Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 38

Madre del amor hermoso, para que  luego digan los médicos que hay que dormir ocho horas para descansar bien. Pues yo he dormido cuatro y estoy echa mierda, pareciese que un tren hubiera pasado por encima mío. Paso al baño, ni me molesto en mirarme al espejo no deseo espantarme con mi nuevo look a lo mortifia. Justo me voy a meter a darme un baño y escucho a mi querida abuela de llamarme.

—Samia, vas a venir a desayunar que te se va enfriar el café.--Me dice mi abuela.

Desde luego esta mujer va acabar con mis nervios. Me ato la bata y me voy para la cocina con la esperanza de que Abraham se haya ido. Pero no, hay estaba el tío, sentado en la mesa hablando con la golfa de mi abuela. Suspiro mirando hacia el techo suplicando a Dios que me de paciencia, porque suerte me parece a mí que ni regala la encuentro.

—Buenos días a todos habéis descansado bien.—-Digo con sarcasmo.

--Buenos días Samia, si he descansado bien, gracias por vuestra hospitalidad.--Me dice Abraham muy sonriente.

--Yo también he descanso bien Samia, gracias por preguntar.

--Eso ya lo sabía querida abuela, puesto que nos parado de roncar en toda la puñetera noche, la próxima vez te voy a mandar al sofá.

--Y por eso tienes que venir a desayunar sin haberte vestido querida.

--Abuela, si te callas revientas. Es que no te puedes ver con la boquita cerrada, no ves que Abraham no ve, por lo tanto no sabe si voy camisón o en pelota picá.

--Basta gorrina. Venga siéntate y desayuna un poco, que como sigas así te vas a quedar en los huesos.

--Mis ganas abuela. Pero tendré que alimentarme no sea que me lleve el aire.

Sentados los tres en la mesa, veo como Abraham no deja de sonreír y lo peor de todo le da la razón a mi abuela.                                                                                                                           

 Después de desayunar y meterme en la ducha, me arreglo y llevo Abraham a su casa. Durante el camino casi ni hablamos.  Y yo como no hable exploto, así que le pregunto sin más.

--Ey ¿te ocurre algo Abraham, estás muy serio?

--No, no es nada, estaba pensando en lo de anoche.

--Bueno todavía con esas, déjalo así, tampoco tiene importancia la cosa.

--¿Estás segura Samia?

--Segura de qué.

--De que no querías que hubiera pasado nada anoche entre nosotros.--Pero bueno y a éste que mosca le ha picado esta mañana, es que me ha visto cara de estar desesperada.

--Noo, para nada. Porque tenía que ocurrir algo entre nosotros si somos amigos. 

--Ya, amigos. De acuerdo.--Me giro un poco para ver el gesto de Abraham, no sé me da la sensación que pareciese otro. Prefiero no seguir preguntando o vamos acabar mal, o pensando lo que no es. No sé el caso que lo dejo en su casa, y tras ayudarle a pasar me da un beso en mi mejilla. Pero ese beso no ha sido tan cariñoso como otras veces. Lo miro incrédula, su rostro se ve tan apagado después de haberle recalcado lo de ser amigos. 

Y si echo mal en decirle eso. ¿Acaso le habrá sentado mal que no abrí de patas?  Pienso que me estoy precipitando, desde que conozco Abraham no lo he tomado por ese tipo de hombres. Mis ojos comienzan a empañecerse, si el supiera que sí quería probar esos labios y perderme con sus caricias y besos. Pero no, estoy decidida a dejarme de tonterías y centrarme en algo productivo. Seguidamente me despido de él, y qué deciros el alma se me cae al suelo de verlo serio, con su cabeza gacha pasando sus manos por su revoltoso cabello.   Si digo que no tenía ganas de acercarme  y consolarlo  miento, pero con todo el dolor de mi corazón preferí irme. Total si habíamos echo algo malo ya no había marcha atrás para solucionarlo.

Llamé a Clarise para ponernos en marcha con el tema de poner nuestra propia empresa. Mientras buscamos oficinas por nuestra cuenta, le contaba a Clarise lo sucedido anoche con Abraham y el comportamiento tan raro que tenía tras haberlo dejado en su casa.

