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30. ¡Nos vemos!

Hello. Es feriado por aquí, así que lo aprovecho para ustedes. 

Último capítulo. 

¡El siguiente es el epílogo!

Disfruten :D

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🐼🐲

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Zitao despidió con una sonrisa a la familia que se retiraba del restaurante, satisfecho de ayudar a sus padres en un negocio que estaba prosperando cada vez más. Sabía que no tenía la obligación de estar allí, sobre todo por el entrenamiento de wushu que aún llevaba y las horas de estudio que debía de dedicar para el tema de la universidad; pero estar en el colorido lugar amplio, le hacía sentirse bien.

El muchacho ayudó a uno de los meseros a colocar los platos en la bandeja y se dirigió al mostrador para solo poner una sonrisita pícara a su madre, como si fuera un niño lográndose salir con la suya.

—Dijiste que solo sería cinco minutos, Taozi —le dijo ella, en un tono cariñoso y falsamente amenazador.

—Lo sé —Se acercó para darle un beso en la mejilla—. Venía para despedirme, voy a la casa de Yifan.

—¿Cuándo volverá? Ya lo echo de menos...

—Mamá, vino ayer.

—Por eso...

Tao solo atinó a negar con la cabeza con diversión y prosiguió a despedirse de su distraído padre, a quien le proporcionó un abrazo por detrás, asustándolo.

—Un día de estos, me vas a provocar un infarto —rio el señor, despeinando el cabello de su hijo—. Mándale mis saludos a Yifan y a su padre. Saben que pueden venir las veces que quieran.

—Está bien —El muchacho se echó la mochila al hombro—. ¡Los veo luego!

De esta forma, Zitao caminó unas cuantas cuadras, cantando por lo bajo las líneas de Joji que salían de sus audífonos, apreciando el cielo despejado y sumiéndose en vagos pensamientos.

Desde aquella graduación, había una duda constante en torno a qué haría ahora. Sus padres estaban dispuestos a apoyarlo en lo que decidiera, pero aun así, aquella presión de decidir sobre su futuro era algo... aterrador.

Ya había recibido invitaciones de ingresar como un alumno deportista, por el tema del wushu, pero nunca había considerado ejercerlo profesionalmente... Era más un pasatiempo. Y también estaba la posibilidad de estar en la Universidad Nacional de Seúl o en la K-Arts, por el tema del canto.

Si elegía Canto, era un hecho que tendría que mudarse y dejar a sus padres en Busan, lo que le provocaba ligera ansiedad. Adoraba demasiado a su familia.

Y Yifan, por supuesto, estaba en otra disyuntiva similar a la de él.

En la graduación, procuró estar a su lado (hasta sus padres trataron de hacer la situación más sencilla de sobrellevar), ya que, por supuesto, los dos papás de Yifan tenían que estar en la ceremonia.

De solo recordar que Yifan había mostrado una fachada que Zitao rápidamente rompió al notar que algo no andaba bien y enterándose sobre el divorcio de los señores Wu, Tao se volvió su más grande soporte.

Y en la ceremonia de graduación, cuando los señores Xiubo y Jiayi se volvieron a ver luego de varios meses, se trataron lo más cordialmente posible. Ciertamente, fue incómodo de ver. Por lo que ahora sabía, el señor Xiubo había regresado a China y había desistido con la idea de invitar a Yifan a mudarse con él.

¿Qué decidiría Yifan ahora sobre su futuro?

Podría cambiar de opinión y vivir en China. Podría aceptar la beca en Busan. Podría simplemente rechazar ambas cosas.

Y por mucho que se quisieran, sabían que era poco probable estudiar juntos y ya lo tenían bien asumido por salud mental.

Zitao apagó el reproductor de música y pasó a tocar el timbre, cambiando su expresión pensativa por una más alegre. Sus ojos formaron dos medialunas al ver al señor Jiayi abrir la puerta y de inmediato, lo abrazó con afecto, siendo correspondido.

—Es bueno verte, Taozi —le saludó el adulto, separándose ligeramente e invitándole a pasar para poder cerrar la puerta.

—Igualmente, señor. ¿Cómo estuvo su día?

—Inusualmente, todo estuvo tranquilo en el banco —Ambos caminaron hasta la sala—. Le avisaré a Yifan que...

—Te gané —Interrumpió su hijo, apareciendo desde el pasillo.

—Por ahora, niño.

Yifan rio y se encaminó para abrazar a Zitao, con una expresión cariñosa.

