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6. Puede ser cierto

Zhang Yìxīng supo que nada volvería a ser normal en su vida desde que leyó los correos en su bandeja de entrada.

Caminando en silencio, con sus dedos moviéndose al son de una sonata que resonaba por medio de sus audífonos, había llegado a la escuela. Mientras saludaba a sus compañeros del equipo de fútbol, así como a otros estudiantes que estaba ayudando en el taller de composición, no dejaba de pensar en qué momento todo se había salido de control.

Y es que, viviendo con sus adorados abuelos, jamás había experimentado estar bajo una lupa de interrogantes de estudiantes que ni conocía, ni mucho menos andar cuestionando realmente sus propios intereses.

¿Acaso haberse metido en el camerino de Junmyeon había desencadenado todo esto?

Negó mentalmente al recordar ese vergonzoso accidente. Ya había aprendido que mejor era pedir permiso antes de usar instalaciones ajenas y no planeaba volver a lidiar con Junmyeon maldiciéndole, tan sonrojado como él lo había estado al ser encontrado en pleno cambio de ropa.

De inmediato, una ligera sonrisa se adueñó de sus labios al recordar las mejillas rojas del chico que siempre había respetado y admirado desde que había empezado a estudiar en Baekseok. ¿Quién diría que Kim Junmyeon, el diligente estudiante con asistencia perfecta y premiado con honores, tendría una boquita soez, insultando incluso a su santa madre?

Se detuvo frente a su casillero para sacar los libros que necesitaba para el resto del día.

«¿Es cierto que te gusta Junmyeon?», le dijeron día mientras entrenaba para jugar fútbol.

¿Siendo sinceros? Tuvo que hacer buen uso de sus facultades para no seguir mirando a Junmyeon, su bonito compañero de aula que brillaba como muñeco de porcelana sin proponérselo.

«¿Es cierto que te gusta Junmyeon?», le preguntaron dos semanas después, cuando estaba componiendo en silencio.

Y él no pudo hacer otra cosa que responder: «Puede ser cierto».

Cerrando la puerta de su casillero, una ola de mutismo inundó el pasillo de la escuela. Giró para ver qué estaba pasando y enarcó una ceja al ver cómo los estudiantes de varios grados observaban a Krystal Jung, con el claro desprecio en sus rostros. La muchacha pasó de largo, caminando arrogantemente solitaria e Yìxīng una vez más se asombró de cómo unos correos anónimos tenían el poder de cambiar la vida de alguien.

—Dicen que se va a retirar de la escuela —murmuró alguien a su lado.

Lay reconoció esa voz de inmediato.

Observó a Jackson Wang, aquel rubio que le había resultado agradable la primera vez al conocerse. Un pensamiento infantil le increpó ignorar al chico, pero no era tan inmaduro como para ser así.

—Creo que solo era cuestión de tiempo —respondió con amabilidad, notando las miradas de los estudiantes sobre ellos dos.

—¿Piensas entonces que esos correos son ciertos? —preguntó Jackson, luciendo curioso. Lay luchó por mantener una expresión ilegible, reconociendo de inmediato la pregunta tácita de su compañero de clases: «Entonces, ¿es cierto que también te gusta Junmyeon?».

Yìxīng podría perderse en sus pensamientos con facilidad, pero eso no quería decir que fuera un idiota. Había notado el esfuerzo de Jackson por acercarse a Junmyeon, aunque este había activado un extraño mecanismo de defensa, que consistía en evitarlos lo más que pudiera.

Caminando junto al rubio, rumbo a su aula de clases, Lay susurró sin mirarlo:

—Sigue esforzándote, Jackson.

El muchacho sonrió por lo bajo y asintió.

—Lo mismo digo, Yìxīng.

* * *

Junmyeon ahogó un bostezo.

Estaba en el comedor junto a sus amigos, aprovechando la hora del almuerzo para beber una buena taza de café. Miró a Kyungsoo de reojo y se lamentó internamente.