--Mira Samia, puede ser que él sienta algo hacia ti y le cueste decidirse.

--Ya y por eso tiene como amiga con derecho a roce a Mónica. No Clarise, soy muy celosa para compartir. 

--Cómo eres Samia. No sé que decirte sinceramente, porque estoy tan confundida como tú. Sigo pensando que lo mejor es dejaros de veros un tiempo. Así podrás poner tus ideas en orden y poder comprobar por ti misma el interés que lleve Abraham hacia ti. Aunque te digo, que mejor no te ilusiones mucho ya sabes lo que te pasó con Rifus y mira como acabó todo.

--Si llevas razón, pero no se con Abraham es todo tan distinto, me siento tan llena de vitalidad, tan feliz cuando estoy con él, que chica que quieres que te diga, pero anoche tuve que hacer un sobre esfuerzo para no tirarme encima de él y bailarle unas sevillanas. No sabes que cuerpazo tiene, !!Dios¡¡Clarise lo tenias que haber visto está buenisimo.

--No ves Samia, ese es tú problema, que te dejas de llevar por tíos con cuerpos de modelos aun sabiendo que contigo no van a tener nada, ellos las prefieren delgaditas.

--Joder Clarise que me ha dolido. Pero admito que llevas razón. Que soy tan iGnorate, que veo un tío que esta para comerselo y no dejarse nada y me creo que todas sus atenciones van dirigidas hacia, cuando soy yo la que me monto mis propios guiones de telenovela.

--Me alegro que pienses así, verás como te llegará el amor, si no es hoy será mañana.

--O si no igual que mi abuela cuando esté rancia.--Clarise me agarra de mi mano dándome ánimos. Yo como soy así me encojo de hombros y pasamos para hablar con el dueño del local para haber si nos lo alquila para poner nuestra oficina.

Las nueve de la noche, tengo los pies echos callos, la cabeza pareciese que no fuera mía y la lengua la tengo seca de tanto hablar. Todo el santo día hemos estado recorriendo locales de alquiler y no hemos llegado a ningún acuerdo. Unos porque nos pedían por el alquiler más que vale el local,  y otros porque no se encontraban en la ciudad.

Me encontraba desilusionada con la moral más abajo del suelo, tanto que no me faltaba mas que echarme a llorar. Fuimos a recoger a Mariah al trabajo y a continuación a cenar.

Terminemos de cenar un poco, no mucho más animada y no se ni como, ni por qué, acabemos en el pub. Al entrar trataba de fingir que dentro de mis intestinos había abejas bailando el limbo, aun así  quería verlo. Pero trataba de disimular que no lo buscaba con la mirada. Hasta que alguien me dio un pellizco en mi cintura consiguiendo que me sobresaltase.

--Hola Samia, te he asustado. --Me pregunta Lina como siempre tan simpática.

--Pues mira un poco. Que tal guapa, ¿hoy no tocáis?

--No, hoy no, hemos decidido descansar unos días. Y tú que te cuentas, te veo algo cansada.

--Pues un poco. Comienzo a contarle lo vivido por la mañana buscando los dichosos locales, hasta que terminamos hablando de su hermano. Entonces hay me entero que Abraham lleva saliendo algún tiempo con Mónica. Según Lina no es nada serio, pero se ven todos los días.

Pues que queréis que os cuente, que aquella declaración junto con las imágenes que podía ver desde la barra, confirmaban que si, que yo no estoy echa para el amor. Que tengo que buscar un hombre cojo, bajito y al poder ser más feo que picio. Pero que me ame, eso es lo más importante en una persona, que se preocupe por ti, te mime, te apoye y sobre todo que te quiera. Al ver como Abraham y Mónica se encontraban sentados en una mesa junto a un grupo de personas, sentí que mi corazón se me partía en pedazos tan pequeños, que sin darme cuenta un lágrima recorría mi rostro. Sin duda Abraham y Mónica estaban juntos, no hacia falta mas que verlos como ella lo besaba, y como él dejándose guiar por ella le tocaba sus mejillas cariñosamente. Me giré limpiándome mi rostro, pero ya era tarde, Lina había visto como me había puesto tan triste.