—Buenooo... —El señor Jiayi empezó a alejarse—. Iré a mi habitación. Si necesitan comprar algo, hay dinero en la cocina...

—Descuida, papá. Descansa.

—Ok. Con cuidado, ¿sí?

—Sí, señor —secundó Zitao—. No se preocupe. ¡Duerma bien!

El señor hizo un gesto de «Los estoy vigilando» y los chicos soltaron una carcajada, sentándose finalmente en la sala. Solo cuando oyó que la puerta de la habitación del adulto se cerró, Zitao enarcó una ceja.

—¿Qué fue todo eso?

—Papá me ha dado «La charla» —Yifan se encogió de hombros, sonrojándose ligeramente—. Le dije la verdad y optó por dejar... muchas cosas para cuando pase eso.

—Wow...

—Sip. Wow.

—Bueno, mírale el lado bueno —Tao se empezó a reír—. Ahorrarás dinero en ello. ¡Hurra!

Yifan se rindió, uniéndose a las carcajadas de su novio, rodeándolo entre sus brazos y dándole un beso en el cabello. Optaron por prender la televisión y poner cualquier película, solo para tener algo con qué distraerse y se quedaron así unos minutos, en silencio, pensativos.

—¿Ya has decidido en dónde estudiarás? —preguntó el más alto.

—La Universidad Nacional de Seúl me gusta —dijo Zitao, con los ojos aún en la pantalla—. Tengo más opciones de ingreso por el tema de haber sido representante estudiantil y por el wushu. Pero tendría que mudarme. De aquí hasta Seúl, son 4 horas en tren, lo cual no me conviene a largo plazo. Y mis padres, ya sabes cómo son...

—Te apoyan con ello.

—Sí. Y no estaré tan solo. Luhan, Jongin y Sehun estarán allí también; en diferentes facultades, pero no tan lejos, supongo —explicó el menor, girándose levemente para mirarle—. ¿Y tú? ¿Hay noticias?

—Hoy en la mañana el entrenador me comunicó que algunas ligas de basquetbol ya han dado su lista de elegidos...

Zitao deshizo el abrazo, girando el cuerpo por completo, con los ojos llenos de expectación.

—¿Y? —demandó.

Yifan sonrió, encantando de verlo impaciente.

—Pueeeeees... —alargó la «e» apropósito, viendo cómo las cejas de su novio se alzaban—. Sí. Hay una liga interesada.

—¡¿Cuál?!

—Saluda al nuevo integrante de la liga Seoul Samsung Thunders.

Zitao gritó aún más, abrazándolo con fuerza.

—¡Felicitaciones! —Le repartió besos por todo el rostro y entonces, se detuvo de golpe—. Espera, ¿dijiste Seúl?

Yifan asintió.

—Sip. Así que tan solo no estarás. Me vas a tener que soportar más años, Taozi.

El muchacho rio, besándolo esta vez y Yifan lo recibió gustoso, con la felicidad recorriéndole por todo el cuerpo. Definitivamente, era demasiado afortunado de tener a un chico tan precioso como Zitao y ahora, gracias a su esfuerzo y dedicación, podría disfrutar de otra etapa de su vida junto a él.

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🦌🦊

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Luhan cerró el libro de Cálculo y se permitió estirarse un buen rato, bostezando con ganas. Habiendo estudiado lo suficiente, salió de su habitación rumbo a la cocina y la escena que vio le hizo sonreír.

Ahí estaba Sehun, haciéndole arrullos a uno de sus gatitos y hablándole por lo bajo. Sí, literalmente ambos se habían tomado en serio el papel de cuidar a sus mascotas como sus hijos. Invertían en comida, en el arenero, en juguetes, en ropa; aunque ahora ya estaban midiendo mejor sus gastos. Ahorrar era primordial.

—¿Qué cocinaste? Huele bien —Luhan se acercó a la olla, mientras que Sehun dejaba a Buck en el suelo.

—Estofado. Es lo que mejor me sale, no me juzgues.

El mayor rio, tomando una cuchara para probar la sal del guiso y asintió, satisfecho.

—Sabe bien. Pronto podrás hacer cosas al horno sin que se te termine quemando.

—Presiento que me enseñas a cocinar para tu futuro restaurante...

—Rayos, me descubriste.

Sehun le tomó de la mano, sonriéndole, para luego darle un beso fugaz.

—Ya terminaste de estudiar, ¿cierto?

