la muerte. Incluso si el hombre fue el infiel, la mujer es la que debe morir si o si, pues demuestra que ni siquiera sirve para satisfacer a su hombre, «estúpido ¿No?».

Pero bueno, incluso si es estúpida e ilógica esta tradición me está ayudando a idear un maravilloso plan.

—¡Hey! amigo, ¿me estás escuchando? — Mueve una mano frente a mi cara y es cuando me doy cuenta de que me quedé pensando demasiado. — Te quedaste mirando a la pared.

—¡Ah! si, si lo escucho lo que pasa es que me puse a pensar en la pobre muchacha — Digo con algo de pena, la cual en verdad estoy sintiendo. — Y díganme, ¿Saben dónde vive ella?, lo que pasa es que como me dice que es un alma tan bondadosa, tal vez me pueda ayudar y quisiera ser testigo de la belleza que proclama de ella antes de irme de este pueblo.

— Te recomiendo que ni intentes acercarte a la niña. — Dice uno. — Si te ve el jefe es capaz de tenerte encerrado en estas celdas de por vida y lo que nos hizo con esos hierros calientes no será nada en comparación a lo que te hará. — Le creo, ese animal es capaz de eso y más.

— No creo que pase nada, yo te lo digo — Dice el otro. — Espero la llegues a conocer antes de que ese monstruo la encierre de por vida cuando se casen.

— ¿La encierre? Quiere decir que este la maltrata ¿verdad?

— No sé si se considera maltrato, pero el jefe es tan celoso que incluso ahora, que son solo novios la tiene encerrada y la familia de ella acata las órdenes de este, pues nadie en su sano juicio pondría en duda alguna petición por más mínima que sea, porque él y su familia son las personas más respetadas de Kriana incluso más importantes que el alcalde.

— Wow, no sabía que llegaría hasta ese extremo, pero supongo que la ama, a pesar de lo que me cuenta de la infidelidad con su hermana. — «No lo creo». — Aun así, espero que ella se dé cuenta a las buenas «o a las malas», de la clase de persona con la que se piensa casar.

— Yo también muchacho, yo también, por cierto, cuando vayas a su casa te recomiendo que para que nadie te vea y le vayan con el chisme al jefe vayas por detrás de la casa pues su casa tiene una puerta que da directo del sótano al patio que es por donde suele darme comida y casi siempre ella está en el sótano entonces no te toparás con nadie más de esa familia y te podrá ayudar.

El tipo estaba por decirme la dirección cuando de pronto escuchamos la puerta que da a las celdas abrirse y de inmediato se escucharon las risas de los tipos.

«Espero les dure la risita».

— Escúchame muchacho. — Dice uno. — Ella vive en la calle Halí y Sitesi, su casa es la única roja de la zona, se encuentra alejada del pueblo, pero llegarás, ahora no me mires y olvídate que yo te di esa información. — Me lo dice tan rápido que apenas puedo retener la información, a la vez este me da la espalda y se pone a conversar con el otro sujeto y entiendo que lo hace para que el jefe no sospeche algo pues este se dirige a nuestra celda.

— Así que atendieron mi petición de no irse aún, muchas gracias por ser unas personas tan educadas. — Dice sarcástico. — Pero bueno, ¿Quién de ustedes es el que va a realizar la llamada? — Es obvio que yo voy a hacer la llamada porque si dejo mi libertad en manos de los inútiles de mis amigos de seguro me quedo aquí para siempre.

— Yo voy a realizar la llamada. — Digo mientras me levanto y me doy cuenta de que este me queda viendo mal por lo que antes de que cambie de parecer decido agregar. — Por...por favor.

— Si me lo pides de favor claro que te dejo hacer la llamada, para eso están los amigos, porque somos amigos ¿verdad?, más ahora, cuando llevas mi nombre tatuado en tu espalda. — Ríe mientras abre la puerta de la celda y uno de sus compañeros me saca de esta.

De inmediato nos dirigimos a unos teléfonos antiguos que supongo usan monedas para poder llamar.

— Este teléfono necesita monedas, ¿Podría proporcionarme una?

— Que observador mi nuevo amigo. — Saca una moneda de su bolsillo. — Ten, aquí está la moneda. — La intento agarrar, pero me la quita de la punta de los dedos.

— Pero antes, quisiera que mi nuevo amigo me agradezca bien ya que le voy a prestar mi preciada moneda, ¿Qué tal si me besas la mano?, pues es la mano que te está dando tu posible salvación. — Estoy a punto de lanzarme sobre él porque ni a mi padre le beso la mano como símbolo de respeto. Al final me abstengo y lo hago pues no quiero pasar ni un minuto más aquí.