Así debía de sentirse haber sido involucrado en rumores.

Y no tuvo otra mejor idea que haber estado evitando a Jackson y tratando de no reaccionar a las constantes miradas de Yìxīng en clases. Bravo, Junmyeon, qué maduro de tu parte.

Baekhyun le dio un mordisco a su sándwich, mirándolo con una sonrisita.

—¿Qué pasa? —preguntó Junmyeon, desconfiado.

—¿Seguirás con tu plan de evitar a Yìxīng y Jackson —los demás ahogaron una carcajada—. Junmyeon, vamos. Mientras más los ignores, más lograrás que ellos se interesen. Lo dijo la tía Heesun hace tiempo, ¿recuerdas?

Junmyeon frunció el ceño, dejando su taza en la mesa.

—Ya olvida eso, Baekhyun —murmuró.

—Yo solo decía —el aludido levantó las manos, en señal de resignación y miró al resto de sus compañeros—. Por cierto, ¿alguno audicionó para la obra? Hoy anuncian quiénes interpretarán.

—A mí no me mires, estoy en la comisión de prensa —dijo Minseok, señalando su bonita cámara.

—Tengo que ayudar a la profesora Wheein con los ensayos —agregó Kyungsoo con rapidez.

—¿Y tú, Luhan? —preguntó Baek, esperanzando.

—Estoy en la comisión de preparar los aperitivos —habló el mencionado con una ceja enarcada.

—Estoy en la clase de teatro, solo te lo recuerdo —señaló Junmyeon—. Al menos ya sé qué papel me toca interpretar, la profesora me avisó para que me organice mejor.

Los demás lo miraron, estupefactos.

—¿Y recién nos dices? —inquirió Minseok.

—¿Qué personaje harás? —preguntó Baekhyun con los ojos brillantes de expectativa.

Junmyeon negó con la cabeza.

—Ya luego se enterarán...

—No puedo creer que solo Junmyeon quiera actuar y los demás no, me lastiman... —Baekhyun dijo, indignado.

—Recuérdenme quien sugirió que nosotros mismos podríamos lidiar con toda la organización de una obra —canturreó Luhan, mirando a su amigo con fingido resentimiento—. Da gracias al cielo que este año no nos toca organizar la decoración para las olimpiadas o hace rato ya te hubieran destituido por locura dictatorial.

Baekhyun se sonrojó ligeramente avergonzado.

—Vale, ya entendí, no me sigas lanzando un cruciatus mental.

—¿Quién dijo que era un cruciatus? Varios ya te habrían lanzado un Avada Kedavra si nos metías a más actividades, Baek —suspiró Luhan, rendido—. Solo quiero que al menos ya pasen las olimpiadas. No sé cómo harán Sehun y Jongin para lidiar con eso...

Junmyeon enarcó una ceja.

—Espera, ¿van a participar en las olimpiadas y también en la obra? —miró a Kyungsoo y a Luhan, asombrado. Sus amigos asintieron en silencio—. Dios mío, yo hubiera dicho que no, de solo pensar en deportes ya me siento cansado...

Los demás soltaron una carcajada, al mismo tiempo que el timbre que indicaba el fin del almuerzo sonaba.

—Al menos ya sabemos que Sehun y Kai serán recompensados como se debe, ¿no, chicos? —dijo Baekhyun, poniéndose de pie con una sonrisita coqueta.

Luhan puso una expresión confusa. Kyungsoo se sonrojó débilmente.

Avada Kedavra... —susurró Minseok con voz ronca, provocando que todos se rieran con más fuerza y se olvidaran de los malos chistes de Baekhyun.

Caminaron todos hacia el auditorio, viendo cómo varios alumnos se amontonaban en una pizarra llena de papeles mientras la profesora Solar veía el alboroto, muy divertida. A un lado, también estaban la maestra de danza, Moonbyul. Todos sabían que ambas profesoras eran pareja y eran muy, muy queridas en la escuela Baekseok.

