E6: Completo idiota (Kai)
Para el día martes y miércoles, Kai se había tomado la completa libertad de besar a Kyungsoo en los pasillos vacíos, en los baños y a veces, simplemente se lo "robaba" de la nada y lo aprisionaba contra los casilleros del gimnasio. Y lo más asombroso de todo era que el pelirrojo le correspondía sin titubeos. Amaba abrazarlo, sentir su cabello bajo su barbilla o disfrutar esa intensa mirada de ojos grandes que resultaban ser muy expresivos.
Cada día que transcurría, lo veía más espléndido que antes y la misma sensación de cosquilleo le hacía sonreir, porque confirmaba que quería a Kyungsoo y de todas las formas posibles.
Y ahora mismo, disfrutaba verlo sufrir.
Kyungsoo estaba de puntillas, intentando poner una guirnalda en la esquina del techo de un pequeño puesto de venta. Le gustaba hacerlo enojar, ver la expresión furiosa de su pelirrojo le hacía reir como nunca antes lo había hecho. Lo provocó un poco con la diferencia de sus estaturas, pero logró besarlo fugazmente y bajo los globos flotantes del festival.
La vida es bella, para qué refutarlo.
Al día siguiente, se encontró con Lay, Chen y Sungmin y caminaron hacia los tramos en donde se daría una maratón.
—¿Ese no es Sehun? —murmuró Chen, entrecerrando los ojos.
—¿Con Kyunggie? —sonrió Lay, al ver a sus amigos.
Kai levantó la mirada.
Kyungsoo tenía su cabeza sobre el hombro de Sehun, y este a su vez, rodeaba los hombros del pelirrojo con uno de sus brazos.
Algo helado lo atravesó de repente y un nudo caliente en su garganta le impidió pronunciar algo. Parpadeó algo rápido, asimilando la escena, intentando explicar una razón concisa y jodidamente lógica para entender porqué ambos estaban así.
Emociones negativas se arremolinaron en su interior y le hacían doler el corazón, como si alguien lo estuviera estrujando con crueldad. ¿Era posible, que después de todo este tiempo, Do Kyungsoo lo había tomado por un completo imbécil? ¿Esta era la razón por la que ese pelirrojo evadía la anhelada conversación que Kai quería para aclarar la situación entre ambos?
No era posible.
Tenía que haber razón para que ambos estuvieran en esa... posición.
—¡Sehun! —le llamó Lay.
Sehun y Kyungsoo levantaron la mirada, mientras que los otros se acercaban para saludar. Kai apenas podía caminar, manteniendo una expresión seria, la típica máscara de "nada me importa". Esa misma expresión que había puesto cuando su madre lo botó de una patada hacia aquí, cuando en realidad, le dolía cada punto de su ser. No se acercó mucho, apenas oyó los saludos de los chicos.
—¿Llegaste hace mucho, Kyung? —preguntaba Yixing.
Cruzó los brazos sobre su pecho, como si se estuviera conteniendo a si mismo. Puso su mirada sobre Kyungsoo.
—Oh, sí —respondió, sin darle una mirada siquiera—. Fui a ver cómo partía la maratón de chicas y después vine a ver a Sehun.
"Después vine a ver a Sehun".
Kai se aferraba a su lado racional. Tenía que hacerlo. No tenía que suponer cosas. No, no y no.
—Sí, pasamos por allá —dijo Sungmin—. Yoona va a la cabeza.
—¿Y por qué será que eso no me extraña? —comentó con ironía Jongdae.
Vio cómo ese corazón se formó con la sonrisa de Kyungsoo y entonces, sus ojos oscuros lo miraron. Kai tensó la mandíbula y el pelirrojo ladeó un poco la cabeza.
—¡Ya va a ser hora! —anunció Yixing, tras ver su reloj—. Mejor ve a tu puesto.
—Es verdad.
El maldito de Oh Sehun se puso de pie, estirándose un poco.
—Oye, tienes lindas piernas —comentó Chen.
—Ah, cállate Jongdae —respondió Sehun y se alejó tras los buenos deseos de Sungmin, Yixing y Kyungsoo.
Y en silencio, decidió largarse sin poder soportar la escena.
¿Creen que vio los resultados de la maratón?
Nah.
No importaba, en realidad.
Caminó por los alrededores del lugar que no estuvieran atestados por estudiantes. Le resultaba más cómodo el silencio para poder solucionar sus inevitables arranques de celos cuando veía a Sehun y Kyungsoo tan juntos. Un par de amigos en esa situación no debería de generarle este tipo de reacción, pero ¿cómo iba a olvidar esos años anteriores? ¿Aquella época en donde Sehun era tan pegado a Kyungsoo, interpretando sin problemas ser el único pretendiente del pelirrojo?
Uh, esto era un caos.