— Bueno amigo, ten ahora tu moneda. — La lanza y logro atraparla. — Por cierto, solo tiene 1 minuto y el tiempo está corriendo desde... ¡Ahora!

Marco de inmediato el número que supongo es de mi asistente, solo espero no haberme equivocado de número, pues el número se encuentra en la agenda de mi celular, por lo que espero que mi extraordinaria memoria no me falle esta vez. Cuando contesta y me doy cuenta de que marqué bien de inmediato trato de explicarle todo y que quiero que en menos de 1 hora me saque de aquí o está despedido.

— Tic-toc, tic-toc. — Dice y de inmediato cuelga el teléfono. — Y listo, se acabó el tiempo.

Cuando estoy a punto de lanzarle el golpe que tanto esperé desde anoche este ordena a sus compañeros que me encierren nuevamente en la celda.

Después de aproximadamente 1 hora y media escucho que vienen a mi celda y cuando están cerca es cuando me doy cuenta de que es el inepto de mi asistente, el policía y mi abogado; después de varios papeleos y que nos regresaran todas las pertenencias incluida la ropa la cual nos colocamos de inmediato pues todo este tiempo hemos estado con unos shorts y camisetas que huelen asqueroso.

Cuando terminamos de hacer todo en esa pocilga, mis amigos y yo nos dirigimos a la salida de la comisaría y cuando estoy por fin afuera siento que puedo respirar, pero antes de continuar decido hacer algo.

— Kiral, llevas trabajando conmigo 2 años y siento que no has aprendido nada pues según recuerdo te dije que quería salir en menos de 1 hora y pasó incluso más tiempo, por lo tanto estás despedido.

— Pero señor, era imposible que llegue desde la ciudad hasta este pueblo en poco tiem...

— No pedí explicaciones, solo te estoy diciendo que estás despedido, ahora si quieres que no arruine tu carrera aún más, ve a traer el auto que no lo veo por aquí y supongo que como el inepto que eres, lo dejaste muy lejos de aquí.

— Está bien señor ya regreso. — Agacha la cabeza y se da la vuelta para marcharse junto con el abogado.

— Espera, espera, lleva contigo a este par de inútiles. —Señalo a mis "amigos". —Y embárcalos en algún taxi o cualquier carro que consigas porque en este momento no quiero verlos ni en pintura y mucho menos pienso llevarlos en mi auto.

Veo que mi asistente y abogado escoltan a mis 5 amigos y siento algo de paz pues ya me estaba volviendo a doler la cabeza, por lo que decido sacar uno de mis cigarros que siempre tengo en mi chaqueta, cuando estoy prendiendo el cigarro siento que alguien impacta contra mí de una manera tan brusca que me bota de espalda y esa persona queda encima mío.

— Lo único que me faltaba. — Digo molesto.

Estaba por empezar a insultar a esa persona pues en este momento solo quiero desquitarme con cualquier persona que se atraviese. Cuando de pronto la veo bien mientras se va levantando de a poco y me quedo un tanto impresionado, bueno, muy impresionado pues la chica es muy hermosa.

— De verdad lo siento, es mi culpa soy tan torpe, ¿Estás bien? — Su voz se escucha preocupada y a la vez angelical.

A la vez, no puedo dejar de ver sus labios pues estos me resultan muy llamativos y su voz sigue haciendo eco en mi cabeza.

Cuando reacciono esta ya está de pie y me está tendiendo una mano para ayudar a levantarme la cual obviamente acepto.

— Si, no, ehhh...Sí, estoy bien ¿Tú estás bien? — Pregunto preocupado. — Porque por el impacto seguro te hiciste daño.

— De hecho, no tanto. — De pronto, desvía la mirada a su brazo. — Tú ¿Tenías algo que pudiera quemarme? siento en mi brazo como si algo me hubiera quemado y ahora que lo veo se me está haciendo una marca como de quemadura. — Dice un poco afligida.

«Cierto, el cigarro, lo olvidé».

— Si, bueno tenía un cigarro prendido discúlpame no quería hacerte daño, de hecho apareciste de golpe que no vi a donde fue, supongo que durante el choque te quemé sin querer.

— No te preocupes solo es cuestión de lavarme la zona y ponerme yodo, bueno lo voy a comprar antes de que mi novio me vea, porque te aseguro que me pedirá muchas explicaciones si ve alguna lesión en mi piel.

—Déjame comprártelo, después de todo, fui yo quien te lastimó. — Trato de pasar más tiempo con ella pues no deja de fascinarme incluso cuando no me ha dicho mucho y solo hemos hablado de una estúpida quemadura.

«¿Amor a primera vista? No lo creo ¿O sí? ».