—Chicos, todos tienen un papel en la obra, no se pongan así —les recordó la maestra de teatro, con un tono suave pero firme.

Cuando Junmyeon y los demás estuvieron más cerca del escenario, Solar los reconoció de inmediato y dejó que el resto de sus estudiantes se siguieran empujando.

—Buenas tardes, muchachos —saludó la mujer, alejándose un poco de su esposa y los demás correspondieron el gesto—. Junmyeon, las profesoras de canto y composición me avisaron que ya tenían terminada una canción y creo que sería bueno echarle un vistazo, ¿no crees?

—Eh... Sí, claro... —replicó Junmyeon, con confusión.

—Ve a la sala de música, hay un alumno que te estará esperando para mostrarte lo que se ha avanzado. Me avisas qué te parece para agregarlo al repertorio de la obra, en especial para tu escena —le despidió con la profesora con una sonrisa.

Junmyeon apenas pudo refutar y sus amigos alzaron los pulgares en señal de buena suerte. Cuando se hubo retirado, Baekhyun, Kyungsoo, Luhan y Minseok se miraron unos a otros y casi corrieron para ver qué personaje le había tocado a su amigo.

Segundos después de varios empujones, algunas jaladas de cabello y de un Minseok susurrando que no tenía algún parentesco con la profesora Moonbyul, lograron echar un vistazo a la lista.

—¡No puede ser! —explotaron en carcajadas los cuatro amigos al ver la escena.

¿Qué es el amor?

Narrador:

Jackson Wang


Primer acto: «Blanco».

Protagonistas: Kim Sohyun y Ok Taecyeon

Música: Park Chanyeol y Kim Jongdae


Segundo acto: «Amarillo».

Protagonistas: Kim Junmyeon y Min Kyungah

Música: Zhang Yìxīng


Tercer acto: «Rojo».

Protagonistas: Victoria Song y Park Sunyoung

Música: Park Chanyeol y Zhang Yìxīng


Cuarto acto: «Azul».

Protagonista: Jung Taekwoon y Kim Wonsik

Música: Kim Jongdae


Solar miró cómo el círculo de amigos de Junmyeon se ahogaba por las carcajadas y negó con la cabeza, muy divertida.

—No puedo creer que hayas mandado a tu alumno solo para que te diga qué le parece la composición de su compañero de clase —comentó Moonbyul, incrédula.

—Vamos, Moon, no está mal que le haya dado un empujoncito a mi alumno estrella. Zhang Yìxīng me pidió personalmente que Junmyeon oyera lo que había hecho... ¿Y quién era yo para negarme a ayudar?

* * *

Kyungsoo bebió un largo sorbo de la botella de agua que tenía en mano, mientras ingresaba al salón de natación, buscando a Jongin con la mirada. Luego de estar en el salón de canto con su buen amigo Zitao, había decidido visitar a su novio.

Aún le preocupaba un poco el hecho de que el moreno hubiera tomando la decisión de participar tanto en la triatlón como en la obra organizada por su curso. Sabía que Jongin era muy competitivo, así que asumía que este año quería dejar una marca final en su historial académico.

Cuando reconoció a Jongin nadando tranquilamente en una parte alejada de la piscina, recordó aquella primera vez que lo había visto de esa forma... tirándole sandalias en el rostro.

Ah, esos tiempos.

—Kyungsoo —saludó el moreno, algo sorprendido—. ¿Ya es muy tarde?

—Son las seis y media —replicó el pelirrojo, caminando con cuidado—. Solo quería verte mientras entrenas... Digo, si no te incomoda.

Jongin sonrió, nadando hacia él y enarcó una ceja.

—No me digas que estabas recordando esa vez que usamos las sandalias como «entrenamiento» —dijo el muchacho, riendo por lo bajo cuando las mejillas del bajito se tintaron de rosa—. Tienes buena puntería. Dos me cayeron en el rostro, ¿recuerdas?