—Me ofende la pregunta —Luhan se tocó el pecho, falsamente indignado—. Pero sí, obvio. Los dos primeros años son primordiales. O nos adaptamos o morimos.

Sehun asintió de acuerdo con él, apagando la cocina con cuidado.

—También hay programas de arte y deportes —mencionó el menor, tomando tres platos y pasándoselos a su novio—. Canto, danza, teatro, atletismo, futbol, básquet y más. Hacen competencia con las otras dos universidades cada año.

—Y yo que pensaba que eso acabaría en la secundaria.

—La universidad es como la escuela pero con más drama, Hannie. Es la ley de la vida.

Luhan suspiró, un poco preocupado.

—¿Crees que haya drama entre nosotros? ¿De esos que provocan que todo se vuelva... tóxico?

—Espero que no —Sehun frunció el ceño—. Creo que nos conocemos demasiado bien como para que eso pase... Además, estaremos separados, ya sabes, diferentes facultades a media hora. Cada quien por su lado, cada quien teniendo su propio espacio.

—Es un buen punto —murmuró Luhan, pensativo—. Ojalá los demás logren ingresar también.

—Aún me sorprende la decisión de Junmyeon —dijo Sehun, sirviendo la comida—. Aunque supongo que es lo mejor para él.

—El teatro musical es su vida. Y la K-Arts le da esa posibilidad. Además podrá estar cerca de Kyungsoo y Minseok. Y de Yìxīng, por supuesto... Esos dos son como chicle —señaló Luhan, divertido—. Lo que sí me sorprende es lo de Jongdae.

Sehun colocó los cubiertos, sonriendo.

—¿Qué se haya decidido por estudiar Derecho? Nah, eso ya se veía venir. Tiene ese talento para salirse con la suya siempre, pero por una buena causa. Minseok sí que tiene la paciencia de un santo.

Luhan rio y, cuando oyeron a la señora Lu saludar alegremente cuando llegó a casa, la pareja la recibió con una gran sonrisa, listos para cenar con ella (y los gatitos también, queriendo más mimos).

Tenían mucho tiempo por delante juntos, donde se esforzarían no solo por aprobar cada curso de su carrera, sino que también se dedicarían todo el tiempo posible el uno con el otro, para que nunca se debilitara ese lazo que los unía desde que se conocieron.

El amor no es algo que se mantiene flamante sin brío, es algo que hay que cuidar, proteger, siempre dando lo mejor de sí mismos para que aquel sentimiento nunca se apagara. Y tanto Luhan, como Sehun, lo sabían perfectamente.

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🐧🐻

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Kyungsoo acarició distraídamente el cabello de Jongin, mientras veían una película antigua norteamericana. El primero estaba cómodamente sentado, con su típico pijama (camiseta de Jongin y bóxers), mientras que el otro tenía su cabeza recostada en los muslos de su novio.

—La composición es buena —murmuró el más bajo.

—Kubrick era un divo, pero no le niego el talento —concordó Jongin, fascinado con la simetría del pasillo en la película El Resplandor.

Era uno de esos días apacibles, donde no estaba Ryeowook fastidiándolos (andaba en Seúl; bendito seas, Yesung) y donde el señor Do estaba de viaje por Japón.

Podían darse el lujo de amanecerse, de comer estupideces y hacer cosas de adolescentes hormonales sin temor (repetidas veces).

—¿Alguna novedad del K-Arts, por cierto? —preguntó el moreno en voz bajita.

—La malla curricular de Canto es genial...

—¿Y consideraste la UNS? También hay Canto.

Kyungsoo rio y negó.

—Por mucho que adore la idea de estudiar en la misma universidad que tú, dudo mucho que tenga la posibilidad de ingresar. No tengo muchas actividades extracurriculares importantes, a comparación de los demás. Y la verdad es que no me va mucho el enfoque artístico que hay, es muy... abrumador.

—Te seguiré llenando de folletos de la UNS —murmuró Jongin, en tono afectuoso.

—Pobres árboles.

—Te mandaré la información al correo.

—Se quedará como spam —Kyungsoo le sonrió, pícaramente y le tomó de la mano, ya más serio—. Mi meta es ingresar a las K-Arts y aprender Canto, así como tú, queriendo estudiar Ingeniería en la UNS. Ya veremos la forma de cómo encontrarnos seguido, no te aflijas.

Jongin hizo un pequeño, un muy pequeño puchero y asintió, dándole la razón; para luego abrazarlo sin soltarlo en lo absoluto. No podía evitarlo, se ha vuelto demasiado meloso con Kyungsoo. Demostrar lo que sentía no era nada difícil junto a él.