— No, como crees, de hecho, yo fui la culpable porque iba corriendo sin alzar a ver, lo siento tanto y no te molestes.

— Insisto, déjame comprarlo, supongo que la farmacia no está muy lejos, sin embargo, te pediría que me acompañes porque soy nuevo en el pueblo y no quiero perderme, ¿por favor?

¿Por favor? ¿Pero qué diablos me pasa?, yo el gran Baadir ¿pidiéndole un favor a alguien?, ni a mi padre suelo decirle esas palabras.

— Está bien, vamos yo seré tu guía, así sirve incluso que conozcas algo del pueblo pues supongo te estás mudando por aquí, se nota que eres de la ciudad y en estos tiempos muchos jóvenes han venido tratando de escapar de la gran y bulliciosa ciudad, además... — Supongo que me quedé mirándola demasiado porque para de hablar.

— ¡Oh! Perdón, a veces soy muy habladora, pero no me malinterpretes, no suelo hablar tanto con gente desconocida de hecho soy un tanto tímida, pero tú me has caído bien y bueno otra vez estoy hablando de más así que ya me callo. — Y se calla.

«Créeme que por mí te escucharía todos los días de mi vida y no me cansaría».

— No te preocupes de hecho no me molesta en absoluto, ¿vamos?

— Si, vamos, por cierto ¿cuál es tu nombre? — Mientras hablamos avanzamos y noto que tenía razón, pues desde la comisaría logro ver a 2 cuadras el letrero enorme de la farmacia.

— Soy Baadir ¿Y tú?

—Soy Elizabeth, pero puedes llamarme Eli. — Espeta animada.

Me detengo abruptamente pues la única persona que se me viene a la mente en este momento con ese nombre es la supuesta novia del estúpido policía. Sería mucha coincidencia por lo que decido sacarme de duda.

— Creo que he escuchado hablar de ti, o tal vez me estoy confundiendo con otra Elizabeth, ¿Tú no eres la novia del jefe de policías del pueblo? — Cruzo los dedos de manera inconsciente detrás de mi espalda.

«Espero de corazón que no lo seas»

— ¡Si! lo soy vaya, entonces soy algo conocida por ser la novia de Emir. — Mientras lo dice sus ojos ven al suelo y siento que tal vez no le gusta ser conocida por eso.

«Ay no, ¿Por qué tenías que ser tú? »

— Ahora que lo pienso, tú estabas en la comisaría, de seguro ahí escuchaste mi nombre, por cierto, ya llegamos. — Miro el letrero frente a mí y efectivamente, ya llegamos.

Antes de poder decirle algo la veo entrar a la farmacia y pide las cosas para la herida que provoqué, mientras lo hace la detallo de manera un tanto descarada pues la miro directamente y no discretamente como debería y me doy cuenta que es una chica muy hermosa pero a la vez muy ingenua.

«¿Quién en su sano juicio sigue a un desconocido? »

Estoy seguro de que hasta un niño me hubiera dicho que no si intentaba traerlo a la farmacia, aun así, me alegro de que sea ingenua pues me servirá demasiado, porque por más linda, bondadosa e ingenua que sea ya forma parte de mi plan de venganza.

— Mmmm, ¿estás bien Baadir? — Agita una mano frente a mi cara. —Ya están las cosas que necesito.

Cuando abro mi billetera para pagar, me doy cuenta que en esta no hay nada, ni mis tarjetas ni el dinero que tenía y me enfurezco, pues ahora quedaré como un pobretón frente a ella, debí revisar mis cosas bien antes de salir.

— Lo siento, recién me acuerdo que salí de casa sin dinero ni tarjetas, de hecho por eso me acerqué a la comisaría pues pensaba llamar al amigo con el cual me estoy quedando en el pueblo para que me vaya a ver.

Miento pues no quiero que sepa que estuve en la cárcel o piense que soy pobre, aunque de seguro está pensando que soy patético pues insistí tanto para comprarle las cosas y ahora no tengo para pagar, soy un idiota enserio.

— No te preocupes, yo lo pago y te entiendo, también me ha pasado eso y he tenido que regresar a casa caminando a altas horas de la noche. Pero si quieres te puedo prestar algo de dinero para que regreses donde tu amigo o que lo llames, en esta farmacia hay teléfonos. — Señala unos que se encuentran frente a ella.

Lo que me faltaba, que me preste dinero y piense que soy pobre, pero tiene razón mejor llamo al inepto de mi asistente, que de seguro me está buscando por la comisaría pues se supone que lo iba a esperar ahí.

— Gracias, te estaría tan agradecido si me prestas unas monedas para una llamada, solo espero no me hagas besarte la mano. — Lo último se me sale de manera inconsciente y me arrepiento.

