Capítulo 44
¡Viva el amor! Y el sexo ni os cuento. ¡Guauuu! Ahora sí me siento llena de dicha, feliz de tener a mi lado a mi amor platónico. Aún no me lo puedo creer que las cosas entre Abraham y yo vayan de maravilla. De hecho en estos días no nos hemos separado, hemos vuelto a ser esos amigos que eramos pero con la diferencia que ahora somos amigos con derecho a roce. Vale y novios. Aunque la palabra novios a mí personalmente no sé como que me da yuyu, siento que en el momento que seamos novios todo va ir mal. Y ya sabéis porque lo digo, porque yo estoy gafá con el tema de los novios. Suspiro largamente mientras me pongo mi vestido verde y me maquillo para ir a la gala de presentación junto Abraham, Lina y los demás componentes del grupo donde elegirán los jueces un grupo y así poder grabar un disco.
Termino de arreglarme, mientras me doy el último retoque, percibo detrás mío un olor tan familiar, miro al espejo y veo como mi amor platónico se acerca más a mí haciéndome entrega de una rosa. La agarro acercándome a mi nariz para respirar su perfume. Pero lo que más me encanta es sentir en mi piel los besos de él, sus manos agarrándome por mi cintura atrayendome mas hacia él para dejar libre los que ambos deseamos. Aun así el deber nos llama, y la hora no se echa en cima para continuar.
Llegamos al auditorio donde nos esperan los demás, nada más vernos todo se convierte en elogios y en bromas. Desde luego me encanta el grupo, todos son muy amables y se ve que se llevan fenomenal. Al rato nos dirigimos hacias las primeras filas, tomamos asiento en nuestras correspondientes butacas y esperamos hechos un manojo de nervios para que una representante se dirija a los tres componentes de cada grupo y decirles quien es el ganador.
Media hora después, sale una mujer en compañía del director de la cadena discográfica. Ambos comienzan con las presentaciones, seguidamente dan un pequeño discurso, finalizando diciendo el nombre del grupo.
Yo siento mi corazón en la boca, y cuando la mujer dice el nombre del grupo de Abraham es el ganador no me lo puedo creer. Inmediatamente todos nos abrazamos felicitandonos, mientras ellos se dirigen hacia donde se encuentra la mujer y el director para poder hablar con ellos, yo me quedo sola con mis pensamientos.
Y como bien os había dicho, yo hablar de novios es una tragedia. Y sí, me alegro por Abraham, por Lina y los demás que van a poder cumplir su sueño. Pero igual de bonito que es, resulta que también tiene sus inconvenientes. Si el grupo lanza el disco, eso les llevará a irse de gira, dar conciertos y yo estar sin él. Pues vaya mierda ¿No? La verdad que no tardo en decepcionarme, ¿es que a mí no me puede salir una a derechas una vez en mi vida?
Tras hablar con el director de la discografía, todos deciden de ir a celebrarlo. Primero vamos a cenar a un restaurante. La cena no estuvo mal que digamos, pero mi estado de ánimo se perdió en el momento que comenzaron a decir lo que yo tanto temía. Todos ellos estaban felices, yo solo lo fingía. El hecho de pensar que volvería a estar separada de Abraham y comiendome la cabeza, pensando si estará con alguna mujer, si ya se habrá olvidado de mí, eso me causa mucha tristeza. Intento camuflar esa desilusión que siento con una apariencia de felicidad. Después de terminar de cenar los muchachos proponen ir a una disco para terminar de celebrar lo que es su sueño.
Al llegar a la disco los chicos van a buscar la bebida mientras yo me quedo hablando con Lina que pareciese que está en una nube, aún no se cree lo que le ha sucedido. Al ver que tardan en llegar con las bebidas, me dirijo hacia la barra, veo a todos los chicos menos Abraham. Comienzo alterarme, con disimulo comienzo andar buscandolo, hasta que lo veo de pie hablando con una mujer. Mi corazón se hiela, cierro los ojos para intentar sosegarme, por nada del mundo quiero montarle una escena de celos, pero a quien voy ha mentir si me están comiendo por dentro. Me quedo quieta mirandoles, hasta que por detrás Lina me dice que se trata Alize, su ex. Pues vamos bien.
―Samia entiendo que ver a mi hermano hablando con su ex, no te presta bien. Quiero decirte que no malinterpretes las cosas, ellos se deben llevar bien.
―¿Yo? Qué va, si solo veo como la tía se lo está comiendo con los ojos y haciendo insinuaciones, como por ejemplo hablarle en el oído, acariciarle la mejilla. Vamos fijo que estos acaban esta noche en la cama. Pero vamos que yo no pienso lo que no es.
―Samia mi hermano te quiere a ti. Las cosas con Alize ya acabaron.
―Lina, dejalo no trates de justificar a tu hermano, de todas formas voy para alla, voy a ver que intenciones lleva la pava esta y si eso acabamos esta noche haciendo un trio.