—¿Jongin?

—¿Hmm?

—¿Qué hora es?

—Mmm... —El moreno levantó su brazo con pereza, observando su reloj de muñeca—. Una de la tarde.

—¿A qué hora tenemos que salir de aquí para ir al aeropuerto?

—Mierda.

Los dos se pusieron de pie de inmediato, corriendo a la ducha para quitarse la alta flojera que tenían y se vistieron con prisa.

—No es que siempre lo espere, pero dime que por favor, hay alguien afuera para que pueda llevarnos —dijo el pelirrojo, colocándose una camisa azul.

Jongin se asomó a la ventana y asintió, secándose el cabello con descuido.

—Corre. Ya comemos algo allá.

Ambos muchachos dejaron la habitación hecha un desastre y salieron de la casa (asegurándola por si acaso), riéndose un poco por la adrenalina del momento. Si llegaban tarde, Baekhyun los mataría.

Veinte minutos después, la pareja estaba dentro del gran establecimiento, aliviados de llegar mucho antes de lo pactado.

—Café para ti, jugo para mí —bostezó Jongin, entregándole el vaso descartable a Kyungsoo—. Jongdae y Minseok ya vienen en camino. Luhan está con Junmyeon e Yìxīng.

—Tao y Yifan ya llegaron. Ahí están —Kyungsoo se puso de pie—. ¡Taozi! ¡Aquí!

La pareja se giró, acercándose a ellos, aliviados de ver caras conocidas. Se pusieron al día (felicitando a Yifan por su aceptación en la liga de basquetbol); y pronto, se unieron a ellos Jongdae, Minseok, Luhan, Junmyeon e Yìxīng.

—¿Y Sehun? —preguntó Kyungsoo, confundido.

—Le estuve llamando, pero no responde. Su mamá me dijo que ya había salido de casa, así que ya estará llegando...

—Y tenías razón —dijo Junmyeon—. ¡Sehuuuun!

El muchacho giró la cabeza y suspiró de alivio al verlos.

—Hola, chicos —saludó, agitado, sentándose al lado de Luhan—. Siento la demora.

—¿Por qué la tardanza? —preguntó Yìxīng, curioso.

—Fue súper extraño —Sehun inhaló hondo—. Estaba saliendo del metro cuando de repente un hombre se me acerca y me dice que en una agencia no sé qué buscan gente como yo, que tenía cualidades de modelo y esas cosas —barboteó el chico—. Y salí corriendo. Y el señor me persiguió hasta que acepté su tarjeta de contacto.

Jongin enarcó una ceja.

—Deberías intentarlo —le sugirió su amigo—. Sabes mejor que nadie que serías un buen modelo para las marcas grandes.

—Sí, supongo —Sehun se encogió de hombros, considerándolo mejor—. En fin. ¿Y Baek y Yeol?

—Aquí —Una nueva voz en tono alegre se unió a su conversación—. ¡Hola, chicos!

—Ay, diosito —saltó Sehun en su lugar, girando la cabeza para verlos mejor, provocando risas de los demás.

Baekhyun y Chanyeol, llevando cada uno una pequeña maleta de mano, se sentaron junto a ellos.

—Mis mamás están verificando que no haya problema con el equipaje, por eso demoramos un poco en ubicarlos —explicó el castaño, recostándose sobre el hombro de Chanyeol de forma inconsciente—. En media hora embarcamos así que, más les vale haber preparado algo bonito que nos haga llorar.

Kyungsoo puso los ojos en blanco.

—Ayer acordamos que no haríamos eso, Baek —le recordó el pelirrojo—. Tú mismo nos hiciste jurar que no hiciéramos discursos de despedida.

—Ay —puchereó su amigo, dándole la razón—. Bueno, ¿alguna novedad?

—¿Una agencia quiere a Sehun como modelo? —tanteó Jongdae.

Baek enarcó una ceja, mirando a Sehun entonces.

—Sí, deberías aceptar —apoyó el bajito.

—Yifan fue aceptado en la liga Seoul Samsung Thunders —soltó Zitao, incapaz contener la emoción.

Los chicos miraron al más alto del grupo con la felicidad en el rostro, dándole abrazos y palmaditas en la espalda repetidas veces. Luego de ello, los doce chicos siguieron poniéndose al día, acordando con Baek y Yeol sobre qué días podrían comunicarse, porque definitivamente, no querían perder el contacto.