Palpó en su chaqueta por costumbre, en busca de sus anhelados cigarrillos. Pero no encontró nada, y recordó que había consumido su último cigarrillo en el día del apagón.
Mierda.
—Toma uno —una voz femenina irrumpió sus pensamientos.
Krystal.
Le estaba ofreciendo un cigarrillo mentolado. ¿Qué hacía ella por aquí, fastidiando su momento existencial? No iba a sucumbir ante Krystal.
No era estúpido.
—No, gracias —respondió indiferente, sin mirarla.
—Como prefieras, Kai —se encogió de hombros y ella empezó a fumar, mirando el parque—. ¿Qué haces por aquí?
Eso no te interesa.
—Nada.
—¿No apoyarás a tu compañero de curso? Er... ¿Sehun?
Kai la miró de reojo y vio que ella estaba demasiado bien vestida y maquillada para solo asistir a apoyar a sus compañeros en una maratón. Le pareció algo ridículo el hecho de que ella aún intentara formar algo de cercanía con él.
—Kyungsoo lo apoya mucho, ¿no? —dijo Krystal de pronto.
Hasta ella veía ese lazo entre ellos dos.
Con un suspiro, se encogió de hombros y empezó a caminar. Y gracias a quien esté rigiendo los destinos sagrados, Krystal no le siguió.
Su rumbo fue tan incierto, hasta que ya era tarde.
¿Qué cosas iba a reclamarle a Kyungsoo, si ellos dos nisiquiera estaban juntos de una forma... oficial? La urgencia de hablar con el pelirrojo se hizo más grande. Era mejor aclarar las cosas de una buena vez.
Llegó a la sección de decoración, viendo cómo un montón de estudiantes rodeaban la carpa en donde se suponía que estaba Kyungsoo. Cuando se acercó un poco más, frunció el ceño al ver a Krystal hablando con el pelirrojo, quien a su vez estaba siendo protegido por Tao.
—Krystal, estoy cansado. ¿Podrías terminar tu show y dejarme en paz?
Kyungsoo, a pesar de sonar tan firme y seguro en sus palabras, se veía tan delicado al lado de Krystal, que Kai temió que esa chica lastimase a quien se había convertido irrevocablemente en el dueño de todo su ser. Apretó los brazos a sus costados, conteniendo la preocupación que lo invadía.
—¿Mi show? —Krystal lo miró con asco y Kai apretó la mandíbula—. El único show es el que tú estás haciendo. ¿No tienes ni siquiera un poco de dignidad ofreciéndote ante Kai?
¿Qué?
—Ah, no. Esta sí que perdió la cabeza —escuchó a Baekhyun a lo lejos.
Pero Kyungsoo se puso tan pálido, que la respiración de Kai se hizo complicada.
—Mira, Krystal... —dijo Kyungsoo con tono cansado.
—Ah, ¿acaso lo vas a negar? —interrumpió la chica, desafiante.
¿Lo negaría todo? ¿Kyungsoo negaría todo lo que pasaron en esta semana?
Baekhyun y Tao interrumpieron el interrogatorio de la chica, pero Kai no dejó de mirar a Kyungsoo. Parecía que sus piernas habían echado raíces en el lugar en donde estaba, porque estaba malditamente congelado, esperando la respuesta del pelirrojo.
—Tan solo dime, ¿estás o no con Kai, Kyungsoo?
La mirada de Kyungsoo se perdió un momento en silencio.
No negarás lo que hemos pasado, ¿cierto?
El pelirrojo frunció el ceño y miró a la muchacha sin mostrar emoción alguna.
Algo en su ser se rompió antes de escuchar la suave voz de Kyungsoo.
—No, Krystal. No tengo nada con Kai.
—¿Nada? ¿Absolutamente nada? —insistió ella.
Quería huir. Largarse. Desaparecer.
—Él es mi compañero —siguió hablando Kyungsoo, sin notar cómo cada palabra que salía de su boca, hacía añicos al sentimiento cálido que lo había embargado días antes—. Lo conozco desde hace años, sí. Pero ese rumor de los correos es eso, un rumor. No la verdad.
—Supongo que te quedó claro ahora, ¿no? —dijo Baekhyun, pero Jongin simplemente se sentía fuera de lugar.
—En realidad, ¿qué podría ver él en ti? —dijo Krystal con burla y se fue con sus amigas.
—Lo siento, Kyungsoo —murmuró Tao con pena—. Debí haberla detenido antes.
Varios compañeros comenzaron a apoyarlo, pero Kyungsoo solo sonrió diciendo "no se preocupen, ese tema no tiene importancia".
Y entonces, el pequeño pelirrojo hizo contacto visual con la mirada de Jongin. Fueron unos segundos muy dolorosos en donde el moreno no dejó de contemplar el rostro pálido de Kyungsoo y, sintiendo un nudo en la garganta, salió de la carpa.