Me voy para donde se encuentra Abraham hablando con la ex. Al verme, noto como Abraham se tensa, no sé por qué, ni que fuera a comermelos. A continuación y con toda mi descareza le doy un beso en to' los morros a mi amor platónico. Pero en esa ocasión él no abre la boca tan solo para decirme que estoy haciendo. Quizás esté haciendo la imbécil porque otra cosa no sé que estoy haciendo. Miro en silencio Abraham mientras este me presenta a Alize su ex y a mí como su amiga. Toma del frasco Samia. No digo nada ante los comentarios de la tal Alize, total mi combate está perdido. Me despido de Abraham y salgo a la calle con la esperanza de que me siga, de que por lo menos se haya dado cuenta de lo mal que estoy a pesar de tratar de ocultarlo. Espero unos veinte minutos, pero nadie sale a mi rescate. Nadie.
Llamo a un taxi para que me lleve a casa, si total la noche ya se ha terminado tanto como mis ilusiones. Al llegar a casa ya no lo puedo soportar más y exploto en un llanto. Me hago un ovillo en el suelo escondiendo mi rostro en la falda para llorar por todo. Por lo mal que me ha sentado lo que Abraham me ha hecho y porque me siento tan sola. Cuando ya no me quedan lágrimas decido ponerme en pie. Comienzo a quitarme los zapatos, después me voy hacia mi habitación para quitarme el vestido, nada más mirar la cama todos los recuerdos golpean mi corazón. Aquí he hecho el amor con él, me voy a la cocina, aquí preparemos varias veces la comida entre risas y arrumacos, me voy al baño y la ducha me recuerda las veces que nos hemos duchado juntos.
Joder es que no hay un lugar que no me recuerde a él. Vencida me voy al sofá, si también me recuerda a él pero prefiero echarme a llorar admitiendo mi derrota. Escucho mi teléfono sonar, de mala gana le respondo.
―Dime Abraham.
―Samia, ¿Dónde estás?
―En mi casa.
―Samia por que te has ido en lo mejor, Quería decirte, que dentro de unos días comenzaremos a grabar nuestro primer single en inglés.
―Abraham me alegro mucho por ti y por el grupo, siempre te he apoyado y me sentiré muy orgullosa por vosotros. Pero quisiera saber porque has actuado tan fríamente esta noche delante de tu ex. ―Se hace un silencio, y tras unos minutos por fin me contesta.
―Samia, entre Alize y yo hay un lazo muy fuerte que nos une, y esta noche cuando la he vuelto a ver ha sido como volver al pasado y al verte a ti pues...creía que cuando me has besado ibas a montar un escándalo y yo con Alize...―La voz de Abraham sonaba dudosa y a mi me daba la espina que algo había más de lo que me estaba diciendo.
―Tranquilo Abraham, no tenía intención de cortar cabezas a nadie. No sé que es ese lazo que os une, pero me gustaría saberlo.
―Alize y yo tenemos un hijo en común. Pensaba decírtelo pero más adelante cuando...
―Si cuando lo cerdos le salgan plumas. Pero vamos que lo entiendo Abraham. Pero tampoco tenías por que ocultar esa parte de ti, de hecho me encantaría poder conocerlo algún día, sería maravilloso que me dejases conocer a tú hijo y así podríamos salir los tres por ahí al cine, al centro comercial...
―Samia, sé que estas cosas no se dicen por teléfono, pero si estoy ante tí no podría decírtelo. Alize y yo hemos vuelto, deseo estar junto a mi hijo.
―¿Cómo? Estás queriendo decirme que todo se acabó.
―No exactamente eso. Tampoco quiero terminar contigo, lo que pasa que las cosas ya no van ser como eran, simplemente seremos amigos.
―Amigos dices. Y explicame tú a mi como se puede ser amiga de la persona que amas, de la persona que has compartido momentos bellos y que ahora se los estás dando a otra mujer que no soy yo. Explícamelo tú, porque yo no tengo ni idea de como se hace eso. Abraham te amo tanto que me duele hasta el alma, pero no puedo ser tu amiga. Quiero ser algo más que eso, algo que por lo visto no sucederá nunca.
―Samia te lo ruego, no me hagas esto, no quiero perderte, eres la mujer que amo, pero también está mi hijo, entiende mi situación, déjame por lo menos tu amistad para ir sobrellevando el dolor de no poder estar cerca de tí. Yo no quiero ha Alize, pero estar junto a mi hijo...decirte que por mi no es, es por su madre ella no quiere que esté con otra mujer ¿Qué hago Samia?
―Abraham, comprendo que te encuentras entre la espada y la pared, pero tranquilo por mi parte todo va seguir como hasta ahora. Te quiero Abraham.
―Eres única y maravillosa, Samia quiero que sepas que mi corazón te pertenece. Te amo mi princesa.
Finalizo la llamada un poco más relajada, el saber que Abraham me ama ya es todo para mí, pero es tener que estar separada de él me va matar. Creo que ahora voy a dormir un rato para pensar en la manera de poder estar cerca de él.