Salida del vuelo Busan Airlines 121 con destino a Osaka, señores pasajeros embarquen por la puerta A42.

Era el momento.

El grupo dejó la cafetería, caminando un poco silenciosos hacia el lugar de embarque. Baekhyun y Chanyeol dieron media vuelta y sonrieron, con los ojos empezando a lagrimear.

—Ay, mierda —maldijo Baek, secándose las lágrimas con una risa avergonzada—. Lo siento.

—Ven aquí —le instó Minseok, abrazándolo entonces, con todos los demás—. Prométeme que nos avisarás apenas llegues allá, no importa si es de madrugada.

—Prometido —lloró Baekhyun, copiando el gesto con cada uno de los chicos—. Más te vale Jongdae que no hagas llorar a Minseok o tomo un vuelo para partirte la cara. Igual para ti, Jongin.

—No cambies, Baek —replicó Jongdae, estrechándolo entre sus brazos con expresión afectuosa—. Y si Chanyeol hace alguna tontería, me avisas. Tengo amigos allá para ponerlo en vereda.

Chanyeol le dio un pequeño empujón a su amigo.

—Te voy a extrañar —le dijo a Jongdae—. Ya sabes que si necesitas a alguien para hablar...

—Te llamaré. Sea a la hora que sea.

—Bueno, evita la madrugada —bromeó el más alto, sonriente pero con los ojos llorosos y pasó a abrazar a Jongin—. Y tú...

—Cállate —Jongin ocultó su rostro al abrazarlo—. Mierda, te voy a echar de menos. Aun con todas tus estupideces, siempre será mi mejor amigo.

—También te quiero, Jongin —murmuró Chanyeol, con la voz rasposa.

Los diez chicos finalmente optaron por rodear a la pareja que viajaría, algunos con los ojos más brillantes que otros.

—No creo que sea necesario decirlo, pero por si acaso... —Junmyeon murmuró—. Aún si vemos el mismo cielo pero desde diferentes tierras, siempre hallaremos la forma de encontrarnos... Porque siempre seremos uno.

—¡Somos uno! —exclamaron los demás.

El abrazo grupal se deshizo con una sonrisa apenada y las familias de Baekhyun y Chanyeol se acercaron, también listas para decir adiós. Los chicos les dieron su espacio y esperaron tranquilamente, viendo cómo las madres de Baek, la abuela Byun y la tía Heeseun lo abrazaban con fuerza y luego hacían lo mismo con Chanyeol; y los padres del más alto no se quedaron atrás.

La pareja empezó a caminar hacia la puerta del embarque, y cuando estuvieron a punto de entrar se giraron levemente para agitar sus manos con una expresión alegre pero también entristecida.

—¡Adiós! ¡Tengan un buen viaje! —corearon los muchachos, sin importar cómo llamaban la atención de los demás pasajeros.

Baekhyun y Chanyeol sonrieron y, entregando su boleto aprobado al supervisor, desaparecieron de sus vistas, rumbo a Japón.

Los demás caminaron hacia una de las grandes paredes de vidrio que mostraban a lo lejos los aviones que partirían y otros que llegarían.

—La verdad es que no tengo idea de en qué avión estarán ellos —murmuró Luhan, confundido.

—El de allá —señaló Jongin, viendo cómo ya empezaban a cerrar las compuertas.

El avión pronto empezó a moverse y los chicos, viendo cómo este partía, optaron por despedirse de las familias Park-Byun (prometiendo a la tía Heesun ir a su casa el viernes) y se fueron alejando del establecimiento.

—Nos vemos el viernes —se despidió Junmyeon, tomado de la mano de Yìxīng—. Kyungsoo, llega puntual o iré yo mismo a sacarte de la cama.

—Yo me encargo de sacarlo de allí —secundó Jongin, abrazando al bajito por detrás.

—Ay, cielos, no, no, la imagen mental —se quejó Sehun.

Kyungsoo rio por lo bajo, afianzando los brazos de Jongin que lo rodeaban. Jongdae acarició los nudillos de Minseok, mientras que sus labios formaban su usual sonrisa de gato Cheshire. Zitao y Yifan se despidieron también, prometiéndoles ir el viernes.

De esta forma, las cinco parejas tomaron rumbos distintos, sabiendo que pronto se verían.