—Supongo que nunca me dejarás de increpar eso... —murmuró Kyungsoo, algo enfurruñado.

Jongin rio con fuerza esta vez y salió de la piscina.

—Me iré a cambiar, ¿vienes? —habló su novio tomaba una toalla de las sillas de descanso—. De paso me cuentas qué tal fue el ensayo.

Kyungsoo le dio una mirada recelosa pero avanzó, entrando a los vestidores. Jongin se dirigió a su casillero donde guardaba ropa seca, mientras se secaba el cabello. Ya luego se ducharía en casa para quitarse el olor a cloro de la piscina.

Por unos segundos, el pelirrojo se perdió en la forma de cómo ligeras gotas de agua adornaban la piel morena y tonificada de su novio. Lo que daría por...

—¿Y bien?

—¿Ah? —se sobresaltó Kyungsoo, con el corazón latiéndole con fuerza.

Jongin le miró fijamente, ladeando el rostro. Parecía más joven cuando ponía una expresión curiosa, pareciendo extrañamente a un bonito oso dormilón, distando mil veces de su típica expresión seria.

—Que cómo te fue en las clases de la profesora Wheein... —preguntó el moreno, entrando a uno de los cubículos con la toalla y su ropa de cambio.

Kyungsoo se giró de inmediato cuando vio la silueta de Jongin llegando al elástico del bañador. ¡Mierda, estúpido Kim Jongin!

—Eh, t-todo está yendo bien... —dijo el pelirrojo en voz alta, abanicándose el rostro con las manos—. Ya repartieron los personajes para la obra y umm...

—Ya puedes voltear, ya me puse los pantalones —Jongin habló detrás de él con una risita ahogada.

Kyungsoo se volteó levemente, enojado.

—¡No me giré por lo que estás pensando! —se defendió el pelirrojo, mintiendo y volteó el rostro de nuevo cuando vio el pecho desnudo de su novio. Cómo se notaba que Jongin estaba disfrutando esto a lo grande—. Y ya colócate una camiseta, te puedes... enfermar... ¡o qué se yo!

La carcajada de Jongin resonó por el lugar, pero para alivio de Kyungsoo, el moreno obedeció, teniendo suficiente de avergonzarlo.

—Vamos a casa —susurró el moreno, haciéndole temblar cuando sintió su aliento en la oreja.

Kyungsoo le miró fijamente y se preguntó en qué punto de su relación había nacido esa necesidad imperiosa de querer tener algo más que besos largos con Jongin. Hubo una vez en que el pelirrojo se dejó envolver por las cálidas sensaciones, con un cosquilleo anhelante naciendo de su cuerpo y su novio tuvo que terminar ese beso de maravilla, algo aturdido y con una mirada intensa.

Jongin le dio una sonrisa y, dándole un beso rápido en los labios, tomó una de sus manos para salir del gimnasio.

—Oh, por cierto —dijo Kyungsoo—. Ryeowook está en casa... Y ya sabes cómo es él. 

Jongin se encogió de hombros con despreocupación y no soltó la mano del otro mientras el pelirrojo seguía parloteando sobre el horrible genio que tenía su hermano, mirándole fijamente.

Maldición, Kyungsoo era tan precioso.

Casi con lentitud, acarició la mejilla del más bajo con la otra mano, sonriendo de lado cuando Kyungsoo dejó de hablar. Sintió la suavidad y el calor arremolinándose en las mejillas del otro y suspiró.

—Eres tan... —se acercó aún más, besando su frente.

—Cállate —murmuró Kyungsoo, escondiendo su rostro en el pecho de Jongin—. Odio cuando haces esas cosas para que deje de hablar —se quejó ligeramente fastidiado.

—Kyungsoo, ya te dije que lo que menos me preocupa de tu casa, es tu hermano —sonrió con confianza—. Además, tu papá me adora.