* * *
Cuando tenía 10 años, y había llegado a Corea del Sur, había sido Do Kyungsoo el primer niño en hablarle amablemente y dedicarle una sonrisa en modo de saludo. Una semana después de ello, solo se saludaban con cordialidad, porque los dos eran muy distintos y pertenecían a distintos círculos amicales.
Y esa tradición se mantuvo por años.
Hasta toda esta cuestión de los rumores.
Aún se preguntaba quién habría escrito ese correo masivo. Pero su mente lo había dejado de lado, porque ahora se ocupaba de ignorar con profesionalismo al pelirrojo.
Había sido fácil ignorarlo desde que eran niños.
Ahora su cuerpo y mente lo torturaban a diario, sabiendo que lo vería en clases, que Kyungsoo estaría delante de él, tan cerca... pero a la vez tan lejos.
Por palabras de Chen, se había enterado que harían una fiesta en su casa, porque todo el curso había ganado la categoría en decoración. Así que sin muchos preámbulos, salió de casa, decidido a olvidar, aunque sea por un día, al pequeño pelirrojo de ojos grandes con sonrisa en forma de corazón.
Lo primero que hizo al llegar al lugar decorado con luces y zumbando con la potente música, fue beber.
Uno. Luego otro. Tomó un vaso más. Y otro más.
Algunas chicas lo miraban con ojos coquetos y él solo sonrió, ignorándolas. Consideró que aún no había bebido lo suficiente, porque en su mente unos grandes ojos oscuros lo juzgaban por su impulsivo comportamiento. Y qué más daba.
Caminó hacia el sofá que estaba lo más alejado posible de la pista de baile y se dejó caer con pesadez, ignorando a todo el mundo. Según su reloj, ya había estado media hora, rechazando a chicas vestidas con ropa... pequeña.
El sabor del vodka se pegaba a su lengua y su garganta ardía en protesta por beber mucho. Suspiró, mirando su vaso medio vacío y examinó el tumulto de chicos y chicas que bailaban muy juntos entre sí.
Reconoció a una figura alta, charlando con...
—¡Hola, Kai!
Quiso golpearse hasta perder el conocimiento. ¿Cómo era esto posible? El alcohol no lo hizo olvidar, pero definitivamente, solo empeoró las cosas.
Sehun y Kyungsoo hablaban, riendo. Pero lo importante era cómo lucía Kyungsoo. Nunca lo había visto vestir de esa forma. Jeans ajustados con una camisa negra que lo hacía ver tan condenadamente atractivo. Su cabello peinado hacia un costado, haciéndole ver como si fuera un modelo de portadas de revista. Y sus ojos, oh, demonios, se veían tan inocentes y a la vez tan...
—Me alegra que hayas venido.
Ah, Krystal le estaba hablando.
Tomando un trago más, saludó a secas a la chica.
—¿No quieres ir a un lado más... privado? —murmuró ella.
Kai solo miraba cómo esos dos se dirigieron a la pista de baile.
Y una alerta roja estalló en su mente.
Antes había estado muy decepcionado porque el pelirrojo había negado lo que tenían, sin pena ni remordimiento. ¿Y ahora bailaba como si nada con ese hijo de perra de Oh Sehun? La canción acabó y Kai esperó a que se separaran... Pero siguieron bailando dos canciones más.
—Do Kyungsoo no sabe lo que se pierde, ¿cierto? —Krystal seguía hablando a su oído, mirando hacia donde Kai estaba enfocado.
Estaba muy furioso. Y jodidamente celoso.
Y el alcohol no le impidió ser víctima de una estupidez.
—Solo cállate y ven aquí —tomó la muñeca de la chica con fuerza y, sin delicadeza alguna, estampó su boca con la de ella, besándola con brutalidad. Ella no perdió el tiempo, en sentarse sobre su regazo y en tomar su cabello con sus manos con un pequeño gemido. Su lengua se deslizó y Krystal se pegaba más y más hacia su torso.
Apenas oyó que la gente a su alrededor se quedó en absoluto silencio, anonadada.
Y cuando empezó a quedarse sin aire, se separó de ella bruscamente, con una inquietante sensación de asco. Era ridículo, porque solo había buscado la forma de vengarse.
Pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos.
Porque fue testigo de cómo el chico de quien estaba enamorado se iba del lugar sin mirar atrás, sin siquiera darle una mirada de reproche, decepción o dolor.
¿Había logrado vengarse de Do Kyungsoo?
Por supuesto.
Entonces, ¿por qué en vez de sentir satisfacción por eso, solo sentía un vacío lleno de absolutamente nada?
***
¿Alguien más quiere hacer cola para darle con el bate a este completo idiota de Kai? :v
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