Una vez me meto en la cama, mi teléfono vuelve a sonar. Veo que no se trata de Abraham sino de Marcos. Tras hablar una hora con Marcos, quedamos en que tengo que regresar para España, al parecer Jacob quiere reunirse conmigo para hablarme de algo importante.
Inmediatamente llamo a Clarise, pero no responde, le escribo un mensaje, a continuación llamo Abraham, tampoco responde. Vuelvo a insistir pero nada, no responde. Le envío un mensaje para contarle lo sucedido, espero que no se moleste.
Al día siguiente preparo una maleta con lo justo para llevarme, me hallo un poco nerviosa apenas he recibido contestación por parte de Abraham, no sé si se habrá enfadado o no. Cuando ya me encuentro lista, un taxi me espera para llevarme al aeropuerto. En un par de horas mi vuelo saldrá y mi corazón no deja de achicarse de pensar en lo que me contó Abraham referente a su hijo y el cual aún no me a respondido a mis llamadas. Cabizbaja monto en el avión con destino España, no sé que ocurre que cuando voy a España todo son tristezas.
Anochecido llego a la mansión de mi abuela, me alegro mucho de verla más recuperada a pesar de la tristeza que la envuelve. Sin duda la compañía de Claudio le hace mucho bien, él está todo el rato pendiente de ella demostrando que a pesar de su edad se quieren.
Después de hablar con mi abuela y Claudio me dirigí al baño para darme una ducha y ponerme algo cómodo. Al bajar al salón intento llamar a Abraham pero no responde, en esta ocasión me da apagado. Comienzo a preocuparme, si anoche me dijo una cosa no puede ser que haga otra.
Claudio sale a mi encuentro antes de que llegue al salón, el pobre me observa con cara de circunstancias, preguntándome que me ocurre. Le cuento lo sucedido y lo que me dijo su nieto anoche. El hombre me mira con ternura poniendo su mano en mi hombro.
―Samia, ten en cuenta que Abraham te quiere mucho. Desde que apareciste en su vida él no ha dejado de hablar de ti y de lo feliz que se siente cuando está contigo, pero Alize no solo es la madre de su hijo si no que es su mujer, Abraham se iba a divorciar de ella antes de tener el accidente, pero al estar así no pudo hacer nada. Y como era de esperar, el tiempo que Abraham permaneció ciego le negó de poder estar con su hijo. Mi nieto, lentamente se fue hundiendo cada vez más. Cuando mejor se encontraba era cuando tocaba algún instrumento. Samia te pido que si de verdad amas a mi nieto no lo dejes, lucha por él como él ha luchado por estar a tú lado.
―Si ya, muy bonito Claudio, pero él está casado y yo que puedo hacer. Y a to'esto porque no me dijo que era en realidad su mujer. Buah, verás cuando lo coja no va llevar frío el garulo este.
―No sé por que no te lo habrá dicho, pero quiero que entiendas que tú has hecho más por él en tan poco tiempo que cualquiera de nosotros. Abraham no quiere Alize, si se casó con ella fue porque la dejó embarazada y tuvo que asumir su responsabilidad. Pero en el momento que Alize empezó a engañar a mi nieto todo el poco amor que sentía hacia ella se volvió en odio. Alize es mala mujer Samia, cuando más la necesitaba lo dejó y no solo eso prohibiendo de estar con su hijo. Qué clase de mujer hace eso.
―Una víbora, zorra, perra, hija de su santa madre. Entonces si Abraham no responde...será por ella...
―No me extraña, por que de esa mujer te puedes esperar cualquier cosa. ¿Has llamado a Lina?
―No...creo que la voy a llamar.―Y efectivamente Claudio llevaba razón, Abraham no sabía nada de mí, de echo a estado preguntado por mí. Sin duda Abraham me quiere, y eso me dará fuerzas para luchar por nuestro amor aunque estemos lejos y con esa zorra de por medio. Ahora si me pongo yo mis galones de cabo como decía mi vecina Paquita para ser más fuerte que nunca y luchar por lo que quiero, y ese hombre que tanto quiero es Abraham.
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NOTA DE LA AUTORA
QUE TAL LECTORES, ANTE TODO PIDO DISCULPAS PORQUE DIJE QUE IBA A SUBIR EL EPILOGO, PERO DESPUÉS HE RECAPACITADO Y ME DICHO PORQUE NO ESCRIBIR UN PAR DE CAPÍTULOS MÁS PUESTO QUE NO HE ESCRITO MUCHO ACERCA DEL AMOR QUE SIENTEN SAMIA Y ABRAHAM UNA VEZ QUE YA LO SABEN. PUES AQUÍ OS DEJO UN NUEVO CAPITULO Y ESPERO QUE LE GUSTE, DECIRLES QUE NO HE ACTUALIZADO ANTES PORQUE ME ENCONTRABA ENFERMA, AHORA ME ENCUENTRO ALGO MEJOR E IRÉ ACTUALIZANDO MÁS SEGUIDO. GRACIAS POR TODO.
***MIAN JOLLEL***
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