--Lina, no digas nada por favor. Ni si quiera le digas a tú hermano que me has visto.

--Samia, para. A tres kilómetros se nota que estas colada por mi hermano. ¿Por qué huyes así?

--No huyo, lo que pasa, que entre tú hermano y yo solo somos amigos, o eso nos hacemos creer. Pero pienso que debe ser así. Amigos y punto. 

--Samia, de verdad no se que decirte, yo..

--Lina, esto que quede entre las dos. ¿Vale?

--Vale. Pero prométeme que seguirás siendo la amiga de mi hermano  y mía.--Me dice la pobre de Lina apenada.

--Por su puesto que sí tontorrona, tampoco nos hemos echo nada para dejar de lado nuestra amistad.--Lina volvió ha sonreir y yo a terminar mi cerveza y  pedirme otra mientras seguíamos hablando Lina y yo hasta que Lina me avisó que Mónica se había levantado y detrás su hermano y se dirigían hacia donde nos encontrábamos nosotras. Al ver que no tenía escapatoria, me quedé en mi sitio mostrándome lo más amable posible que me permitía mi estado de flacidez y enfado a la misma vez.

Cuando llegan a donde nos encontrábamos nosotras hablando, la primera en saludarme es Mónica, desde luego esta chica que besucona es leches. Después le digo un <<Hola>> Tajante a Abraham sin acercarme a él. Abraham me devuelve el saludo y ambos permanecemos callados escuchando las tonterías que decía Mónica. A los cinco minutos harta de escuchar las tonterías de Mónica, me excuse que estaba agotada y me marché despidiéndome de todos. Al acercarme Abraham, este me susurró al oído que ya hablaríamos. No dije nada, tan solo pude sonreír y me marché del pub con mis amigas. Primero las dejé a ellas en su casa y después conduje hasta un parque. Quería estar sola, volver a repetirme a mi misma que estoy haciendo mal, porque siempre me iba a fijar en un amor imposible. 

Llevaba un rato sentada ordenando mis pensamientos cuando el móvil suena. Es Abraham.

--Diga melón.

--Samia, podemos hablar como personas adultas o vas a seguir comportándote como una niña de cinco años.

--No  de diez. ¿Qué quieres Abraham?

--¿A qué ha venido ese comportamiento? ¿qué pasa que te molesta que esté con Mónica, que me acueste con ella? Joder Samia dime que te ocurre, me estas volviendo loco.

--No me molesta que estés con ella, lo que pasa que no quiero molestarte. Y sabes que te he dicho que haces bien en acostarte con ella, que más quieres saber Abraham. Qué me alegro mucho por ti, porque todo te vaya muy bien, y sobre todo con Mónica, se ve que es buena chica. Yo...--Comienzo a llorar, las palabras casi ni me salen y al otro lado Abraham me pregunta donde estoy. Pero lo que menos deseo es encontrarme con él, le acabo de mentir y no quiero verlo y no sé si querré verlo más. 

Habían pasado unos días desde que mantuve esa rara conversación con Abraham. Algunas tardes hemos hablado de cosas sin importancia, él me ha pedido de quedar en vernos, pero yo no he querido. No por no tener ganas de verlo, es por que quiero estar sola, pensar en mí y darme un tiempo y comenzar a trabajar en mi empresa, que por cierto ya estamos terminando de amueblarla y darle los últimos retoques. Ahora si estaba feliz, contenta con mis progresos y deseando de comenzar junto a mis dos amigas, que junto conmigo nos pedimos juntas el despido para empezar en lo que será nuestra empresa.

Mi empresa, aún no me lo creo, desecha en nervios llamo a mi madre para contarle que por fin empezaré a trabajar en mi propia empresa. Mi madre como siempre se alegra mucho de mí y me dice que pronto vendrá a visitarnos. Sonrío de pensar en la visita de mi madre, la echo tanto de menos, aunque con mi abuela ya tengo bastante. Y si no os he contado nada sobre ella, es porque estos últimos días han sido una locura y apenas la he visto, salvo por las noches cuando nos ponemos hablar, ella sobre lo bien que le va con Claudio, que Abraham no deja de preguntar por mí y yo para desviar la conversación le cuento mis progresos acerca de mi empresa. Después ella se pone sus rulos, y se echa a roncar. Yo me pongo los rulos también, he decidido cambiar de imagen, no es porque me haya copiado de mi abuela, y después me duermo. Lo menos que quiero es pensar en Abraham y en la amistad que tenemos. 