*

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🐶🐶

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Chanyeol y Baekhyun tomaron sus mantas para cubrirse (ambos no podían conciliar bien el sueño si no estaban cubiertos por algo). El más bajito bostezó, recostando su cabeza contra el hombro de su novio y este, lo rodeó con un brazo, acomodándose también.

—Tu papá es un genio —murmuró Baekhyun—. Ya me había hecho la idea de que nos veríamos los fines de semana, pero arreglar que compartamos habitación en la residencia... Tengo el mejor suegro del mundo. Recuérdame enviarle un súper regalo luego.

—Lo hace porque nos quiere —replicó Chanyeol, sonriendo tontamente—. Seremos como esas parejas mayores que se ven para la cena y se cuentan su día a día. Solo que más jóvenes. Y con libros de por medio. Ay.

—Relájate —rio Baekhyun, tomándolo de la mano—. Ya veremos cómo lidiamos con eso, ahora solo hay que disfrutar el momento. Y mira el lado bueno, podremos ir a las convenciones que tanto soñábamos.

Los ojos de Chanyeol brillaron más esperanzados.

—Sí, eso me gusta más —murmuró el más alto, besándolo un rato.

Los dos se sonrieron, cerrando los ojos para poder dormir.

—¿Cómo crees que estarán los demás allá en la universidad? —susurró Chanyeol.

—Espero que libres de rumores —masculló el más bajo—. Pero lo dudo. Mendigos rumores por correo, algo bueno tenían que hacer.

Chanyeol asintió y volvió a cerrar los ojos.

—-¿Baek?

—¿Mmm?

—Te amo.

—También te amo, Yeol.

Fue así que los dos terminaron por dormir, listos para empezar una nueva etapa en sus vidas. Estarían juntos en el mismo departamento, estudiarían algo totalmente diferente y su amor seguiría prevaleciendo sin importar lo que sucediera.

Porque así era el amor.

Podía descubrirse desde niños y que toda la escuela lo presenciara, como Baekhyun y Chanyeol.

Podía transformarse desde una amistad de varios años, como Sehun y Luhan.

Podía declararse en el lugar menos apropiado (y con policías llegando), como como Yifan y Zitao.

Podía surgir con la persona que menos uno se esperaba, como Kyungsoo y Jongin.

Podía retar las miradas incrédulas y volverse más fuerte, como Minseok y Jongdae.

O podía desarrollarse lentamente, naciendo de la admiración mutua, como Junmyeon e Yìxīng.

El amor era impredecible, confuso y extraño. Pero sin duda alguna, era el sentimiento más fuerte que existía y era capaz de cambiar completamente el mundo de quien sea.

Y la forma en que surgiera, incluso a partir de un rumor tonto, poco importaba.

El corazón lo sabrá, lentamente o en un parpadeo.

«Sí, esa persona es la indicada».

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🙆‍♀️📝

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Buenas días, tardes, noches o madrugada (Según el momento en que estén leyendo esto e.e)

Ahhh, no tengo mucho que decir. Solo muchas gracias por seguir leyendo, aun si actualizo una vez al mes XD 

Cada uno de los chicos ahora toman un nuevo rumbo: la universidad. 

Así que solo queda desearles lo mejor 😅

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, si tienen alguna consulta, la escriben y contestaré a la prontitud posible :)

Por si acaso, si existen dudas sobre las carreras que eligieron los chicos aquí les dejo la lista:

Universidad Nacional de Seúl: Jongin (Ingeniería Civil), Sehun (Psicología), Luhan (Administración de Negocios), Yifan (Economía, programa sabatino), Zitao (Canto), Jongdae (Derecho)

Universidad Nacional de Artes de Corea (K-Arts): Kyungsoo (Canto), Junmyeon (Teatro musical), Minseok (Cine), Yìxīng (Composición).

Universidad de Osaka: Baekhyun (Ciencias Políticas), Chanyeol (Composición)

Se me cuidan muchísimo, darlings. ¡Abrazos y besos, adiós!

🌼 PD: Sigan haciendo streaming del álbum de GodChen. Jongdae prácticamente se lo dedicó a Minseok, ¿ok? Ok. En dos semanas llegan los álbumes que pedí, es que en serio, amo demasiado sus conceptos.

🌼 PD2: Sigo soft por mi LayHo. Los ojitos de Yixing y la sonrisa de Junmyeon, asdhgasfdgsf. Me muero, los amo. Los extraño TT

🌼 PD3: ¿Ya vieron el Joker? Yo sí. Y tengo ideas. Mi mente no para. ¡Byeeee!

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