«Jodido presumido», pensó el pelirrojo. Levantando la mirada, los ojos oscuros de Jongin lo absorbieron por completo y se dio cuenta que ya estaban frente a la puerta de su casa.

—Deberías descansar más seguido, Jongin —sugirió Kyungsoo, trazando las ligeras ojeras de su novio—. Sé que la triatlón es importante, pero cuida tu salud, ¿sí?

—Sí, concuerdo contigo —musitó Jongin, acercándose más.

—Y sé que lo harás bien en la presentación de danza —caviló el pelirrojo—. Algún día me colaré a la sala de baile y descubriré qué tanto misterio hay con lo que presentarás con Sehun, me da mucha curiosi... Mmm...

Basta decir que Kyungsoo dejó de hablar porque su propia boca estaba más ocupada en seguirle el ritmo a Jongin, quien ahora había desaparecido cualquier espacio entre sus cuerpos, manteniendo las manos bien sujetas en las caderas del más bajo. El pelirrojo no tardó en rodear el cuello del moreno con sus brazos, poniéndose casi de puntillas.

Ejem, ejem.

¿Ya mencioné que ambos se besaban como si no hubiera mañana en frente de la casa de los Do?

—¡Ejem, ejem!

Kyungsoo fue el primero en abrir los ojos y de separarse un poco de Jongin, quien solo suspiró ante la bonita interrupción de su cuñado.

—Hola, Wook —saludó el pelirrojo ligeramente sonrojado, acomodando su ropa con disimulo—. Eh, ya íbamos a entrar a casa.

—¿Íbamos? —masculló el mayor y luego miró a Jongin con disgusto—. Ah... .

—Buenas noches, Ryeowook, ¿cómo te encuentras? —respondió Jongin con educación mientras tomaba la mano de Kyungsoo, disfrutando internamente la cara de fastidio de su cuñado.

Estaba bien —farfulló el castaño con los ojillos entrecerrados, quitando la mirada de las manos unidas de los otros dos muchachos—. Ahora pasen de una vez, papá los estaba esperando.

Kyungsoo avanzó con recelo a la entrada de la casa sin soltar la mano de Jongin y este no se inmutó ante el gesto de fastidio de Ryeowook y mucho menos le respondió cuando le oyó susurrar «moreno quitahermanos».

Ah, cómo amaba estar en casa de los Do.

* * *

¡Holaaa! Yezabelle actualizando desde el WiFi de un hospital.

¿Alguien de Lima que haya ido a la proyección de EXO Perú por el cumpleaños de Xiumin, Kyungsoo y Kai? Bueno, la loca que andaba gritando por su baozi, Kaisoo y por Suhito era yo. Al día siguiente amanecí hecha puré, con gripe de verano que digievolucionó a faringitis y he aquí, en controles para no entrar en un cuadro asmático, wuuuu. 😂 💔

Bueno, ya, dejemos de lado mis cuitas.

¿Qué les pareció el capítulo?

🐑 Quise poner la perspectiva de Yìxīng, ya hacía falta. ¿Alguien se esperaba la conversación que tuvo con Jackson? Quería ponerle sangre al asunto pero luego recordé que sangre habrá después y me calmé, ahr.

🍂 ¿Será cierto que Krystal se retirará?

¡Aplausos para la profesora Solar que anda de Cupido! #MoonSunRls

🐧 🐻 Y por último... la escena KaiSoo: Bueno, entendamos que los muchachos ya casi llevan un año juntos; así que no se sorprendan si andan ligeramente intensos, ay. 🙉

En fin, tengan un buen inicio de semana ^^

¡Cuídense mucho, darlings!

PD: ¿Se acuerdan de las cajitas kleenex que les di? Sáquenlas para las futuras actualizaciones, lo de hoy es opuesto a lo que pasará después, lo siento, no me odien mucho :'u

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