Una tarde que tuve que salir para ver a un cliente, decidí llamar Abraham, había pasado algunos días que no nos veíamos y ya comenzaba a sentirme culpable por rechazarlo constantemente.

--Hola Abraham, soy Samia. 

--Que tal Samia, estás viva.

--Si un poco. Te llamaba por si te apeteciera cenar esta noche conmigo y mostrarte mi oficina.

--No sé que me vas a mostrar si no veo. Y lo segundo no me apetece hoy quedar. Otro día será.

--De acuerdo. Y...Abraham lo siento mucho si en estas semanas no he estado muy comunicativa, pero hasta que encontremos el sitio para montar la oficina, después...apenas he tenido tiempo entre el papeleo montarla y etc etc. Pero que sepas que aunque no haya podido quedar no haya sido por no querer, es por falta de tiempo. Discúlpame. Cuando quieras me llamas y quedamos. Chao.--Finalizo la llamada algo deprimida, pienso que al final mi idea de mantener distancias entre Abraham y yo se ha cumplido. 

A los tres días, creo. Abraham me llama pidiéndome si puedo pasarme por su casa puesto que hoy cumple los años. Inmediatamente le respondo que sí y después pienso en qué podía regalarle ademas de un frasco colonia, un paquete de condones o un suéter. Al final le llevo las tres cosas.

Al llegar a su casa, noto que hay poco ambiente, o es que he llegado la primera o es que nadie va venir.

--Felicidades Abraham.--Le digo nada más poner un pie en su casa y darle un par de besos  y un tirón de orejas.

--Gracias por venir Samia. 

--Escucha, y la gente ¿es que no van venir?--Pregunto mirando para todos lados de la casa.

--No, la fiesta se dará mañana, esta noche la he querido pasar contigo.

--Oh gracias. Toma te traído un detalle. --Le extiendo la bolsa empezando a decirle lo que es cada cosa. Primero le doy el suéter,  después  el frasco de colonia, que por cierto me dice que le encanta el olor y por último le entrego la caja de condones. 

--Vaya, no esperaba este último regalo.

--Si me hubieras avisado con tiempo te hubiera preparado una tarta y algunos dulces.

--¿Sabes hacer esas cosas?--Me pregunta intrigado.

--Claro que sé, en España tenía mi propia pastelería hasta que tuvieron que derrumbar el edificio y me quedé sin nada, tan solo con las bragas puestas.

Abraham se echa a reír y me pide si mañana tengo tiempo podría hacerle una tarta. Por su puesto le digo que sí. A continuación nos sentamos en el sofá y empezamos hablando, él me cuenta acerca de su relación con Mónica, confirmándome que no siente nada hacia ella, si no que está enamorado de otra chica. Yo lo escucho con atención, por un lado me he alegrado que no sienta nada por Mónica, al mismo tiempo que mis ilusiones bajaron más que el precio de la gasolina al tener que enterarme que está enamorado de otra chica. Finjo una felicidad que no me nace, porque si fuera algo más fuerte de lo que quiero aparentar le confesaría que me gusta demasiado. Pero haber quien es el guapo que le dice nada después de ser testigo de su declaración. Por lo cual decido callarme, pienso que con la boca calladita estaré más hermosa.

Un par de horas más tarde, y tras haber cenado unas pizzas y haber hablado de todo un poco decido marcharme. 

--Samia, no te vayas por favor. Quédate en mi casa a dormir.--La voz de Abraham suena con tanta ternura que hasta mi quesito comienza a fundirse.

--Es..to...me gustaría...pero no puedo tengo que cuidar de la abuela.

--Samia, quiero pedirte que te quedes esta noche conmigo, te prometo que no haré algo que tú no quieras.

--¿Y qué quieres hacerme que yo no quiero que me hagas?

--¿Eso que es un trabalenguas?