— ¿Besarme la mano?, no, aquí no tenemos esa costumbre supongo que en tu ciudad lo hacen, pero aquí no es necesario. — Ríe de manera delicada.

«Me encanta su sonrisa» ¡¿Qué?! yo no pensé eso.

Mientras ella paga las cosas que compró y se dispone a curarse a sí misma en una de las sillas yo me dirijo a los teléfonos, desde donde la puedo detallar incluso mejor que antes mientras esta hace caras, se ve que le duele un poco al desinfectarse la herida. Sin perder más el tiempo procedo a llamar a Kiral y le digo que me espere al otro lado de la calle de la farmacia pues no quiero que Eli note el auto. Cuando cuelgo me acerco a ella.

— Gracias, ya logré contactarme con él, me dice que la casa de hecho está muy cerca, pero prefiere venir a verme pues soy muy malo orientándome y teme que me pierda otra vez. — Reímos los dos a la vez.

— Que bueno, yo igual ya terminé con esto, me duele pero es porque mi piel es muy sensible así que no te preocupes por nada, ¿Nos vamos?

«A donde tú quieras» ¿Pero qué diab..?

— Si vamos, puede que incluso mi amigo esté llegando y se alarme al no verme en la acera donde le dije que lo voy a esperar. — Salimos de inmediato.

Cuando estamos ya afuera veo a Kiral al otro lado y cuando me disponía a hacerle una seña para llamarlo y así este me preste dinero para dárselo a Eli, para que vea que no soy ningún necesitado como seguro está pensando, la escucho hablar.

— ¡Ay, no! Ahora sí me metí en problemas, Baadir ¿Sabes qué hora es? — Se ve asustada.

— Si. — Miro mi reloj. — Es la 13:15 ¿Estás bien? — Se lo pregunto pues está casi pálida.

— No bueno...si, solo que ahora Emir debe estar pensando lo peor, debo irme.

Cuando se disponía a correr decido atrapar su mano y esta me regresa a ver.

— Gracias por todo, pero quisiera devolverte todo lo que me has prestado hoy y pagarte las cosas que compraste, pues como dije soy un tanto culpable por el accidente, así que ¿Me das tu número de celular?

— No puedo. — Siento que mi alma abandona mi cuerpo. — Bueno sí, es decir te puedo dar el de mi casa pues yo no tengo celular, espera ¿tú tienes uno?

— Si, lo tengo, entonces ¿Me podrías dar el número de tu casa? — La veo dudar. — En serio quiero devolverte todo lo que has hecho por mí.

— Está bien, espera. — la veo anotar en el recibo de la farmacia el número y me lo entrega.

— Gracias, espero seas tú la que me conteste.

— Si bueno, soy la única que puede contestarte si llamas desde las 5 de la mañana hasta las 6 de la tarde porque soy la única que pasa a esas horas en casa.

«Wow, si yo fuera un ladrón y necesitara saber los horarios de las personas en esa casa para entrar a robar ya lo hubiera hecho hace mucho».

Pero ¿qué le pasa a esta muchacha? ¿Es que acaso confía en todo el mundo?, Tenía razón el sujeto de la cárcel pues es muy bondadosa e ingenua que creo que si entran a robarle ella podría incluso ayudarles.

— Bueno, ya me voy, espero te guste el pueblo y si necesitas una guía turística ya sabes a donde llamar, pero cobro muy caro ¿eh? — Sonríe y de inmediato da media vuelta para marcharse corriendo en dirección a la comisaría.

Sin esperar más, decido cruzar la calle y entrar al auto que todo el tiempo estuvo ahí.

— Llévame a casa de inmediato. — Digo y Kiral asiente, poniendo de inmediato el auto en marcha.

Cuando estaba por quedarme dormido presto atención a la radio pues escucho la nueva canción de Adele, ¿Cómo se llama? ¿Easy on me?

Antes de identificarla completamente termina y empieza una que sí conozco.

Love in the dark.

"Take your eyes off of me so I can leave / Deja de mirarme, así puedo irme

I'm far too ashamed to do it with you watching me / Estoy demasiado avergonzada de hacerlo contigo mirándome

his is never ending, we have been here before / Esto nunca termina, hemos estado aquí antes

But I can't stay this time 'cause I don't love you anymore / Pero esta vez no puedo quedarme, porque no te amo más

Please, stay where you are / Por favor, quédate donde estás

Don't come any closer / No te acerques más

Don't try to change my mind / No intentes que cambie de opinión

I'm being cruel to be kind / Estoy siendo cruel para ser amable..."

NOTA: Muchas gracias por el apoyo, espero sigan apoyando mi historia y les esté gustando <3.

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