--No, eso es que tengo una ganas terribles de besarte y como que no voy hacerlo.--Entonces noto la mano de él en mi brazo subiendo hacia mi rostro por supuesto palpando todo lo que se encuentra por el camino. Me acaricia tan despacio, con tanta dulzura que yo acabo cerrando mis ojos haciendo lo que no debía. Besarle. <<Y joder como besa>> Decido poner mi cerebro en off, y dejarme llevar por todo lo que hace Abraham. Sus besos son apetitosos, su cuerpo es toda una golosina y yo no estoy como para desaprovechar nada. Lo imito, y paseo mis manos por su cuerpo, a continuación ambos nos quitamos la parte de arriba, yo solo me quedo con el sujetador medio quitado, dejando que él se deleite con mis pechos. El calor no tarda en aparecer, comienzo a entusiasmarme cuando siento que me muerde los pezones y con  la otra mano me masajea el otro pecho logrando instigándome de una manera que jamás antes hubiera sentido, tanto  que de mi boca sale varios gemidos yo diría que casi estaba a punto de llegar al orgasmo, cuando siento nuestras pieles rozándose, la excitación era mutua, podía notar su dureza tanto que deseosa de entregarme al él fui a quitarle los jeans, cuando su mano paró la mía.

Me quedé un poco flipando con su actitud, no entendía a qué había venido parar en el mejor momento. Hasta que vi como se levantaba dándome la espalda.

--Abraham...

--No puedo Samia, lo siento pero no puedo.

--¿¿Queee??--Me incorporo como un rayo fulminándole.  --Vamos no me vengas con estas ahora Abraham, me haces de venir hasta tu casa con la intención de echar un polvo y ahora que ya estamos a punto vas y me dices que no puedes. Qué, ¿acaso tienes la regla?

--Yo no me lo tomo ha risa. Simplemente no puedo por que tú me...

--Déjalo estar Abraham, ya me ha quedado claro que entre tú y yo no podemos llegar a más, y con el caso que podamos seguir con nuestra amistad. 

--Yo no quiero perderte Samia.--Su voz sonaba entrecortada y yo diría que hasta triste. No le veía la cara, pero tampoco hice el intento de vérsela, me vestí  y después me marché de allí en silencio dejando que mis lágrimas se amontaran en mis ojos  tras despedirme de él.

Al llegar a la puerta pude escuchar como pronunciaba mi nombre, pidiéndome al mismo tiempo perdón. Cerré la puerta en silencio empezando ha caminar hasta mi auto donde una vez emprendí una batalla con mi razón y mis sentimientos. 


________________________________________________________________________________

BUENOS DÍAS, TARDES O NOCHES, DEPENDE DE DONDE VIVAÍS, OS SALUDO NUEVAMENTE PARA AGRADEROS MUCHO EL INTERÉS DE LA HISTORIA Y A  LOS LECTORES QUE ME DEJAN SUS COMENTARIOS Y VOTOS, MUCHAS GRACIAS, Y  A LO QUE NO LO HACEN PUES AGRADECEROS TAMBIÉN VUESTRAS VISITAS. 

QUERÍA COMUNICAROS QUE EL PROLOGO DE LA HISTORIA DE ELIAN LO SUBI AYER,  LA HISTORIA SE LLAMA: NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE. NO ES LA 2 PARTE DE SÉ FUERTE. SOLO ESCRIBIRÉ ACERCA DE ELIAN Y LO QUE LE VA SUCEDIENDO HASTA QUE CONOCE A RUBÍ, UN MUJER QUE LA HACE DIFERENTE SU CARÁCTER, SU MANERA DE DESAFIARLO ECHANDOLE POR CARA TODO LO MALO QUE HACE. TANTO QUE CONTRA MÁS LEJOS DESEA ESTAR RUBÍ DE ELIAN, MAS ATRAÍDO SE SIENTE ÉL POR ELLA...

DESEO QUE OS GUSTE LA HISTORIA Y ESTÁIS INVITADOS A PASAROS SI LO DESEÁIS. 

DECIROS QUE NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO CAPITULO QUE PROBABLEMENTE SEA MAÑANA. UN SALUDO PARA TODOS Y TODAS QUE TENGÁIS UN ESTUPENDO DÍA, NOS VEMOS.

******MIAN JOLLEL******



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro